Isis Alada: LA DIFERENCIA ENTRE PEDIR Y DECRETAR:

miércoles, 29 de agosto de 2018

LA DIFERENCIA ENTRE PEDIR Y DECRETAR:

LA DIFERENCIA ENTRE PEDIR Y DECRETAR:

Cuando pedimos algo desde la carencia le estamos diciendo al Universo que eso que pedimos no lo tenemos.

Cada vez que le pedimos a Dios que nos de salud es porque consideramos que no la tenemos, lo mismo sucede con el dinero, con estar en pareja, con tener paz, armonía y todo aquello que sueles pedir.

Solemos pedir “por favor” aquello que nos corresponde por derecho propio, solamente por ser “a imagen y semejanza” del Padre, por ser chispas de su divinidad.

Estos actos están comandados por nuestro ego, que no nos reconoce como lo que verdaderamente somos, que es nuestra parte que nos lleva al auto-boicot.

He escuchado a alguien decir: “Dios, estoy cansado de ganarme la vida”

Le dije que Dios le respondería: ”¿Hijo mío para que quieres ganarte la vida si yo te la he regalado?”

A reflexionar!!!!

Decretar es decirlo en positivo, afirmarlo, creerlo, accionarlo y por sobre todas las cosas AGRADECERLO.

Todo lo que agradezco se multiplica y además es como dar por sentado que se manifiesta, es como si ya lo tuviera y lo hubiera logrado.

Por eso decretamos salud perfecta y damos las gracias, Yo Soy la prosperidad y abundancia infinita de Dios y agradecemos, Yo soy la Paz, la Armonía, el Amor incondicional y nuevamente damos las gracias 3 veces por cada decreto.

Al hacerlo 3 veces estamos involucrando en la manifestación al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Cada vez que decimos Yo Soy lo que sigue va derecho a nuestra identidad más profunda. Yo estoy es un estado transitorio, Yo Soy en mi parte más noble y luminosa.

Te invito a que escribas una extensa lista de Yo Soy y a continuación plasmes en papel lo que verdaderamente quieres.

Esos decretos se plasmarán en el Universo para su próxima materialización.

En estos tiempos en los que la manifestación está muy acrecentada es bueno conocer las diferencias para poder así ser observadores cuánticos de lo que decimos y de lo que pensamos.

Seamos los constructores concientes de nuestras propias vidas.