EL TODO
Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz
de comprender.
Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está
pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.
Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de
llenarlos con sabiduría. Los principios de la verdad son siete: el que
comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las
puertas del Templo se abrirán de par en par.
1. El TODO es Mente; el universo es mental.
2. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.
3. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
4. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los
semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en
naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades
son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
5. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso,
todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su
movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia
la izquierda;
el ritmo es la compensación
6. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de
acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no
reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.
7. La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y
femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser
transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en
condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera
transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.
Más allá del Kosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y
cambia, se encuentra la realidad Substancial, la Verdad Fundamental.
Lo que constituye la Verdad fundamental, la Realidad substancial, está más
allá de toda denominación, pero el sabio lo llama el TODO.
En su esencia, el TODO es incognoscible, Mas el dictamen de la razón debe
ser recibido hospitalariamente, y tratado con respeto.
El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO.
El TODO crea en su mente infinita, innumerables universos, los que existen
durante eones de tiempo, y así y todo, para Él, la creación, desarrollo,
decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo
que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.
La mente infinita del TODO es la matriz del Kosmos.
En la Mente del Padre‑Madre, los hijos están en su hogar.
No hay nadie que no tenga padre y madre en el Universo.
El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se
imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y
presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los
elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza
del universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las
inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo
valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales,
visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas
superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación
(no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro.
Si bien es cierto que todo está en el TODO, no lo es menos que el TODO está
en todas las cosas. El que comprende esto debidamente, ha adquirido gran
conocimiento.
Nada reposa; todo se mueve; todo vibra.
Todo es dual, todo tiene polos; todo su par de opuestos; los semejantes y
desemejantes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza,
difiriendo sólo en grado; los extremos se tocan; todas las verdades, son medias
verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se
manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la
misma que el de la oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación.
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de
acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a la ley no
reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley.
El género está en todo, todo tiene su principio masculino y femenino; el
género se manifiesta en todos los planos.
La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y
expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales
preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna,
deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por
haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales.
Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra
vibración.
Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el
principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se
desea suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad.
La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado
en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.
El ritmo puede neutralizarse mediante el arte de la polarización.
Nada escapa al principio de causa y efecto, pero hay muchos planos de
Causalidad y uno puede emplear las leyes del plano superior para dominar a las
del inferior.
El sabio sirve en lo superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las
leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las que están
por debajo de él, rige y ordena. Sin embargo, al hacerlo, forma parte del
principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley, y
comprendiendo sus movimientos, opera en ella en vez de ser su ciego esclavo.
Semejantemente al buen nadador, va de aquí para allá, según su propia voluntad,
en vez de dejarse arrastrar como el madero que flota en la corriente. Sin
embargo el nadador, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a la ley.
Aquél que esto comprenda va en el buen camino que conduce a la Maestría.
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