Retirada de cordones psíquicos
Retirada de cordones
Los cordones psíquicos son formas condensadas de energía en
forma de tubo con las que enlazas o intercambias energía con otra persona.
Existen usos sanos y poco sanos de los cordones. Daré tres ejemplos de cordones
sanos. Primero, cuando nace un niño, cuenta en teoría con cordones en los
chakras del corazón y de la raíz que lo unen con su madre. Los cordones del
chakra del corazón permiten al niño unirse con el alma de su madre. Los
cordones del chakra de la raíz hacen que el niño se sienta conectado y seguro.
Para cuando el niño tiene entre cinco y siete años, es bueno que disuelva estos
cordones generando así más autonomía y autoconfianza.
El segundo ejemplo de cordones sanos está en las relaciones
sexuales. Los amantes suelen tener cordones uniendo los chakras del corazón y
sacros para el intercambio de amor y energía sexual y para el enlace de las
almas.
Los del tercer ejemplo son generalmente más breves. Hay momentos
con amigos o seres queridos durante los cuales decidimos compartir amor a
través de cordones que unan los chakras del corazón. Sin embargo, en otros
momentos, la mayoría de estos cordones no son necesarios para relacionarse con
estas personas porque pueden crear codependencia y fusión excesiva.
Una buena alternativa a los cordones es permitir la fusión o
superposición de tu aura con el aura de la persona con quien desees tener una
conexión más íntima. Así, al separaros no es tan probable que se queden sus
imágenes o emociones en tus chakras y tu aura ni que las tuyas se queden en
los suyos. Aprender a retirar cordones te permite elegir el nivel de conexión
que desees.
Los cordones poco sanos pueden: extraer tu energía; obligar a tu
cuerpo a procesar el dolor, las imágenes o las emociones de otras personas;
controlarte de varias maneras por ejemplo, a través de la culpa o de mensajes
subconscientes, intimidación o imágenes de temor a perder algo; crearte exceso
de dependencia de otras personas, o a ellas de ti; usurpar tu libre albedrío;
hacer que se estanquen en ti imágenes antiguas tales como la baja autoestima o
tener que ganarse el amor a través del sacrificio-. Las variaciones son
interminables como el número de personas y de problemas y descompensaciones
individuales.
Puedes haber recibido o dado cordones sin ser consciente de
ello. Así es en la mayoría de los casos. Por suerte, una vez que despejes los
cordones, empezarás a sentir si llegan otros nuevos, con lo que será más fácil
detectarlos y decidir qué hacer con ellos. Si sientes que la energía se te
escapa en presencia de tu padre, de tu madre o de cualquier otra persona, o
sientes sus emociones en tu interior, es una buena señal de que tienes un
cordón poco sano con esa persona.
Los cordones se retiran muy suavemente para provocar la mínima
reacción posible en la otra persona y para eliminar la posibilidad de dañar
algún chakra (ver ilustración en “Ejercicios de luz” en este blog a la
derecha de la página). Tirar bruscamente
de un cordón puede, en algunos casos, crear cicatrices o arañazos en el cuerpo
etérico. También puede hacer que la otra persona contraataque psíquicamente.
Por lo tanto, para retirar un cordón tira siempre de él con suavidad hasta
arrancarlo totalmente, un poco cada vez, allá donde esté unido a tu cuerpo.
Luego coloca en una rosa el extremo del cordón que has retirado. Empuja
suavemente la rosa con el cordón hasta el exterior del aura y hazla estallar
con tu imaginación.
Llena el hueco de tu aura con luz dorada para sellarla y crear
un entorno que favorezca la autosanación. Durante este proceso haz fluir
energía dorada a través de los «canales sanadores» que se extienden desde el
chakra de la coronilla hasta el chakra de la garganta, luego bajan por los
hombros hasta los brazos y desembocan en los chakras de las palmas de las
manos. Este flujo de energía hará que sientas el cordón más fácilmente. Tras
unos segundos, minutos para cordones duraderos, dejarás de ver el color oro en
la parte del aura que llenaste tras retirar el cordón. El hueco se llenará de
tu propia energía y recuperará su apariencia normal.
Método para encontrar y
retirar cordones psíquicos
1. Cierra los ojos,
conéctate a la tierra, extiende el aura, comprueba las rosas y los colores de
los límites y haz cualquier ajuste preciso.
2. Imagina un sol dorado
sobre la cabeza y dirige la luz dorada hacia los canales sanadores: debes verla
fluir desde el chakra de la coronilla hasta la parte superior del chakra de la
garganta, luego atravesará los canales pequeños que bajan por la parte
superior de los hombros y los brazos y finalmente desembocan en los chakras de
las palmas. Usa la luz dorada, la visualización y la respiración para abrir
los canales sanadores e irrigarlos durante unos treinta segundos antes de
continuar. Sentirás la energía que sale a través de las palmas.
3. Mueve muy despacio
cualquiera de las manos por el aura, siempre cerca de la parte delantera del
cuerpo. Empieza en la cabeza y la cara, luego sigue por el pecho, plexo solar y
sigue más abajo hasta que la mano quede delante de la entrepierna. Mueve la mano
despacio para que sientas los cambios leves del campo de energía. Si es
demasiado leve para ti, practica primero con alguien y luego pruébalo en ti.
Procura sentir al tacto los lugares donde la energía sea más
intensa y concentrada. Puede que sientas una «vibración» o un «cosquilleo» al
tocar los cordones. O bien puedes sentirlos gruesos y pesados, o más duros y
sólidos que el resto del aura. Cuando encuentres algo, mueve la mano despacio
hacia la parte delantera del aura. Si la sensación desaparece a poca distancia
de aquel punto, significa que la energía no es un cordón. En ese caso utiliza
rosas para recoger la energía densa y retirarla del aura. Percibirás un cordón
si puedes seguirlo hasta el límite del aura. De modo que, si lo que sientes
tiene límites bien definidos y se extiende más allá del alcance de la mano, lo
más probable es que sea un cordón.
4. Cuando localices un
cordón, intentarás identificar a la persona con quien te conecta. A veces, la
identidad es evidente por el tacto del cordón. Si no lo es, puedes usar un
pequeño truco. Pronuncia en voz alta el nombre de la persona con quien crees
tener el cordón mientras lo sostienes en la mano. Si has acertado, el cordón
responderá al nombre alterándose de algún modo: vibrando, haciéndose más fuerte
o calentándose, por ejemplo. Si no cambia, di más nombres hasta encontrar el
adecuado. Puede ser incluso alguien a quien no has visto o con quien no has hablado
en algún un tiempo. He despejado cordones míos y de mis clientes procedentes de
padres o ex cónyuges a los que no habían visto o con quienes no habían hablado
durante años.
5. Ahora que has
identificado el cordón que deseas retirar, lleva las manos al lugar del cuerpo
donde el cordón se conecta. Sin dejar de hacer fluir la luz dorada cósmica a
través de las palmas, tira suavemente del cordón empezando por los bordes, un
poco cada vez, hasta que se separe del cuerpo.
6. Coloca una rosa en el
extremo del cordón que acabas de separar del cuerpo y empújala hacia el
exterior del aura. Haz estallar la rosa con el cordón.
7. Llena el hueco dejado
por el cordón desde tu cuerpo hasta el límite del aura con la luz dorada que
fluye a través de las palmas o desde un pequeño sol en el exterior del aura.
8. Ahora intenta retirar
un cordón de otro modo. Primero visualiza una pantalla de cine en el exterior
del aura.
9. Toca la pantalla con
las dos manos para despejarla con la energía dorada sanadora.
10. Debes ver en la
pantalla tu propia imagen vuelta de espaldas.
11. Toma una bola de luz
púrpura y lánzala a tu imagen vuelta de espaldas en la pantalla. Haz que la
energía púrpura permanezca allí e ilumine cualquier cordón que deba retirarse
de la espalda. (Yo retiro todos los
cordones que tenga en la espalda, pues tienden a estar más escondidos, a hundirse
más en el subconsciente y a ejercer más control que los cordones de la parte
delantera.)
12. Tras localizar un
cordón repite los pasos 4 a 7 para retirarlo. Siente el cordón y
llena el hueco en la pantalla en lugar de en tu propia aura. Vuelve al paso 13 cuando completes el paso 7.
13. Cuando haya terminado
la sesión de retirada de cordones, pon la pantalla en una rosa y hazla
estallar.
14. Sella el aura con el
color que utilices.
15. Vuelve a conectarte a
la tierra si es preciso.
16. Abre los ojos.
Si encuentras que un cordón insiste en volver al mismo punto o
si vuelve a surgir tan pronto como intentes expulsarlo del aura, quiere decir
que mantienes una creencia sobre la persona con quien estás conectado o un
contrato con ella. Es bien fácil identificar esta creencia o contrato si
sientes la energía e identificas a la persona. Después, despeja la creencia o
el contrato como se ha descrito antes en este capítulo y vuelve a retirar el
cordón. No debe volver. Si la persona sigue siendo muy persistente a nivel
psíquico, coloca una rosa en el exterior del aura con su rostro y una señal de
«no pasar». Reemplaza diariamente esta rosa hasta que creas no necesitarla.
(Del libro “Manual de Ejercicios Pleyadianos de Luz”, de Amorah Kwan Yin)
*“La Limpieza del campo magnético”. Fundamentos y práctica.
*EL CUERPO CAUSAL COMO “VEHÍCULO” y EL ALMA Y LA TRANSFUSIÓN DE SANGRE
*UN MÉTODO DE LIMPIEZA PSÍQUICA DEL CUERPO Y EL AURA
*Retirada de cordones psíquicos
*FORMAS DE PROTECCIÓN y AUTODEFENSA PSÍQUICA
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