Imágenes de No Ser Dignos,
Queridos
amigos:
Soy Jeshua. vengo a
recordarles quiénes son ustedes, a recordarles de su fortaleza y su grandeza.
Ustedes son
una fuente inextinguible de Luz que refresca continuamente, que crece y se
expande; un flujo exuberante de energía divina.
Deseo
infundirlos de esta energía y pedirles que le permitam fluir plenamente por su
mente, su cuerpo, y toda su vida a fin de que la energía de su ser pueda
expresarse aquí en la Tierra.
Por favor
dejen ir las imágenes viejas y falsas de no ser dignos.
l fuego que
ustedes portan en su interior.
Este fuego es
su Luz; quiere brillar esplendorosamente aquí y ahora.
Pero cada uno
de ustedes ha absorbido tanta información falsa acerca de quiénes son ustedes y
qué deben ser que ha habido un debilitamiento de su poder espiritual y su
originalidad, su naturaleza única.
A este punto
de la evolución de la humanidad se están liberando nuevas fuerzas espirituales,
lo cual solamente puede suceder completa y verdaderamente a través de la gente
que está viviendo ahora en la Tierra.
Está naciendo
un nuevo tiempo y energía a través de ustedes, y eso sólo puede surgir de una
manera profundamente enraizada si ustedes abrazan completamente su propia
valía.
Tanto los
hombres como las mujeres han sido falsamente guiados por la sociedad mediante
sus tradiciones y procesos educativos, por lo que las imágenes del pecado, el
remordimiento y la culpa continúan aferrándose a todos ustedes y viviendo
dentro de sí.
La vida es
presentada como si fuera una lucha para probarse a sí mismos, y como una
batalla para sobrevivir.
En esta
tradición se plantea una forma muy limitada de energía masculina como siendo la
necesaria en la vida, y esa posición yace esencialmente en una base inestable
de temor y de una necesidad de controlar.
Esta forma de
energía masculina ha dominado también espiritualmente.
La
espiritualidad Cristiana se ha vuelto el masculino dominante a través de la
iglesia, y ha perdido contacto con su origen.
Ustedes están
aquí para restaurar la energía Crística con su origen; para restaurar el
corazón viviente de Ella dentro de ustedes; y para manifestarla y pasarla a
otros.
Yo los
reconozco como mis hermanos y hermanas.
Ustedes son
muy queridos para mí, y lo que me entristece sobre todo es ver cómo se
menosprecian y denigran a sí mismos; cuán alicaídos se sienten acerca de
quiénes son ustedes.
Imágenes del
pecado, de culpabilidad y remordimiento los están engañando.
Echemos un
vistazo a cómo esas imágenes juegan un rol en la vida tanto de los hombres como
de las mujeres.
Eestas
imágenes se impresionan en los hombres durante su niñez por medio del énfasis
puesto en su desempeño y competición, y en el sobresalir sobre otros; en ser
capaces de defender su posición y de ser fuertes mostrando su masculinidad.
La
sensitividad y las cualidades femeninas tales como las de ser capaces de
conectarse y sentir empatía por otros son rechazadas por no ser masculinas,
como características que no le pertenecen a un hombre.
En las mujeres
el énfasis es puesto en el no distinguirse a sí mismas, sino más bien en el
sentir empatía por otros y estar preparadas para servir a otros; se enfatiza el
cuidado, el dar cualitativamente.
Estos dos
roles modelo siguen afectando el psiquis masculino y femenino y presentan
imágenes falsas.
Se supone que
una mujer debe encontrar su verdadera valía dando de sí misma, mostrando
empatía por otros y cuidando a otros.
Por
consiguiente, ella pierde su propia fuerza y su habilidad para erguirse en alto
y tomar una posición posicionándose claramente en el mundo.
Pero es sólo
cuando una mujer reclama su autonomía, su libertad y su independencia en el
mundo cuando esa energía femenina puede fluir con su verdadero poder.
Si no hay ese
fundamento de autonomía la mujer se ve debilitada y no asume esa posición y el
poder en el mundo que debería pertenecerle.
El rol modelo
tradicional para la mujer nubla su aguda mente y su intrepidez y sentido de
aventura.
En los hombres
esto es en cierto sentido lo opuesto; en el curso de su crianza son escudados
de su corazón, de su sensitividad, y de su necesidad de ser cariñosos, de amar
y de proteger.
Deben
distinguirse entre sí y son forzados a una soledad inevitable, un aislamiento,
y al sentimiento de estar perdidos, lo cual los separa del todo.
A veces ellos
pierden de verdad su sensitividad y no osan entregarse a sí mismos al flujo de
las emociones, de los sentimientos, y al amor que también está presente
ciertamente en sus corazones.
Hay un deseo
en el ser masculino de encarnar también la naturaleza femenina, la cual ya es
una parte intrínsica de su ser, pero los hombres tienden a proyectar este deseo
fuera de sí mismos hacia las mujeres.
Las mujeres
tienden a proyectar también su deseo de poder y discernimiento en los hombres.
Pero si ambos
sexos no pueden encontrar estas cualidades dentro de sí mismos emerge entonces
una dolorosa relación entre los hombres y las mujeres.
Ellos sienten
una necesidad de tenerse el uno al otro, pero al mismo tiempo hay conflictos
porque la dependencia nunca es la base para una relación verdaderamente amorosa.
Ambos sexos
necesitan hacer una conexión interna con sus propios poderes masculino y
femenino.
Estas energías
pertenecen una con la otra, juntas: son como una hélix que está entrelazada
alrededor de sí misma. Sólo juntos pueden crecer/madurar y florecer.
¿Qué sucede
con la autoestima de los hombres y las mujeres cuando tienen que vivir según
dichos estereotipos unidimensionales de la masculinidad y la femeninidad?
El hombre
desarrolla a menudo un ego falso o imagen pública que él debe presentar al mundo
porque siente que se tiene que probar a sí mismo; debe rendir o desempeñarse y
ser un hombre de acción.
La mujer debe
desarrollar también una imagen pública porque ella debe ser encantadora, buena,
servicial, y caritativa.
Cuando ambos
sexos tratan de mostrar el otro lado de sí mismos surgen por lo usual
sentimientos de culpabilidad, de vergúenza, de no ser lo suficientemente
buenos, o su opuesto: de ser vanidosos o arrogantes.
Miren, por
ejemplo, el odio en su historia como una reacción a la homosexualidad.
Los hombres
que mostraban explícitamente su lado femenino y disfrutaban haciéndolo eran
considerados el epítoma de la depravidad.
Los límites
habían sido excedidos, que se suponía debían haber permanecido intactos.
¿Y por qué era
esto así? Aparentemente era necesario encajonar a los hombres y a las mujeres
dentro de confines estrechos a fin de suprimir su verdadero poder espiritual y
fortaleza única, porque todos estos estereotipos han sido actuados ante una
energía de la dominancia y el poder.
Todos ustedes
han tenido que lidiar con esta energía supresora, a veces como víctimas y a
veces como perpetradores, así que tal vez se pregunten por qué se ha
desarrollado esta actitud.
Se puede ver
la situación de esta manera: como una aventura creativa en la Tierra, un ciclo
entero de vidas y siempre más vidas que es un enorme proceso de crecimiento.
Es una larga
trayectoria en la que han experimentado los extremos de lo que ustedes podrían
denominar la “dualidad” en el mundo de la forma: luz y oscuridad, conexión y
separación, hombre y mujer.
Ustedes han
viajado muy lejos de Casa, pero esto no es sin algún significado.
Esta
experiencia vale mucho, y trae una profunda riqueza a cada ser que participa.
Pero ello
significa también que han descendido a los reinos del temor, la desolación, y
el olvido de su Yo verdadero.
Yo estoy aquí
para recordarles quién son ustedes en este descenso a la oscuridad y de su
experiencia en ambos lados de las energías del poder y la dominancia: la de la
víctima y la del perpetrador.
Ahora es el
momento en el ciclo de la vida en la Tierra en el que es hora de regresar a un
mayor equilibrio, a un mayor balance, por lo que les pido que recuerden quién
son ustedes.
Ustedes
vinieron de una Fuente de Luz inextinguible; una Luz que es pacífica, y que sin
embargo fluye dinámicamente, experimentando y explorando.
No había Dios
omnisciente, ni gobernante dominante que determinara su vida, sino un flujo
totalmente libre de la Luz revelándose a sí misma tanto en las energías
masculinas como las femeninas, y de diferentes formas que encajan todas juntas
tan hermosamente.
Sientan
nuevamente el lazo original entre las energías, la danza del femenino y el
masculino.
El poder
femenino es acerca de la conexión y la unificación; une las energías.
La energía
femenina se abre al exterior a partir del corazón, y recibe con amor y tierna
gentileza.
De cierto
modo, la energía femenina porta al Universo. Es la fuente de la conexión, la
Unidad.
Sientan el
poder de esta energía.
Ella está
presente en toda la diversidad que ven a su alrededor: la gente, los animales,
las plantas.
El UNO fluye a
través de todo: la madre, la diosa, la energía unificadora y la de conexión.
El poder
masculino es acerca de la distinción y es creativo de manera diferente; crea
individuos.
En su ser
ustedes están conectados unos con los otros, y sin embargo, como seres
individuales, también son distintos, diferentes, únicos – singulares.
Por todo el
grandioso universo no hay nada ni nadie que sea exactamente como ustedes.
¡Qué milagro!
Además de experimentarse a sí mismos dentro del Uno, la Fuente de donde
provienen, ¿pueden permitirse también ser “singulares,” la magia totalmente
única del ser ustedes mismos?
Siéntanlo,
aunque no lo puedan expresar en palabras – es el “ustedes” en su interior.
Ėste es el
poder creativo de la energía masculina.
El gozo más
grande en la creación es cuando el Uno se encuentra a sí mismo a través del
Otro.
Si ustedes
están viviendo en un cuerpo masculino pueden maravillarse de una mujer, de su
apariencia, su belleza, el acceso que ella tiene a ciertas energías, las
fuerzas unificadoras en ella.
Como mujer,
ustedes se pueden maravillar y disfrutar de un hombre; de su cuerpo, su fuerza,
la actitud protectora que puede emanar de él.
El juego entre
el hombre y la mujer se vuelve un gozo y una fuente de creatividad cuando ambos
sexos abrazan de manera natural su propia fuerza y valía.
Ambos son
parte de la única Luz, eternamente conectados uno con otro. Y no obstante, al
mismo tiempo, hay una diferencia que es lo que hace que todo sea excitante y
aventurero; un viaje de descubrimiento lleno de potencial que los profundiza y
enriquece.
Ėsa es la
promesa del juego entre el hombre y la mujer.
Hoy estamos
hablando en particular de la energía masculina, y quiero decir a veces más que
eso.
En la forma
espiritual tradicional de pensar, frecuentemente es el caso que el ego es
presentado como algo que es malo y necesita ser trascendido.
Ciertamente en
el pasado la ascensión ascendente a lo celestial era visto como el ideal de la
verdadera espiritualidad.
Pero, ¿qué es
la espiritualidad? No es solamente la conexión, la comunión, la unidad, que son
centrales a la espiritualidad, sino también la habilidad para distinguir sus
poderes únicos de ser un “Yo.”
El permitir
que sus poderes únicos fluyan y prosperen es tan importante como conectar, y
esto le da una forma terrenal manifestada a la Luz de su ser.
Específicamente,
para esta fuerza distintiva ustedes necesitan al ego.
Pero con esto
no quiero decir el ego como ha sido representado en la tradición masculina.
No el ego duro
y empedernido que quiere distinguirse a sí mismo a costa de todos y de todo, un
ego que quiere amasar el poder; que quiere gobernar sobre otros, o sobre la
vida.
Esta
perspectiva, en sí misma, es una imagen falsa de lo que es el ego.
En su forma
verdadera el ego es un punto focal, un prisma para su yo esencial, su poder
único.
Necesita estar
allí y es una parte muy especial e irreemplazable de la creación, al igual que
una pieza del rompecabeza que los hace una parte del todo más grande.
¡Abracen ese
poder! Díganle: “sí.” Respondan con gozo a quien ustedes son; ustedes son
irreemplazables.
Y cuando se
yerguen en su propia fuerza no necesitan trascender su ego, su personalidad, y
dejarla atrás; no necesitan negar nada de sí mismos.
Al contrario,
ustedes se vuelven quienes son de verdad.
La Luz de su
ser desciende plenamente a todas sus células, a su cuerpo, a toda su humanidad.
Todo lo que
les pertenece es iluminado por esa Luz.
Entonces se
dicen: “sí” a sí mismos — permiten a todo lo que es su humanidad ser — y su yo
único fluye a todo lo que ustedes son y hacen.
No necesitan
esconder su humanidad; no necesitan estar avergonzados de Ella.
Imaginen cómo
brilla la Luz desde la Fuente a través de ustedes.
Permitan que
la Luz fluya hacia abajo, a través de su chakra de la coronilla, y luego por
todo su ser.
Es una Luz
blanca y universal, amorosa y gentil.
Fluye a través
de toda vida y también a través de ustedes.
Por medio de
ustedes la Luz adquiere una radiantez única, un tono especial, un sonido
diferente.
Vean en su
interior por un momento, tal vez puedan ver ciertos colores, oír ciertos tonos,
o simplemente obtengan un sentimiento en particular; sientan luego profundo en
su interior: “éste soy yo”; éste es mi misterio.”
Ustedes están
aquí para recibir este misterio y nadie más puede hacerlo, solamente ustedes.
Permítanle
fluir por todo su cuerpo, a través de su abdomen, sus piernas y pies.
Ėsta es la
integración, la fusión, del masculino y femenino dentro de ustedes.
Siéntanse
bienvenidos en la Tierra y disfruten quién son ustedes. No se avergüencen y no
se sientan culpables.
Dejen ir las
viejas imágenes de la pecaminosidad que no le sirven a nadie, ni a ustedes ni
al mundo.
¡Dejen que el
fuego arda y que la Luz irradie!
Ėse es mi más
profundo deseo; y lo más profundo que deseo para ustedes es que se yergan en su
propia fuerza, en sus propios dos pies.
Permitan que
la semilla de la energía Crística florezca dentro de sí, y no dependan de
alguien más. Los saludo a todos, con igualdad y con un profundo gozo.
Jeshua
Pamela canaliza
a Jeshua
Traducción
por Maria Baes y Frank Tehan
© Pamela Kribbewww.jeshua.net
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