¿Qué Sucede Después de la
Muerte?
¿A qué se parece la vida después de la muerte? La diferencia principal entre este mundo y el otro es que después de la muerte el mundo exterior es un reflejo directo de nuestro mundo interior. En la tierra, esto no es tan obvio. La gente llena de odio y enojo puede estar rodeada de belleza y abundancia, mientras las personas sensitivas y evolucionadas pueden estar vagando en barrios bajos desolados. En la vida posterior, nuestro entorno refleja hasta donde estamos en contacto con nuestro sol interno. Mientras más amor, verdad y belleza sostengamos dentro de nosotros, más radiante y luminoso es nuestro entorno.
El sol interno es quienes
somos en nuestra esencia: es la parte eternal y atemporal de nosotros. Al
momento de la muerte comenzamos el viaje de vuelto a esa parte más profunda.
Para entender como es esta experiencia, pueden visualizar la tierra rodeada por
dos reinos: la esfera astral y la esfera espiritual. Estas esferas se dividen
además en muchas sub-esferas. La esfera espiritual es la esfera de nuestro
origen, el dominio de nuestra alma. Es una esfera atemporal, de unidad, luz,
belleza y amor sin fin. Todo lo que es de valor elevado en los humanos tiene su
origen aquí Este es el sitio donde vive nuestra alma; es nuestro hogar. Nunca
hemos dejado de hecho la esfera espiritual. Todavía estamos allí. Cuando
morimos comenzamos lo que experimentamos como un viaje de regreso a ese lugar.
Pero esencialmente, es un proceso de volvernos conscientes de quienes somos
realmente: un despertar del sueño de la vida terrenal.
Este despertar toma
tiempo. No podemos liberar todas las ilusiones y sentimientos oscuros sobre
nosotros mismos, sobre ser humanos, y sobre el universo, que hemos acumulado en
la tierra. Nos hemos identificado con nuestra personalidad terrenal y esta
identificación puede persistir tozudamente. Nuestras ilusiones e
identificaciones se reflejan en la atmósfera astral a la que arribamos después
de nuestra muerte.
La Esfera Astral
Después de la muerte el
ser humano es libre, libre de regresar a la esfera espiritual de su origen,
libre de crear su propia realidad. Pero esa realidad es también una trampa,
porque muchas personas no tienen libertad interna. Ellos se han encerrado
dentro de creencias firmes de cómo funciona la vida, lo que es bueno y lo que
es malo, y lo que sucederá después de la muerte. Y hay otros que no están
esclavizados por creencias, sino por deseos y sentimientos, tales como
adicciones, o sentimientos de ira o inferioridad.
La mayoría de los
pensamientos y fantasías humanas tienen su origen en el temor. Todos esos
pensamientos y fantasías basadas en el temor crean un estado interno que
después de la muerte, se traduce en la forma externa de la esfera astral. En
correspondencia, la esfera astral se basa fundamentalmente en el temor y en la
falsedad mientras la esfera espiritual se basa en el amor y la verdad. Pero
debido a que la gente no comprende que sus pensamientos se reflejan hacia fuera
en la esfera astral, ellos creen que sus pensamientos son ciertos. Esta es la
gran trampa de la esfera astral, la gente queda firmemente convencida de las
falsas creencias porque ellos ven esas creencias confirmadas a su alrededor.
Después de su muerte la
gente sigue usualmente cuatro senderos asociados con cuatro sub-regiones de la
esfera astral.
1. El sendero del alma
Este sendero lo sigue
cada ser humano que ha experimentado un contacto claro con su alma en ciertos
momentos durante su vida. Esos son los momentos en los que ustedes se sienten
realmente vivos e inspirados. Sienten alegría y un sentido de propósito, saben
quiénes son y lo que quieren hacer con su vida. Sienten amor por la vida en la
tierra y por sus semejantes, y saben que el universo es esencialmente bueno. Si
han experimentado esto a veces durante su vida, este sentimiento solamente se
fortalece después de la muerte. En la vida posterior a la muerte comienza un
proceso de crecimiento durante el cual se convierten gradualmente en uno con su
alma: ustedes experimentan esto como una continuación de ser más de quienes
son. Sus temores terrenales y ansiedades desaparecen y dejan espacio para la
felicidad y la intuición. A la vez que su luz interior crece, su entorno
también se vuelve más hermoso. Ustedes se elevan a través de esferas hasta que
finalmente terminan en la esfera espiritual, la esfera del alma que no se puede
describir con palabras y que no se puede captar con la mente humana.
El reino de la esfera
astral donde comienza su viaje de experiencia se puede llamar la Tierra de
Verano. Se parece a las áreas hermosas de la tierra, pero todavía mucho más
paradisíaca. Afortunadamente, hay más y más personas que siguen este sendero.
Es el sendero abierto a todos los que están involucrados en el desarrollo de la
conciencia, para quienes desean crecer y aprender. Este sendero es para quienes
no se han congelado en creencias rígidas y sentimientos negativos. Realmente,
está abierto para cada ser humano que es todavía capaz de reírse de sí mismo.
2. El sendero de la
personalidad
Las personas que permiten
que sus vidas sean guiadas por eventos e impulsos externos siguen este sendero.
No son malas personas, pero no escuchan la voz de su alma y en su lugar, viven
de acuerdo con las normas sociales. No tienen opiniones rígidas y sus vidas las
viven generalmente de manera no obstruida. Después de la muerte, entran a la
esfera astral en un entorno muy similar a su entorno terrenal. Se refiere como
‘el área realista’ de la esfera astral porque es similar a la tierra. Algunas
ciudades terrenales están aquí, casi intactas excepto por los muchos edificios
antiguos que ya no existen en la tierra, pero donde aquí existen todavía. En
general este reino es hermoso, con paisajes verdes llenos de villas y pueblos
amistosos. La gente que termina aquí a veces no entiende que están muertos,
porque todo es similar a la tierra y porque no tienen la creencia de una vida
después de la muerte.
Sin embargo hay guías
presentes que gradualmente tratan de abrir a estas personas a lo espiritual. A
veces tienen éxito porque las personas que vienen aquí no son dogmáticas en sus
creencias. Típicamente, la gente que viven en áreas rurales pueden ser mejor
guiados que los que viven en las ciudades. Las ilusiones de la realidad
material son más fuertes en las ciudades.
La estancia en este reino
eventualmente termina. O se hace una conexión con el alma y la personalidad se
eleva a la esfera spiritual o el alma toma la decisión de encarnar de nuevo y
la energía de esa personalidad es llevada a una próxima vida. La partida de la
esfera astral es a veces llamada ‘segunda muerte’. Las entidades superiores
explican a la personalidad que ha llegado el momento de decir adiós a la
existencia actual. Ellos se van con una despedida ritual a sus amigos, sabiendo
que se encontrarán de nuevo. A veces esta partida se experimenta como una
tragedia por parte de la personalidad, esto se debe al hecho de que todavía
ésta no posee una buena conexión con su alma. Entonces se abren al rayo de luz
que viene de su alma y que forma la semilla de una nueva encarnación.
3. El sendero de la
ilusión
Este sendero lo siguen
las personas que no tienen una buena conexión con su alma, pero tienen fuertes
creencias religiosas. Piensen en fundamentalistas religiosos por ejemplo. Ellos
son personas con una visión fuertemente dualista del mundo, están convencidos
de que tienen razón y consideran a todos los que no concuerdan como malos o
perdidos. Mientras más una creencia se base en el temor, más fuerte,
determinista y dualista será la visión correspondiente. Después de la muerte
estas personas terminan en un cielo que es exactamente como lo han imaginado.
Pero debido a que no existe aquí el contacto con el alma, estas personas se
sienten más desafortunadas. En la tierra eran infelices pero allí al menos
tenían la ilusión de que en el cielo sería diferente.
A este reino se le
denomina el ‘falso cielo’. Es una de las regiones más bajas de la esfera
astral. Debido a que las personas aquí están fuertemente convencidas de que
tienen la razón, es difícil que los guías lleguen a ellas. Permítanme un
ejemplo, en algunos círculos cristianos se cree que después de la muerte no
vamos inmediatamente al cielo, sino que esperamos en la tumba hasta el juicio
final. Como resultado se pueden encontrar ‘cementerios’ en la esfera astral
donde los fallecidos en su forma astral están en sus tumbas. Por supuesto que
están tristes. Los guías que quieren ayudarlos se ven como diablos que quieren
convencerlos de que se vayan al infierno.
En la esfera astral hay
muchos tipos de ‘cielos’ resultado de todos los tipos de creencias rígidas.
Aquí la gente se siente muy infeliz, pero sin embargo rechazan soltar sus
creencias. Ellos experimentan cada intento amoroso para ayudarlos como
tentaciones del diablo. Les preocupa ser malos, porque son infelices y no se
arriesgan a admitir esto abiertamente.
A veces sucede que surgen
líderes dentro de tales ‘cielos’ astrales. Estos son personas fallecidas que
han estado y todavía están, totalmente absortos en sus roles y por ejemplo
creen que son el Cristo o algún gran maestro. Adicionalmente, también se les ve
como tales por parte de otros en su cielo. El líder de una secta que durante su
vida terrenal era visto como un maestro iluminado, a veces continúa en este
papel después de la muerte. Debido a que este reino está muy cercano a la
tierra en términos de vibración, los psíquicos y los médiums a veces captan
energías e información de este reino. Es una fuente de muchas profecías falsas
e información mal canalizada.
La información
distribuida desde estos ‘cielos’ a veces es muy dualista, moralista, juiciosa y
llena de predicciones lamentables que prueban no ser ciertas. Las palabras de
los ‘maestros’ desde esta esfera son un reflejo de su propia personalidad sin
alma. Desafortunadamente, hay muchas personas en la tierra que quedan atrapadas
por estos maestros, debido al poder de esta esfera de ilusión sobre la
humanidad que es muy grande. Pero al final, siempre será el caso que la verdad
lleva a la felicidad y la falsedad a la ilusión, la verdad tiene más poder y
prevalecerá eventualmente. Sin embargo puede tardar mucho para que las personas
perciban esto, especialmente si están en el plano astral donde ustedes son
libres de crear tanta ilusión como quieran. No obstante, la gente eventualmente
se preguntará cómo sus creencias pueden ser ciertas, ya que parecen provocar
tanta infelicidad. Entonces comenzarán a dudar de sus atesoradas creencias y
dogmas, así que al final, su suave voz interior ganará por sobre las ilusiones.
Y cuando eso ocurra, comienza el camino de vuelta a la luz.
4. El sendero de la
soledad
Entonces hay personas que
no están asociadas a ideas fijas y falsas sino a sentimientos negativos de
odio, ira y resentimiento. Generalmente le han causado a sus semejantes gran
dolor y sufrimiento. Alguien que ha rechazado su luz interior durante la vida
se encuentra en una parte de la esfera astral que es oscura y solitaria. Debido
a que la luz que trae belleza y armonía no existe aquí, la gente a veces adopta
formas monstruosas. Sin embargo, debido a que todo aquí es oscuro y miserable,
la redención también es posible. Si solamente tienen monstruos y oscuridad a su
alrededor, está claro que algo anda mal. Las emociones negativas que los
ocupaban eventualmente comienzan a perder su poder porque solamente pueden
causar más oscuridad.
Gradualmente surge el
conocimiento de que todas las cosas que parecían importantes durante la vida
terrenal, tales como el poder, el dinero, la propiedad y el prestigio no poseen
ninguna luz. La pequeña luz que había ahí ahora se hace más obvia. La gente
recuerda un único momento hermoso de su vida terrenal, una palabra amable, una
flor hermosa. Comienzan a revaluar estas cosas y al hacerlo se crea una
apertura, estas personas se vuelven asequibles a los guías. De nuevo comienza el
largo camino de regreso. A menudo se elige una nueva vida en la tierra, una
vida que apunta a más luz interior.
El Castigo y el Karma
Nuestro pensamiento
respecto a la muerte y lo que viene después, lo determinan todavía conceptos
tales como el castigo y el karma. En casi todas las culturas, existe la idea de
una autoridad superior que castiga. Si somos malos terminamos en el infierno o
tenemos que enfrentar un karma pesado. Generalmente, estas ideas se crean por
regentes terrenales que quieren mantener su poder y que están contra cada forma
de libertad. A veces su doctrina es así: “hemos sido colocados sobre ustedes
por Dios y si ustedes no pueden aceptar eso y no cumplen con nuestras reglas,
Dios los castigará con el fuego eterno”. O algo más sutil: “hemos sido
virtuosos en una vida previa y es por eso que ahora somos ricos y poderosos,
ustedes han sido malos en una vida pasada y es por eso que ahora son pobres e
infelices. Pero si aceptan pacientemente el papel que se les ha asignado, las
cosas serán mejores en la próxima vida”.
Lo que siempre funciona
mejor al menos desde el punto de vista de tal regente es provocar temor en la
gente respecto a las tendencias naturales de estos, por ejemplo la sexualidad.
El objetivo es convencer a las personas de que son inherentemente malas y
merecen un castigo. Los que piensan que son malos y se sienten culpable son
fáciles de controlar por parte de una organización que reclama tener un
monopolio sobre la verdad. Si se lleva a las personas a un estado en el cual
ellos piensan que son malos, y ellos creen en usted como redentor, usted tiene
poder sobre ellos. Comparado con estas ideas, el ateísmo – desde un punto de
vista espiritual – es un enorme paso de avance.
En el universo, no hay
tal cosa como una figura de autoridad que impone penalizaciones. No hay un Dios
que castiga, ni Señores del Karma que nos envían a una vida miserable. Pero las
acciones tienen consecuencias. Cuando en el invierno hay mucho frío y estoy
afuera sin un abrigo entonces me resfrío. Eso no es un castigo, es el resultado
de mi acción.
Cada vez que lastimamos a
un ser humano durante nuestra vida, apartamos la luz de nuestro sol interno.
Ese sol interno no es sólo responsable de nuestra luz interior y nuestros
sentimientos de belleza, bondad y verdad, sino que también nos conecta con el
sol interno de los demás y con el sol interno del propio universo. Lastimar a
otro es decir ‘no’ a la unidad interna de la vida. Es decir ‘no’ a nuestra alma
y a nosotros mismos. El resultado es una profunda soledad y vacío que se llena
con sentimientos negativos. En los ojos de un criminal – especialmente si nunca
aparecen ante una corte – nunca vemos alegría o felicidad. Esto no es un
castigo, sino resultado directo de las elecciones que hicieron. Simplemente
dijeron ‘no’ a su fuente interior de alegría y felicidad.
Después de la muerte esa
oscuridad interna se refleja en la esfera astral que nos rodea. En el reino
astral, lo externo refleja lo interno muy directamente. Cuando no hay luz
interior tampoco hay luz exterior. Para un extraño esto pudiera parecer como si
las personas que viven allí fuesen castigadas por su vida en la tierra, pero
visto desde el interior, no hay ningún cambio. Estas personas se sintieron
vacías e infelices en la tierra y ahora se siguen sintiendo igual. La única
diferencia es que ahora están directamente confrontadas con su oscuridad
interior, a través de un entorno externo que la refleja fielmente.
El Camino de Vuelta a la
Luz
La vuelta a la luz viene
desde el deseo por la luz. Hasta un ser humano envuelto en la oscuridad más
profunda nunca está totalmente separado de su alma. Siempre hay fragmentos de
memorias de belleza y felicidad. Gradualmente surge la comprensión de que la
violencia y el poder no son el camino para descubrir la luz, sino para alejarse
de ella. El amor no se obtiene por la fuerza. Todas esas pequeñas memorias
ahora forman las semillas de un deseo creciente de felicidad, amor y belleza,
su mundo interior se suaviza y la persona se abre a los guías. Estos guías
comienzan a explicarle que el camino de regreso a la luz puede encontrarse a
través de la compasión, el amor y la gentileza.
Sin embargo, mientras más
se hayan alejado de su Fuente interna, más tiempo necesitarán para regresar.
¿Cuál es exactamente ese camino de regreso? Es un viaje de experiencia de
recordar y redescubrir quienes fueron verdaderamente, hasta que toda falsedad
se disuelva y se reemplace con la verdad. En su núcleo, la falsedad significa
división, la creencia de que el universo está separado en un número infinito de
partes – pequeños egos – en conflicto unos con otros. La falsedad es la idea de
lucha de ‘todos contra todos’ en la cual el reconocimiento de la unidad interna
tras todas las cosas se ha perdido completamente. ¿Cuál es la solución a esta
división? Es el entendimiento de todos estos egos desde el nivel interno y el
comienzo de abrazar todas la partes contra las que hemos luchado. Por ejemplo,
una persona que ha discriminado a otras de raza diferente elegirá vivir una
vida en la cual sufra discriminación. De esta forma su entendimiento
evolucionará. El resultado es la realización de que todos los ‘egos’ separados
están conectados. Entonces el amor y la luz del alma comienzan a fluir de
nuevo.
La elección de tener
ciertas experiencias en la tierra la toma el alma. Cuando la percepción de la
personalidad terrenal está muy lejos del alma, las elecciones del alma serán
experimentadas como un tipo de poder proveniente del exterior: Dios o el karma.
Pero el karma no es más que las lecciones que la conciencia necesita para
crecer y estas lecciones las elije la propia alma. Todo tipo de las denominadas
enseñanzas espirituales que tratan de eliminar su karma quemándolo, son
tonterías. El propósito del karma es sanar y restaurar la conexión con su alma.
En cuanto abran su luz interior a quienes realmente son, su karma termina, la
lección se ha aprendido.
Una vez tuve un cliente,
una mujer que se aferraba a una relación que la hacía muy infeliz, porque ella
pensó que ese era su karma. Pero cuando me sintonicé con su alma, sentí que el
universo – su alma – quería enseñarla que tenía que erguirse sola. Ella pensaba
que tenía que sufrir con paciencia, cuando en realidad su propósito era
erguirse por sí misma y divorciarse. Una vez que lo hizo, resolvió su karma. El
propósito del karma es por tanto no hacernos sufrir nunca, sino hacernos
crecer. El sufrimiento surge solamente cuando nos resistimos al crecimiento. Si
nos resistimos a hacer elecciones que sostengan nuestro crecimiento y
bienestar, el dolor que experimentamos se siente sin objetivo ni esperanza, y
eso es esencialmente lo que significa el sufrimiento.
A medida que nuestra
conciencia crece, gradualmente comprendemos que nuestra resistencia a lo que la
vida nos ofrece es el problema real. En lugar de karma, comenzamos a reconocer
nuestros desafíos como el propósito de nuestra alma. Entendemos que las
experiencias difíciles no están ahí para causarnos sufrimiento o hacer que nos
sacrifiquemos, sino para hacernos conscientes de quienes somos realmente y para
restaurar nuestro sentido de conexión interna con todo. En la próxima etapa, en
la cual la conciencia coincide aún más con el alma, todo lo que ocurra en su
vida es visto como su libre albedrío. Su viaje de regreso a la luz está casi
terminado.
Traducción:
Fara González
@
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