las 9 encarnaciones del
Amado Sananda por el Maestro Hilarión
El orden correcto de estas nueve vidas mesiánicas es el siguiente :
1º- Juno, en la lejana Lemuria .
2º- Numú, también en el territorio Lemur.
3º- Anfión, en Atlántida.
4º- Antulio, igualmente en este continente .
5º- Abel, con los antiguos Kobdas del Nilo.
6º- Krishna, en la India.
7º- Moisés, en Egipto.
8º- Buda, en la India.
9º- Jashua de Nazareth , en Palestina.
Durante todas estas vidas físicas , lo acompañó la Legión de Luz de
la Gran Alianza, muchos de cuyos miembros encarnaban con el Maestro para
protegerlo, ayudarlo, colaborar en su misión; otros permanecían en servicio
activo a nivel no visible.
Los que ayudaban como humanos constituyeron esas
Grandes Fraternidades o Escuelas de Divina Sabiduría donde el Maestro se formó
siempre en su niñez y juventud: Flámenes, Profetas Blancos, Kobdas, Esenios,
etc .
Ellos poseían profundos conocimientos espirituales y también a
nivel científico.
Eran médicos eminentes, músicos inspirados, artistas, seres
de alta calidad humana que sostuvieron la Luz en el Planeta durante largas
edades, cuando tanta falta hacía su Sabiduría y Fuerza.
Tenían contacto con los
Altos Planos de Luz y canales perceptivos para recibir instrucción.
En total, eran 700.000 los seres que formaban la Gran Alianza, unos
encarnados y otros no.
Fragmento del libro “Interrogantes”. Araceli Egea. Editorial
Ray Sol.
Yo fui el portador de la conciencia Crística dos mil años atrás y
ahora ustedes son los que llevan esa antorcha. Es una antorcha de luz que trae
cambio a este mundo, un mundo que está necesitando un cambio en este preciso
momento. Ustedes viven en una época de crisis. Hay una crisis financiera, una
crisis económica ocurriendo justo ahora, y también hay una crisis del planeta,
se está produciendo una crisis medioambiental. Ustedes viven en medio de la
crisis, la cual también es una oportunidad para el cambio. Siempre que las
cosas cambian de un modo fundamental, un montón de cosas viejas necesitan
desaparecer drásticamente y fundamentalmente.
Ustedes quienes se sienten inclinados a mis mensajes son los que
van a señalar el camino a los demás. Sí, ustedes han nacido en esta época con
un propósito; ustedes querían hacer el cambio, ser el cambio que la humanidad
necesita. Ustedes son los maestros de la nueva era. Es a ustedes a quienes les
traigo un mensaje de esperanza y aliento. Yo deseo incentivarlos a que tomen el
rol de los maestros que son. Han pasado muchas vidas en la Tierra preparándose
para estos tiempos, porque ahora el planeta y la humanidad están preparados
para una transformación, una evolución hacia una conciencia basada en el
corazón que reconoce la unidad de todo lo que está vivo y respira en la Tierra.
Por siglos ustedes han sido los portadores de este sentido de unidad, han sido
trabajadores de la luz en la Tierra antes, y ahora los tiempos están con
ustedes. Miren debajo de la superficie de lo que parecen ser noticias negativas
y malas. Miren debajo de todo eso. Esta es una gran oportunidad para el cambio.
Se le pide a la humanidad que vaya profundo adentro y que preste
atención a las emociones negativas y al miedo que emergen a la superficie en
tiempo de crisis. Ahora más que nunca la humanidad necesita sanación, y está
preparada para recibir sanación. Ustedes son quienes están señalando el camino.
Ustedes son los maestros de la nueva era, y yo les pido que no se avergüencen
de ustedes mismos. Porque debido a todas las experiencias que tuvieron en la
Tierra antes, se han vuelto tímidos e introvertidos acerca de quiénes son,
acerca de la luz que ustedes llevan adentro. Hay pasión en sus corazones y en
su alma. Ustedes anhelan ser la luz brillante que son, pero también se están
escondiendo de su propio poder, porque ustedes acarrean viejos recuerdos de ser
rechazados por esto, e incluso de ser perseguidos y asesinados por esto. Yo
puedo ver sus miedos e inseguridades, pero ustedes son grandes y poderosos si
creen en ustedes mismos. Ustedes vienen de un largo viaje. Visitaron la Tierra
muchas veces y ganaron experiencia. Son almas viejas y maduras ahora y desean
compartir la sabiduría de su corazón. Yo quiero que miren adentro de ustedes
mismos y que sientan la pasión con la que nacieron, la pasión que hace la
diferencia. Yo les pido que no se escondan más.
¿Cómo enseñan? ¿Cuál es la enseñanza de la que hablo? No se trata
de transmitir teorías y conocimiento a los demás desde los libros; no se trata
de predicar o decirle a la gente lo que tiene que hacer. Se trata de una
vibración que ustedes traen al mundo, una vibración de compasión y de paz
interior. Y entonces, cuando ustedes se dirigen a sus partes más oscuras, sus
emociones de miedo, de ira y de desconfianza, cuando hacen brillar su luz en
sus partes oscuras, su vibración se eleva y ustedes traen una nueva luz a este
mundo. Será visible en sus ojos, en la manera en la que hablan o escuchan a los
demás. No la escondan, sean tan abiertos como puedan porque ustedes son
hermosos. Es cuando traen esa vibración al mundo que las personas se sienten
atraídas hacia ustedes. No porque ustedes sepan la verdad ni porque ustedes
sepan qué es lo que les va a suceder a ellos, sino porque hay un espacio de
seguridad y de cordialidad alrededor de ustedes. A su alrededor, ellos se
sienten aceptados. Esto es lo que es enseñar en la Nueva Era: aceptar al otro
completamente, con sus partes tanto luminosas como oscuras, viendo su belleza
interior, su pasión y su inocencia e incentivándolos a que las vean ellos
mismos.
Ser un maestro en la Nueva Era es diferente de lo que ustedes
pueden haber esperado. Se trata de encontrar paz adentro en lo profundo y de no
dejarse descarriar por la negatividad que está alrededor de ustedes. En cierto
sentido significa soltar el mundo, no ser de él, pero por otro lado estar
abierto a cualquiera y permitir que ellos perciban la vibración que ustedes
están irradiando hacia el mundo. Estar en el mundo, pero no ser del mundo.
¿Cómo se verá su enseñanza, qué forma tomará?, es diferente para
cada individuo. Cada uno de ustedes tiene una cierta pasión, un talento, un
anhelo de hacer algo específico más que otra cosa. Vuestra energía, vuestra
luz, puede tomar muchas formas, y para mí la forma específica que tome es de
menor importancia. De lo que yo quiero que hoy ustedes sean conscientes es que
son maestros, que han recorrido un largo viaje. Yo los aliento especialmente en
esta época a no esconderlo más, a compartir vuestra sabiduría con los demás y a
revivir su pasión. Eso es lo que significa traer una nueva energía a este
mundo.
Abordar la alta sensibilidad
Todos ustedes se han vuelto muy sensibles. Su corazón se ha
abierto. De muchas maneras, en esta era la energía femenina está renaciendo a
través de ustedes, ya que ustedes son los primeros en abrirse a una conciencia
basada en el corazón, reconociendo la unidad de toda la vida. Ustedes han
abierto su corazón y, como efecto colateral, asimilan los sentimientos y
emociones negativas de aquellos que están a su alrededor y los sentimientos que
simplemente están presentes en la atmósfera alrededor de la Tierra. Esta
sensibilidad puede ser una carga por momentos. A veces, ustedes absorben tanta
negatividad que se sienten exhaustos y deprimidos, y ni siquiera saben de dónde
viene.
Abrir el corazón, desarrollar su lado femenino, ser receptivos y
abiertos a las energías que los rodean es parte del desarrollo que están
atravesando. Pero es muy importante para ustedes que también abracen su energía
masculina, no en el sentido tradicional, sino de un modo nuevo y más elevado.
En el pasado, su historia ha sido dominada por una energía masculina agresiva.
Esta energía apuntaba a ganar poder y a manipular la realidad. Generalmente
ustedes hacen una mala asociación con la energía masculina; piensan que es
opresiva, agresiva y egoísta. Necesitan una nueva definición de la energía
masculina. Ustedes necesitan la energía masculina para equilibrar vuestro lado
femenino sensible. La energía masculina en su forma más elevada tiene que ver
con foco, con establecer límites alrededor de ustedes mismos, y con ser muy
determinados acerca de lo que quieren y de lo que no quieren que entre a su
campo de energía. Una energía masculina superior no va a permitir que sean
absorbidos completamente por la negatividad que los rodea. Les ayudará a poner
límites a su alrededor. En cierto sentido, esta forma superior de energía
masculina es como un caballero parado ante la puerta de su campo de energía,
distinguiendo lo que los nutre y los alimenta de lo que no lo hace. Ustedes
necesitan la energía masculina adentro para nutrir su lado femenino muy
sensible. Entonces yo les pido que reconsideren la energía masculina, y que
encuentren dentro de ustedes mismos una nueva definición, un nuevo sentimiento
sobre esto. Tal vez ustedes puedan crear la imagen de un caballero o de un
guerrero pacífico quien les ayuda a diferenciar lo que es correcto para
ustedes, y que se aparten si sienten que cierto entorno, o ciertas personas, no
están sirviendo a sus ideales más elevados.
Ser un trabajador de la luz y un maestro significa, por un lado,
estar en el mundo y estar abierto y deseoso de esparcir su vibración cuando las
personas lo solicitan. Pero por otro lado, también significa que ustedes saben
cuándo retirarse y cuándo decir no y cuándo cuidarse bien, algo que con
frecuencia es necesario en esta época cuando la energía puede sentirse muy
pesada y muy difícil.
Hónrense y creen espacio para ustedes mismos cada día para regresar
a ustedes mismos, para sentir quiénes son. Crear espacio para ustedes mismos
puede ser tomado literalmente como encontrar un espacio físico en su casa o en
la naturaleza donde puedan sentirse cómodos, donde puedan estar completamente
con ustedes mismos. En ese espacio relajante ustedes pueden entrar al espacio
interior, y eso es lo que realmente importa. Dentro de ustedes hay un espacio
que es realmente una clase de conciencia. Es vuestro estado del ser, el
verdadero núcleo de quiénes son, y no puede ser expresado en palabras. Pueden
sentir esta conciencia especialmente en momentos de quietud y cuando están
solos, cuando no son bombardeados por las cosas externas que están sucediendo,
ruidos, situaciones, cosas que los distraen. Para encontrar esta serenidad
interior cada día es importante permanecer conscientes de quiénes son, un
maestro y un portador de luz dentro de esta realidad. Entonces, yo les pido que
encuentren un equilibrio entre estar solos y estar en el mundo, y que sientan
cuál ritmo se ajusta a ustedes. Usen la energía masculina para diferenciar y
determinar lo que es correcto para ustedes.
Redefinir la energía masculina
Para los trabajadores de la Luz es el momento ahora de equilibrar
en su interior las energías masculinas y femeninas. En cierto sentido ustedes
se han vuelto temerosos de su propio poder. Ha habido tiempos, épocas muy
antiguas, en las cuales ustedes mismos usaron su poder de una forma por la cual
más tarde se sintieron arrepentidos. Estas fueron las épocas antes de Cristo,
antes de que yo viniera a la Tierra; se remontan a la Atlántida y antes
también. Ustedes aún tienen recuerdos de aquellas épocas, y nunca quieren
volver a emplear mal su poder. Pero vuestra reacción ha sido demasiado extrema
en cierto sentido. Ahora ustedes desean tanto desechar su poder que a menudo se
sienten incapaces de sostenerse por sí mismos, de ser claros acerca de quiénes
son y de qué es lo que quieren o no quieren. Esto es lamentable porque entonces
pueden llegar a sentirse exhaustos y deprimidos por lo que está sucediendo a su
alrededor, porque ustedes rechazan tomar su poder, no en el sentido de dominar
a otros, sino en el sentido de conectarse con su pasión natural, sus instintos
naturales, su sabiduría. Se ha vuelto difícil encontrar una definición positiva
de la energía masculina, pero yo los aliento a encontrar una, porque es a
través del renacimiento de la energía masculina que ustedes encontrarán su
propio poder otra vez.
La energía femenina los conecta con su alma. Es a través de los
sentimientos a los cuales lo femenino es receptivo, que el alma les habla a
ustedes. Pero para volcar la sabiduría interior de lo femenino al mundo, para
manifestar vuestra pasión del alma en el mundo, ustedes necesitan saber cómo
proteger su energía femenina, cómo tomar distancia cuando es necesario, cómo
permanecer centrados y calmos en medio de energías que no resuenan con ustedes.
Para ser el maestro y el pionero que ustedes verdaderamente quieren ser, tienen
que abrazar tanto al aspecto masculino como al aspecto femenino de ustedes
mismos.
Cobren ánimo en todo esto. Las cosas están cambiando y ustedes no
están solos. Muchas personas alrededor del mundo pasan por el mismo proceso que
ustedes están atravesando. Hay muchos compañeros trabajadores de la luz que
están vivos ahora y, si ustedes se conectan con ellos desde el corazón, podrán
sentir que son sus hermanos y hermanas. La distancia, el tiempo y el espacio no
importan; ni la nacionalidad ni la raza. Sientan el campo de la conciencia
Crística que ahora está llegando más cerca de la Tierra. Aunque pueda no ser
visible en lo que ustedes leen en los periódicos o en lo que escuchan en la
televisión, ese campo está aquí. Una nueva conciencia está despertando.
Yo los estoy llamando. Yo soy parte de ese enorme campo de
conciencia como muchos de ustedes lo son. Somos uno en este campo. Somos
iguales y yo los llamo para que vuelvan al Hogar. Pueden sentir el Hogar en el
planeta Tierra ahora mismo si ustedes recuerdan quiénes son, si pueden sentir
realmente su divinidad y la luz angelical que fluye a través de ustedes.
Los amo. Acepten mi energía. Yo les doy las gracias por
recibirla.
En mi opinión, esta es una de esas preguntas imprescindibles que
hay que repetirse bastante a menudo, porque el hecho de prestarle atención y
dedicarse a buscar la respuesta cierta y correcta, cambiará, sin duda, nuestra
vida.
Así es de importante.
La pregunta conviene hacérsela, eso sí, desde el interés de
mejoramiento –y con voz firme, pero amorosa- y no poniendo un tono y una
intención de reproche.
El modo en que se haga la pregunta y la actitud con que se haga,
van a marcar –sin duda- el resultado de la indagación.
Lo que se ha de perseguir en la búsqueda de la respuesta no han de
ser argumentos de auto-reproches, ni motivos por los que flagelarse y
condenarse, ni encontrar más fallos o errores que deprecien el concepto que
tenemos de nosotros mismos, ni tampoco justificaciones que confirmen nuestra
inutilidad y torpeza.
Lo que se ha de perseguir es encontrarse con esas cosas de nuestra
vida con las que no estamos del todo de acuerdo, con las cosas que es posible
cambiar para mejorar, con el potencial que aún no hemos desarrollado del todo,
con las cosas que admiten o necesitan ser perfeccionadas… o sea, desde un punto
de búsqueda positivo, con un ánimo de mejoramiento y búsqueda de nuestro
bienestar o, por lo menos, de mejor-estar.
No hemos de abandonar jamás la posición de ser nuestros mejores
compañeros, nuestros más queridos amigos, nuestros cómplices y bienhechores,
los colaboradores dispuestos e incondicionales que sólo deseamos lo mejor para
nosotros mismos, y los que nos sabemos perdonar todo.
Siempre a nuestro favor.
Siempre fieles, leales, incapaces de una traición o un abandono.
Uno se ha pasado toda la vida consigo mismo y es lo que va a seguir
haciendo hasta el último suspiro, por tanto conviene que esa larga e intensa
convivencia sea agradable y fructuosa.
La intención al preguntarse ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ha de
ser conseguir un balance realista, un inventario ecuánime, una revisión
sincera, una comprobación de cómo se están manifestando nuestras diferentes
partes y cómo nos estamos comportando en cada aspecto, pero con ese ojo amoroso
y cuidadoso que sólo busca el modo en que cada cosa pueda ser mejorada o bien
manifestada.
Es, sin duda, el gran acto de amor.
De amor propio.
De amor a sí mismo.
Para algunas personas puede ser útil plantearse también la pregunta
de otro modo: ¿Qué NO estoy haciendo con mi vida?
Y si uno comprueba que hay algo que no está haciendo pero le
gustaría hacer, entonces acaba de encontrarse con la oportunidad de ponerlo en
práctica.
Recomiendo que al encontrase con una de esas cosas que uno
comprueba que no hace, o que hace pero no quisiera hacer, revise nuevamente y
con objetividad la razón por la que se está haciendo o no. Esa razón puede
seguir siendo vigente todavía, o puede que en este momento sean inadecuados el
argumento o sea otra la situación.
Insisto en lo de la objetividad porque a veces utilizamos unos
argumentos pueriles, que no resisten un enfrentamiento con la objetividad, o
que nos resultaban obligatorios o útiles en otra época de nuestra vida, pero
que en este momento carecen de consistencia o autoridad como para tener que
seguir obedeciéndoles.
Si uno cree que no puede hacer algo pero quisiera hacerlo, conviene
ser un poco inquisitivo consigo mismo y no aceptar la primera razón como
definitiva –salvo que lo sea muy evidentemente- y tratar de averiguar qué se
esconde detrás de esa respuesta o cuál de nuestros múltiples yoes es el que
responde.
A veces no es que uno no pueda, sino que uno realmente no quiere o
que le da vergüenza o que le importa en exceso la opinión de los otros o que
responde un vago o un timorato desde nuestro interior o el incansable
boicoteador que todos albergamos; pero también puede ser que el infranqueable
muro que vemos sea solamente un decorado de papel pintado que se puede derribar
con facilidad.
Seamos sinceros.
Ya somos adultos como para andar con engaños.
Seamos sensatos.
Tomemos consciencia de lo trascendental de esta pregunta, de la
gravedad que nos puede acarrear no contestarla, de todo lo que ganaríamos si
obedeciésemos a su respuesta.
Seamos firmes.
La vida requiere atención y consciencia. Y que nos resulte vacía o
satisfactoria, plena o pobre, depende en gran medida de nosotros mismos.
Encontrar respuesta a la pregunta QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI
VIDA, es imprescindible.