ARCÁNGEL GABRIEL,
Omnisciencia …Naturaleza De Todo Conocimiento De Lo
Divino
Amados, Tengamos
una charla sobre la cualidad del amor conocida como la omnisciencia que se
refiere a la naturaleza de todo conocimiento de lo divino; la cualidad del
conocimiento de todas las cosas a la vez, el conocimiento de todo lo que hay
que saber y todo lo que puede ser conocido.
Se trata de tener conocimiento de que lo abarca todo
de todo en el universo creado.
Nada se oculta al Creador y no hay nada más allá del
poder Creador.
Lo divino es todo conocimiento, y el conocimiento no
está limitado por consideraciones temporales.
Lo divino conoce y ve el pasado, el presente y el
futuro con la misma claridad y certeza absoluta.
Lo divino conoce el carácter externo de cada persona
y su corazón secreto y núcleo espiritual.
Este conocimiento se extiende tanto a los pequeños
como a los grandes asuntos, así como a lo que está abierto y se manifiestan
ante lo divino del ojo que todo lo ve.
Lo divino conoce el mundo en su totalidad. Todo lo
que es real o posible en el mundo es un reflejo en forma creada de lo que
existe sin ser creado en lo divino, y por lo tanto, el conocimiento del uno se
convierte en una reproducción del conocimiento del otro.
El logro de este conocimiento es la comprensión
íntima de que todo es perfecto tal como es. Es un sentimiento y un saber
de estar a gusto con todo.
El estado de la omnisciencia es una liberación que
lleva al alma a la libertad absoluta.
Ser consciente de la continua renovación del
universo y renovación personal de uno es el primer paso en el camino hacia la
identificación y alineación con nuestra verdadera naturaleza divina.
La omnisciencia es dependiente del reflejo de uno.
Cuando esto ocurre, aquel que ha ganado la iluminación puede saber lo que
quiere saber.
Al estar plenamente consciente, alerta y consciente
del constante movimiento presente, uno empieza a experimentar su verdadera
naturaleza divina.
Pueden trascender sus experiencias diarias para ver
todos los eventos con ecuanimidad y percepción imparcial.
Es también a través de esta forma que se puede
desarrollar una actitud de armonía y respeto hacia otras personas, la
naturaleza y el universo.
La omnisciencia es una experiencia magnánima de unidad
y unicidad. Uno sabe todo en detalle.
Se conoce el misterio de la creación. Todas las
dualidades y polaridades desaparecen y uno se convierte en el todo-conocedor.
Se alcanza la inmortalidad, el conocimiento superior
y la felicidad eterna.
Sólo quien tiene un corazón muy puro puede obtener
este estado trascendental de la conciencia.
La vida espiritual real comienza una vez que uno
entra en este estado de superconciencia y comienza a saborear la dulzura de la
vida inmortal bella del ser divino en su interior. Alcanzan un bendito
estado inmortal.
Llegan a las profundidades más profundas de la vida
eterna y, finalmente, alcanzan las alturas más altas de toda la gloria de la
unión con su ser divino, su hogar original de paz eterna.
Esta experiencia divina iluminada y feliz surge
cuando se disuelven el ego y la mente.
Es un estado que debe alcanzarse a través del propio
esfuerzo de uno.
Es ilimitado, indivisible e infinito. Es una
experiencia de ser conciencia pura y sólo puede lograrse a través de la
experiencia directa.
Cuando se realiza esta experiencia, la mente, los
deseos, las acciones, los sentimientos de alegría y tristeza se desvanecen en
el vacío. Los sentidos, la mente y el intelecto están en reposo perfecto.
No hay ni sonido, ni tacto, ni forma en este estado,
todo es luz.
El tercer ojo en cada persona es el ojo de la
sabiduría y la intuición y se abre a una extraordinaria experiencia que
proviene de la comprensión, entendimiento y un conocimiento interno en forma de
intuición.
Este ojo de la sabiduría e intuición se puede abrir
cuando los sentidos, la mente y el intelecto detienen su funcionamiento y uno
se encuentra en profunda quietud.
Esta experiencia directa es la fuente de mayor
conocimiento intuitivo y sabiduría divina.
Esta experiencia es super-consciente o
trascendental. Aquí ni los sentidos, ni el intelecto entran en juego.
Esto no es una experiencia
emocional. La experiencia trascendental está latente en cada ser humano.
Cuando uno experimenta directamente esta verdad de
la omnisciencia, se convierte en una realidad viva para ellos.
Se dan cuenta en todo momento y en todas las
circunstancias que son idénticos con esta omnisciente existencia invisible de
conocimiento omnisciente y felicidad.
A través de la omnisciencia que impregnan toda la
vida y saben que están más allá de todas las limitaciones.
Este es el estado final de la paz y la meta de la
vida humana. Esta experiencia le da a uno la libertad de todas las formas de
esclavitud.
Que puedan disfrutar de mucha felicidad y paz mental
en cada momento, y sepan que ustedes son siempre valorados.
YO SOY el Arcángel Gabriel
2009-2015 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana
de las Sinfonías de Gracia
Traduce: Andelei
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