LOS 5 PRINCIPIOS DE REIKI
Estos 5 Principios de Reiki, son
una guía que nos permiten transitar por esta vida, dirigiendo nuestra energía
hacia los actos más sublimes:
Sólo por hoy no te Preocupes
Sólo por hoy no te Enfades
Honra a tus Padres, Maestros y Mayores
Gana tu Sustento Honradamente
Muestra Gratitud por todo lo que te Rodea
Sólo por hoy no te Enfades
Honra a tus Padres, Maestros y Mayores
Gana tu Sustento Honradamente
Muestra Gratitud por todo lo que te Rodea
Primer principio: Sólo por
hoy no te preocupes
Las tres primeras palabras que se
antepone a cada principio, “sólo por hoy”, simbolizan la idea de “aquí y
ahora”, indicándonos que no debemos tener remordimientos por el pasado, de
forma que si alguna acción nuestra del pasado nos produce inquietud o
sentimientos de culpabilidad, debemos comprender que en aquel momento concreto
actuamos según nuestros condicionamientos de entonces y que eso fue el
resultado de nuestro grado evolutivo anterior, por lo que actuamos lo mejor
posible en ese momento, y debemos agradecer la lección que aprendimos lo que
nos permite que esa acción no vuelva a repetirse en nuestras vidas.
De igual manera, tampoco debemos preocuparnos por el
futuro, porque nosotros mismos creamos
nuestro futuro, y las situaciones por las que pasamos son exactamente
las que necesitamos en cada momento, ya
que cada una encierra la lección que debemos aprender en nuestro proceso de
evolución. Por ello debemos agradecer cada situación, sea agradable
o no, y seguir nuestro camino con aceptación, paz y amor.
La preocupación está generada por el miedo a una
situación concreta o a un futuro incierto, por ello, para no preocuparnos,
debemos asumir la idea de que el miedo es una sensación que nos acompañará en
nuestro camino de crecimiento y de evolución, ya que para avanzar debemos
correr riesgos, y este miedo sólo puede ser considerado como un amigo si lo
afrontamos desde una actitud de poder que se
logra con un trabajo interior de autoestima, amor y confianza en nosotros
mismos, en los demás y en Dios.
La preocupación influye negativamente en el segundo
chakra y produce bloqueos en él que pueden causar enfermedades, por
consiguiente, cuando te sientas preocupado, analiza la razón de tu preocupación
observándola desde una perspectiva distante y decide si tiene el poder
suficiente para sentirte así. Analiza si le estás dando demasiada importancia a
la situación, ríete de ello y piensa que tu vida continuamente te está dando la
oportunidad de manifestar tu alegría y tu amor, sumérgete en estas situaciones
y disfruta de ellas con alegría y gozo. Pero si por el contrario, existe una
poderosa razón para estar preocupado, manifiesta exteriormente tu preocupación
para desbloquear lo máximo posible la energía negativa y después sal a la calle
y contempla la vida que discurre y fluye sin detenerse pensando que “aquí y
ahora” tu formas parte de ella. Se
consciente de que continuamente en tu vida se van a seguir produciendo tanto
las situaciones que te alegran como las que te preocupan e intimidan, y la
finalidad de ambas es enseñarte las lecciones que te corresponden. Una
vez asimiladas estas enseñanzas, continua viviendo con alegría y amor.
La preocupación y el miedo provocan en
nuestro organismo un conjunto de modificaciones fisiológicas como taquicardia,
aumento de la presión sanguínea, respiración superficial jadeante y una
sensación de vacío en el estómago, producida por una descarga de adrenalina en
el torrente sanguíneo destinada a preparar nuestro cuerpo para la huída o la
acción. Si esta situación se repite con frecuencia y no gastamos este exceso de
adrenalina en una huida o en una lucha con su correspondiente descarga
emocional, nuestro cuerpo se envenena y contamina y las glándulas suprarrenales
se habitúan a segregar un exceso de adrenalina al menor contratiempo, lo que
disminuye nuestra capacidad inmunológica, haciéndonos más vulnerables a la
enfermedad. Por ello hay que educar a la mente para adoptar una actitud de
neutralidad ante las situaciones de la vida capaces de afectarnos y debemos
cultivar la alegría, el optimismo y la confianza en nosotros mismos.
Nunca te fastidies de ti mismo por nada, sean cuales
sean las circunstancias exteriores. Debes
ser consciente de tu realidad: tu eres un ser espiritual con esencia divina
capaz de superar por ti mismo cualquier obstáculo y afrontar cualquier
situación.Créelo.
Debes confiar en tu Yo Superior que todo
lo sabe, y esa actitud, una vez interiorizada, te llevará a una vida sin
preocupaciones.
Cultiva el optimismo, adorna
tu rostro con una sonrisa perenne, que se reflejará en los que te rodeen.
Segundo Principio: Sólo por
hoy no te irrites
La irritación es un estado de desarmonía
que proviene de diferentes fuentes pero principalmente de sentimientos de
cólera y de ira, que a su vez son generados porque queremos controlar y dominar
todas las situaciones en las que nos vemos inmersos. Cuando las cosas no son
como queremos y se nos escapan de nuestro control, experimentamos sentimientos
de enfado, rabia, odio, cólera, etc. que nos producen un estado de desconexión
con nuestro Yo Superior, de la consciencia universal y del amor divino.
Cuando te sientas furioso o irritado por
algo, recuerda este principio. Analiza el motivo de tu irritación y contempla
lo intrascendente que es y la poca importancia que tiene, pensando que esta
furia te está impidiendo expresar tu amor de forma incondicional, separándote
del sentimiento de unión y de formar parte de la consciencia universal.
Ten siempre presente la
teoría del espejo universal, recuerda que lo que piensas y sientes de los demás
es un reflejo de ti mismo y asume el control y la responsabilidad de tu propia
vida, analizando las causas de tu furia que están dentro de ti (y no fuera) y
que sólo tu trabajo interior pueden superarlas.
Nuestras reacciones coléricas hacia los
demás nos ayudan para descubrir los puntos débiles de nuestra personalidad y
una vez identificados, estaremos en condiciones de asimilar las enseñanzas que
encierran.
Cuando los pensamientos son de odio, rabia o crítica, las sustancias
químicas
que produce nuestro cuerpo deprimen el sistema inmunitario.
Cuando los pensamientos son de amor, paz y comprensión,
produce otras sustancias químicas que fortalecen y
estimulan el sistema inmunitario.
Todas las personas de este planeta necesitamos
sanar nuestro espíritu primero
para poder curar nuestro cuerpo y mantenerlo sano.
¡El amor y el perdón nos sanan a todos!
Louise Hay
que produce nuestro cuerpo deprimen el sistema inmunitario.
Cuando los pensamientos son de amor, paz y comprensión,
produce otras sustancias químicas que fortalecen y
estimulan el sistema inmunitario.
Todas las personas de este planeta necesitamos
sanar nuestro espíritu primero
para poder curar nuestro cuerpo y mantenerlo sano.
¡El amor y el perdón nos sanan a todos!
Louise Hay
Tercer Principio: Sólo por
hoy sé amable con todos los que te rodean y respeta a todo ser viviente
Todo lo que existe en el universo procede de la misma
fuente. Todos tenemos un origen común que fue la voluntad original del Creador
de darnos la vida y de que todo lo que existe en nuestro entorno nos acompañe
durante nuestra estancia en la Tierra. Por ello, todos
estamos impregnados de la esencia divina y con la individualidad que Dios nos
ha dado, formamos parte de la unidad cósmica y universal.
Cada entidad de la Creación
con la que tenemos contacto, ya sea persona, animal, vegetal o mineral, es
merecedora de todo nuestro respeto, amabilidad, compasión y amor. Esta actitud de amoroso aprecio a todo lo creado nos
hace recordar que todos procedemos de un mismo origen situándonos en una posición
que nos favorece emocionalmente y que colma nuestras expectativas vitales y
nuestra duda existencial al experimentarnos a nosotros mismos como parte de la
creación. Nos hace sentirnos nutridos por una sensación de pertenencia a la
Conciencia de la Unidad Cósmica y Universal.
Cuando proyectamos hacia nuestro entorno
sentimientos compuestos de vibraciones de amor y energía positiva, comenzamos a
recibirlos nosotros también.
El primer paso para realizar este
principio es quererte y respetarte a ti mismo, porque si constantemente te
criticas, te auto-desprecias y tienes una pobre opinión de tu persona, esto es
lo que reflejarás en los demás y así tus cuerpos físicos y sutiles irán
acumulando energías negativas y toxinas para ajustarse a la opinión que tienes
de ti mismo y los demás. Cuando no te aprecias y te amas sin condición, tu
crítico interno te está diciendo constantemente que no eres lo suficientemente
bueno y esto te hace infeliz y disminuye tu alegría en los actos cotidianos y
en las relaciones con los demás.
El grado máximo de interiorización y realización de
este principio es avanzar un paso más y pasar del amor hacia nosotros mismos y
los que nos aman, al nivel crístico de amor a los que nos odian y a nuestros
enemigos. Esto lo conseguiremos al comprender y
recordar que dentro de la envoltura física todos estamos constituidos por la
misma naturaleza divina.
Al enfrentarte a situaciones
difíciles recuerda siempre que cada persona física tiene en su interior un ser
de luz y acércate a él con amor y respeto.
Cuando nos amamos realmente a nosotros mismos,
todo funciona en la vida,
porque entonces no podemos hacernos daño
ni tampoco hacer daño a nadie más.
Amate por dentro y por fuera,
y los demás también te amarán.
Tu eres tu mejor amigo o amiga.
Tu relación contigo es eterna.
Dedica un rato cada día a comunicarte con tu corazón.
Louise Hay
todo funciona en la vida,
porque entonces no podemos hacernos daño
ni tampoco hacer daño a nadie más.
Amate por dentro y por fuera,
y los demás también te amarán.
Tu eres tu mejor amigo o amiga.
Tu relación contigo es eterna.
Dedica un rato cada día a comunicarte con tu corazón.
Louise Hay
Cuarto Principio: Sólo por
hoy realiza tu trabajo honradamente.
El trabajo que realizas es una parte de
ti mismo, de tu energía vital, que cedes al mundo y a la colectividad en que
vives en forma de actividad física o intelectual.
Primero debes amar lo que
haces. Si no te gusta lo que haces, debes
cambiar de actividad y si no puedes o no quieres cambiar de actividad deberás
cambiar de actitud respecto a lo que haces, de forma que tus actividades se
conviertan en tareas dignas de tu aprecio y de tu amor.
No existen unas tareas mejores que
otras, lo único que existen son actividades, tareas o trabajos en sí mismos, y
los que les da más o menos valor para ti es lo que tú piensas sobre ellas. Por
ello, si modificas tus creencias hacia tu trabajo, puedes pasar de una
situación decepcionante a un nuevo estado de satisfacción, alegría y amor hacia
lo que haces.
Una de las consecuencias de amar nuestro
trabajo es que después lo realizamos honradamente, lo que supone hacerlo en
base a los principios básicos de amor a ti mismo y a los demás, aportando luz y
claridad a todas nuestras actividades.
Si somos honrados con nosotros mismos y
con los demás y actuamos asumiendo la responsabilidad por nuestros actos,
desarrollamos una existencia armoniosa y aumenta nuestra autoconfianza y la
seguridad en nosotros mismos. Entonces transmitimos coherencia y sinceridad a
nuestras relaciones con los demás y viviremos alineados con el propósito de
nuestro Yo Superior.
Honestidad y honradez son palabras que usamos muchísimo,
no siempre con pleno conocimiento de lo que verdaderamente significan.
Ser honrado no tiene nada que ver con la moralidad
o con ser bueno o virtuoso.
La honradez es un acto de amor hacia nosotros mismos.
El principal valor de la honestidad está en que cualquier
cosa que demos en la vida la recibiremos de vuelta.
Si menospreciamos o juzgamos, nosotros seremos juzgados.
Si siempre estamos enfadados,
entonces encontraremos enfado dondequiera que vayamos.
El amor que nos tenemos a nosotros mismos
nos mantiene en armonía con el amor que la vida nos tiene reservado.
no siempre con pleno conocimiento de lo que verdaderamente significan.
Ser honrado no tiene nada que ver con la moralidad
o con ser bueno o virtuoso.
La honradez es un acto de amor hacia nosotros mismos.
El principal valor de la honestidad está en que cualquier
cosa que demos en la vida la recibiremos de vuelta.
Si menospreciamos o juzgamos, nosotros seremos juzgados.
Si siempre estamos enfadados,
entonces encontraremos enfado dondequiera que vayamos.
El amor que nos tenemos a nosotros mismos
nos mantiene en armonía con el amor que la vida nos tiene reservado.
Conecta con la creatividad del Universo,
Bendice tu trabajo.
Afirma que lo que haces te satisface y te llena de placer.
Si quieres cambiar de trabajo, afirma que dejas tu puesto con amor
para la siguiente persona que lo ocupe.
Y se consciente que hay alguien que anda buscando
precisamente lo que tu tienes para ofrecer.
Louise Hay
Bendice tu trabajo.
Afirma que lo que haces te satisface y te llena de placer.
Si quieres cambiar de trabajo, afirma que dejas tu puesto con amor
para la siguiente persona que lo ocupe.
Y se consciente que hay alguien que anda buscando
precisamente lo que tu tienes para ofrecer.
Louise Hay
Quinto Principio: Sólo por
hoy agradece todos los dones de tu vida.
La gratitud es un mecanismo psicológico
utilizado en todas las religiones porque es una herramienta espiritual para
seguir recibiendo los dones que nos concede el Universo ya que graba en nuestra
mente la sensación de pertenencia a la fuente de donde provienen todos nuestros
dones.
La gratitud se relaciona con la abundancia, el éxito y
la prosperidad. Debes agradecer lo que tienes para
poder seguir recibiendo.
La gratitud comienza por nosotros
mismos. Agradécete a ti mismo por lo que eres y tienes y esta misma gratitud te
producirá seguridad en tus capacidades para poder superar las continuas dudas,
miedos y temores.
El mecanismo del espejo universal
refleja todo lo que le enviamos, de forma que para conseguir la prosperidad
debes dar gracias constantemente como si ya se te hubieran concedido tus deseos
y objetivos. Cada vez que te concentras en lo que deseas ver realizado le estás
aportando energía manifestadora y puedes incrementar y reforzar este proceso de
manifestación dando las gracias como si ya lo hubieras recibido.
Agradece todo lo bueno que hay en tu vida.
Agradece los bienes que vas a recibir.
Agradece las maravillosas experiencias
que favorecen tu crecimiento.
Da las gracias por ser capaz de expresar gratitud.
Agradecer al Universo las bendiciones que recibimos
nos ayuda a atraer más cosas positivas a nuestra vida.
Del mismo modo, quejarnos sólo nos atrae más cosas negativas.
Una actitud de agradecimiento
nos abren los portales que conducen a una vida más rica,
plena y abundante.
Agradece los bienes que vas a recibir.
Agradece las maravillosas experiencias
que favorecen tu crecimiento.
Da las gracias por ser capaz de expresar gratitud.
Agradecer al Universo las bendiciones que recibimos
nos ayuda a atraer más cosas positivas a nuestra vida.
Del mismo modo, quejarnos sólo nos atrae más cosas negativas.
Una actitud de agradecimiento
nos abren los portales que conducen a una vida más rica,
plena y abundante.
Te invito querido hermano a tomarlos y
hacerlos parte de tu vida, no es necesario ser un Reikista para aprovechar las
bendiciones de estos cinco principios, sólo debes tener tu mente, corazón y
espíritu abiertos al cambio, a la Luz.
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Fuente: Ciencia
Cósmica
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