Tengo que compartir un secreto contigo, a mí no me gusta el cambio. De
hecho, soy muy mucho un animal de costumbres. Me encanta el orden y la rutina,
así que cuando tengo que hacer cambios, generalmente me tomo mi tiempo y luego
los hago cuando ya no tengo ninguna otra opción.
Esto significa que el cambio se produce con cierta brusquedad y, a veces
de una manera que no puedo manejar, lo que significa que no puedo demorarlo por
más tiempo. Nuestra necesidad de cambio surge cuando nos hemos "quedado
sin energía" en nuestra realidad actual y si nos vamos a mover en
cualquier dirección, vamos a tener que permitir que ocurra el cambio.
No podemos estar abiertos a la transformación (lo cual significa
"cambiar de forma") si no estamos dispuestos a cambiar nada en
nuestra vida, sobre todo cuando avanzar o cumplir una intención requiere de
algún tipo de cambio, o que algo en nuestra vida sea diferente.
Cambiar significa alterar nuestras vidas, creando una nueva rutina, y
haciendo las cosas de manera diferente. Siempre tenemos que aprender algo nuevo
cuando las cosas cambian, y eso puede ser una de las razones por las que
retrasamos el cambio por mucho tiempo. De hecho, vamos a retrasarlo hasta que
no haya otra opción disponible y luego tenemos que revolvernos para cambiar
algo.
Pero a pesar de que estemos contentos con cómo son las cosas, no estamos
necesariamente felices o satisfechos o plenos. Aprendemos a adaptarnos y a
hacer frente a las cosas que no funcionan y a decirnos que están bien, hasta
que no podemos hacerles frente por más tiempo.
En 2010 tuve un grave accidente automovilístico en una carretera helada
que destruyó totalmente mi coche. Me encantaba ese coche y lo había tenido
durante 13 años.
Era nuestro coche familiar, por lo que guardaba un montón de recuerdos y
perderlo era difícil. Aunque tuvo algunos problemas mecánicos menores, yo sabía
cómo sobrellevarlos. Uno de mis hijos lo había destrozado un par de años antes
y el faro derecho continuaba cayéndose. Así que llevaba cinta adhesiva en el
coche y la aplicaba cuando era necesario.
El interruptor de encendido no siempre funcionaba, pero yo sabía cómo
sacudir la llave para arrancarlo. El medidor de gas no siempre era fiable así
que me aseguraba de llenarlo tan pronto como bajaba a medio tanque. No me gusta
comprar coches nuevos y normalmente conduzco el mío hasta que dejan de
funcionar.
En este caso, realmente necesitaba conseguir otro coche, pero yo no iba a
hacerlo hasta que el universo me diera un pequeño empujón. La destrucción total
del coche fue el empujón que necesitaba porque no tenía otra opción, mi coche
estaba ahora muerto.
Así que fui al temido viaje de compra de automóviles y encontré un modelo
más nuevo, que venía con GPS. Después de mi primer viaje guiado por la ciudad,
estaba enganchada. Me encanta el GPS y, siendo “discapacitada para orientarme
", agradezco no tener que conducir con un mapa en mi regazo, tratando de
averiguar dónde estoy para poder llegar a donde voy.
Pero yo no habría conseguido el coche cuando lo hice, y habría continuado
tolerando problemas mecánicos molestos y no teniendo orientación de caminos correcta
y automatizada si mi otro coche no hubiera sido sacado de mi vida. El cambio
era necesario y era hora de que permitiera al cambio suceder.
Para ser honesta, conducir era siempre frustrante, especialmente cuando
estaba manejando en un lugar desconocido, porque no tengo un gran sentido de la
orientación. Yo siempre llevo mapas en mi coche y todavía lo hago, pero tengo
mi GPS para ayudarme a conseguir llegar a destino con mucho menos esfuerzo.
Tuve que comprar una nueva impresora la semana pasada porque mi vieja
impresora dejó de funcionar. Una vez más, yo uso mi equipo de oficina hasta que
muere, aunque haya opciones técnicamente superiores disponibles.
Mi vieja impresora hacía lo que necesitaba, o algo así. Yo nunca pude
conseguir que el inalámbrico funcione, el escáner dejó de funcionar, la
alimentación del papel no podía manejar más de 10 hojas a la vez, y nunca pude
descubrir cómo imprimir sobres.
Mi nueva impresora HP que, entre otras cosas, es totalmente inalámbrica
(incluso he imprimido desde mi teléfono), y ofrece impresión doble faz (en 2
caras). Es muy rápida, el escáner funciona, y hoy he imprimido sobres sin
esfuerzo.
Imprime papel cuadriculado (imagínense), calendarios, formularios y
reportes, y también puedo programarla para recibir todo tipo de información
automatizada de varias fuentes. Recibí mis primeros mensajes de inspiración
hoy, que leí mientras estaba comiendo el desayuno (la programé para imprimirlos
temprano en la mañana).
Cómo vemos el cambio determina la forma en que lo experimentamos. Si
pensamos que va a ser ridículamente difícil, molesto, y traumático, lo será. Y
si usamos esa opinión para esperar hasta el último momento para cambiar,
podemos esperar conseguir algo que nos va a dar el empuje que nos ayudará a reconocer
que necesitamos permitir que el cambio suceda.
Pero si vemos el cambio como parte del proceso que ocurre cuando
establecemos una nueva intención para nuestra vida, entonces creamos una vía
mejor, más elegante para que el cambio siga. Entonces el cambio se convierte en
parte del proceso en lugar del instigador.
Podemos tener un accidente en una carretera helada y estar sin coche
durante una semana, o podemos empezar a comprar un coche nuevo cuando sabemos
que necesitamos uno. De cualquier manera, el cambio va a suceder. Cómo sucede
depende de nosotros.
¿Estás tolerando cosas que no funcionan, que no te hacen feliz, que son
un trabajo duro, y no fluyen en tu vida porque tienes miedo al cambio?
¿Qué estás uniendo con cinta adhesiva para que pueda encajar o funcionar
para ti?
¿Tienes miedo de que el cambio vaya a ser duro? ¿Y si es fácil?
¿Qué pasa si cambias tu perspectiva en torno al cambio y la
transformación y en lugar de verlo como duro, simplemente lo ves como parte del
flujo que te lleva hacia el resultado que deseas crear?
Si estás intentando algo nuevo en tu vida, el cambio es parte de ese
proceso. Sé abierto a invitar a los resultados mejores, los más maravillosos,
los de más alta frecuencia para ti mismo y los cambios serán simplemente parte
del flujo de eso viniendo hacia ti.
Entonces puedes planear el cambio en lugar de que tus planes se malogren
y entonces podrás aprender a abrazar el cambio y a los nuevos comienzos que lo
acompañan. No podemos crear nuevos comienzos a partir de viejas actitudes y
creencias. Algo tiene que ser cambiado para que un "nuevo comienzo"
sea realmente "nuevo".
Un renacimiento no puede suceder si simplemente queremos algo nuevo pero
no estamos dispuestos a cambiar una sola cosa sobre nuestra vida actual. El
cambio no tiene que ser enorme (recuerda que cuántico describe un cambio muy
pequeño que tiene una gran resultado exponencial) pero tiene que haber
algo.
Cambia un pensamiento, creencia, actitud, cómo te ves a ti mismo, tus
expectativas sobre tu potencial y tu vida, pero mantente dispuesto a cambiar
algo y los resultados pueden superar tus expectativas más extravagantes. Los
grandes sueños necesitan grandes pensamientos que los apoyen y, al como mínimo,
necesitan por lo menos un pequeño cambio en otra dirección para suceder.
En cambio sucede cuando estamos dispuestos a cambiar, la transformación
ocurre cuando creemos que el cambio es sólo un aspecto de la realización de
nuestra intención.
Derechos de autor reservados © 2015 por Jennifer
Hoffman. Pueden citar, traducir, reimprimir o referirse a este mensaje si
mencionan el nombre de la autora e incluyen un vínculo de trabajo a: http://enlighteninglife.comhttp://enlighteninglife.com/
Traducción: Marcela BoreanDifusión: El Manantial
del Caduceo
Re-Publicado por “Isis Alada”
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