Esu,
¿podemos empezar?
Jess,
comencemos. Quiero hablar sobre varios temas a lo largo de más de un mensaje.
Será instructivo y aclaratorio.
Dios
es energía. La energía en movimiento crea ideas. Las ideas toman la forma de la
creación.
Cada
parte de la Creación es una extensión de la idea de Dios para esa porción. Dios
dota a cada extensión con una chispa de su energía creativa. El hombre también
es una idea de Dios y su existencia también se pone en movimiento a partir de
la energía de Dios.
Debido
a la naturaleza de su diseño, el Hombre no está separado o desconectado. Él es
una parte de Dios, creado para explorar y aprender. La naturaleza física del
Hombre es parte integral de esta exploración. Dios hizo al Hombre de los mismos
materiales que al resto de su creación física con la idea de que examinara esta
semejanza y comprendiera su relación con ella. Por su diseño, el cuerpo del
Hombre interactúa constantemente con su entorno. Sus decisiones son reacciones
a esta sincronización.
La
belleza de la creación del Hombre es que cada individuo está diseñado para
reaccionar de manera diferente a su entorno. Cada individuo tiene una
personalidad independiente con su propio enlace diferente con Dios; no hay dos
reacciones individuales que sean idénticas.
Esta
función dada al Hombre ha estado en vigor durante toda su existencia en la
Tierra, pero, con el tiempo, su propósito ha sido distorsionado. Ya sea a
través de la desinformación o por la falta de conocimiento, el Hombre ha
perdido la conciencia de la relación con su Creador. La naturaleza de esta
relación con Dios debe realizarse de forma que sea funcional, pues cuando el
Hombre pierde esta realización, queda expuesto a ser manipulado y explotado por
los que tienen una intención alternativa. Estos nuevos señores crean ideologías
personales diseñadas para dirigir el comportamiento del Hombre lejos de las
ideas originales de su Creador.
Esto
ha durado el tiempo suficiente y el Creador ha decidido reclamar su Creación.
El
Hombre ahora debe re-examinar su forma de vida. La existencia en este planeta
es única, pero el Hombre a lo largo de la historia ha tratado de disminuir su
carácter distintivo. Ha ignorado su medio ambiente y ha tomado lo que
necesitaba por razones egoístas. Ha creado sus visiones personales sin tener en
cuenta las consecuencias; ha infringido los deseos de los demás para su propia
gratificación.
El
pensamiento crítico del Hombre se ha fragmentado por la percepción incompleta.
Sus paradigmas son defectuosos a la luz de la verdad de la realidad universal.
Sus puntos de vista sobre el funcionamiento de su mundo son inexactos y su
constante repetición sólo se suma al conjunto de falacias aceptadas.
Los
que aún mantienen alguna concepción de su vínculo con el Creador se encontrarán
a sí mismos atravesando un cambio en su existencia. Encontrarán, a la luz de lo
que está por venir, que las concepciones previamente arraigadas eran erróneas,
que su confortable comprensión de lo que constituye el tejido de la vida se ha
gastado. El Hombre pronto descubrirá que sus nociones habituales de identidad
cultural, estabilidad financiera, y creencias religiosas han estado mal
dirigidas.
¿Cómo
sucederá esto?
1-3-15
Vamos
a hablar de quitarse la venda de los ojos. Esta es una frase familiar para
describir la claridad que viene al hombre. Él ha de hacerse consciente de su
lugar en el universo.
La
energía de Dios infunde la Tierra con una corriente de comprensión. Las ideas
de los hombres tendrán nuevas perspectivas que ellos deberán conciliar. Es muy
parecido a esos momentos de "bombillas iluminadas" en los dibujos
animados donde el personaje principal tiene una súbita comprensión de la verdad
de su situación. El Hombre verá que sus creencias han estado equivocadas y sus
conclusiones previas determinadas en el error. El Hombre descubrirá que todos
sus parámetros culturales están cambiando. Sabrá que las nuevas conclusiones
habrán de ser realizadas.
Esta
nueva claridad dará lugar a la incertidumbre y desencadenará una resistencia a
cambiar. El hombre ha sido condicionado a aceptar la ausencia de cambios como
algo confortable, pero se encontrará en una situación en la que sus sistemas de
creencias y suposiciones personales tendrán que ser cuestionadas. La religión
no es la panacea que dice ser, ni es un pretexto espiritualmente inspirado para
la ira o el elitismo. Se verá cómo las estructuras de poder político están
impulsadas por el ego y el deseo de control. Su propósito no es proporcionar
asistencia o compasión verdaderamente espirituales.
El
conocimiento individual es igualmente erróneo. Al hombre sólo se le ha enseñado
un conjunto limitado de percepciones, lo que permite a otros manipular su
pensamiento y toma de decisiones. Su arraigada falta de deseo por la búsqueda
de información le ha convertido en alguien incapaz de distinguir la verdad
espiritual de la propaganda. Incluso si él tiene la intención de saber más, aún
se encuentra muy desentrenado en el proceso de la búsqueda de la verdad. El
papel de todos los que saben es enseñar a los que no saben.
La
comprensión de que Dios está presente, de nuevo abrirá los ojos del hombre.
Aquellos dispuestos a ver serán iluminados. Dios está dentro del hombre y una
vez que lo reconoce, el hombre entenderá su verdadero papel como una extensión
de su Creador. Esto no es una posición subordinada, sino una de igualdad. El
hombre es parte de Dios, y su finalidad es la de actuar como Dios.
El
papel de lo físico es un factor en esta realización. Esta mayor energía que
viene de Dios provoca el cambio. La frecuencia del movimiento de la energía es
mayor, y la demanda a la manifestación física, para albergar el aumento de la
energía, es más intensa. La estructura debe adaptarse o romperse. La adaptación
a la nueva energía exige una preparación exitosa antes de que llegue.
La
naturaleza física del hombre está diseñada para interactuar con las olas de
energía que le rodean, y el cerebro del hombre registra los resultados de estas
reacciones -según la energía sea asimilada e incorporada, o sea resistida. La
resistencia a mayores niveles de energía da como resultado un colapso de los
patrones existentes. Los hombres que no asimilan niveles mayores de energía se
descomponen mediante lo que se conoce como enfermedades de diversa índole,
tanto físicas como mentales. Aquellos individuos que manifiesten la enfermedad
no sobrevivirán.
Digo
esto para avisaros de que la Tierra va a cambiar pronto. El hombre tendrá que
adaptarse, ya que su diseño físico es parte de la estructura creada. Él
cambiará inevitablemente, pero también entenderá el por qué. Su papel será más
claro y verá cómo sus decisiones afectan a los cambios que están ocurriendo. El
hombre también comenzará a reconocer que el iniciar los cambios implica aceptar
la responsabilidad de los nuevos paradigmas que está creando. Una vez que el
velo se haya levantado de su propósito, el hombre verá que al ser parte de
Dios, es también co-creador.
Esu
Trad.
MP
http://abundanthope.net/pages/Jess_Anthony_29/Esu-on-Man-s-Role.shtml
Re-Publicado por “Isis Alada”
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