EL MISTERIO DE LOS
NÚMEROS En el Proceso de Evolución a través de
Las secuencias 6-6-6, 9-9-9 y 12-12-12
1ª
Por Daniel Uriarte
Urias
Iniciaré con unos párrafos de
la clave 305:44 al 48 del Libro del Conocimiento Las Claves de Enoc; del Dr. J.
J. Hurtak
44
“Las Hermandades que usan el “Kodoish, Kodoish, Kodoish Adonai Tsebayoth”
vienen directamente del Trono para trabajar en las regiones donde los Maestros
de estas regiones no pudieron expulsar a las jerarquías caídas.
45 Al
operar con las armónicas de la velocidad de la Luz, el Mantra Sagrado activa
retículos especiales de armonización resonante, de modo que el acoplamiento de
energía que fluye a través del cuerpo es puesto en resonancia simpática con la
Hermandad. Esto permite que se unan retículos energéticos para trabajo y
adoración mutuos.
46
Junto con este mecanismo de comunicación de “Kodoish, Kodoish, Kodoish Adonoi
Tsebayoth” usado para las salutaciones con la Hermandad, se me dio instrucción
(Dr. J. J. Hurtak) para usar las armónicas específicas de luz y sonido del
6-6-6, 9-9-9 y 12-12-12. Estas secuencias numéricas han de ser usadas por medio
de un foco piramidal formado con las manos sobre el tercer ojo, lo cual
amplifica este saludo sagrado para enviar y recibir instrucción espiritual.
47 El
patrón de 6-6-6 se usa para identificarnos con respecto a la vibración de la
Tierra. El patrón de 9-9-9 indica que hemos captado una vibración Merkabah y
que somos receptivos a cualquier instrucción que esté a la mano. Y el patrón
12-12-12 es la vibración de la transportación de la conciencia.
48
cuando entendamos el Santo Mantra, la estructura código de amor y Luz enfocada
en el tercer ojo, el cristal simiente, veremos que el mensaje mismo nos permite
elevar nuestro cristal simiente a los Consejos de Luz en los Cielos de Orión.
Es conveniente explicar el
significado del número 6 en estos tres patrones numéricos 6,6,6; 9,9,9 y
12,12,12, veamos:
El número 6 tiene injerencia en
varias simbologías, por ejemplo: el cubo que representa a la Tierra por sus
tres dimensiones; tiene 6 caras cuadradas, 12 aristas y 8 vértices, representa
el secreto del mundo natural. Es la conciencia de la Tierra, es la experiencia
de lo que ha nacido de la naturaleza; los dos triángulos invertidos que forman
la estrella de David, indican que ‘como es arriba es abajo y como es abajo es
arriba’, entre otras significaciones.
El punto es que para llegar a 6
el ser humano ha tenido que recorrer varias etapas en su proceso de evolución:
primero se materializa a través de la fusión 0-1 (Madre-0-absoluto y padre-1-Espiritu
Universal); encarnado en el vientre de la madre cumple el ciclo de gestación y
nace. Al respirar por sus pulmones comienza su evolución simbólicamente sobre
el número 2, es el espíritu que desciende por la parte superior del número a
través de una espiral que funciona como puerta dimensional cuya energía
desciende, se enlaza con la tierra formando una onda hacia el lado izquierdo y
continúa horizontalmente formando una ola; representando así el inicio de la
vida en el planeta a través del elemento agua.
Es así que iniciando su
evolución sobre el número 2 para llegar a 6 habrá que superar 4 pruebas que se
inician con el número 2, (el número de los opuestos-polaridad). Al llegar a 3,
(número del equilibrio-término medio) habrá recorrido un número en su ascenso.
Continúa su evolución sobre el número 3 a través de los dos semicírculos que lo
forman y vislumbra un conocimiento mayor; hasta aquí ha recorrido 2 escalones.
A través del 4 se va desarrollando en el conocimiento de la vida en la tierra,
empieza a conocer y a utilizar los elementos naturales a su alcance; hasta aquí
ha recorrido 3 escalones. Continúa su ascenso sobre el número 5, alcanza un
conocimiento más elevado de los elementos y los utiliza para su desarrollo en
el mundo que le rodea; hasta aquí ha recorrido los 4 escalones. Cuando toca y
accede al número 6 se da cuenta que tiene los elementos que lo ligan a su
creador.
Es así que después del
nacimiento simbolizado por el número 2 y superado las pruebas de los siguientes
cuatro números (los cuatro elementos que debe dominar, más el quinto elemento;
éter.); ha llegado al número 6 para iniciar la segunda etapa de su desarrollo
integral.
Sin embargo, está prisionero en
este plano de tercera dimensión y aunque tiene un conocimiento sobre la vibración
de la tierra, si carece de amor, fuerza de voluntad y valor para luchar contra
los elementos “negativos” (pruebas) que lo acosan, puede desistir en su lucha
para encontrar la Luz que libera y lo proyectaría hacia otros niveles cuánticos
de Luz.
Es por eso que, teniendo un
conocimiento del plano terrestre, aspira a través de la observación de su
entorno y las leyes naturales que le rodean, intuye algo grandioso que lo
ligará a su propia esencia creadora; es a través de la constancia, amor y su fuerza
de voluntad que podrá alcanzar ese objetivo.
El número 6 por su forma
circular inferior domina la parte material y desea alcanzar un nivel más
elevado de luz, simbolizado por el semicírculo superior que lo conecta con el
número 7 (número de la hermandad).
Hasta aquí hemos llegado
básicamente al significado del número 6. Ahora, me enfocaré en la
interpretación numérica y transformación evolutiva del 6, 6, 6 al 9, 9, 9.
Veamos:
El número 7 por su forma
simboliza el ascenso directo por la escalera de Jacob hacia un nivel superior
de Luz (marcado por la línea horizontal superior del número). Simboliza también
los 7 días de la semana, siendo el séptimo día (domingo) dedicado al Sol
(energía dadora de vida); los 7 chakras, que tienen su asiento en la base de la
columna vertebral; donde comienza el despertar chakrico que inicia en
muladhara, se eleva el fuego por la columna vertebral despertando en su ascenso
a cada uno de los chakras, hasta llegar a sahasrara; el séptimo chakra, que
abre la comunicación hacia el mundo de las esferas. Continúa su ascenso hasta
conectarse con el número 8 (el número de las esferas; chakra parafísico a 25
cm. sobre la cabeza). Cuando su estado de evolución ha llegado a este número
indica que ha alcanzado un nivel de conciencia apto para acceder, conocer y
tener dominio sobre los dos planos (Material y Espiritual).
Cuando ha trascendido y
concluido el dominio de estos dos planos se toca la puerta para entrar a la
novena esfera. Cuando se llega al nivel 9 en la expansión de la conciencia no
hay nada más que aprender, ya se tiene todo el conocimiento necesario para
subir y bajar niveles sobre el camino de la Luz.
Es así que se ha operado la
inversión del “fatídico” 666 número de la “bestia”, al mágico 999, patrón que
nos indica haber captado la vibración Merkabah, y que somos receptivos a
cualquier instrucción que esté a la mano.
Para concluir sumemos 7+8+9=24
simplificado es 6, que es la primera escala en el desarrollo y conocimiento
para invertir al “nefasto” 666 por el 999. Al referirme al 666 como “nefasto,
fatídico o número de la bestia”, me estoy refiriendo al estado de imperfección
del ser humano que todavía no alcanza en este nivel; aunque conoce algo de las
leyes naturales le falta aprender a dominar las pasiones de este plano material
para continuar su ascenso por el semicírculo superior del número 6, cuya
dedicación con amor, entrega y devoción podrá invertir los efectos negativos en
positivos.
En los siguientes patrones
numéricos; 999 y 12,12,12 también la suma simplificada es 6. Es así que,
iniciando con el primer número de la tercia en fracciones, el primer número
entero es el siguiente de cada patrón, ejemplo: iniciando con el número 6 se
cuenta 1 hasta llegar a 7, al llegar a 8, tenemos 2 y al llegar a 9, tenemos 3
“escalones” avanzados para transformar el 6,6,6 en 9,9,9, es la suma que
aparece al inicio de esta cuartilla.
Sin embargo, la suma y
simplificación a un dígito de cada uno de los tres patrones numéricos; 6,6,6;
9,9,9 y 12,12,12 es igual a 9; el número nueve es el último número de la escala
de un digito, considerado número mágico tanto en la numerología tradicional;
por los Gnósticos y otras corrientes filosóficas e iniciáticas convergentes.
Daniel Uriarte Urias
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