Estamos en proceso de
cambio acelerado.
Estamos en “cuenta regresiva” hacia procesos de
transformación inimaginables y esperados por muchos.
Hemos pasado por muchas etapas estos últimos años,
pero hoy está abriéndose paso a una etapa importante a nivel planetario.
Estamos entrando en la nueva era dorada que abre paso a la reconexión con el
ser, a la reconexión con la fuente a través de nuestra propia divinidad.
Desde los comienzos hemos estado transitando por un
camino de crecimiento y aprendizaje continuo, el cual fue interrumpido y
manipulado. Pero ya es tiempo de despertar del profundo sueño en el cual hemos
sido sumergidos por muchos siglos, y seguir con nuestro camino de ascensión y
así junto con Terra/Gaia trabajar en sincronía con el plan de la creación. Y
coexistir con nuestros hermanos estelares, nuestros hermanos galácticos.
Estamos cursando procesos para muchos duros y
difíciles, tanto por condiciones externas o por condiciones internas. Muchos
estamos cursando por síntomas depurativos intensos, muchos han relatado estás
cursando dolores físicos, molestias, pensamientos negativos, miedos, penas,
dolores de cabeza y mareos. Y mucho de esto sin pertenecer a una enfermedad.
Mucho de todo esto sin tener respuesta médica.
Los sueños intensos se han vuelto más intensos y revueltos. Los patrones de sueño también han cambiado. Muchos con insomnio y de pronto repentino letargo.
Estamos entrando en un despertar espiritual masivo. Y
cada despertar trae consigo un proceso complejo, muchas veces incomprensible a
simple análisis, muchas veces doloroso. Y eso así es perfecto.
Es lo que cada uno de nosotros pidió como aprendizaje propio, justo antes de encarnar en esta vida.
El caos interno y externo nos lleva al límite de
nuestro ser físico, nos empuja a sacarnos los velos y despertar. El caos nos
lleva a conocernos quienes somos y dejar a quienes creíamos ser.
El camino del maestro exige una automaestría
impecable, y muchos estamos cursando ese camino. Para encontrar nuestra divina
luz de nuestro verdadero ser, que yace en nuestro núcleo, primero debemos
cruzar nuestra oscuridad, capa tras capa. Y soltar, depurar, perdonar, abrazar
y amar cada proceso oscuro de nuestro ser, cada memoria de oscuridad ancestral
guardada y codificada en nuestro adn. Para así transformarla en luz y cumplir
lo que prometimos cumplir en esta nueva era Dorada.
Somos los pioneros en esta nueva era espiritual, en la
Era de Acuario, en la era de la unión del Águila y el Cóndor. En la llamada
Ascención planetaria.
Debemos ser fuertes ante el proceso y firmes ante la mente, que sobre analiza tanto el caos interno como el caos externo. Solo permitir ser y fluir con cada proceso que por nosotros cruce.
Para entrar en esta nueva etapa planetaria es
necesario poner todo de nuestra parte, para eso es necesario permitirnos
iluminar y brillar aún en la cueva más oscura.
Estamos en el momento que debemos estar, y estamos
donde los todos los Mensajeros del Creador, los Profetas, apuntaron al hablar
de la unión. En donde el deseo de la creación es ver a toda la raza humana como
una sola alma y un solo cuerpo. Es el momento de la unión con nuestro verdadero
Ser.
Tomemos consciencia de lo sagrado que es nuestro
planeta. Cuidémoslo de una vez por todas. Luchemos por este proceso, nuestro
planeta es un Templo Sagrado en su totalidad. Así como nuestros cuerpos son un
templo sagrado para nuestras almas.
Escuchemos a nuestro hermoso planeta Terra/Gaia,
conectémonos con la naturaleza. Con las plantas, con la tierra, el agua y el
imponente maestro fuego.
El viento habla, las aguas susurran lo que los grandes
y antiguos espíritus de Terra quieren comunicarnos. Nuestros seres queridos
desde otros planos nos hablan a través de los elementos. La tierra vibra y
pulsa lo que quiere entregarnos. El agua nos limpia tanto física como
energéticamente. Y el fuego transmuta y transforma la materia en energía.
Seamos una vez más uno con nuestro planeta, seamos uno con Terra/Gaia como siempre debió ser..
La fuente creadora siempre nos proveerá lo necesario,
pero requiere nuestra unidad para que se concrete.
Todos somos fruto del mismo árbol. Todos somos
portadores de la chispa divina del creador.
En Julio de este año se abre un importante portal,
donde entraremos en el comienzo de conexión con nuestros hermanos estelares,
como alguna vez lo fue, y los velos caerán.
Un
abrazo lleno de luz a todos, a quienes resuena la información tanto como para
quienes no resuenan.
Feliz tarde ✨
Canalizado desde mi Ser de
luz
Ignacio Isbej, canal natural
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