Revocación del Contrato del Alma para la Liberación
del Divino Femenino
Llamo a
todos los contratos espirituales que existen:
–
dentro de mi pasado, presente y futuras existencias,
–
dentro de esta misma existencia, en esta dimensión y en esta línea de tiempo,
– y en
todas las líneas de tiempo que fluyen por encima y por debajo de la tierra,
concentradas en la onda del seno de la convivencia.
En este
preciso momento, en el siempre presente momento de la cocreación,
Yo
convoco a todos los antepasados en el linaje de mi ADN para crear una corte
espiritual unificada, de capital igualitario para que pueda encontrar solución
y resolver todos los contratos que se han insertado con letra pequeña durante
el proceso previo a mi parto y durante mi nacimiento.
Llamo a
la corte espiritual apropiada de la equidad para que escuche mi decreto de
remoción de contrato.
Revoco
todos los contratos espirituales con las religiones creadas en la Tierra, las
culturas, los sistemas de creencias y las industrias que dominan y controlan el
poder divino femenino en nuestro mundo y crean un desequilibrio energético que
afecta a de cada hombre, mujer y niño en el planeta.
Llamo a
todos los ancestros de todas las relaciones del alma para que mantengan el
espacio en esta corte espiritual de la equidad.
Yo
llamo a la Madre Tierra y todos sus habitantes de luz dentro de todo su espacio
interior y exterior a presentarse y ocupar este tribunal espiritual de la
equidad.
Oh gran
misterio que eres la fuente de todo poder, a ti clamo.
Ven con
tu sincronicidad sagrada para que todos los seres pueden mantener el espacio en
la conciencia de la unidad.
Invoco
al Gran Espíritu que vive dentro del Gran Misterio.
Tú que
eres el poder de la Madre Tierra manifestada, llamo a tu sabiduría en este
momento “YO SOY”.
Revoco
los contratos de todas las religiones y sistemas de creencias culturales que
colocan a lo femenino en una posición dominada por la desigualdad.
Esto
incluyen las proyecciones de la desigualdad en la remuneración, en la
incapacidad de una mujer para ganarse la vida, de poseer una tierra propia o
una empresa, o de recibir la educación de su elección.
No doy
mi consentimiento al movimiento feminista creado y financiado por la CIA para
separar a la mujer de su poder divino femenino, fomentar el odio hacia los
hombres y crear separación y división en la unidad familiar del alma.
Revoco
todos los sistemas de creencias culturales que generan expectativas sobre el “deber
de la mujer” para sostener una carga irreal, estar sola y sufrir en
silencio.
No doy
mi consentimiento a ninguno de los sistemas de vigilancia social que se han
puesto en marcha para hacerle sentir a una mujer que ella es demasiado
sensible, emocional o está fuera de control, en un intento por hacer enloquecer
al alma de la mujer y hacerla sentir como que ella es inestable o
insignificante.
Revoco
todos los contratos de los sistemas de creencias culturales, donde las niñas
son asesinadas al nacer, mutiladas sexualmente como un supuesto “derecho
de paso”, o son vendidas en la industria de la pornografía infantil que
genera millones de dólares, o en el tráfico de esclavas sexuales.
No doy
mi consentimiento a la industria del porno, que ha sido el caldo de cultivo
para la perversión de los contratos espirituales sexuales y de la explotación,
la degradación, la victimización y la bastardización del poder divino femenino.
Yo
Revoco los siguientes contratos espirituales de perversión sexual que están
dirigidos a la separación de la mujer de su poder divino femenino:
– todos
los programas de sexo y poligamia que son una perversión de la sexualidad
divina destinados a hacerle sentir a una mujer que ella, de alguna
manera, “no es suficiente”.
– todos
los dobles estándares sociales en los sistemas de creencias culturales donde se
permite la promiscuidad sexual recreativa, las múltiples esposas, harenes y
amantes para celebrar a un hombre, pero que causan la ruina social de la mujer.
– todos
los programas que crean las proyecciones que los hombres ponen en las mujeres
durante la masturbación, así como las pervertidas fantasías que se utilizan
para crear una barrera entre el espacio del corazón de un hombre y el de una
mujer en una unión sexual sagrada.
No doy
mi consentimiento para ninguno de estos contratos espirituales de perversión
sexual.
No tienen
poder sobre mí. Por la presente declaro que la Madre Tierra está conmigo en el
dominio de mí, así como de mi familia del alma y de mis antepasados.
Declaro
que ahora estoy limpio de estas proyecciones de perversión sexual y vuelvo a la
fuente de la inocencia como un ser divino femenino soberano.
Revoco
todos los contratos y conceptos creados desde la inocencia o en los estados
felizmente ignorantes del ser.
Por la
presente declaro una nueva forma de limpieza espiritual y física.
Revoco
todas los conceptos previos autocreados de limpieza y elimino cualquier adjunto
perverso sobre mí mismo.
Esta
nueva invocación de limpieza elimina todos los conceptos anteriores de
sexualidad sagrada, sensualidad y sexo recreativo.
Yo los
traigo de vuelta al punto cero del feto en el vientre materno.
Vuelvo
a reconectar todas mis hebras de ADN con los latidos del corazón de la Madre
Tierra.
La
divinidad femenina está conectada a su corazón, en su espacio sagrado femenino,
y no niega su ciclo menstrual, ella lo acepta como un tiempo de introspección,
retrospección y reflexión.
Revoco
todos los contratos espirituales con la industria del entretenimiento y la
publicidad que ha creado programas de odio autoinfligido, baja autoestima,
automedicación, automutilación, trastornos de alimentación, etc.
Revoco
todos los contratos espirituales con la industria médica que ha dañado la salud
de la mujer y la capacidad de reproducirse de acuerdo a las leyes naturales de
la Madre Tierra.
Las
drogas anticonceptivas y otros químicos en el agua, los alimentos y el aire que
causan esterilidad o distorsionan la sexualidad.
Además
de la ropa que está dañando la salud de la mujer, como el sujetador, los
tacones, los corsés, los pies atados y los tampones.
Yo
Revoco todos los contratos de parto creados a través de cesáreas, drogas
durante el embarazo, los rayos X prenatales, vacunaciones, incubaciones, niños
que no se ponen en el corazón las madres después del nacimiento, la eliminación
de la placenta y el corte del cordón umbilical, el que puede permanecer en
contacto por un máximo de 4 días para permitir la unión del corazón del niño
con la madre y el padre.
Revoco
todos los contratos que obligan a una mujer a llevar y a dar a luz a un alma
que no es de su cocreativa elección divina con su sagrado masculino
seleccionado o en condiciones de servidumbre.
Esto
incluye a las víctimas de violación, los embarazos de adolescentes y
matrimonios forzados o arreglados.
Regreso
a la Madre Tierra la rejilla de la encarnación natural. Ahora borro
permanentemente la existencia de mi alma en la red de la reencarnación.
No doy
mi consentimiento a ninguno de los programas destinados a hacer sentir a una
mujer muy gorda, demasiado delgada, demasiada vieja, demasiada joven, demasiada
negra, demasiada blanca, demasiada étnica, demasiada rica, demasiada pobre, ni
a cualquier otra proyección a todo lo que hace que una mujer se sienta que de
alguna manera no es lo suficientemente buena.
Por la
presente declaro que soy más que suficientemente bueno, soy la conciencia
infinita.
Yo soy
el Dios y la Diosa encarnados. Yo soy un ser soberano y por la presente reclamo
mi poder divino femenino en esta corte espiritual de la equidad.
Llamo a
todos los antepasados a honrar esta lectura de mi libre albedrío y que sea
insertada en el registro Akáshico de la Tierra para que todo ser sensible
entienda que nuestra libertad viene con el uso del libre albedrío en todo
momento.
Traducción: The
Light Journalist
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