Queridos amigos, soy Jeshua y los saludo con mi corazón. Estamos
aquí juntos, y con esto quiero decir que mientras nos sentamos aquí está
teniendo lugar una fusión de energías. Imaginen que el aspecto más elevado y
hermoso de ustedes se reconoce en otro y aumenta muchas veces debido a ese
reconocimiento. A menudo ustedes ven en los demás su belleza, su riqueza
interior, su refinamiento, de una manera mucho más clara y completa que al ver
esas cualidades en ustedes mismos. Observando y siendo conscientes del otro,
ustedes le dan a esa persona fe y confianza en sí mismo.
Ahora reconózcanse uno al otro. Déjenlo fluir, déjenlo suceder,
dejen que vuestra alma sea tocada por esto. Siempre que vuestra alma sea
tocada, ella desciende más plenamente dentro de la Tierra. Cuando ustedes son
llevados hacia adentro en un momento de reconocimiento, de inspiración, de
emoción, vuestra alma desciende más plenamente dentro de vuestro cuerpo porque
se siente más bienvenida y en el hogar en la Tierra. Sucede una interacción
entre ustedes y vuestra alma.
¿Entonces quiénes son “ustedes” en relación con vuestra alma? Yo
hago esta pregunta porque esa relación generalmente no es comprendida. Algunos
de ustedes conciben al alma como algo externo a ustedes – lejos y por encima de
ustedes. Entonces se sienten como un ser insignificante que quiere toda clase
de cosas, y experimentan vuestra alma como si fuese un poder fuera de ustedes
que podría – de vez en cuando – intervenir a vuestro favor, pero también
sienten que están más o menos a su merced.
Pero ustedes no están fuera de vuestra alma y vuestra
alma no está fuera de ustedes. El alma – vuestra alma – está dentro
de ustedes, aquí en este lugar así como también en cualquier lugar que estén –
ustedes son parte de vuestra alma. Y aunque vuestra alma también es una parte
de ustedes, “ustedes” no son toda vuestra alma, “ustedes” no son equivalentes a
vuestra alma. Hay una parte de vuestra alma encarnada en ustedes; vive y se
mueve en ustedes. Pero también hay una parte que no termina de “encajar” aquí,
por decirlo así; una parte que queda atrás. O podrían expresar este concepto,
desde un punto de vista terrenal, como una parte que es demasiado vasta para
ser contenida en un cuerpo y personalidad terrenal.
Así que hay una interacción entre ustedes y vuestra alma, mientras
que al mismo tiempo ustedes son uno y lo mismo. Son de la misma esencia y no
están separados unos de otros. La interacción entre ustedes y vuestra alma
tiene que ver con cuánto de vuestra energía del alma ustedes admitirán dentro
de vuestra vida en la Tierra. ¿Es una chispa ocasional de inspiración, es
obtener un indicio de una conciencia expandida, o ustedes permiten que el alma
penetre más profunda y plenamente y dan forma a vuestra existencia terrenal de
un modo inmediato y radical?
Ése es el proceso en el que ustedes se hayan ahora: ir aún más
profundo; este proceso de fundirse con vuestra alma por medio de rendirse
completamente al flujo de vuestra alma. Y nadie más que ustedes los
forzará a hacer esto. Es una elección que hacen ustedes: permitirse actuar
según lo que vuestra alma les insta a ser o hacer. ¿Y cuándo ustedes deciden
hacer esto? Ustedes deciden esto en el momento en que se dan cuenta de que
es absolutamente necesario hacerlo; que éste es el único modo posible
para ustedes. Generalmente es precedido por un período de tiempo en el que
difícilmente escucharon la voz de vuestra alma. Trataron de hacerlo por cuenta
propia, desde vuestra cabeza, desde ideas prevalecientes que venían a ustedes
desde el exterior: desde la presión externa y el miedo. Hubo muchas razones por
las que no escucharon a vuestra alma, lo que hizo que llegaran a alejarse de
esa voz – de modo que se volvió un extraño para ustedes.
Esto es lo que la mayoría de ustedes ha llegado a asociar con ser
un humano en la Tierra; que se han alienado de vuestras raíces, de vuestro
origen cósmico, de vuestra alma. Luego el proceso de encarnación pasa a ser muy
estresante, un proceso doloroso. Descender dentro del cuerpo entonces significa
decirle adiós a quienes ustedes son, vuestro origen – esencialmente dejar
vuestro Hogar. Ésa es una tarea casi imposible, y luego sólo es natural que
ustedes vayan a añorar el Hogar y quieran escapar del mundo donde no se sienten
en el Hogar.
Para cada uno hay un camino único en la Tierra, pero todosexperimentarán
por un largo tiempo estar desconectados de la voz de vuestra alma. Hasta que se
dan cuenta de que: “no puedo más seguir así; estoy totalmente estancado. Cuando
vivo sólo desde mi cabeza, sólo desde el miedo, desde lo que “debería ser” y
“debe ser”, me siento muerto por dentro.” Sólo cuando ustedes comiencen a
experimentar este dilema muy intensamente estarán abiertos a una voz
diferente, a un recuerdo de quienes realmente son. Entonces luego, a un cierto
nivel, ustedes tienen que ceder a vuestro impulso del alma.
El arte de hacer esto es abrirse a lo nuevo y liberar las
viejas ideas de seguridad, y esto a menudo es muy difícil para los seres
humanos. Ustedes asocian hacer esto con sacrificar, con estar al final de
vuestra cuerda y con sentimientos de desilusión, de amargura y de depresión.
Pero también lo pueden ver como un momento de desesperación final, de ya no ser
capaces de continuar de la vieja manera, como si una puerta se entreabriera a
una nueva posibilidad. Ahora ustedes pueden tomar ventaja de tal crisis
interior para empujar a través de esa puerta hacia otra realidad.
Este empuje requiere fuerza interior, porque justo en este momento
de absoluto desaliento están siendo impulsados a dar un giro y a confiar en
algo nuevo que aún no conocen. Es como tener un desorden en el piso delante de
ustedes y detrás de ustedes hay una puerta, ligeramente entreabierta, a través
de la cual brilla un haz de Luz. Si ustedes permanecen sentados de espaldas a
la puerta y miran el desorden, eso provoca más sentimientos de penumbra, de
desesperación y de desesperanza. ¿Cómo pueden entonces tener la certeza de que
esta puerta detrás de ustedes puede darles la posibilidad de algo diferente, de
algo fresco? Esa certeza, de que la puerta puede abrirse, comienza a
sentirse cuando hacen una conexión con vuestra alma.
Ustedes pueden vivir en la vida a través del dolor y de la
desesperación de dos formas muy diferentes. Una forma es que ustedes sean
totalmente absorbidos por ella, y eso significa que toda vuestra energía, todo
lo que es consciente en ustedes, sea llevado por las olas del miedo, de la
amargura, incluso del odio. Vuestro pensamiento se tiñe de eso, entonces a la
larga vuestras emociones y vuestro cuerpo también se verán afectados por eso.
Pero hay otra manera, una contrafuerza. Ustedes pueden, en esos momentos,
volverse conscientes de lo que está sucediendo dentro de ustedes y entonces
retirarse de la corriente descendente. Hay algo dentro de ustedes que lo
observa de cerca, sin juzgar, desde una consciencia que es más grande que
vuestra voluntad terrenal, que vuestras ideas terrenales, que vuestra
educación, vuestros miedos y todo lo viejo que conocen del pasado. Entonces
vuestra alma entra dentro de vuestro campo terrenal. A menudo sucede, para
decirlo sin rodeos, que un desorden debe emerger antes de que ustedes se
sientan obligados a entrar a otra forma de consciencia. Es precisamente durante
un período de crisis que puede haber un cambio en vuestra conciencia y entonces
pueden verse desde una perspectiva más amplia.
Entonces la conciencia dentro de ustedes se vuelve muy silenciosa y
calma. Sientan ese silencio por un momento; presten atención a algo en vuestra
vida para lo cual no tengan respuesta, algo en que ya hayan pensado en muchas
oportunidades, que hayan observado desde todos los ángulos y que con frecuencia
hayan experimentado todas las emociones que le pertenecen. Ahora pónganse en un
punto quieto de observar la situación sin esperar una respuesta. Sientan como
una cierta paz inmediatamente se hace presente. Ésees el significado de renunciar
a “la lucha”, lo cual no significa que todo vaya a permanecer igual y que nada
cambie. Significa que ustedes crean espacio para lo nuevo, y no por
medio de pensar en lo que ya es conocido ni buscando respuestas y soluciones en
el pasado y en lo que está detrás de ustedes. Lo desconocido, lo nuevo, lo
fresco, sólo puede entrar a través del silencio por medio de lo que no se
conoce, y a través de rendirse al silencio.
Permitan que el silencio que los rodea fluya a través de vuestro
cuerpo. Estando tranquilos de esta manera, ustedes sueltan las viejas certezas
de viejas ideas de cómo deberían ser las cosas en vuestra vida, de
convicciones a las cuales se hayan aferrado. Dejen que todo eso se aleje como
las hojas muertas de un árbol en el otoño, mientras la energía de vuestra alma
sopla como un viento suave a través de vuestra aura. Imaginen que todo lo que
es viejo, todo lo que ya no necesiten, todo lo que haya sido vivido y digerido,
desaparece suavemente. Es sólo cuando ustedes ya no saben más, que pueden
soltar más fácilmente. De este modo recobran una nueva fuerza dentro de
ustedes.
Cuanto más vacío y despejado se sienta vuestro campo de energía,
más puede ser llenado por vuestra alma. Y desde el silencio brotan nuevas ideas
que no son alimentadas por vuestra cabeza o por vuestra voluntad. Las nuevas
ideas vienen a ustedes desde el exterior, por decirlo así. Algo florece,
inesperadamente, y eso no tiene que ocurrir inmediatamente. Lo que sucede en
este proceso es que las inspiraciones y las intuiciones surgen libre y
naturalmente alimentándolos con nuevos impulsos.
Llegado a este punto explicaré algo acerca de los niveles en los
que ustedes pueden sentir y experimentar vuestra alma, y hay más de un nivel en
el cual pueden sentir y estar sintonizados con vuestra alma. Recién hablamos de
cómo el alma puede revelarse a través del silencio, a través de la pura
conciencia. Esa experiencia también es un sentimiento muy profundo de estar en
el Hogar, basada en una habilidad de permanecer arraigados, de estar completamente
en el presente y de no ser arrastrados por toda clase de distracciones causadas
por los pensamientos y las emociones. Ése es uno de los niveles más profundos
en el cual ustedes pueden tener una conexión con vuestra alma: sintiendo su
pura Presencia.
Ese estado de silencio tiene un efecto positivo, inmediato, en
vuestro cuerpo, en vuestros pensamientos y en vuestras emociones. Es el
poder sanador del silencio. Cuando ustedes están ahí, el alma ya no es más algo
que está fuera de ustedes, sino que es físicamente muy tangible en la parte más
baja de vuestro cuerpo, en vuestro abdomen, en vuestras piernas y pies. Sean
conscientes de cómo se siente en vuestro cuerpo cuando vuestra alma está
totalmente conectada con ustedes y ustedes están completamente ahí con vuestra
alma. Sientan la solidez de esta conexión y también su paz y tranquilidad. Esta
experiencia de paz y tranquilidad – ese silencio profundo – es la base
de toda conexión con el alma. Si esa tranquilidad silenciosa no está ahí,
vuestra conexión con vuestra alma no es completa.
¿Por qué digo esto? Porque hay otro nivel en el cual ustedes pueden
conectar con el alma y ese nivel está localizado físicamente en la parte
superior de vuestro campo de energía. Muchos de ustedes son dotados
intuitivamente y también son clarividentes. Desde vuestro sexto sentido, desde
vuestra habilidad energética para percibir todo lo que los rodea, ustedes
pueden pescar los estados de ánimo y pensamientos de los demás. Esto puede
suceder desde el tercer ojo o pueden sentir a los demás desde vuestro corazón.
Probablemente cuando comienzo a hablar de esto ustedes ya sienten
que vuestra energía se está volviendo más inquieta y que asciende hacia arriba.
La tranquilidad se ha ido. Están peligrando perder vuestro centro a medida que
se sintonizan con las muchas energías que los rodean. Esto también sucede
cuando se conectan en vuestro corazón y mente con vuestras ideas de cómo
quisieran que sea la Tierra en vuestras visiones del futuro. A menudo ellas los
elevan por encima de ustedes mismos. Entonces ahí parece haber una conexión
intuitiva con vuestra alma, pero al mismo tiempo esa conexión no está
totalmente arraigada y no está ocurriendo totalmente desde el silencio y el
sosiego del que hablé antes. Ustedes pueden ser tomados por la visión de la
nueva era, una energía de la Tierra centrada en el corazón, y al mismo tiempo
desilusionarse mucho porque esto no está sucediendo en vuestra vida tan pronto
como ustedes quisieran, y por tanta resistencia y oposición en el mundo. De
este modo están en desacuerdo con la sociedad que los rodea y pareciera como si
ustedes no encajaran en este mundo.
Aunque lo deseos y sentimientos que ustedes tienen, las
premoniciones de una nueva Tierra, nacen de la conexión con vuestra alma, es
importante permitir que esa energía de inspiración descienda totalmente dentro
de vuestro campo de energía, de vuestro cuerpo y de vuestro abdomen. Si ustedes
tienen algunas ideas acerca de lo que desean para el futuro, entonces sientan
esas ideas y esa energía del futuro en vuestro corazón. Sientan también el
fuego que vive dentro de ustedes y permitan que ese fuego se eleve para fundir
más sólidamente la energía dentro de ustedes. Luego dejen que esa energía
fortalecida del futuro descienda dentro de vuestro abdomen, de vuestras piernas
y de vuestros pies hasta que se vuelva silenciosa y tranquila – hasta que ustedes se
vuelvan silenciosos y tranquilos. En ese momento vuestra alma y los mensajes
que reciben de vuestra alma tocan la Tierra. Luego puede ponerse en marcha un
flujo arraigado, realista, y ustedes permanecen completamente en contacto con
vuestra realidad material mientras que al mismo tiempo también se mantienen conectados
con vuestra alma. Entonces habrán construido un puente entre ambos.
Yo veo cómo muchos de ustedes Trabajadores de la Luz por momentos
están totalmente absorbidos por visiones de otro mundo, mientras que al mismo
tiempo pierden vuestra conexión con este mundo, aquí y ahora, el cual
no está sólo fuera de ustedes, sino también dentro de ustedes.
Ustedes se escinden y se crean dicotomías entre la Luz y la oscuridad dentro de
ustedes y entre ustedes y el mundo fuera de ustedes. Esas dicotomías
producen lucha y tensión, tanto adentro como afuera.
Ahora vuestro desafío es realmente renunciar a lo viejo y darle la
bienvenida a lo nuevo en las profundidades de vuestro ser terrenal, en todos
los niveles: en la cabeza, en el corazón, en el abdomen. Vuestra alma sólo
puede enraizarse a la Tierra si ustedes le permiten descender profundamente
dentro de vuestro ser, abajo al nivel de vuestro abdomen y pelvis, lo cual los
conecta con la Tierra. Sientan la paz y el silencio cuando dejan detrás los
pensamientos (incluso las impresiones psíquicas) y las emociones. Tan sólo
estén ahí, estén abiertos a eso y lo nuevo se desplegará sin que ustedes sepan
cómo. La llegada de la nueva Tierra, de la conciencia centrada en el corazón en
la Tierra, depende de la presencia de muchas personas que estén tanto
arraigadas como evolucionadas espiritualmente. Ellos son los canales.
Jeshua canalizado por Pamela Kribbe
Traducción del inglés por Sandra Gusella
© Pamela Kribbe
www.jeshua.net
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