¡Amada
hermana... sin darte cuenta ascendiste hoy!
Y has dejado atrás las memorias que te mantenían
estancada, lo que no fluía.
Te has
arrancado los últimos vestigios de amores terrenales con sus desencuentros y
sus despedidas, el miedo a perder aquello a lo que te aferrabas para sentirte
viva.
Queda atrás lo
que no fue, lo incompleto, lo ambiguo, lo difuso, las dudas que te corroían el
corazón enrojeciéndote los ojos... ¡Pronto no recordarás por qué te
lamentabas!... Y ya no volverás la mirada para ver los viejos
hologramas...
¡Cuando
sientas dolor, respira hondo!... ¡No llenes el vacío con tristeza y duelo!...
¡Todo está en Tí!... ¡Eres amada incondicionalmente!... Como todos.
¡Abre las
compuertas de tu corazón y deja aflorar tu Luz!...
Los códigos
solares despiertan del ensueño al ADN...
Respira el
aire trasparente, el aroma de todas las maravillas que te trae el futuro y
están aquí con sólo invocarlas...
Ama y déjate
amar por quienes vibran en tu misma frecuencia...
Busca ojos abiertos
y corazones puros...
Busca la calidez de las caricias, el abrazo, la
mano que sostiene...
En la Era de
Acuario los grupos de almas trabajan juntos... Nadie se queda solo...
Has recorrido
un larguísimo camino; al fin quedan atrás las piedras y las zarzas. Con pura
intención has desatado los lazos que forjaste milenios atrás, en muchas
dimensiones, en muchos mundos y muchos universos.
Los retenes para avanzar despacio y aprender a
cada paso del camino ya no son necesarios... ¡Levanta vuelo!
Partirán poco
a poco muchos seres queridos con los que tejiste la urdimbre de tu vida. ¡Pero
el amor no muere!
Barridos los
despojos, te quedará un puñado de diamantes para llevar cual diadema sobre tu
frente. Son las semillas de Luz que cultivaste vida tras vida.
Ellas
multiplicarán tu luz e iluminarán las noches más oscuras, las sombras
agazapadas en las esquinas de los corazones de los hombres.
Comparte el
cuenco de tu corazón con el sediento.
Cobija al que
dice no necesitar a nadie pero está solo y triste.
Todos
necesitan de todos, porque lo que ven afuera son los reflejos de sus fragmentos
dispersos y deben reunirlos para seguir transfigurándose.
Sé su Faro, sé su remanso. Vierte como un bálsamo
todo el amor que traes desde la Fuente. Vierte tu paz. Dales tu esencia.
¿Acaso no
recuerdas? Eres un Buda de Misericordia que volvió a recorrer todos los caminos
y a beber de todas las copas.
Estás aquí, y
en la Nueva Tierra, y también en el Portal esperando a los que aún no lo
atraviesan. Amor y Sabiduría son tu herencia.
Al igual que
todos tus hermanos, cada uno de tus fragmentos fue acuñado por la música de las
esferas.
Todos somos
infinitas luces, pero una misma hoguera.
Somos
emanaciones de Aquél del que Nada Puede Decirse jugando en el jardín de todas
las galaxias, corporizándonos y desvaneciéndonos con cada respiración. Somos el
Alfa y el Omega. Somos la Eternidad reflejada en cada instante.
Amada
hermana... Abre las manos. Respira hondo. Celebra. Es tiempo de cosecha.
Alyk
Por Anshelina
No hay comentarios:
Publicar un comentario