El proceso de cambio
frecuencial y energético para el salto evolutivo y de conciencia, ese paso a la
cuarta densidad, sigue, poco a poco, su camino, en todos los sentidos. Como os
mencionaba en la conferencia, uno
de los puntos más importantes era el proceso de anclaje de lo que habíamos
llamado la “malla 4D”, el conjunto de energías que nos llegan desde el centro
de la galaxia y desde el Sol, y que conforman un “manto” que, al sujetarse
sobre el cuerpo etérico del planeta, ayuda a elevar su vibración, a través de
las personas que realizan esos puntos de anclaje, tanto si son ellas mismas las
“chinchetas de luz”, como si hacen (insertan) puntos de energía en lugares
físicos por todo el planeta que se quedan ya fijos y conectados, y permiten a
la zona en cuestión empezar a vibrar algo más alto.
En cada línea, una
realidad distinta
Una de las cosas que hacen este proceso complicado, es
que las líneas temporales, al ser tan cambiantes, marcan diferentes porcentajes
de “malla anclada” a medida que avanza nuestra percepción del tiempo lineal, es
decir, para alguien que se encuentra vibrando en la línea ideal y positiva, en
su realidad, hay ya más de un 70% de la malla activada alrededor del planeta,
para quien se encuentra en la línea 2, hay algo más del 50%, pero para quien se
encuentra en la línea 5, no existe ni un solo punto de anclaje de este “manto
energético” en todo el globo, pues esos puntos están hechos desde la línea
temporal en la que está la persona que los “crea”, y solo reverberan
ligeramente en las líneas adyacentes. Puesto que para anclar malla hay que
tener la vibración (en tu sistema energético) de la línea ideal, sobre unos 16
o 17Hz en estos momentos, esos puntos de energía que permiten la elevación
frecuencial solo están o aparecen en la misma línea desde donde se generan,
afectando solo a la línea más cercana o más adyacente, pero poco más.
Si una persona está en estos momentos vibrando por
encima de los 15Hz, por ejemplo, notará como su entorno es mucho más positivo y
vibra más rápido, porque, en su realidad, en su línea temporal y en su
frecuencia de vibración, casi el 70% del planeta está ahora recubierto por
malla 4D “sujeta” al cuerpo etérico de la Tierra. Si estamos en la 2, una
realidad menor, adyacente y todavía positiva, solo aproximadamente la mitad del
planeta tiene un trozo de esa malla “cubriéndolo”, y, si bajamos en frecuencia
a otras líneas temporales, cada vez hay menos y menos parte de la Tierra con
esas energías insertadas.
En la línea temporal más negativa, la línea que
nosotros llamamos la número cinco, por entendernos con números, la gente
enganchada a ella se encuentra resonando cerca de los 4Hz en la parte más
densa, algo realmente muy, pero que muy bajo, y donde la realidad es muy
complicada. En esa realidad, en esa línea temporal, no hay ni un solo punto de
luz hecho que pueda servir de “apoyo” para elevar la vibración del “planeta Tierra
–realidad núm. 5”, porque no se puede sujetar una frecuencia o vibración de
15-17Hz sobre un sustrato de 4Hz, y de polaridad contraria.
Más “chinchetas de
luz”
Por otro lado, sin embargo, sí que parece que ha
aumentado algo el número de personas que son capaces de anclar puntos de la
malla en el planeta, presencialmente o a distancia. Es decir, hay más gente
capaz de actuar como receptores de energías de alta vibración, pues muchos se
“han puesto las pilas” a trabajar en ellos mismos para ello. Una amiga y
compañera, que lleva meses haciéndolo, me comentaba que, en una meditación, le
habían mostrado la cantidad de personas que están actuando como “pilares” y “chinchetas”
de estas vibraciones “4D”, lo cual es un dato realmente positivo, porque aunque
personalmente yo solo soy consciente de que este trabajo se lleva haciendo
desde hace un año o así, por mis compañeros que lo hacen, nos explicaron que
hace muchos años que hay personas repartidas por el globo trabajando en ello.
De todas maneras, no
todas las personas del planeta anclarán o tendrán que anclar malla, aunque
todas tendremos que elevar nuestra vibración lo suficiente para poder
engancharnos a ella si queremos formar parte de ese cambio. Como ya podéis
suponer, difícilmente una persona vibrando a 4, a 6 o a 8Hz podrá siquiera
percibir estas energías, o ser conscientes de que “existen” en otras realidades
superiores, pues estas frecuencias están muy lejos de su vibración actual, sin
embargo, y por el mecanismo de reverberación que os explicaba en el anterior
artículo http://isialada.blogspot.com.es/2014/08/influencia-energetica-entre-lineas.html
, todos los que estén cerca de estas
frecuencias altas, notarán con más o menos fuerza sus efectos y podrán
beneficiarse de los mismos, algo que les ayudará entonces a subir más su
vibración, y a notar más aun la frecuencia de esta nueva red-cuerpo energético
del planeta.
Tratando de subir la
realidad más “baja”
Afortunadamente, y
aunque se trata de impedir por todos medios (por los del “otro bando”), como la
vibración base del planeta para todos los que estamos en él sigue subiendo y
subiendo, es muy posible que aquellos que están en la frecuencia más baja,
estos cuatro o cinco Hz, en los próximos años, vean si o si, incrementada su
vibración base, pues el plano más denso de vibración del planeta ya tendrá
incluso una frecuencia algo superior a la actual. Pensad que, aunque en la conferencia
os explico el tema del incremento de la resonancia de Shummann, y que, en
general, estamos en torno a los 11Hz, esto es la media de todo el globo,
ya que hay zonas de la Tierra que siguen resonando por debajo de los 5Hz y
zonas que están por encima de los 12- 13Hz. Si la parte más baja del planeta
sube por encima de 7 u 8Hz, ya no hay nadie que pueda estar por debajo de esa
vibración (nadie puede vibrar a un ritmo menor que el punto más bajo que exista
en el planeta que lo acoge, pues al tener un cuerpo químico y orgánico,
conectado con la realidad química, física y orgánica del planeta, nuestra
estructura atómica nunca vibrará por debajo de lo que vibra el suelo que
pisamos, en su versión más lenta), así, si conseguimos que la vibración mínima
del planeta sea de 10 o 12 Hz, aunque cueste mucho trabajo hacerlo, nadie podrá
resonar más bajo, y por tanto, cuanto más gente consigamos que vibre lo más
cerca posible de los 15H-16Hz, más personas podrán hacer esta transición de
nivel evolutivo más rápidamente sin dejar atrás su cuerpo físico.
Incremento energético
pero sin fechas asignadas
Para los que están en las líneas más positivas, es
todavía tremendamente difícil calcular cuánto se tardará en completar ese 30% o
50% de malla que faltaría para poder poner al planeta en una vibración global
(en esa realidad) cercana al “punto de salto” frecuencial al siguiente plano
vibracional (la activación de ese plano llamado “búdico” en el planeta, el
cuarto plano que estará activo para la raza humana, junto con los tres
existentes actualmente, que entonces produce el salto de conciencia que
llamamos el paso a la cuarta densidad). Lo que sí que es fácil de predecir, es
que, gracias a que el sistema Solar y la Tierra siguen su periplo galáctico
adentrándose cada vez en zonas donde el entorno frecuencial tiene una vibración
más y más alta, todo el “espacio” que rodea a la Tierra cada vez más y más
recibe los influjos de energías de altísima vibración, y, a medida que pase el
tiempo, será más fácil subir hacia las líneas temporales más positivas, pues la
vibración base de la Tierra, aun en su plano más bajo, es muy posible (si no
aparece algún tipo de forma de bloquearlo, no creo que se vayan a quedar sin
intentarlo) que suba su frecuencia a mucho más de lo que está ahora. Es
cuestión de seguir trabajando en uno mismo, porque como os decía en la
conferencia, esto es un proceso personal, de cada uno, y donde nadie puede
hacer el trabajo por ti, ya que todos tenemos nuestra propia versión del juego
al que jugar, y nuestro libre albedrío para jugarlo como queramos.
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