Queridos amigos, soy Jeshua.
He sido portador de la energía Crística en la Tierra.. Vine a
traer el deseo de una conciencia mejorada a la Tierra y ustedes estuvieron
entre los que recibieron este impulso para asumirlo y difundirlo
más. Perteneces a un grupo de almas que han sido pioneras en muchas vidas,
precursoras de una conciencia centrada en el corazón. Has mantenido una
luz en tu alma que querías expresar, encarnar en carne y hueso y manifestar en
una realidad material. Siente por un momento cuán profundamente estás
conectado internamente conmigo y con lo que vine a traer a la Tierra.
Esta conciencia de la que quería dar testimonio es mucho más grande
de lo que soy y más grande que el único ser humano que fui. Era, y es, un
vasto campo de energía. Ya sea que vivieron durante mi tiempo, el de
Jesús, o si vivieron en los siglos que rodearon mi nacimiento, sucedió en
aquellos tiempos que se dio un nuevo impulso a la Tierra y ustedes fueron parte
de ese acontecer. De una manera u otra, habéis experimentado, en un cuerpo
humano, el poder y la alegría que la energía Crística lleva dentro de sí.
¿Recuerdas esa energía? Es una energía de esperanza, y también
estimula cierta excitación dentro de ti cuando sientes que esa energía fluye en
tu corazón. Es la esperanza de una realidad diferente y mejor, más en
sintonía con la naturaleza humana y con la naturaleza de todas las
cosas. Una realidad en la que existe una forma de vida más equilibrada y
alegre para todos. Donde cada uno puede hacer lo suyo y donde todo puede
ser más de lo que es de forma innata: una forma de ser natural, armoniosa y que
no requiere mucho esfuerzo.
Esta es la energía que viniste a traer y lo has hecho en muchas
vidas. Como dije anteriormente, a menudo fuisteis pioneros; rompiste
con los estándares, valores e ideales existentes porque querías señalar el
camino hacia otra posibilidad.
¿Cómo es que os conmueve esa promesa de una nueva Tierra? En
algún lugar de tu camino como alma a través del cosmos, llegaste a un punto en
el que descubriste mucho sobre la vida y sobre ti mismo, y sobre los elementos
de luz y los elementos de oscuridad: poder, dependencia, manipulación,
engaño. Habéis conocido esos elementos desde dentro y llegó un momento en
vuestra evolución como alma en el que quisisteis dejar ir la energía
negativa. Había en ti un anhelo, un deseo de una realidad más amable y
amorosa, tanto dentro como fuera.
Estabas listo para recibir el impulso de la energía Crística, porque
la esencia de la energía Crística es que una persona reconozca el Uno en el
otro, la igualdad del otro, sabiendo que aquello con lo que se conecta en el
otro es Dios mismo: esa chispa de luz, de energía, que arde en todos los seres
vivos. La energía Crística te hace consciente de que ésta es la verdad que
está en el centro de toda vida. Sabes que a través de la conexión con el
otro, al nivel de la unidad, es realmente posible vivir desde la alegría y la
creatividad.
Mientras haya conflictos entre tú y el otro, y una jerarquía de
autoridad y estructuras de poder, esa unidad no se valora y entonces hay
desigualdad. La energía Crística fue, por lo tanto, un ataque a las
instituciones y bloques de poder y autoridad existentes. Puedes imaginar
cómo esa ola de energía erosionó las raíces de estructuras, ideales, estándares
y valores de larga data basados en el miedo y la ambición de poder. La
fuerza de la energía Crística era una amenaza directa para aquellos que se
aferraban al poder, la manipulación y el engaño, y a menudo no por elección
propia, sino por un sentimiento de impotencia. Que sin esa estructura de
poder basada en el ego, no serían nada ni nadie.
Has sido inspirado por la luz de la energía Crística en vidas
anteriores, así como en tu vida actual, y has tenido que lidiar con la
resistencia que encuentras. Quizás cuando eras niño ya sentiste una chispa
de inspiración dentro de ti. Fuiste tocado por una energía de conciencia
inspirada y cambio, y pudiste sentir cómo eso chocó con el mundo que te rodea,
cuya energía todavía estaba atrapada en las viejas estructuras de poder del
miedo. Esto puede ser un duro golpe para un niño sensible y
vulnerable. Cuando tu energía, tu conciencia, no es aceptada por el mundo
exterior, cuando no es comprendida y reconocida, entonces hay dolor en tu ser y
vives con el dolor que sientes.
Sin embargo, todavía existe ese deseo indeleble de contribuir al
nacimiento de una nueva conciencia en la Tierra, y este deseo os
inspira. Es el deseo de tu alma estar aquí, ahora mismo, y ayudar a darle
forma a esta conciencia. ¡Honra y valora ese deseo dentro de ti! Has
mantenido viva esa inspiración a pesar de la oposición y sin importar la
resistencia que hayas experimentado. Hay un amor y una pasión dentro de tu
alma que quiere ser escuchado, y no puedes resistir ese flujo, porque si lo
hicieras, te asfixiarías por completo.
Ese lado inspirado tuyo todavía está ahí. Sin embargo, también
hay otro lado que se siente sumamente vulnerable, lo que provoca que incluso te
sientas avergonzado de esa parte de ti que es diferente y anhela algo nuevo,
que está dispuesta a romper con los estándares e ideales existentes. Y
debido a que ese lado vacilante tuyo todavía está ahí, ahora experimentas una
gran moderación al expresarte verdaderamente en la Tierra con tu corazón y tu
alma; por ejemplo, como terapeuta espiritual, o como artista, o cualquier
cosa que hagas como forma de expresar tu alma aquí en la Tierra. Esa
contención está ahí en todos ustedes. Hay un miedo: “¿Podré realmente ser
yo mismo y dejarme ver?”
Por un momento, siente la fuerza del impulso Crístico en tu alma,
en tu propia vida. Atrévete a alinearte completamente con él. Intenta
no responder desde el pudor, desde hacerte pequeño: “No sé si puedo hacer
eso”. Permitan que la fuerza Crística surja, porque les toca
profundamente, de lo contrario no estarían aquí.
Siente lo que está en el centro de esta fuerza. Es una energía
poderosa, que de hecho afecta las estructuras existentes y puede generar
confrontación y generar confusión. Pero también siente el poder del amor
en esa energía. Nunca ha habido una intención destructiva en esa
energía. Es una corriente de claridad, de verdad, de querer conocer e ir a
la esencia de las relaciones entre las personas, y entre tú y el mundo. Quieres
servir a esa energía de la verdad; quieres fluir con él porque te hace
feliz hacerlo.
Siente lo que está en el centro de esa energía. Te pido que
hagas eso porque si quieres ser y vivir de esa energía, entonces puede ser que
tengas que romper con la forma habitual en que se hacen las cosas y que a veces
te confrontes con tu entorno, y eso La posibilidad te da miedo. Has
aprendido del pasado a hacerte pequeño y a veces piensas: “No debería
destacar; No debería hacerme demasiado especial; No debería ejercer
demasiada influencia”. Puede parecer un acto del ego cuando intentas sacar
a relucir lo que hay de bueno en ti.
Pero abrirse a la energía Crística no es un acto del ego, aunque
signifique romper con muchas cosas cuando deliberadamente toma su propio
camino. Y en muchos sentidos, usted también está solo. Pero sepa que
hacerlo es lo correcto para usted. Y esto me lleva al siguiente punto que
quiero llamar tu atención: que esta soledad es parte de ti. Nace del hecho
de que traes algo nuevo al mundo porque eres pionero y eres
diferente. Abraza esa soledad, esa soledad, que es parte de ti.
A veces tienes miedo de experimentar esa soledad. Sientes una
distancia entre cómo piensas, sientes y percibes, y cómo reaccionan las
personas que te rodean: aquellas personas en tu entorno laboral, o en tu
familia, o cualquiera que sea la situación en la que te encuentres. Este
sentimiento de ser diferente crea la necesidad volver a ti mismo, estar solo,
retirarte, pero también evoca en ti soledad y miedo de estar separado y marginado.
Sabes que muchas veces eres indeciso y vacilas en tus intentos de
conectar con el mundo que te rodea, ese mundo en el que experimentas lo
diferente que eres, donde sientes un rechazo a tu energía única y donde no te
sientes como en casa. Entonces tienes problemas para aceptar tu
singularidad y eres incapaz de abrazar la soledad que es parte de aceptar quién
eres. Pero eso es lo que se os pide si realmente queréis expresar aquí la
inspiración de vuestra alma. Significa dar un paso atrás respecto de la
realidad social circundante, que a menudo está formada por viejas ideas que ya
no te convienen.
Presta total atención a esa soledad, porque en realidad has
experimentado ese sentimiento durante mucho tiempo. A veces ha sido tan
opresivo que te llenó de desesperación, porque no encontrabas espíritus afines
a tu alrededor y la sensación de soledad resultante era entonces difícil de
soportar. Observa si todavía quedan restos de esa dolorosa soledad que has
experimentado en esta vida y en vidas anteriores.
Puedes darle forma a una figura que represente ese sentimiento de
ser rechazado y no comprendido. Crea una imagen de la parte de ti que se
ha sentido rechazada y sola, y puede tomar la forma de un hombre, una mujer o
un niño. Desde la perspectiva de tu centro emocional, mira a esa persona,
esa parte de ti mismo. Toma conciencia de cómo se siente esa persona que
carga con este viejo peso. Sabes que cuando experimentas rechazo e
incomprensión por parte de la sociedad que te rodea, ese tipo de reacción siempre
impacta tu emocionalidad, tu humanidad. Aunque, a nivel del alma, puede
haber un conocimiento interno que acepta que eres diferente y que traes algo
nuevo a la Tierra, y puede que te resulte claro intelectualmente por qué no
eres comprendido, aún así, hay dolor dentro de ti, tal vez incluso
desesperación. Y esa es la parte de ti mismo con la que conectarte.
Quizás viva en ti una parte muy triste o deprimida que ya no quiere
conectarse con la Tierra. Ha experimentado tanto rechazo y repudio que
quiere huir de este mundo. Es posible que esa parte no se sienta como en
casa aquí y anhele otro mundo muy alejado de la Tierra. Un mundo lleno de
armonía, luz y amor, en el que la unidad se siente de forma natural y donde no
hay necesidad de luchar tanto como aquí en la Tierra.
Ahora imagina que conoces ese lugar hacia donde esa parte quiere
huir, ese lugar en los cielos donde todo es ligero y
despreocupado. Imagina que ahora estás en ese lugar y recibirás esa figura
cansada de la batalla que se ha sentido sola e incomprendida: recibirás a esa
persona en tu abrazo. Siente el dolor de lo sucedido: la tristeza, la
sensación de estar bloqueado, las ganas de irte, el desánimo y la sensación de
que todo ha sido en vano.
Pero eres libre de dejar atrás esa pesadez, porque no eres eso. Tú
eres quien puede sanar esa pesada carga, quien puede recibir ese dolor en sí
mismo. Eres parte del Cielo en la Tierra y traes esa conciencia de unidad
dentro de ti. Pregúntale a esa figura dolorida que hay en ti qué necesita
para volver a sentirse como en Casa aquí, para volver a ser feliz y sentir que
es bienvenida aquí, incluso con todo el dolor que es el resultado de todo lo
que has pasado.
Si esa parte afligida de ti mismo se vuelve una contigo, y se le
permite ser como es y es acogida en el abrazo de tu conciencia amorosa, la
pesadez comienza a disiparse lentamente y comienzas a sentir lo fuerte que eres
en realidad. Y así podrás aceptar y valorar tu ser diferente, tu estar
solo y tu soledad, y no como algo que está mal, sino como algo muy valioso. Eres
capaz de conectarte con una fuente cósmica de inspiración que te alimenta e
inspira en este nivel material, precisamente porque tienes un pie en ambos
mundos, y desde esa Fuente interior, algo nuevo llega a esta Tierra.
Imagina por un momento que eres una persona sana y completa con un
pie en esta realidad terrenal y el otro pie justo fuera de esta
realidad. Desde esta posición podrás conectar desde tu chakra coronario
con la Fuente de luz e inspiración, la cual reconoces como la energía del Hogar
que realmente te vitaliza.
Sepan que necesitan cierta soledad –su manera individual de
recorrer su propio camino– para poder reconocer esa inspiración y permitirse
nutrirse de ella. Simplemente da un paso atrás en el mundo para sentir
quién eres y sentir lo natural que es hacerlo. Vea cómo dar ese paso hacia
atrás y hacia adentro no tiene por qué ser un problema, porque puede permanecer
conectado con este mundo al mismo tiempo. Siempre mantienes una cierta
distancia de este mundo, pero también puedes sentir alegría al expresar quién
eres realmente.
Puedes volver una y otra vez a esta posición, porque estás, por así
decirlo, siempre en el borde de la realidad terrenal, en la frontera de los dos
mundos. El paso hacia afuera se alterna con el paso hacia adentro, y al
hacerlo te conviertes en un ser humano más rico. De esta manera, traes lo
nuevo del mundo interior.
Llegarás a saber que esa parte de ti que a menudo se ha sentido
sola o abandonada, o que se ha sentido diferente, puede ser una fuente de
inspiración si realmente comprendes lo que sucede dentro de ti. Llegas a
comprender que no puedes ser completamente de este mundo y que tienes necesidad
de ser diferente, porque eres diferente. Y así, disfruta de estar solo y
valora tu soledad.
Esto no significa que tengas que abandonar la realidad terrenal; en
realidad es todo lo contrario. Es un proceso de descender más
profundamente a todo lo que eres, y no sólo como persona terrenal, sino también
como alma, un ser cósmico muy viejo y sabio, y que ha estado aquí muchas
veces. Necesitas sentir esa dimensión interior del alma para sentirte
inspirado y recordar quién eres.
Atrévete a entrar en esa soledad, en esa soledad, porque ahí reside
una gran fuerza. Al estar más plenamente conectado con ese lugar, podrás
estar más poderosamente, así como más fácilmente, en este mundo humano. Si
experimentas resistencia, o tal vez simplemente te sientes incómodo con las
reacciones de las personas que te rodean, y sientes que lo que dices o emanas
es conflictivo, puedes permitirlo; no te afecta. Simplemente permaneces
dentro de tu propia energía.
A veces es necesario retirarse físicamente, mientras que otras
veces, cuando estás rodeado de gente y no puedes retirarte, todavía se trata de
ti y de darte cuenta de quién eres y aceptarlo. Y luego podrás ir y venir
en este mundo sin ser atraído por él, o sin ser afectado por energías de
rechazo, alienación u hostilidad; puedes permitir que eso sea
así. Entonces sabes que este mundo no tiene por qué afectarte, porque
sientes una Fuente de inspiración de otro mundo que está profundamente
arraigada en tu alma. Y así te vuelves independiente de las reacciones de
los demás. Ese es el camino que estás recorriendo.
Acepta tu propio poder.
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