“Lo siento, te amo. Perdóname por aquello que está en
mí (interior) que ha creado esto. Y lo siento, me amo. Me perdono por estar
creando esta realidad.”
“Lo siento, te amo. Lamento que haya algo en mí que se
manifiesta en tí. Y lo siento, me amo. Me perdono por estar creando esta
realidad.” “Lo lamento, por favor, perdóname por cualquier cosa que se halle en
mi interior que se manifieste como un problema (en mí o en tí)”
“Lo siento, perdóname por aquello que está en mí que
ha creado esto”. De este modo tomamos responsabilidad y desde ese lugar nos
perdonamos a nosotros mismos. Como tenemos recuerdos en común, basta con que
uno tome la responsabilidad de pedir perdón para que esos recuerdos se borren
de uno y de los demás.
“Creador divino, padre, madre, hijo como uno… Si YO,
mi familia, los parientes y los antepasados le han ofendido, a su familia,
parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el
principio de nuestra creación al presente, pedimos su perdón… Deje que esto se
limpie, purifique, corte todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones y
transmute estas energías negativas e indeseadas en luz pura… Y que así sea”
“Por favor, pedimos que cualquier tipo de memorias,
obstáculos o energías no deseadas, sean limpiadas, purificadas, definitivamente
desprendidas, liberadas y transmutadas en pura luz. Pedimos que esto sea hecho…
y ya se cumplió”
Existen herramientas muy concretas para borrar los
programas que repite nuestra mente. Una de ellas es repetir mentalmente y en
voz baja: “llave de la luz, llave de la luz, llave de la luz”, todo el tiempo.
Con esta frase, metamórficamente “apagamos” el interruptor de nuestros
programas. Llave de la luz es la contraseña. Cuando estoy preocupada, ansiosa o
resentida con alguna persona, no dejo que mi intelecto se interponga y empiece
con el cotorreo.
Sólo repito mentalmente: “llave de la luz, llave de la
luz, llave de la luz”. Otra herramienta para limpiar es repetir: “Azul hielo,
Azul hielo, Azul hielo”. “Te amo, y si desperté sentimientos hostiles en tí lo
siento, y te pido perdón. Gracias.”
“Yo tengo el don de elegir” “Esto lo estoy creando yo,
son mis pensamientos del otro. Es producto de mis programas, mis grabaciones,
mi percepción. Yo puedo borrarlo”.
“Al presentarse esto ante mí, puedo reconocer memorias
viejas. Esas memorias estaban en mi subconsciente, y por primera vez las
distingo. Por eso les doy las gracias por la oportunidad que hoy tengo de
liberarme. Pido disculpas a la situación teñida por esas viejas memorias, y la
libero, a ella y a los involucrados. Gracias, lo siento, te amo, lo lamento, te
agradezco.” Explicación: Cada vez que estés frente a una situación que te
genera una emoción de crisis, de dolor, de angustia, cualquier emoción
negativa, decí: “Al presentarse esto ante mí, puedo reconocer memorias viejas
(Puedo, significa que tengo la posibilidad de hacerlo. Tengo esa posibilidad:
reconocer memorias viejas con esto que está pasando.) “Esas memorias estaban en
mi subconsciente, y por primera vez las distingo. (por primera vez, porque
antes, la situación me pasaba por encima. Algo ME pasaba, ME llenaba de
angustia, ME llenaba de ira, y me transformaba en la angustia, la ira, la emoción
que fuera. Ahora no. Ahora, puedo ser solamente el observador, ver lo que está
sucediendo ahí, distinguir que es una memoria vieja que parte de un
condicionamiento)
“Ahora en lugar de convertirme en ESA emoción que ME
sucede con la situación, soy el observador que le agradece a la circunstancia,
porque ahora estoy pudiendo ver ahí, en esa pantalla lo que mi subconsciente
está proyectando en ella. Todo eso que veo ahí afuera, sale de mi proyector.
Por primera vez, veo que yo misma escribí el guión, y puedo modificar lo que
los actores que yo misma elegí dicen con el guión que yo misma escribí.
Devuélvanme los guiones, ahora voy a cambiar la historia. Maravillosa aventura,
no? Y la frase continúa así: “Por eso les doy las gracias por la oportunidad
que hoy tengo de liberarme. Pido disculpas a la situación teñida por esas
viejas memorias, y la libero, a ella y a los involucrados.” Esto te aleja
absolutamente de la posición de víctima indefensa, porque el método correcto y
la aplicación correcta te llena de gratitud. ¿Cómo iba a poder ver lo que está
en mi inconsciente si no lo proyecto fuera de mí, si la situación, y las
personas que comparten mi vida, no me lo muestran? Así que sinceramente les
agradezco, y les digo que lo lamento, lamento estar usándote para ver lo que no
podía ver sin vos. “Gracias, lo siento, te amo, lo lamento, te agradezco.
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