La Abundancia Del Universo
Las personas constantemente
están pensando, hablando y actuando como si fueran pobres y carentes. Están afirmando la pobreza. Los medios se suman a esta situación
enfocándose en el miedo y la pérdida, y así confirman la creencia que está en el inconsciente colectivo de que somos víctimas impotentes
en un mundo terrible. Como resultado, muchas personas en este mundo crean una
realidad física de pobreza.
Debemos abrazarnos a una
conciencia de abundancia. Esto significa respirar, pensar, hablar y actuar como
amados hijos de Dios, sabiendo que siempre vamos a ser apoyados.
Dios quiere que todos
vivamos en abundancia.
La abundancia fluye con el amor,
la felicidad, la prosperidad y el éxito, todo lo cual da como resultado una
buena y vibrante salud.
Prosperidad no es tener
dinero en el banco, guardándolo por miedo a que
te lo quiten o que no vaya a haber lo suficiente. Eso demuestra que el dinero
tiene poder (maestría) sobre nosotros.
Prosperidad es tener en
abundancia, sabiendo que vendrá más. La
conciencia de la prosperidad es creer que siempre va a haber en
abundancia, pensar, hablar y actuar sobre esa premisa. Así tenemos poder
(maestría) sobre el
dinero.
Amor no es aferrarse a las
amistades y relaciones románticas, o manipular o chantajear a otros para que
permanezcan junto a ti. No es hacer que otras personas sean dependientes de ti
para que no te dejen, o agradar a otros para que te quieran. El amor es ser leal contigo mismo y disfrutar de tus
relaciones, de tu pareja, tu familia, tus hijos y
amigos, dejándolos libres, sabiendo que siempre habrá personas que te
amen. Es amar incondicionalmente a la gente. También es amarte a ti mismo y
sentirte cómodo con tu propia compañía.
El éxito no es siempre mirar y buscar el
reconocimiento exterior y cosas materiales. Es un sentimiento de plenitud y
auto-merecimiento, de paz, alegría y satisfacción.
La felicidad no depende de cómo te trata otra
gente. La felicidad es una sensación de liviandad y alegría
internas.
La abundancia fluye como
resultado de tus pensamientos y acciones. Suelta el miedo de que no haya
lo suficiente. Hay en abundancia para todos.
Si regalas algo mientras
piensas: “Siempre le estoy ayudando”, o “Siempre pago”, lo que haces es retener. La generosidad significa dar
libremente desde tu corazón, y esto asegura que fluirá más todo
hacia ti.
¿Les darías más a otros si
confiaras en que te entrará más? Entonces da desde tu corazón y esto sucederá.
El amor incondicional
significa aceptar a la gente exactamente como es, sin
juzgarla. Reconocer lo bueno en los demás. Es compasión, empatía y entendimiento.
El amor genuino tiene una cualidad tan magnética que cualquiera que lo esté
irradiando atrae a otra gente a su alrededor.
¿Dejarías a alguno de tus
amigos o a tu pareja si supieras que ese vacío sería llenado por personas de
una vibración superior? Tu trabajo, tus entretenimientos, tu hogar, ¿te
satisfacen plenamente? ¿Te traen una sensación de alegría y plenitud? ¿Hay algo en tu vida que cambiarías si supieras que algo mejor te
llegaría? El miedo que te tiene atrapado
en lo viejo está bloqueando tus canales de abundancia.
Tal como un río fluye
incesantemente, así la Ley del Fluir asegura que no haya vacíos en la vida. Si dejas que algo o
alguien se vaya, cosas y personas nuevas toman su lugar, aunque puede haber un
período de espera. Naturalmente, si dejas algo y continúas enviando los mismos
mensajes subliminales, recibirás las mismas viejas condiciones. Sin embargo, si te has liberado de algo de una vibración más baja, algo nuevo y
mejor te llegará automáticamente.
Una joven que había estado pasando por una serie
de trabajos horribles con jefes difíciles y autoritarios, y varias relaciones
desmoralizadoras, decidió ocuparse de su propio crecimiento personal y
espiritual. Luego de dos años de labor consigo misma tenía un trabajo donde su
jefe y sus colegas eran personas serenas y agradables, y lo que es más
importante, la valoraban y respetaban. Su nuevo novio era tierno, sabio y
cuidaba de ella. Sin embargo, le aburría su ocupación.
Me dijo que estaba buscando un nuevo trabajo y
que se sentía muy confiada: “Sé que ahora domino el viejo patrón y, ya que esta
vez he atraído hacia mí, personas tan lindas con quien trabajar, puedo hacer lo
mismo de nuevo. Ahora siento que puedo avanzar hacia una tarea que me haga
sentir más plena.
” Claramente sabía que había
aumentado sus vibraciones y estaba lista para atraer “un
trabajo más abundante”.
Abundancia es decidir lo que
queremos y tener totalmente claro que es lo que merecemos.
La abundancia es dar con los pensamientos, las palabras, las emociones
y las acciones correctas. También es recibir con los pensamientos, las
palabras, las emociones y las acciones correctas. Porque la Ley del Fluir dice
que no podemos hacer uno sin lo otro; en caso contrario, bloqueamos el río de
la abundancia.
En la tercera dimensión, aquello que entregamos,
de alguna forma retorna a nosotros
En la cuarta dimensión, lo que damos vuelve
multiplicado por tres. En la quinta dimensión, lo que damos vuelve multiplicado
por diez.
*La Ley del Retorno
Multiplicado por Diez
Lo que demos desde el corazón se nos devuelve, de
alguna forma, multiplicado por diez. Puede que regalemos una comida y otra
persona nos dé un libro. Tal vez le entreguemos dinero a alguien y recibamos
unas vacaciones de otra. Quizás le demos una mano a alguien y otra persona nos
cuide de alguna forma en especial.
Nunca esperes reciprocidad
de la persona a quien le diste. Lo que das desde tu corazón sin tomar en cuenta
el costo, se te devuelve de alguna forma, multiplicado por diez.
Acepta todo lo que viene a
ti, abiertamente, con una sensación de merecimiento y gratitud.
Así es como tienes la llave a una mayor
“riqueza”, mayor de la que te puedas imaginar. Eres un Maestro, porque estás
operando la Ley del Retomo Multiplicado por Diez. Esta ley, como todas las
otras leyes espirituales, es exacta.
Para poder vivir en
abundancia, naturalmente debemos amarnos y darnos a nosotros mismos. Si les damos sólo a otros
y no a nosotros, es hora de cuestionar nuestros motivos. Por lo general,
estamos compensando nuestra carencia de amor y auto-merecimiento y,
naturalmente, esto impide que la ley funcione. Por lo tanto, no des de más a
otras personas. Mantén un equilibrio entre dar y recibir.
Si te enojas porque
estás manteniendo a alguien, espera un momento y mira profundamente dentro de
ti. ¿Estás rescatando a esa persona? En otras palabras, ¿eres codependiente
emocionalmente? ¿O estás honrando un acuerdo o un compromiso de una vida
pasada?
Por ejemplo, yo creo que Vincent Van Gogh y su
hermano deben haber hecho un contrato antes de reencarnar, de que el hermano
sería el sostén económico de Vincent para que él pudiera entregar sus
increíbles cuadros al mundo; entiendo que sus cuadros resuenan con la vibración
de la conciencia del Cristo, de ahí su permanente vigencia.
Inconscientemente puede que
“recordemos” que hemos hecho un contrato de vidas pasadas para ayudar
a alguien en algún momento. Si no cumplimos las promesas, los contratos y los compromisos hechos en
esta vida o en una existencia anterior o aún los concertados entre nuestros Sí
mismos Superiores, atraeremos frustración, desilusión y pérdida a nuestra vida. Cuando honramos estas promesas, se nos recompensa diez
veces.
Una amiga mía ayudó a un hombre durante un
período muy traumático de su vida. Lo llevó a su casa, lo cuidó física y
económicamente. Pero de vez en cuando se sentía enojada con esta situación,
porque tenía miedo de que no le alcanzase para los dos. Le disgustaba tener
siempre que pagar por él. Solían presentársele problemas con sus negocios.
Gradualmente noté que su actitud hacia él empezó
a cambiar de manera sutil. Me dijo que ya no le importaba mantenerlo
económicamente, porque se había dado cuenta de cuánto la apoyaba él en el nivel
emocional. Al hacer ella este cambio, sus negocios empezaron a prosperar.
Ella había respetado
automáticamente un compromiso de vidas pasadas con él, pero desde un enfoque
erróneo. Mientras hacía esto, sus negocios estaban detenidos y sufrían
pérdidas. Ahora que honraba el contrato desde su corazón, había activado la
Ley del Retorno Multiplicado por Diez.
Observa la manifestación de
las Leyes de Abundancia en tu vida porque es una llave para el crecimiento espiritual.
Piensa en los
Iluminados que eligieron vidas de abundancia y poder.
Kuthumi fue Pitágoras y el
emperador de la India Shah Jahan, quien construyó el Taj Mahal. Serapis Bey fue
el faraón Akhenatón. Monka fue el jefe de la civilización incaica. El Morya fue
el rey Salomón. Cuando Jesús era José, fue gobernador de Egipto.
Una vez que lograron el poder sobre las Leyes del
Universo, eligieron encarnar en posiciones de abundancia y poder para que
pudieran influir directamente en la vida de millones de personas.
Cuando los colaboradores de la Luz en todas
partes tengan dinero y poder, el mundo se transformará con rapidez.
Ejercicio: Visualización de
abundancia
Relájate.
Abre tu corazón.
Visualiza que alguna persona que amas está
recibiendo todo lo que él o ella quiere.
Visualízate a ti mismo recibiendo todo cuanto
quieres.
Recuérdate a ti mismo que mereces esto y que
mereces también disfrutarlo.
§ Fuente: Extraído del libro
de Diana Cooper “La Ley de la Abundancia”
No hay comentarios:
Publicar un comentario