LOS 144 INSTRUCTORES PLANETARIOS
A la semana siguiente los miembros del grupo se
hallaban expectantes de la continuación del tema desarrollado en los mensajes
de la salida al desierto.
No faltaban las hojas con sendos cuestionarios para
ser vertidos a la hora de la siguiente recepción.
Hubo entonces una nueva reunión para establecer
contacto, facilitándose para ello la casa de uno de nuestros compañeros.
Allí se apersonaron todos con gran entusiasmo, y
luego de los saludos, pasamos rápidamente a la parte práctica como era hacer
una cúpula de protección personal y colectiva, utilizando la imaginación
creativa y la canalización de energías; luego, manteniendo el ritmo en las
respiraciones, hicimos una relajación profunda y una meditación.
Durante esta última se captaron los siguientes
mensajes:
—Sí, somos vuestros hermanos guías en misión.
—¿Nos pueden hablar de los instructores planetarios?
—Ha habido muchos instructores en muy diversos
momentos del planeta y de la humanidad, pero fueron ciento cuarenta y cuatro
aquellos primeros que fueron enviados a contrarrestar la influencia nefasta del
gobierno interno negativo que se constituyó a partir de los deportados a la
Tierra.
—¿Si ustedes ya sabían de antemano que los
disidentes extraterrestres iban a armar semejante jaleo, por qué permitieron
que actuaran, y por qué los dejaron aquí?
—Recordarán ustedes que le plan original era crear
las condiciones de dificultad que permitieran lograr niveles de evolución
nuevos y muy elevados mediante la lucha de opuestos.
Pues esa es una de las razones, y además porque esta
disidencia surgió a raíz de la evolución del proyecto en la Tierra, por lo que
debe de ser superado y trasmutado aquí mismo.
Como la expectativa es grande sobre la Tierra, no se
le ahorrarán pruebas y habrá entonces, de soportarlas la humanidad para su
crecimiento y sabiduría, así como por los requerimientos mismos del proyecto.
Bien, siguiendo el relato les diremos que después de
la gran crisis generada con los atlantes, se dispuso enviar un contingente de
ciento cuarenta y cuatro instructores planetarios para que a partir de gente
terrestre (llamados zag-gi-ga o cabezas negras) de la zona
del Caucáseo y los Montes Zagros, se pudiera acelerar y constituir
un proceso alternativo de estipulación de la potencialidad
humana, procurando —sin crear dependencias— el que la humanidad tomase
conciencia de su rol y lo realizara, evolucionando definitivamente de la forma
más original posible, superando así el ataque de las fuerzas negativas.
El proyecto consistiría en establecer un grupo de
ciudades estado altamente civilizadas, como proyectos gigantescos comunitarios
que permitieran un desarrollo sostenido a nivel físico, mental y espiritual.
Los ciento cuarenta y cuatro instructores serían
colaboradores en el despertar de las conciencias, procurando por todos los
medios no crear ningún tipo de sujeción, para lo cual no permanecerían mucho
tiempo aquí.
En una siguiente etapa habrían evaluaciones
progresivas, con visitas esporádicas, hasta dejarlos solos pero encaminados.
—¿Por qué ciento cuarenta y cuatro?
—El número como ya ustedes saben no es algo
arbitrario, sino que encierra también una clave activadora de la mente
superior.
Primero es la unidad que habrán de alcanzar los
seres humanos en la Tierra, luego la preparación que deberán mantener y
finalmente la orientación que no deberán perder, así como loa percepción de la
ayuda solidaria de lo alto.
También el doce por doce simboliza el trabajo de
integración de la comunidad; además, el doce es el número del apostolado,
significa esto que cuando la potencialidad se empieza a desarrollar en el discípulo,
ésta se pone a prueba, de allí la acechanza y porque bien saben que a toda
fuerza se le opone otra de igual magnitud que va midiendo la importancia de cuánto
van haciendo.
Aquí lo que se estaba señalando era que el ser
humano debe aprender que todas las capacidades que posee, no les son concedidas
para su beneficio sino para la realización del servicio a los demás.
También se habrán fijado que todo el número suma
nueve, lo que se relaciona con el nacimiento hacia algo nuevo, pero a la vez un
largo camino solitario, el del peregrino y acepta que no teme llevar la luz
consigo aun cuando sólo sea la fe y la intuición la que le permita avanzar en
medio de la oscuridad.
El plan dispuso la actuación de los instructores en
la zona de Mesopotamia, en una época que ustedes conocen como la del desarrollo
de la civilización sumeria.
—¿Y qué pasó allí?
—Al principio todo funcionó tal cual estaba
dispuesto sobre el grupo humano seleccionado, actuando ciertas personas
llamadas “ensis o patesis” como intermediarios con los instructores, que
vuestras historias y leyendas confunden con “dioses”.
Pero más adelante, cuando los instructores hubieron
de marcharse, dejaron tras de sí una cultura altamente desarrollada en
comparación con los demás pueblos existentes, pero su mayor evolución fue
puesta a prueba por las fuerzas satánicas del planeta y por aquellos
simpatizantes de la disidencia que se apersonaron al planeta burlando el
control de los vigilantes.
—¿Pero cómo puede ser posible que pudiesen pasar
libremente? ¿Existía en aquel entonces la “Cuarentena Planetaria”?
—Nunca han pasado libremente. Siempre ha habido
control, aunque en aquella época era más flexible o menos rígido, y vuestra
historia recuerda los continuos conflictos en el cielo que fueron muchas veces
muy violentos.
La “Cuarentena Planetaria” definitiva se dispuso a
mediados de los 40, en el presente siglo terrestre, pero aun así siguen dándose
tensiones.
De allí, los casos de naves derribadas de las que ya
hablamos anteriormente.
—¿Qué pasó cuando se marcharon los instructores y
vinieron los saboteadores?
—En algunos casos se pudo comprobar que a pesar de
haberlo evitado, los instructores habían creado dependencias, pues los pueblos
seguían aguardando con gratitud y expectativa su retorno.
Se habían establecido lazos emocionales y afectivos
que fueron difíciles de romper.
Esto fue aprovechado por los satánicos —que fueron
recibidos con confianza— para indisponer a las ciudades, una contra otra
convirtiendo pueblos civilizados y altamente tecnificados en maquinarias de
guerra.
Además se encargaron de tergiversar la historia y
hacerles creer a las grandes comunidades humanas allí reunidas, que habían sido
“utilizadas” para el trabajo pesado, a conveniencia de los “malos dioses
antiguos” como hicieron llamar a los primeros instructores, y señalando como
ejemplo la construcción de un sistema de canales que irrigaron todo el
desierto.
Cuando en la realidad la intención con que se los guio
fue para que la gente misma convirtiera en un vergel toda aquella zona, y en
beneficio de ella misma, porque allí habría de morar y desarrollarse, pudiendo
extender todo el programa al planeta entero, una vez que el proyecto
funcionara.
Al contar ellos su propia versión de las cosas,
manipularon de tal manera el ambiente que generaron resentimientos, confusión y
caos.
Hubo pues un primera época en que todo estuvo en paz
y armonía, manteniendo el contacto con el espíritu y el cosmos, pero este
contacto se perdió por la desconfianza que fue sembrada, consecuencia de la
intriga malintencionada, debido a que algunos individuos y pueblos se les
facilitó elementos (armas u objetos diversos) para defenderse y someter a
otros, estableciéndose así una desigual competencia.
Los satánicos se hicieron adorar como dioses, y
procuraron reivindicar la imagen de su príncipe y principal inspirador de la
disidencia como era “Satanael”.
Y desde ese entonces se registraron nuevos intentos
de hibridación a través de abducciones para crear cuerpos alternativos en donde
pudiesen encarnar aquellos atrapados en planos mentales, y así apoderarse del
planeta.
La historia se volvió a complicar, sucediéndose las
luchas e intervenciones para bien o para mal de uno y otros, tratando de
corregir los desaciertos, o para enredar lo más posible e interferir para que
se cancelara el proyecto definitivamente.
Con el tiempo, Sumeria dividida y enfrentada, fue
víctima de otros pueblos más violentos y primitivos como fueron los Acadios,
que estaban al margen del proyecto.
Así, el trabajar sobre un colectivo amplio de
individuos había fracasado perdiéndose la identificación con el planeta e
identificándose más bien con los de afuera, por lo que se debía hacer una
revisión profunda de las intervenciones futuras, así como del control sobre
civilizaciones ajenas al proyecto Tierra.
— ¿Y qué otras intervenciones se dieron a
continuación?
—Al fracasar el proyecto sumerio se decidió variar
la forma de intervención.
En una nueva etapa se escogerían grupos más
reducidos y en vez de trabajar los instructores a través de un intermediarios o
mediador como fueron los patesis sumerios, se trabajaría con toda la elite
seleccionada y procurando centrarse en la unidad de un solo pueblo integrado.
Y así surgió el proyecto egipcio, siendo los
escogidos los que ustedes conocen como los sacerdotes.
—¿Por qué no evitaron todos los intermediarios y se
dirigieron los instructores directamente al pueblo?
—Porque consideramos que la gente no estaba
preparada para un encuentro directo, lo cual hubiese sido contraproducente para
el desarrollo autogenerado que se esperaba de ustedes.
—¿Acaso no ha sido más contraproducente la
utilización de intermediarios, que con el tiempo se consideraron dueños de la
verdad, aprovechándose de los recibido y hasta negociando con ella?
—Es cierto que las cosas han fallado, pero también
es cierto que quien recibe algo para compartirlo y para ayuda de todos, se hace
de inmediato blanco de la asechanza de las fuerzas negativas, creciendo a cada
instante las posibilidades de tropiezo.
—Ahora vamos comprendiendo que no debemos ser tan
duros en los juicios contra los demás, porque en el avance en el camino
espiritual el riesgo de caer es cada vez mayor.
— ¡Ciertamente!… Egipto había sido una colonia de la Confederación
así como refugio de algunos sobrevivientes de la civilización atlante, como el
famoso Thot o Hermes Trismegisto, que con la ayuda de la gente construyó
algunas de las conocidas pirámides, pero como grandes estabilizadores para
contrarrestar el desequilibrio planetario que significó la desaparición de la
Atlántida y la seria inclinación del eje terrestre.
Y Thot les dejó parte del conocimiento en cristales
y metal el cual fue guardado en un arca y es lo que hoy conocen como “Las
Tablas Esmeralda de Thot el Atlante”.
Todo ese material, llegado su momento abandonó los
santuarios más secretos de los templos para ser resguardado por la Hermandad
Blanca en cavernas del Alto Egipto.
Siendo pues heredera de los atlantes y de la ciencia
extraterrestre, la cultura egipcia estaba en manos de sus sacerdotes, quienes
eran los depositarios del conocimiento que debían trasmitir gradualmente al
pueblo.
Pero con el tiempo, el alejamiento de los
instructores y la muerte de los últimos atlantes, así como el crecido ego de
los sacerdotes influenciados psíquicamente por los satánicos, ocasionó que el
conocimiento en vez de ser compartido, comenzara a girar peligrosamente como en
un círculo vicioso sólo entre los iniciados, estableciéndose con ello
distancias insalvables con el pueblo.
Y lo más lamentable fue que se produjo la progresiva
pérdida del conocimiento, así como su distorsión y contaminación, por cuanto
los sacerdotes cuando debían de iniciar a otros no les entregaban todo lo que
sabían a todos los elementos para alcanzarlo por sí mismos, sino que los
ocultaban, y por excesivo celo sólo trasmitían una parte ínfima de lo heredado.
Las partes trasmitidas, cada día más pequeñas,
confusas y distorsionadas llevaron a que con el tiempo se cayera en el culto a
las formas, se perdiera el conocimiento profundo de las cosas y finalmente se
llegara al animismo y la magia negra.
Los templos se convirtieron así en puertas
dimensionales abiertas a los bajos astrales, deseosos de alimentarse
parásitamente de la energía de la gente para tributarla en parte a los “ángeles
caídos” o satánicos atrapados en una cuarta dimensión en la Tierra, para
incrementar así su fuerza psíquica y capacidad manipuladora.
—¿Pero a través de los vigilantes no podían haber
previsto las distorsiones y corregirlas sobre la marcha?
—Lo cierto es que aunque existían guardianes y
vigilantes, los problemas que surgieron en el pasado relativos a mestizaje y
otras transgresiones, habían llevado a que se los mantuviese relativamente
alejados para que no se repitiesen aquellos errores y cuando se quiso
reaccionar era tarde.
Pero sí se experimentaron variaciones a manera de un
rescate de lo anteriormente perdido como fue el caso del proceso de Akenaton,
pero no duró lo suficiente, interrumpiéndose al poco tiempo; y en otros lugres
también se hicieron modificaciones a los proyectos, tal es el caso de la
civilización Olmeca y de la cultura Maya.
—¿Allí también intervinieron?
— ¡Ciertamente!… Y como en el caso de los egipcios, los mayas
también concentraron el poder y el conocimiento en manos de los sacerdotes,
olvidándose al poco tiempo su misión y rompiéndose por tanto el puente de
conexión con su pueblo, distorsionándose su misión.
Fue tal su temor a que la enseñanza se corrompiera y
contaminara que finalmente su actitud contribuyó a la pérdida, el extravío y el
olvido.
Al fallar el proyecto egipcio se decidió hacer
modificaciones, para lo cual se escogió trabajar ya no sobre un colectivo grande
ni sobre uno pequeño, sino más bien programar a un colectivo a través de la
genética de un individuo.
Tal fue el caso de Abraham y su descendencia que hoy
es tanto árabe como israelí.
Abraham era un persona especial por cuanto era un
psíquico muy sensible y alguien de una gran inteligencia, que fácilmente podía
entrar en contacto mental con los guardianes y vigilantes, así como captar con
profundidad y asumir gran parte del conocimiento que se le transmitió.
Con decirles de que supo captar la idea de un origen
único y trascendente, más allá de las fuerzas de la naturaleza y de esencia
espiritual, al que hoy llamamos todos: “Dios”; y esto en una época de un gran
primitivismo y estrechez mental.
Lo que se quiso hacer con el patriarca Abraham fue
perpetuar las facultades y aptitudes de este gran ser, para que con el tiempo
surgiera a través de él, un grupo humano que pudiese actuar con sabiduría e
intuición, como los guías espirituales del resto.
Y la selección del lugar también tuvo sentido, por
cuanto Canaán o lo que actualmente es el territorio de Israel iba a ser un
puente natural para el fluir de los pueblos de aquella zona, así que era el
mejor sitio para ubicar a un grupo de gente que pudiese influenciar
positivamente sobre los demás, con sabiduría y una orientación moral y ética,
aun cuando su ejemplo posterior de ninguna manera fue el ideal.
Y es que la historia que mencionan vuestros libros
sagrados es la síntesis de la humanidad, con sus defectos y virtudes, con sus
errores y aciertos, con todo lo bueno y lo malo.
—¿Cuál fue el propósito de las continuas
intervenciones a lo largo de la historia bíblica, especialmente en los
nacimientos de hijos de padres estériles, como en el caso de Isaac, Jacob,
José, Sansón, Samuel, Juan el Bautista, María y Jesús?
—Las intervenciones muestran el seguimiento y la
continuidad del proyecto, procurando que no se desviara o se interrumpiera en
el camino más de la cuenta.
Era la mejor manera de supervisar que la
programación genética se mantenía, asegurándose que al final, podrían darse las
condiciones como para que se manifestara y materializara a través de estos
pueblos, la “Conciencia Crística” mediante un ser iluminado y altamente
evolucionado terrestre que estuviese dispuesto a brindar o compartir sus siete
cuerpos como para que encarnara o se incorporara en su momento a través de él,
un ser de la categoría de los Hijos de Dios, procedente del universo mental.
Esta trasmigración duraría poco tiempo, pero el
suficiente como para que esta coexistencia apoyase al enviado en su labor para
luego dejarlo culminar por él mismo con éxito, su misión en representación de
todos, inspirando y mostrando el camino a la humanidad.
—Todo eso está como muy complicado, quizá podrían
aclararlo mejor.
—En una próxima salida, tendrán un acercamiento por
parte de entidades muy elevadas que les ilustrarán al respecto, y les aclararán
los diversos conceptos, preparándolos para que en un futuro cercano puedan
recibir la gran revelación, la cual por la gran cantidad de preconceptos que
vuestra formación cultural y religiosa ha depositado en ustedes, les costará
ahora demasiado absorber o aceptar.
—Antes que termine esta comunicación, los compañeros
presentes aquí en la reunión piden que hagamos la consulta, y no hablen en
profundidad con respecto a la Hermandad Blanca: ¿cuándo llegaron?, ¿quiénes
eran?, ¿por qué vinieron?, ¿quién los envió?
—La Hermandad Blanca se hizo presente en el planeta
Ur llamado Tierra, poco tiempo después de la destrucción de la Atlántida y de
la llegada de los ciento cuarenta y cuatro instructores planetarios; y debido
también a las dependencias que se crearon con los “AN” como eran llamados los
instructores procedentes del cielo, y por la confusión y posterior
aprovechamiento que hicieron de la situación los “Anunakis” los que fueron
derribados del cielo o los disidentes seguidores del príncipe Satanael que no
fueron deportados , pero que se mantuvieron rondando por las cercanías de la
Tierra.
Los miembros de la Hermandad Blanca llegaron y
aterrizaron en el desierto del Gobi en la Mongolia, y desde allí establecieron
una red de túneles y galerías por todo el planeta, donde guardaron los archivos
en ideogramas o símbolos grabados en láminas metálicas de diversas aleaciones y
en esferas de cristal.
Ellos eran treinta y dos guardianes planetarios, que
vendrían a serlo ahora de los archivos de la real historia planetaria y de la
misión que posee la humanidad en el concierto de los mundos.
Eran treinta y dos seres de treinta y dos planetas
diferentes de la Confederación de mundos de la Galaxia, dependiente a su vez de
la Gran Hermandad Blanca de la Estrella que se encuentra en al Galaxia Central
de Andrómeda.
Eran treinta y dos los enviados y no treinta y tres
por cuanto la civilización número treinta y tres, correspondiente a los
oriones, no se le permitió participar debido a que en su seno se gestó la gran
crisis; y si bien no todos los oriones participaron en la disidencia, se les
excluyó de esa fase y ahora el número treinta y tres en lo que corresponde a la
Gran Hermandad Blanca de la Tierra guardiana de los archivos planetarios,
deberá ser ocupado simbólicamente por la humanidad de la Tierra, cuando se haga
merecedora de tal responsabilidad, sabiendo valorar y utilizar dichos
conocimientos en la comprensión de su misión y rol protagónicos.
Y es que el treinta y tres simboliza el equilibrio
cósmico que ha de ser alcanzado a partir de la unión de lo espiritual y lo
mental, pero a través de una actitud mental superior y positiva.
Como el primer grupo de la Hermandad Blanca eran extraterrestres,
estos se encargaron de preparar a algunos sobrevivientes de la Atlántida
(mestizos cósmicos), para reemplazarlos más adelante en su tarea de guardianes;
y luego estos a su vez, fueron preparando a algunos terrestres evolucionados,
maestros espirituales de diversas procedencias religiosas y místicas, para
ocupar ese lugar, lo cual ha venido ocurriendo en los últimos tres mil años
vuestros.
— ¿Qué es lo que falta como para que la humanidad
colectivamente cumpla esa labor y se revelen los misterios del plan, o la
historia verdadera?
—Cuando hayan caminado lo suficiente como individuos
y como grupo, conociéndose, aceptándose y venciéndose con voluntad de cambio,
no sólo comprenderán el plan sino que ya estarán listos y dispuestos a
arriesgarse a realizarlo.
—¿Por qué en las comunicaciones recibidas desde los
inicios de la experiencia de contacto, se hablaba de 144 miembros de los grupos
nuestros, que en nombre de todos accederían a parte de los archivos? ¿Qué
tienen que ver estos 144 con los ciento cuarenta y cuatro instructores planetarios
del pasado? ¿Por qué la coincidencia numérica?
—Se necesita que en vuestro planeta se formen los
“instructores del nuevo tiempo o de una nueva humanidad”; y todo el trabajo
nuestro está orientado hacia la formación de semejante equipo de trabajo, integrado
por miembros terrestres de grupos de contacto en pleno trabajo de
interiorización y conexión con los demás y con el cosmos.
Estos instructores surgidos del propio planeta deben
preparase para guiar mentalmente y espiritualmente a la humanidad en un futuro
cercano, para lo cual se les permitirá poco a poco a través de viajes y
experiencias diversas, acceder a los archivos de la historia planetaria.
Como ven, no es mera coincidencia numérica.
Sigan trabajando con fuerza y convicción. No
desmayen en el esfuerzo de crecer en voluntad y en actitudes positivas.
Con amor, Sampiac.
Extraído de: “El Libro de los Guardianes y
vigilantes de mundos” de Sixto Paz Wells
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