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viernes, 29 de abril de 2016

Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana - (20) Y (21)

 Canalización de Kryon por Lee Carroll ante la Hermandad Femenina Lemuriana en Columbus, Ohio, el 9 de abril de 2016





Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana - (20) Y  (21)




Re-enciendan su reconocimiento
Saludos, queridas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Lo hemos dicho antes.  Solo hay damas presentes aquí.  En el futuro habrá muchos de otro género escuchando, pero aquí solo está el género femenino.  Queremos que no hagan caso del hecho de que oyen una voz masculina. Hablo a través de mi socio.  Es un tiempo precioso; le pido que se vaya, no que se haga a un lado.  Él escuchará la canalización más tarde: aquí no hay secretos; es simplemente en homenaje a lo femenino.  La Fuente Creadora no tiene género,  y sin embargo su naturaleza sin género está realmente más sintonizada con lo femenino que con lo masculino.  Como ya dijimos antes, en este planeta, del género femenino son las que dan a luz; como dadoras de vida, su intuición es más elevada, y su conexión con la Fuente Creadora es más rápida.  Esto debiera por sí solo mostrarles y probarles que miles de años atrás, en el comienzo de todas las cosas, cuando hubo un tiempo en que tuvieron la opción entre luz y oscuridad , comprendieron lo que significaba la Fuente Creadora y de dónde venía, esto debiera mostrarles por qué fueron las mujeres las que llevaron la antorcha de la divinidad.  Es intuitivo, absolutamente intuitivo.  Es casi como ver a la mujer y verlo como natural; hoy en día miran lo femenino en el planeta y dicen: ellas son las que dan a luz, es lo natural; es automático.
También les hemos contado que en aquel tiempo su ADN funcionaba en un nivel mucho más alto de eficiencia; la consciencia era más alta cuando comenzaron;  bajó unos pocos niveles: más que unos pocos; durante miles de años con libre albedrío, eso fue parte de la causa para que ocurriera el cambio en los géneros y los hombres tuvieran hoy el control de casi todo lo que es espiritual.
También les hemos contado que este es el comienzo de una transformación en este planeta, cuando lo masculino y lo femenino se unan y vuelva a haber un respeto, un reconocimiento.  Van a ver, cada vez más, establecerse una intuición que dice que las mujeres están muy, muy bien equipadas para llevar lo que es espiritual al planeta.  ¿No tiene sentido que para enseñar el amor se requiera una energía femenina? Cuando el bebé abre los ojos por primera vez y conoce cómo es el amor, ve un rostro femenino. Todos los géneros las miran.  Tiene sentido, totalmente, que eso vuelva a estar en equilibrio.
Miran hacia miles de años atrás hacia algo llamado Lemuria, que ustedes han admitido que ni siquiera comprenden; no necesitan entenderlo.  La palabra misma  debiera resonar en su akash y ponerlas en estas sillas hoy.  Lemuria no es realmente un lugar; es un estado mental.
Por esta razón Melli-ha no tiene recuerdos profundos de las cosas que sucedieron, o qué hizo ella o qué no hizo; en cambio es un estado mental, y habla de una consciencia elevada cuando la divinidad del liderazgo femenino tenía significado.
Algunas de ustedes pueden ocupar ese lugar ahora mismo; solo quiero que lo simulen si es necesario, porque hay algunas en este grupo que estuvieron allá.  Lemuria duró largo tiempo; les contamos cómo funcionó, cómo literalmente algo de la humanidad pasó a través de ella.  Allí ustedes no reencarnaban; solo tenían una vida y luego pasaban a otros lugares, y la razón para ello es que quienes pasaban por allí vieran cómo funcionaba.  Quiero que simulen, si es necesario, cómo se sentía eso.  ¿Cómo se sentían ustedes al ser valoradas? Porque la humanidad que ustedes vieron, de ambos géneros, sabía quiénes eran ustedes; lo comprendía.  Así es como era.  Era ampliamente conocido, absolutamente, en la sociedad en la que estaban, que ustedes sostenían la antorcha de la divinidad y enseñaban a los demás.  Los chamanes eran mujeres; las sanadoras eran mujeres, y los hombres las amaban por esto; ustedes tenían un don y ellos lo sabían.  Ellos tenían sus asuntos de hombres; tenían cosas que los hombres debían hacer; eran los que les daban la supervivencia, cuidaban de ustedes como ustedes cuidaban de ellos.  En el sentido espiritual, ustedes eran madres divinas, y ellos lo sabían.  Quiero que piensen en una sociedad en la que podían ir de un lugar a otro y ser vistas literalmente como las sacerdotisas que realmente eran. Y era así.  Fue una época grandiosa de aprendizaje y equilibrio.  No fue perfecta, pero los roles de los géneros eran adecuados y correctos, y muchas de ustedes estuvieron allí.
Algunas razones por las que se sintieron atraídas a esta reunión, a escuchar este mensaje, a ser parte de lo que vendrá, de la ceremonia y del canto, parte de esas razones es que en algún nivel ustedes lo recuerdan.  Se sienten atraídas, queridas damas, porque no hay error ni equivocación en que otra vez ustedes llevan esta energía al planeta durante este cambio.  Aquellas de ustedes que atravesarán esto y recordarán, y llevarán esta energía adelante durante el cambio, estarán re-encendiendo la energía de la información y el equilibrio antiguos.
Ahora, al comenzar esta reunión, quiero preguntarles algo: ¿Sería posible que no simulen ahora? ¿Sería posible que pudieran re-encender los sentimientos de ser valoradas, de estar a cargo de la información de la Fuente Creadora y no evitar que llegue a otros, sino distribuirla libremente de manera amorosa, con benevolencia? Y podrían decir:  Bueno, yo puedo simular; pero en este momento no es así en el planeta.
Hoy más temprano mi socio les dio las razones por las cuales funcionan las afirmaciones.  Ustedes ponen energías en su lugar; miran los potenciales del futuro y los realizan cuando afirman.  Yo les digo que el equilibrio del planeta eventualmente cambiará, y también los roles de los géneros en lo concerniente a la enseñanza espiritual, que estará mucho más equilibrada que lo que está hoy.
En casi todas las organizaciones - y en algunas les parecería imposible que las mujeres vayan a tener un papel - ustedes tendrán mujeres liderando, porque una consciencia más elevada en el planeta lo exigirá, porque es normal, y lo verán; está llegando.
¿Pueden ponerse ahora mismo en ese lugar en que lo sienten, lo actúan, como si estuviera aquí ahora? Porque ese es el secreto de recrear Lemuria. Cómo se sentían entonces; quiero que lo busquen en su akash y lo traigan a la manera en que se sienten ahora. Incluso aunque dirían: La realidad del planeta no es esa, al actuar como si lo fuera, ustedes empujan los límites de la realidad y los potenciales y hacen que lo sea.  Esto puede ser difícil de entender para algunas de ustedes, pero la acción misma de sentir como si estuvieran allí otra vez, sentir que están conduciendo espiritualmente al planeta allí,  otra vez, y otra vez,  cuanto más lo hacen, más se vuelve realidad.
Verán: lo que están haciendo es colocar en la rejilla cristalina las instrucciones para lo que vendrá. Ahora es más difícil que lo que era entonces, realmente; un ADN que funciona más bajo, un mundo de machos, organizaciones que se dicen espirituales y son simplemente clubes de los muchachos de siempre.
Sin embargo, les estoy diciendo que el divino femenino de este planeta puede despertar al planeta como ninguna otra energía de la tierra.  Que aquellas que llevan a la humanidad en sus vientres escuchen esto: el bebé despierta y mira a los ojos de la madre y esa es la única conexión que tiene con el amor de Dios. Que ese bebé sea el planeta Tierra.  Ustedes son más importantes que lo que creen.  Que estos grupos florezcan alrededor del planeta; un poquito por vez hace una gran diferencia.  En esta nueva energía, ustedes son sagradas.
Y así es.
Kryon


Kryon ante la Hermandad Femenina Lemuriana (21)
Canalización de Kryon por Lee Carroll ante la Hermandad Femenina Lemuriana en Ottawa, Canadá, Abril de 2016




Saludos, queridas, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Mi socio se hace a un lado plenamente, y debe quedarse allí, en homenaje al género de la reunión, del akash, y de lo que realmente se trata.  Cualquiera sea la percepción de ustedes sobre Lemuria, probablemente está equivocada (se ríe).  Es la sociedad inicial de la humanidad, y no es la única; es una de ellas.  Y es sencilla; el lenguaje es sencillo, hay pocas letras y pocas vocales; es simple. Y sin embargo, arregladas de cierto modo, se podía decir todo lo que se quería decir.
La sociedad misma no era elegante, pero verdaderamente tenía un alto nivel de pensamiento y espiritualidad. Realmente es difícil relatarles lo que ustedes hacían, y aunque hace tiempo que estamos haciendo estas reuniones, no les he dado todas las ceremonias - lo haré - ni todo lo que allí había.  Pero no necesariamente quiero repasar todo, ya que ustedes pueden enterarse en los mensajes previos.  Quiero seguir adelante.
Pueden preguntarle a Melli-ha, porque ella sabe muchas cosas que he canalizado, y puede sentirlas.  El akash humano es distinto de lo que piensan.  Muchas de ustedes están aquí porque recuerdan algunas cosas - o les gustaría recordarlas.  No todas están conscientes de Lemuria, y sin embargo algo hay, incluso en ese nombre, que parece sonar familiar, algo a nivel celular que ustedes tendrían les recuerda que hicieron su parte como mujeres en la historia de la humanidad.  Estamos hablando de la energía femenina que está aquí. Es una energía amable, hermosa, y esta es la energía que verdaderamente se reverenciaba en Lemuria; estaba en equilibrio con los hombres, como ya les dije antes.
Ahora bien; ustedes podrían preguntarse qué hacían en Lemuria; permítanme contarles qué hacían.  Hacían ceremonias, y luego, cuando habían terminado, hacían - ¡ceremonias!  Esto es muy común en las culturas simples; había ceremonias para todo.  Si quieren tener prueba de esto, miren a los indígenas, incluso hoy, y pueden sentarse con ellos todo un día y descubrirán que hacen ceremonias.  Ceremonias en cuanto a todo lo que ellos perciben que tiene energía.  La única cosa que faltaba eran ceremonias para los ancestros; verán, ellos no tenían ancestros (se ríe). Pero para todas las otras energías del planeta, tenían ceremonias.  Y eso se relacionaba con el clima, y se relacionaba con la pesca.  Podían ser en agradecimiento a Gaia.  Podían ser para una vida más larga, podían ser para la salud.  Era muy, muy común que ustedes hicieran ceremonias.  De modo que quiero contarles sobre una que nunca mencionamos antes. La razón por la que me gustaría sugerir esta, es que puede que algún día descubras que te gustaría revivirla, Melli-ha, y esta no es solo para mujeres. 
En lengua lemuriana había una palabra que usaban, y que era bastante larga, que se traduciría en lo que ustedes ahora llaman transferencia.  Y eso realmente, verdaderamente, aludía a la capacidad de mover la energía de un lugar a otro, pero en el caso de esta ceremonia que ustedes hacían, la hacían con los hombres. Era una transferencia de energías tanto masculinas como femeninas en una ceremonia que tenían, en que la tradición decía que si la hacían durante suficiente tiempo ustedes transferían sabiduría y conocimiento a otra persona.
Ustedes formaban un círculo; muchas de las mujeres de cierta edad, no todas - las mayores - se colocaban en el círculo mirando hacia afuera.  Por cada mujer había un hombre.  Se honraba a los hombres de mayor edad de la aldea para ser los privilegiados en pararse fuera del círculo,  enfrentando a las mujeres que estaban en el círculo interior enfrentándolos a ellos.  Así, se formaba un círculo de mujeres mirando hacia afuera y un círculo de hombres a su alrededor mirando hacia adentro, cara a cara, parados muy cerca uno de otro.
La ceremonia tenía una conductora, y la mujer que conducía no tenía un compañero para la transferencia. Solía ser Melli-ha que, de paso diré, no tenía compañero.  Esto también es muy común en las energías chamánicas en todas partes en el planeta, y especialmente en esa época: los compañeros eran una distracción.  Ella conducía este círculo, y era distinto de lo que ustedes piensan.  Había lo que ustedes ahora llaman una meditación, pero no era realmente una meditación en absoluto. Era un recuerdo, basado en la energía lemuriana, que les habían dado los pleyadianos.  Era un recordatorio de la enseñanza de la tierra.  Y entonces ustedes tomaban las manos de los hombres que estaban frente a ustedes.  Los conocían a todos, por supuesto, porque eran parte de la aldea.  Los hombres tomaban las manos de ustedes y ustedes las de ellos, y se miraban uno al otro a los ojos para la transferencia.
Ahora bien: la tradición, la idea, era que la sabiduría que ustedes tenían podía ser de alguna manera transferida a ellos.  Y esa sabiduría que ellos tenían, que era distinta porque eran hombres, se transfería a ustedes.  Era casi una meditación con los ojos abiertos, porque se miraban fijamente a los ojos.
En Lemuria había un tipo de planta específica que se quemaba muy rápido.  La llamaban quemador rápido.  Ustedes conseguían varitas de un tamaño específico, y había un montículo central con una varilla, y se quemaba hasta que se extinguiera el fuego; luego todos los hombres soltaban las manos de ustedes y se movían hacia la derecha a otra mujer (se ríe).  Se ponía otra varilla, se prendía, y cuando ésta se apagaba, todos los hombres se movían una mujer hacia la derecha.
Según fuera la cantidad de hombres y mujeres, esto determinaba el tiempo que duraba la ceremonia.  Miren ustedes lo que estaban haciendo.  Era un homenaje, un homenaje pleno a la sabiduría de ambos géneros, compartida con todos.  Los mayores tenían más, entonces así era también la tradición.  Un círculo de sabiduría que involucraba tanto a hombres como a mujeres.  Déjenme decirles algo: todos lo sentían. ¡Todos lo sentían!
Los hombres lo disfrutaban porque era su conexión espiritual.  Las mujeres lo disfrutaban porque tenían la capacidad de experimentar lo que los hombres tenían y que era en honor de ellas.  Era especial. No se hacía muy a menudo,  pero cuando se hacía, todo el resto de la aldea lo presenciaba.  Al terminar, cuando todas las mujeres habían compartido con los hombres que allí estaban, y se habían mirado a los ojos, entonces soltaban sus manos, y los hombres se daban vuelta y miraban a la aldea, de modo que ahora todos miraban hacia afuera a quienes observaban, y todos se paraban y aplaudían (se ríe).
Simplemente una de las muchas cosas que ustedes hacían, tan distintas de hoy.  Era un homenaje al género; no era solo de las mujeres, pero honraba a las mujeres por lo que ellas hacían.
Estoy seguro de que habrá más, pero esto es todo por ahora.  Que comience la reunión.
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traducciones para el camino.blogspot.com.ar

1 comentario:

Unknown dijo...

Son enseñanzas muy importantes para las mujeres que somos el fuego y la vida en este planeta !!!

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