1. No necesitas todas las
respuestas en este momento.
Justo aquí, justo
ahora, en este momento, no necesitas ‘averiguar’ el resto de tu vida,
independientemente de lo que digan los demás.
No necesitas todas las
respuestas. Éstas llegarán, a tiempo, o no, o tal vez las preguntas
innecesarias simplemente se desvanecerán.
No hay ninguna prisa.
La vida no tiene ningún apuro. Sé cómo las estaciones. El invierno nunca
intenta convertirse en verano. La primavera no se apresura hacia el otoño. La
yerba crece a su propio ritmo.
Las elecciones que
habrán de hacerse se harán, y no tienes poder de elección en eso. Las
decisiones que habrán de tomarse se tomarán, los acontecimientos se darán, pero
en este momento, tal vez, no necesitas conocer las soluciones o los resultados,
o cuál sería la mejor forma de proceder. Quizás el no saber es un invitado
especial al banquete de la vida. Quizás la apertura a toda posibilidad es un
muy querido amigo. Quizás hasta la confusión podría venir a descansar aquí.
Y de esta manera, en
lugar de tratar de ‘componer’ nuestras vidas, en lugar de tratar de resolver
perfectamente lo irresoluble y rápidamente completar la historia épica de un
‘yo’ ficticio, simplemente podemos relajarnos en un absoluto no-saber,
hundiéndonos profundamente en al cálido abrazo del misterio, sumergiéndonos en
lo más hondo de este momento, saboreándolo completamente, con toda su
singularidad y con toda su maravilla.
Y después, quizás, sin
ningún esfuerzo, sin lucha ni estrés, sin que haya un ‘tú’ involucrándose en
nada, las respuestas verdaderas surjan en su propio y dulce tiempo.
2. No hay nada de malo en
ti, y jamás lo hubo.
Amigo, desde el
principio, nunca estuviste mal.
No naciste para ser
pecador. Nunca estuviste destinado a ser basura espiritual. Nunca hubo una
falta fundamental en tu vida.
Tan sólo fuiste
enseñado a pensar eso. Otros trataron de convencerte de que no eras lo
suficientemente bueno, por el simple hecho de que ellos tampoco se han sentido
lo suficientemente buenos. En tu inocencia, y sin ninguna evidencia de lo
contrario, les creíste. Así que invertiste todos esos años tratando de
arreglarte, purificarte y perfeccionarte a ti mismo. Buscaste poder, riqueza,
fama e incluso iluminación para probar que eras un ‘yo’ valioso. Te comparaste
con otras versiones de un ‘yo’, y siempre te sentiste o superior o inferior, y
todo eso se convirtió en algo sumamente agotador; trataste de lograr metas
inalcanzables, trataste de vivir a la altura de una imagen en la que ni tú
realmente creías anhelando siempre tu propio descanso.
Pero como podrás darte
cuenta, siempre fuiste perfecto, desde un principio. Perfecto en tu total
imperfección. Tus imperfecciones, tus manías, tus defectos, tus rarezas, tus
muy singulares sabores era lo que te hacía tan adorable, tan humano, tan real,
tan fácil de identificarte. Incluso en tu imperfección, siempre fuiste una
perfecta expresión de vida, un amado hijo del universo, una completa obra de
arte, única en el mundo y digno de todas las riquezas de la vida.
Nunca se trató de que
construyeras un perfecto ‘yo’. Siempre se trató de que estuvieras, fueras,
perfectamente Aquí, perfectamente tú mismo, en toda tu divina extrañeza.
“Olvida tu sacrificio
por la perfección”, Leonard Cohen canta. “Hay una grieta en todo. Así es
como entra la luz.”
3. La Iluminación no es un Destino.
3. La Iluminación no es un Destino.
No hay un camino fijo
hacia la iluminación.
La iluminación no es
una meta, el lugar de descanso al final de un largo viaje – esa es sólo la
versión mental de la iluminación.
La iluminación es
colmar de luz el lugar en donde te encuentras justo en este momento.
Esta es una muy buena
noticia. Esto significa que absolutamente nadie es la autoridad en tu camino –
ningún maestro, ningún gurú, ningún líder religioso. Esto significa que
absolutamente nadie puede decirte cuál es el ‘camino’ correcto para ti. Esto significa
que no puedes equivocarte, incluso si crees que alguna vez te has equivocado.
Significa que nada de lo que ha pasado puede sacarte del camino, porque el
camino es cualquier cosa que esté pasando, sin excepción. Nada puede alejarte
del milagro de la vida, o acercarte a él, ya que el milagro está por todos
lados, brillando en todo su esplendor, en forma de cada pensamiento, sensación,
imagen, sentimiento, aroma, sonido, y como el profundo milagro del Uno que está
consciente de todo.
Sé esta consciencia,
brillando en cada momento, independientemente del contenido. Duda, miedo,
tristeza, enojo, intensa confusión – quizás, sólo quizás, estos no sean ni
enemigos, ni obstáculos para la iluminación, sino expresiones de una
inteligencia mucho más profunda. La misma incomprensible inmensidad y despierta
inteligencia que da nacimiento a las estrellas y mueve las mareas de los
océanos y envía a todas y cada una de las cosas hacia su viaje paradójico
buscando su propio ser.
Sal de la historia del
tiempo, del espacio y del progreso hacia metas futuras y confía en este momento
sagrado. Toma cada momento. Todo momento completamente. Este momento. Porque
cualquier momento es un punto de acceso.
Nunca hay obstáculos –
sólo puntos de acceso.
Tú no eres ninguna
entidad separada realizando un viaje hacia una futura completud.
Tú Eres poesía pura.
4. Tu vida no puede salir
mal.
En realidad, tu mundo está configurado de tal modo que
nunca te pasa nada, sino que todo-pasa-para-ti… Todo
pasa para tu despertar, para tu crecimiento, para tu inspiración, para tu
exploración. Incluso si lo olvidas, o si en ocasiones eres incapaz de notarlo,
o si te distraes o entras en la desesperación.
Cuando no hay ningún
destino fijo, no puedes perder tu destino, así que nunca puedes perder tu
camino. De este modo, nunca pasa nada en tu vida que sea capaz de sacarte del
camino. Tu camino ES lo que sucede, y lo que sucede ES tu camino. No hay de
otra.
Todo es un regalo en
este inquebrantable camino que llamas vida – las risas, las lágrimas, los
momentos de gran tristeza, las experiencias de profunda pérdida, el dolor, la
confusión, los momentos en que crees que nunca lo vas a lograr, hasta la
inmensa angustia del amor – incluso si lo olvidas, si no puedes darte cuenta de
ello o si pierdes absolutamente toda la fe en este espectáculo.
Pero incluso la
pérdida de la fe en todo este espectáculo es parte del espectáculo, y hasta la
escena en donde ‘todo sale mal’ no es indicativa de que el espectáculo esté saliendo
mal. Y así, entonces, es que siempre estás exactamente donde necesitas estar,
lo creas o no… aunque no lo creas.
La vida es
absolutamente confiable, aun cuando la confianza parezca estar a un millón de
años luz… y la vida no puede salir mal, porque todo es vida, y la vida es todo.
Entiende esto, compréndelo en tu corazón, y así, la espiritualidad se volverá
profundamente simple, tan simple como respirar, tan natural como mirar las
estrellas en la noche y caer en un asombroso silencio. El universo es mucho más
hermoso de lo que te podrías imaginar.
Con amor,
Jeff Foster.
Para recibir los mensajes en tu bandeja de correo suscríbete en http://isialada.blogspot.com.es/ y
http://isisalada2.blogspot.com.es/
1 comentario:
QUE MENSAJE TAN MARAVILLOSO. COMO ANILLO AL DEDO. GRACIAS. NAMASTHE.
Publicar un comentario