Palo Santo: sobre el perfume medicinal de un árbol
Se dice que su “madera sagrada” facilita
la auto-sanación por medio del aroma de la naturaleza.
Según Helen Keller el
olfato es “un poderoso mago que te transporta a través de miles de kilómetros y
de todos los años que has vivido”. Se trata del único sentido directamente
interconectado con las emociones gracias al lóbulo límbico de nuestro cerebro,
y el único de los sentidos también que nunca duerme –de ahí que esté
íntimamente relacionado con los sueños lúcidos. Por estas razones, cuando recibimos
un estímulo literalmente encantador, por ejemplo el Palo Santo, y luego
encausamos esa experiencia sensorial en un contexto terapéutico, concretamente
una sesión de aromaterapia, la experiencia resulta no sólo sublime, sino
bastante efectiva. Hallado en Sudamérica, el Palo Santo o “madera sagrada” es
el nombre con el que se conoce al bursera
graveolens. Se trata de un árbol mágico de extraordinarias virtudes
medicinales, cuyos compuestos esenciales se encuentran en el aroma que exuda la
leña una vez quemada o destilada. Siglos atrás, chamanes incas y curanderos de
las montañas de los Andes propagaron su don purificador y protector. Entre los
indígenas maskoy se cree que el humo de una fogata con Palo Santo ahuyenta a
malos espíritus del pueblo –la claridad con la que se manifiestan sus llamas
así lo confiere.
En aromaterapia es comúnmente utilizado a manera de
aceites esenciales, obtenidos mediante una destilación a vapor de su tronco. Su
aceite, colocado directamente en la nariz o quemado mediante un vaporizador,
sirve para liberar tensiones relacionadas con el estrés y la depresión.
A diferencia de otras plantas o árboles de los cuáles
se extrae tradicionalmente incienso, el Palo Santo requiere únicamente de
encender un pequeño trozo de madera seca para que éste libere una columna de
humo que termina envolviendo la atmósfera. A este humo aromático que libera la
madera se le atribuye la capacidad de aumentar vibraciones en el cuerpo, por lo
que se recomienda emplearlo al momento de iniciar una meditación
El Palo Santo es tan rico en propiedades que cada
parte del árbol puede aprovecharse para distintos fines, incluidas funciones
depurativas, sedantes, antisépticas, antiinflamatorias, diuréticas y anti-carcinógenas.
Ya en un plano metafísico, ciertos grupos lo consideran un efectivo repelente
de energías negativas.
Cabe resaltar que sólo se puede disfrutar de sus
beneficios ya que han transcurrido entre 4 y 10 años a partir de que su tronco
muere. Generalmente los recolectores de Palo Santo reúnen sólo aquella madera
que encuentran en el suelo, procedente de árboles que han muerto de forma
natural. Esto le concede una especie de ánima distinta, una que nos regala todo
lo absorbido por el árbol en el bosque, y que nos permite aprehender estas
maravillas a través de ese delicado puente que se tiende entre él y nosotros:
su aroma.
*Imagen via awildpoppy.com
Fuente: http://www.faena.com/
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1 comentario:
Es realmente sanadora su frsgsncia y exsorcusa energias negativas.Detalle:la gente que tiene ánimas perdidas o energias densas adheridas no lo tolera.
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