La Realidad Sintética - Kryon
Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio
Magnético.
Continuamos desde un momento atrás. Quiero establecer
la energía en este salón, es preciosa. Y es preciosa sin importar si ustedes la
sienten preciosa o no. Es preciosa porque es, y es de libre albedrío del humano
para encontrar algo que es más elevado que lo que espera. Es de libre albedrío
para que el humano vaya más allá de aquello que tal vez ha heredado o lo que cree
que debe pensar.
Quiero hablar de eso. Lo precioso de ello es una
compasión que es compasión del alma, coherencia del alma, es todas esas cosas
combinadas cuando consideran lo que podría haber en el salón porque ustedes
están aquí. Tienen una idea equivocada de que el Espíritu, Dios, la Fuente, o
como lo llamen, dispondría una plétora de ángeles para calentar el salón de
modo que puedan ustedes venir a celebrar. No lo saben. “Hecho a su imagen”
y la imagen es divinidad, y amor, y compasión y la capacidad de hacer cosas
maravillosas. Eso es “hecho a su imagen” y lo han oído toda su vida. Eso es quiénes son
ustedes.
De modo que voy a proyectar esto de una manera que no
lo hice antes. Querida humanidad, queridos presentes en este salón, queridos
oyentes: su realidad es lo que han heredado. Diré esta palabra: ustedes han “sintetizado”
una realidad que han heredado de sus padres, y de los padres de ellos, de lo
que todo hace, de la razón por la que están aquí, cuál es su expectativa de
vida, lo que pueden hacer, lo que no pueden hacer, cómo debieran actuar, qué va
a pasar. Todo eso; heredado. Y lo que continúan haciendo es sintetizar esa
realidad; una generación le dice a la otra generación quiénes son, qué podría
suceder, hacia dónde se dirigen. Y no sé si alguna vez realmente lo pensaron:
ustedes son un producto de lo que les dijeron sus padres. Desde el comienzo
mismo, ellos empiezan a decirles qué hacen los humanos y qué no hacen, y qué es
apropiado y qué no, y cómo vivir. Les dan todo el paradigma de lo que a ellos
les dijeron y lo que los abuelos les habían dicho a los padres. Y cuando digo
que lo sintetizan, lo digo porque eso no es exactamente correcto.
Verán: el humano es más grande que eso. Eso es el 33%
del que he hablado antes, que su ADN acepta simplemente y con eso funciona,
contagiándose enfermedades fácilmente, haciendo fácilmente toda clase de cosas
que no se hacen así, eso no es quiénes son ustedes. ¡Oh, son tanto más!
¿Sabían que en un mensaje que les di en el pasado,
incluso les dijimos que su expectativa de vida es el doble o el triple de lo
que ustedes creen? Pero como han
sintetizado cuál debiera ser, creen eso. Y por lo tanto, eso se vuelve su
realidad. Tengo objeciones de parte de quienes son lógicos e intelectuales, que
dicen: “Un momento, Kryon. Detén la canalización. Porque
nosotros creemos en la ciencia, en la medición, en las estadísticas. No en la
energía de la que hablas, no en ese 33%, nada de eso. Creemos
porque hemos medido la expectativa de vida de miles de seres humanos
que fueron los puntos de datos; hemos visto las curvas de campana, sabemos
cuánto viven los humanos. Hoy viven un poco más de tiempo por la
nutrición que antes no estaba. ¡Es ciencia! No puedes decir que los humanos fueron diseñados para
vivir el doble o el triple. ¡Mira los hechos!” (se ríe) Y
aquí va mi respuesta, y espero hacerla aceptable (se ríe) y creíble. Ustedes han graficado
cuidadosamente los puntos de datos que recogen porque han creado cada uno de
ellos. Y al final concluyen con un gráfico que llaman ciencia y es un mapa de
su propia disfunción. Y lo presentan como prueba (se ríe). Eso es
una realidad sintetizada.
Ya lo dije antes; dije que su expectativa de vida es
mucho mayor que eso. ¿Y quién es el primero que
va estudiarlo, y descubrirlo, y afirmarlo, y darse cuenta de que la consciencia
está conectada con ello? Y que lo que creen
empieza a volverse la realidad, no lo que les enseñaron.
Todos ustedes han pasado por un gran cambio de
paradigma en su vida, llamado infancia. Hay otro que están enfrentando: un
cambio de paradigma que los va a sacar de su cultura heredada. Y habrá algunos
de ustedes que salgan de eso, y otros que no quieran, porque es demasiado
incómodo incluso para considerarlo. ¿Cómo
era todo cuando ustedes eran niños? Su
realidad estaba protegida; no pagaban hipotecas, no hacían nada de eso,
queridos, eran niños, y en eso llegó un tiempo en que crecieron. Eso es un
cambio de paradigma: cuando empezaron a hacerse responsables, cuando cambiaron
sus hormonas, su química, su tamaño, todo eso, una metamorfosis. Han pasado por
eso.
Sin embargo, como es natural, sus padres los tomaron
de la mano a lo largo de ese camino. Estuvieron allí. Todos a su alrededor los
tomaron de la mano. Algunos pueden recordar la primera vez que oyeron a alguien
decir que ustedes eran mujeres u hombres, y qué especial fue eso. Una
metamorfosis saliendo de la infancia. Hay una escritura famosa que dice “Cuando yo era niño, hablaba como niño, entendía como
niño y pensaba como niño. Pero cuando me volví adulto, dejé de lado las cosas
de niños.” Y lo de la escritura es metáfora de un despertar a
una consciencia más elevada de entendimiento.
La historia que ustedes tienen, llamada su realidad,
es como las cosas de niños que han de dejar de lado cuando empiecen a darse
cuenta de que hay mucho más. ¡Mucho más! La pregunta es siempre: ¿Qué hay allí? ¿Cómo llego allí? ¿Cuánto tardaré? ¿A qué me enfrento?
Pero antes de que vayan allí, quiero darles una pequeña historia. Me gusta contar historias, y me gusta contarlas como si ustedes fueran niños. Y les
cuento la historia para mostrarles la profundidad de quiénes son. No olvidarán
la historia; puede que olviden la canalización, pero no olvidarán la historia.
En el mundo de hoy, de la animación moderna en la
narración de historias suele haber lo que antiguamente llamaban dibujos
animados, donde muchos de los personajes son máquinas. Los coches tenían sus
propias personalidades, no había humanos allí, solo las máquinas. Y entonces
hacia allí vamos, a un cuento para niños, un Johnny Boing-Boing.
Él era una máquina. Las máquinas no son muy
inteligentes, y tampoco muy intelectuales; él era simplemente feliz de estar
aquí. Pero se lo pasaba saltando para arriba, saltando, boing, boing. Y lo que
Johnny sabía de sí mismo, como máquina, era esto: que era poderoso y era
rápido. Pasaba su vida con otras maquinitas, todos felices, todos trabajando
juntos, pero ocasionalmente corrían carreras. Johnny Boing-Boing ganaba todas
las veces. Es decir, no solo ganaba, ¡los
liquidaba! Y era divertido, era divertido correr carreras. En
esos días, en ese lugar, había muchos espejos. El no podía ver realmente, pero
le dijeron que tenía un conjunto de rueditas que marcaban la diferencia en su
poder y su velocidad, distintas de los otros vehículos, y el asombroso poder de
su motor los liquidaba, ellos ni siquiera volvían a correr. Lo hicieron juez,
porque ganaba siempre. Lindo, este Johnny Boing-Boing, siempre saltando, boing,
boing. No entendió esa parte aun cuando lo intentó lo mejor que pudo.
Y según se cuenta la historia en esa mitología, sigue
así: dijeron “Sabes, no duramos mucho,
las máquinas no duran. Pero está bien de todos modos, porque las máquinas van
al cielo, cuando llegamos allí y nos desarman y ya no funcionamos porque somos
viejas, nos reconstruyen. En el cielo de las máquinas hay piezas, y a veces las
usamos y regresamos como máquinas nuevas. Es una buena noticia. Pero te vas a
encontrar con el Dios Máquina, el Creador, el que nos hizo a todas. Hermoso” dijeron. Y según la mitología, “cuando se deja de ser máquina y se llega a este cielo
de las máquinas, encontrarás cosas que no conocías. Habrá una revisión de tu
vida, que no será un juicio, es hermoso, es como un libro, harán un libro.” A su tiempo el pequeño Johnny Boing-Boing ciertamente
se volvió viejo, no podía correr rápido, y se dio cuenta de que era la hora. No
pasó mucho tiempo y estuvo a los pies del Dios Máquina, hermoso, ¡qué sensación! ¡Estaba
tan feliz de estar allí! Vio allí toda clase de
cosas que no entendía, y frente a él, esta enorme máquina dorada: “Johnny Boing-Boing, qué bueno verte otra vez. Te
amamos.”
Johnny dijo “Sí;
me dijeron que dirías eso. Es tan hermoso. ¿Puedo
volver otra vez?” Y la voz dijo, “Oh, sí. Te lustraremos bien y te pondremos de nuevo en
servicio. Pero Johnny, te hago una pregunta”.
Y el pequeño Johnny Boing-Boing dijo “¿Qué
es, qué es?” ”Bueno, sabes, no llegaste a cumplir todo tu potencial.” El pequeño Johnny miró hacia arriba y dijo, “Oh, vaya. ¡Yo
era la cosa más rápida del planeta! ¡Les
gané a todos! ¡Podía correr más rápido que cualquiera de ellos!” Y la voz dijo, “Si,
pero Johnny, eres un Boeing 747.”
¿Quiénes son ustedes, queridos, realmente? Están diseñados para volar con paz y compasión, y
elevarse por encima de cualquier consciencia que hayan heredado alguna vez.
Están hechos para ir mucho más allá de cualquier sintetización que les hayan
dicho que podían ser. Fueron diseñados para trabajar juntos, corporalmente,
como nunca lo han hecho, ni lo han visto, ni pensaron que lo harían. Fueron
diseñados para estar protegidos contra cualquier enfermedad del planeta, ¿sabían eso?
Pero todo esto requiere que el ser humano salga de esa síntesis. Salir de esa
herencia cultural de lo que les dijeron que eran. Y eso a veces es un problema,
un conflicto, un lío; les da miedo a algunos. ¿Cómo lo hacen?
Sentémonos aquí y digamos una vez más: lo primero es
entender que pueden volar. El primer paso es entender que no son lo que les
dijeron, y reconocerlo, lo que significa saberlo en el nivel intuitivo central.
“No soy el que me dijeron”. Y allí está el comienzo del descubrimiento: el
auto-descubrimiento. Absolutamente único para cada ser humano individual, y por
eso no les voy a dar el paso dos, o tres, o cuatro. Porque será diferente para
todos ustedes. ¿Cuánto tardará? ¿Qué encontrarán? ¿Qué sigue después? ¿No comprenden que por ser
una criatura única, habiendo vivido todas esas vidas, no hay nadie como ustedes? ¡Nadie! De modo que
el progreso que harán, el descubrimiento de sí mismos, es único, totalmente. No
se parece al de nadie más. No se puede hacer una regla, como una píldora que se
receta a todos, no funcionará.
Pero aquí hay una magia que quiero contarles. Asumen
algo, en cualquier momento, que les dijo un gurú, o un canalizador, o un líder,
o un maestro, asumen que tendrán que trepar unas escaleras, que tendrán que
hacer cosas para llegar allí, y puede que digan entonces, “Bueno, no quiero realmente tomarme todo ese trabajo,
estoy feliz donde estoy, no es algo que necesite hacer.”
Y esto es lo que quiero decirles. Sigan la lógica. Si
fueron diseñados para volar, - una metáfora por la paz que es posible, la
compasión, la sabiduría, la consciencia, - si ese es su diseño ¡ya está allí! ¡Está
en ustedes! ¡No tienen que ir a
encontrarlo! ¡No tienen que ir a pedirlo,
no tienen que pagar por ello! ¡Está allí! Ya está allí.
Ahora quiero que hagan un momento de pausa; en esta
energía les daré otra metáfora, y ya la he dado antes. Eso es que el resto de
su cuerpo, esa mejora que está llegando, está allí esperando con la mano
extendida diciendo “¿Vienes o no? ¿Vienes o no?” Ya está allí; tú, tu alma, tu innato, tu
intuición, tu akash, todos involucrados en un ser humano iluminado de elevada
consciencia, una transición de paradigma que ya está listo, listo para tomarlo.
¿La parte difícil? ¡Creerlo! ¿La parte difícil siguiente? Saltar del acantilado. Y cuando lo hagas, serás
tomado firmemente en las manos del Creador, del Espíritu. La metáfora es clara,
queridos: son cuidados, nunca están solos.
Todas estas cosas que ustedes están mirando, el
próximo paso en su evolución, el cambio de paradigma, todas estas metáforas, se
trata de ustedes descubriéndose a sí mismos. Más que nunca antes. Y una cosa
lleva a la otra, porque serás empujado a través de ese agujero, ese viejo agujero,
ese viejo paradigma, por un tú inteligente que siempre estuvo allí, listo para
ti, parado a tu lado. No tendrás que subir escaleras solo, o descubrir cosas
por ti mismo, está todo allí, solo tienes que apartar la nube oscura que lo
cubre. Cree que allí está.
¿Suena demasiado simple?
Nunca es simple para un ser humano cambiarse a sí mismo. Este paradigma en que
estás te gusta un poco demasiado.
Para esto fue diseñada el alma antigua. La oruga que
se torna mariposa, para esto estás diseñado, y listo, ¡y el momento es ahora!
Váyanse de este lugar entendiendo cosas que antes no
entendían, aunque sea un poquito, aunque sea un poco. Pueden pausar, a la
noche, cuando están solos, y decir para sí: “Querido
Espíritu, escuché la canalización, ¡la
creo! Quiero moverme a esos lugares que son nuevos para mí.
Ayúdame a hacerlo, de a un paso por vez, estoy yendo, estoy listo, estoy allí.” Y luego observa. Si lo dijiste en serio, las cosas
empiezan a suceder. No tienes que reinventarlo, no tienes que trepar. Vendrá a
ti.
Este es el mensaje, y siempre lo ha sido. Y siempre lo
será, en estos días de una humanidad en cambio.
Y así es.
Kryon
Transcripción y
traducción: M. Cristina Cáffaro
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