¿Hacer el Amor o tener
Sexo? Diferencias e implicaciones energéticas
LA PALABRA “SEXO” proviene etimológicamente de la raíz sex (seis), que representa los
tres niveles del hombre (físico, astral y
espiritual) en interrelación con
los tres niveles de la mujer (físico, astral y
espiritual). Lo que suma seis.
Por lo tanto, en el sentido original de la palabra, no puede existir una
relación sexual si el intercambio se produce sólo en el primero de los tres
niveles.
Sin que podamos hacer nada para oponernos, siempre que llega a
haber contacto sexual (penetración entre un
hombre y una mujer), el aura que es el
campo energético que circunda nuestro cuerpo, se funde en un solo ser, abriendo
la puerta a entidades o larvas del bajo astral, virus sexuales o vampiros
energéticos que se funden con nosotros. De tal manera que cuando nos fusionamos
mediante el sexo, alguna persona, así haya sido una vez en la vida, juntamos
karmas, energía, luz, vibración, conocimiento, larvas (vampiros energéticos, virus sexuales, entes, égregors, etc.
Actualmente el sexo, es tan liberal y tan irresponsable que se
tiene con quien sea, no importa que se conozca bien o no a la persona, incluso
basta que nos haga “química” en cualquier antro, restaurant bar, o cafetería.
Es en estos casos donde las consecuencias de un acto sagrado,
bello y que incluso nos da poder, y nos hacen ser más sensibles y amorosos
cuando estamos en balance, se transforma en un acto sin importancia donde se
busca tan solo el placer.
Cuando estamos realmente enamorados y queremos pasar con esta
persona el resto de nuestros días, ya que cuando amamos realmente queremos
compartir lo bueno y lo malo con nuestra pareja, TODO ES DIFERENTE, EL AMOR
VERDADERO, PURIFICA, NUTRE…
El amor es muy importante en la unión sexual, ya que la unión
energética entre dos personas, tiene una duración desde un año hasta 7, a
partir de la última relación sexual; ya que los líquidos seminales y vaginales
se quedan plasmados de esta energía, entrelazándola al aura y los cuerpos
sutiles.
Este lazo no se rompe tan fácilmente, así que es posible que
sigamos unidos de forma energética y kármica con todo aquel con quien hemos
compartido nuestra cama, nuestro espacio y nuestro cuerpo físico y energético.
El panorama luce aún más complejo cuando la cadena es grande…
personas que son casadas contaminan a sus cónyuges; ya que estos traen la
basura energética plasmada en el aura y la comparten con la pareja,
contaminándola a ella también.
Te imaginas a alguien que ha tenido relaciones sexuales digamos
con nueve personas; que a su vez cada una había tenido sexo con varias parejas
o múltiples parejas.
¿Puedes imaginar
cuantos karmas y plasmaciones tiene después de esta cuenta benévola?
Fuente: Hermandadblanca.orgAdaptado y corregido por
FulgeoFulsi
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