En nuestra
conversación de hoy vamos a tratar uno de los temas más apasionantes para el
investigador esotérico. Se trata del Misterio del Ángel Solar, la Entidad
causal o Yo superior a que aluden frecuentemente los tratados teosóficos y
místicos. Según la tradición esotérica… “El Ángel Solar es un ADEPTO, un
Iniciado de todos los grados. Adquirió Su perfección actual en un Universo
anterior.
Es el fruto de una
elevada evolución cósmica…” Estas referencias a un Universo anterior a éste en
donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser tienen que ver naturalmente con la
evolución de nuestro Logos Solar, QUIEN, según se nos dice esotéricamente,
inició el desarrollo de Su esplendente VIDA psicológica en un Universo
precedente y que actualmente está desarrollando el aspecto ALMA o Sensibilidad
Cósmica en este presente Universo de Segundo Rayo en el que el AMOR es la
cualidad más relevante. Hay que suponer pues, utilizando la analogía, ya que
DIOS ES TRINO, que habrá un tercer Universo síntesis de los dos precedentes, en
el que nuestro Logos Solar tendrá como Meta suprema de SU Vida el desarrollo de
la Voluntad dinámica, una expresión del primer Rayo cuyas implicaciones y
significados escapan a la más sagaz y penetrante comprensión humana. Tres
Universos cuyas características, desde el ángulo de nuestros conocimientos
esotéricos, nos muestran la siguiente analogía con respecto a la vida humana:
* VIDA DEL LOGOS SOLAR
– VEHÍCULO
Tercer Universo
Segundo Universo
Primer Universo
Tercer Universo
Segundo Universo
Primer Universo
– ASPECTO
Actividad Creadora
Amor Sabiduría
Voluntad Dinámica
Actividad Creadora
Amor Sabiduría
Voluntad Dinámica
– CUALIDAD
INTELIGENCIA
SENSIBILIDAD
SÍNTESIS
INTELIGENCIA
SENSIBILIDAD
SÍNTESIS
* VIDA HUMANA
– VEHÍCULO
Cuerpo Físico
Cuerpo Emocional
Cuerpo Mental
Cuerpo Físico
Cuerpo Emocional
Cuerpo Mental
– ASPECTO
Personalidad
Alma
Mónada
Personalidad
Alma
Mónada
– CUALIDAD
RAZÓN
SENTIMIENTO
UNIÓN
RAZÓN
SENTIMIENTO
UNIÓN
Con respecto al Ángel
Solar, cuya actividad mediadora y redentora se halla ubicada naturalmente entre
la Mónada espiritual y la Personalidad Psicológica del hombre, hay que insistir
de nuevo en la afirmación esotérica de que “es un Iniciado de todos los
grados”, es decir, un ADEPTO, para que podamos tener una noción de Su
esplendente Vida y reconocerle también a través de las grandes mitologías del
pasado con sus significativas representaciones simbólicas de las altas verdades
espirituales, que nos presentan al Ángel Solar bajo la figura de PROMETEO, el
glorioso paladín que roba el Fuego del Olimpo (la luz inmortal de la
conciencia) para ofrecérselo a los hijos de los hombres quienes vivían “en
perpetua oscuridad”, haciéndose acreedor así a las iras del Dios JÚPITER el
cual lo encadena en lo alto de una roca condenándole a que los buitres devoren
eternamente sus entrañas.
Aunque la brevedad de
esta conversación nos impide hacer un detallado estudio de la leyenda
mitológica de PROMETEO, sí interesa conocer al menos la síntesis de su absoluto
significado. Los Ángeles Solares, los PROMETEOS Cósmicos, contemplan desde el
Olimpo (el Plano Mental Cósmico) como se debaten en la oscuridad de sus vidas
los hombres-animales, base ancestral de la Raza humana, y apiadados de su
ceguera (la ausencia de entendimiento racional) deciden dotarles de alma y de
conciencia y “en un indescriptible acto de amor y de sacrificio” introducen la
Luz de Sus Vidas Cósmicas en el cerebro instintivo de los hombres-animales y
los convierten en seres humanos. Tal es el sentido simbólico de la leyenda de
PROMETEO o EL HIJO DE LA MENTE, tal como lo definen también algunos tratados
místicos.
La explicación ha
debido ser forzosamente breve, pero creo que nos ayudará a comprender el oculto
significado de la obra de los Ángeles Solares con respecto a los seres humanos,
‘‘operando misteriosamente desde el centro de sus corazones para que se
autorreconozcan como parte integrante de la Divinidad, siendo la LUZ o el Fuego
de Sus Vidas de ADEPTO el elemento universal que utilizan para que el Alma
humana se considere progresivamente como mi Dios en potencia cuya Meta
espiritual es la Liberación, es decir, la participación consciente en los
Misterios del Reino.
Entrando en nuevas
averiguaciones sobre la vida mística de los Ángeles Solares, ya considerándoles
como unos altos Iniciados, es decir, unos Testimonios de la Luz y unos
Servidores del Plan, o como “Cristo en ti, esperanza de Gloria” según lo vio el
gran Iniciado PABLO DE TARSO, vemos que la misión del Ángel Solar es perfeccionar
la vida del hombre y prepararle para los Misterios de la Iniciación, a fin de
que reproduzca íntegramente en su vida idénticas cualidades que las que expresa
el Señor del Universo. Otras aportaciones esotéricas provenientes de un
remotísimo pasado nos hablan asimismo de los Ángeles Solares como siendo “un
remanente cósmico de Vidas espirituales que voluntariamente renunciaron al
NIRVANA (la beatitud celeste) para poder ayudar a todas las humanidades del
Sistema Solar en su incesante lucha por la propia redención.
Este remanente solar
de Almas liberadas que gozosa y voluntariamente aceptaron un destino de amor y
de sacrificio con respecto a los seres humanos proviene -tal como anteriormente
se dijo- de un Universo anterior al actual. Su historia cíclica, la más
asequible a nosotros, se remonta pues a un anterior MANVANTARA representativo
de la actividad en tiempo y espacio de nuestro Logos Solar y sus cómputos de
tiempo son tan extraordinarios que escapan por completo a nuestras pequeñas
medidas del tiempo. Sin embargo, vistos los Ángeles Solares a través de la obra
que realizan en la vida de los seres humanos, pueden ser considerados como
expresiones naturales de la cualidad redentora de la Naturaleza tal como se
expresa en nuestro Universo de segundo Rayo.
Volviendo nuevamente a
las referencias místicas del pasado resalta una sugestiva e interesante frase
con respecto a la actividad espiritual de los Ángeles Solares: “…El impacto de
los AGNISHVATTAS o DHYANES DEL FUEGO, Señores del Quinto Principio Cósmico,
sobre las Mónadas espirituales semillas de la Humanidad del futuro, produjo la
Mente individualizada, la manifestación de Luz en los seres humanos”. Tal como
anteriormente la leyenda de PROMETEO se funda en esta aportación de Luz de los
Ángeles Solares quienes, al descender de los altos lugares del Sistema Solar,
van henchidos de la Intención suprema de convertir el hombre-animal en un ser
racional y autoconsciente, al ser instintivo que vive en las cavernas o en las
hendiduras de las piedras, en un ser humano.
UNA GRAN ANALOGÍA CÓSMICA
Ahora bien, si
analizamos muy crítica y analógicamente la vida de los Ángeles Solares veremos
la misteriosa relación que existe entre ellos y SANAT KUMARA, el Señor del
Mundo, y las Jerarquías Venusianas que ofrecen su consagrada colaboración a
este bendito SER, encarnación suprema del Logos Planetario de nuestro mundo, en
la obra mística de amor y redención. No se trata, como ustedes comprenderán, de
meras coincidencias sino de un proceso cósmico sabiamente proyectado por
INTELIGENCIAS SUPREMAS más allá y por encima del más elevado entendimiento
humano en el que intervienen Potestades espirituales allende nuestro Sistema
Solar coincidiendo “cíclica y astrológicamente” para determinar ciertos
acontecimientos planetarios.
En el caso que estamos
examinando, o proceso de INDIVIDUALIZACIÓN de los hombres-animales de nuestro
planeta, se produjo, según se nos dice esotéricamente, la TERCERA INICIACIÓN
DEL LOGOS PLANETARIO Y, tal como pudimos considerar en una anterior conversación,
en tales místicos HECHOS intervinieron astrológicamente las poderosas
Constelaciones de SAGITARIO, GÉMINIS y CANCER y Potestades planetarias como las
de JÚPITER, MERCURIO y VENUS, planetas sagrados entrañablemente vinculados con
la evolución kármica de nuestro planeta TIERRA. Sin embargo, ningún dato
histórico ni prueba alguna de la veracidad de estas afirmaciones puedo
aportarles en estas conversaciones. Deberán, por tanto, apelar al supremo
dictado de la intuición o bien considerar los hechos mencionados como
“hipótesis mentales” dignas de unas sostenidas y profundas meditaciones.
Observemos pues el
proceso de nuestro estadio acerca de los Ángeles solares y de los Regentes
planetarios con gran circunspección, aunque con una mente inmensamente abierta para
facilitar el libre curso de la intuición que es, en definitiva, la que debe
asesorarnos acerca de la identidad de aquellas posibles realidades.
¿Podremos hacerlo? Yo
creo sí y es por tal razón que hemos decidido profundizar en estos temas tan
creadoramente místicos y tan absolutamente llenos de vigor espiritual. Como
ustedes habrán observado, estamos refiriéndonos principalmente al ser humano en
un intento de descubrir las misteriosas Fuentes de su ascendencia cósmica, es
decir, de su genealogía mística y espiritual. Esto nos obliga a observar muy
atenta y cuidadosamente los datos ocultos que nos suministran los estudios
esotéricos, extraídos directamente de aquel infinito CRISOL de conocimientos
que llamamos “MEMORIA CÓSMICA DE LA NATURALEZA” o “Registros Akáshicos”,
revelados en el transcurso de las edades por los Adeptos de la Jerarquía
espiritual y por los grandes Discípulos Mundiales.
El Ángel Solar, centro
de interés de nuestra conversación de hoy, es “un Testigo de la Luz y un
Servidor del Plan”. La Luz nos la trae como una preciosa ofrenda de su propia
vida, que es esencia de aquella misteriosa LUZ que conquistó en un Universo
anterior. El Servicio del Plan es parte de “la Obra Solar” y, tal como se nos
dice esotéricamente, los Ángeles Solares volverán quizás de nuevo para dotar a
las humanidades del futuro de la SENSIBILIDAD necesaria para desarrollar en su
máxima potencia la cualidad infinita del AMOR, sin la cual les sería imposible
resistir la tremenda potencia de la VOLUNTAD DINÁMICA del Cosmos, la cual
constituirá la Meta evolutiva de nuestro Logos Solar en aquel Universo de
Primer RAYO.
EL CUERPO CAUSAL Y EL ÁNGEL SOLAR
El Cuerpo Causal es
temporariamente la Morada de nuestro Ángel Solar. Construido con materia mental
altamente sensibilizada procedente de nuestras mejores ideaciones y estados de
conciencia, aparece ante la percepción del vidente iluminado como un precioso
estuche ovalado y transparente delicadamente matizado con todos los colores del
arco iris cuyos resplandores se proyectan esplendorosamente por las infinitas
profundidades del plano causal, o nivel de la Mente Superior. Dentro de tal
prodigioso estuche de Luz de indescriptibles irisaciones puede contemplarse al
Ángel Solar. Tiene forma humana, aunque de delicados e inexpresables matices y
es construida con la sustancia de LUZ que es esencia de su propia Vida de
Adepto. Es netamente ANDRÓGINO, como los Ángeles superiores; el aspecto DUAL
que representa y caracteriza el SEXO -tal como lo manifiesta el ser humano- fue
trascendido completamente hace muchos millones de años.
Su Vida es LUZ,
RADIACIÓN y COMPRENSIÓN, y hasta donde nos es posible comprender el alcance del
término, es también COMPASIÓN INFINITA.
Si el clarividente que
lo observa posee la necesaria y requerida evolución espiritual, podrá observar
que del centro del Corazón místico del Ángel Solar, un punto de luz todavía más
luminoso que el propio Cuerpo causal, arranca un sutilísimo y brillante hilo de
luz que desciende hasta coincidir en el cerebro físico del ser humano, allí
donde los tratados esotéricos sitúan la mente humana, es decir, el centro AJNA.
Otro asimismo sutilísimo hilo de luz de la misma “sustancia causal” surge del
ser humano y viene a coincidir en un esplendoroso punto situado en la gloriosa
cabeza del Ángel Solar. Siempre desde el ángulo de vista de la percepción
superior y trascendente contempla el vidente iluminado que cada Ángel Solar
viene unido así a un ser humano por una doble corriente de energía, la que
produce efusión de LUZ y determina Inteligencia y la del AMOR universal que
confiere Compasión y Sabiduría. Tal enlace magnético nos da misteriosamente la
clave del término “SACRIFICIO” asignado al Ángel Solar.
Podemos tener un
vislumbre de la magnitud de tal Sacrificio intentando comprender cómo un
ADEPTO, un Señor que procede del NIRVANA, enlaza Su Vida Cósmica con la pequeña
alma evolucionante de un ser humano con la sagrada misión de elevarle de su
anterior condición animal a las más elevadas cumbres de la espiritualidad,
dotándola de luz y de conciencia individualizada para que en forma consciente y
voluntaria pueda acceder a las excelsas regiones de la Vida íntima de la propia
DIVINIDAD. Si los cómputos históricos del tiempo son ciertos -tal como asegura
la ciencia esotérica- podemos decir que hace unos dieciocho millones de años
que PROMETEO, el Dador de la Luz, está voluntariamente enlazado o encadenado al
ser humano, a la humanidad como un todo. Durante el transcurso las edades
fueron muchos los hijos de los hombres dentro de las distintas razas en
evolución que conquistaron la Luz, se convirtieron en inmortales y revivieron
en sí mismos la leyenda de PROMETEO, capacitándose para propagar la Luz e
infundir Amor.
Son algunos de los
Adeptos de nuestra Jerarquía planetaria, cuya fe en el trabajo creador y en las
disciplinas de Sus Vidas les ubicó un día en el Sendero de Renuncia en el que
se adueñaron del secreto del tiempo y de las Leyes de Reencarnación y de Karma,
convirtiéndose progresivamente en Testigos de la Luz y en Servidores del Plan.
Tales Adeptos fueron los que libertaron a los PROMETEOS DEL COSMOS, a los
Ángeles Solares que estaban unidos a Sus Vidas, haciéndoles retornar “…cumplida
su misión de amor y de sacrificio” al seno creador del Padre, o Nirvana de
procedencia, después de haberles ayudado a destruir las sutilísimas ataduras
del Cuerpo Causal.
Quizás pensarán
ustedes que les presento la idea de liberación del Alma solar, o Yo superior,
de manera muy diferente a la que nos transmitieron los Tratados esotéricos del
pasado. Sin embargo, esta forma aparentemente distinta no contradice en manera
alguna aquellas grandes verdades esotéricas transmitidas, sino que les presta
un carácter psicológico de importancia trascendente. Les ruego, por tanto, que
observen cuidadosamente la analogía y traten de relacionar las ideas conocidas
acerca del Yo superior y de sus vehículos de expresión en los tres mundos, con
la idea del Ángel Solar y de su vinculación esotérica y espiritual con el ser
humano, así como la de la Super Alma Universal con respecto a la humanidad como
un todo. Tendrán así una idea más completa acerca de las Leyes de Fraternidad
que rigen nuestro Sistema Solar y las vinculaciones de Amor del Logos con el
entero Sistema Universal.
La Solidaridad de los
Mundos y la armónica relación entre sí obedecen a aquellas Leyes, siendo la
unidad espiritual y el sentimiento de cooperación y participación, los
objetivos básicos de aquella Fraternidad Mística de la que surgen los mundos y
los sistemas Solares en eterna y cíclica expansión.
EL PROCESO DE REDENCIÓN LOGOICA
Queda todavía un punto
que dilucidar con respecto a cuanto hemos dicho en nuestra conversación de hoy
y es el lugar especial y prominente de la Mónada espiritual, el Espíritu
humano, durante el larguísimo proceso de unificación del alma humana con el
Ángel solar. El Espíritu, una chispa perenne del Fuego creador de la Divinidad,
ha permanecido serenamente inmutable a través de las edades ubicado en las
indescriptibles zonas del Plano Monádico, su Morada Celestial, viviendo el
estado puro de NIRVANA que es esencia de la propia Divinidad.
Desde el principio de
los tiempos se limitó, de acuerdo con la Ley de Karma a la que el propio LOGOS
se sujeta, a enviar un destello de su Vida a los mundos inferiores, atravesando
los estratos de esencia elemental y revistiéndose de formas sutilísimas y
cualificadas de éter, hasta llegar a aquellos niveles en donde el éter ha
llegado a su más alto grado de condensación, es decir, en el Reino mineral,
allí en donde el Espíritu -tal como decía Mme. BLAVATSKY- ha alcanzado su grado
máximo de condensación o materialización. Ahí, en este Reino, se inicia la
lenta, difícil y dolorosa ascensión “hacia arriba” a la búsqueda de la Patria
Celestial o Nirvana monádico, del Paraíso Perdido al que se refirió MILTON.
Bien, ustedes se preguntarán el porqué de este proceso de condensación o
solidificación de las energías del Espíritu y del por qué la Mónada, que es
perfecta en esencia, tiene que descender a los bajos niveles del Sistema Solar
habiendo alcanzado un bien merecido Nirvana, producto de anteriores esfuerzos
universales y de situaciones kármicas trascendidas.
Podríamos analizar el
proceso desde el ángulo de vista de la Ley de Redención de la Sustancia y
también del Karma que vincula la Vida del Logos Solar a todas y cada una de las
partículas de Vida que llenan el Universo. Siendo el Karma del Logos su propio
Universo y una emanación directa de Sus cualidades de Vida en los distintos
niveles de expresión solar, es obvio suponer que “el descenso del Espíritu a la
Materia” y la ulterior “ascensión de la Materia al Espíritu”, obedecen al rigor
de estas Leyes redentoras de la Sustancia material de la que está compuesto el
Universo físico de manifestación,- siendo el objetivo de las mismas convertir
en luz y radiación cada una de las partículas de aquella Sustancia material
vivificada por las cualidades creativas del Logos y de las cuales las Mónadas
espirituales, en sus distintos Rayos y niveles de expresión, se apropiaron un
día para fines redentores. Así, de esta manera, va extinguiéndose el Karma
universal en el misterioso Centro creador del Logos.
Sin embargo, el
proceso de ascensión de las chispas de la vida logoica infundidas en las
Mónadas espirituales y convertidas en “almas en evolución” es larguísimo,
abarcando cómputos de tiempo realmente sobrecogedores. Siendo el objetivo
supremo del Logos la redención del Universo en donde “extingue Su Karma
personal” -dicho esto con toda reverencia- moviliza todas las energías y
fuerzas de que dispone en Su formidable Esquema de Evolución para “acelerar”
este proceso redentor. Ahí, en esta idea, se halla precisamente la clave de “la
Venida de los Ángeles Solares”, un misterio que sólo puede ser descubierto
siguiendo en todo su rigor y máxima profundidad el principio de la analogía
hermética. Así, cuando anteriormente me referí al clamor invocativo que se
elevó un día del Alma grupo animal exigiendo un alma humana y a la consecuente
respuesta del Logos solar, aludí en forma muy directa a ese Misterio de
Redención y de Ascensión. La aceleración de este proceso tuvo en los Ángeles
Solares, los PROMETEOS del COSMOS, a sus máximos intérpretes y responsables
agentes de vinculación.
Según se nos dice
ocultamente los Ángeles solares constituyen los Pétalos del Sacrificio dentro
del Corazón de la Divinidad y, tal como es de ley en sus vidas, se sacrifican
edad tras edad, ciclo tras ciclo, ayudando al fatigado peregrino monádico en el
lento y doloroso camino de la Redención. Aun moviéndose dentro de unas
fronteras o círculos infranqueables impuestas por el Señor del Universo
delimitando perfectamente el Alfa y Omega de su destino trascendente, los
Ángeles solares son enteramente libres por su condición de Adeptos de aceptar o
de rechazar el Sacrificio que les aleja del NIRVANA. Sin embargo se sacrifican
y lo hacen con “gozosa complacencia” -tal como puede leerse en algunos tratados
profundamente místicos del pasado porque la esencia de sus vidas es Fraternidad
y dentro de nuestro Universo de segundo Rayo no existe fraternidad sin una etapa
preliminar de sacrificio.
De esta Fraternidad,
que cada Logos planetario interpreta y revela de acuerdo con su tipo de Rayo y
grado de evolución cósmica, arrancan las líneas fundamentales de relación y
ambiente social de los Dioses. Y es inducido por este Espíritu de Fraternidad
que nuestro gran Hermano, el Señor BUDA, desciende año tras año a la Tierra
durante el Festival místico de Wesak para ayudar a la humanidad a despertar a
la vida espiritual y aportarles un hálito de aquella omnipotente Luz de la que
emana la Fraternidad y gula el proceso infinito de la expansión cósmica.
La manera como los
Ángeles Solares realizan esta misión de Amor y de Sacrificio depende de la Ley
universal de los Ciclos y de la participación activa de los Grandes Seres
Cósmicos vinculados misteriosamente con la evolución de nuestro Sistema Solar
por lazos kármicos que escapan a la penetración y entendimiento de los más
profundos pensadores de la Raza. Esta idea, por tanto, no debe constituir para
nosotros materia de especulación mental… Se trata de un Misterio iniciático de
la más elevada trascendencia.
Pregunta: Los
Ángeles Solares… ¿pertenecen a nuestro Universo o son Entidades espirituales de
otros Universos u otras Galaxias?
Respuesta: Los Ángeles Solares a
los cuales hacemos referencia pertenecen a nuestro Sistema Solar. Según se nos
dice ocultamente su Cielo o su Nirvana se halla ubicado en ciertas misteriosas
zonas dentro del Chacra Cardíaco de la Divinidad, constituyendo parte de la
sustancia que emana de sus pétalos de Amor y de Sacrificio. Y ahí se halla
naturalmente un misterio actualmente indescifrable para nosotros. Pero, si nos
atenemos a la analogía, deberemos admitir la existencia de Ángeles Solares,
Dhyanes del Fuego o Hijos de la Mente en todos los demás Universos de segundo
Rayo y Sistemas Cósmicos con la misión definida de “redimir la sustancia
material teñida de karma” e infundir alma individual a todas las unidades de
conciencia que han llegado a cierto punto de integración espiritual.
Pregunta: ¿Qué
entiende usted por Redención, psicológicamente hablando?
Respuesta: La Redención, un
término eminentemente místico pero de incalculables motivaciones psicológicas,
indica siempre “infiltración de luz en la conciencia”, se a cual sea el nivel
en donde evolucione o se manifieste. Podemos referirnos incluso a los Reinos
inferiores al humano de acuerdo con este sentido de redención. Hoy nos hemos
referido concretamente a los Ángeles Solares, simbólicamente representados en
la leyenda de PROMETEO, como el infundidor de luz en el ser humano, aquella luz
arrebatada a los Dioses del Olimpo y que constituye la esencia de sus propias
vidas y el principio de redención del alma humana la cual, a su vez, arrastra
dentro de esta infinita corriente de redención a todos los elementos
sustanciales que constituyen la materia de sus vehículos expresivos, pero
podemos referirnos también, y ahí reside precisamente el secreto de la
analogía, a aquellos PROMETEOS, humildes y desconocidos de los que no se ha
hablado todavía quizás en los tratados esotéricos, que se sacrifican por
evoluciones infinitamente inferiores a la humana, acelerando con su sacrificio
el proceso de su evolución o redención.
Hay que examinar muy
crítica y profundamente estas ideas dándose cuenta de que “redención”, o aportación
de luz, es una Ley universal a la que deben sujetarse todos los Logos
creadores. Así, ningún elemento constitutivo de la Naturaleza, sea cual sea su
evolución espiritual, puede sustraerse a la misma. Démonos cuenta asimismo de
que todos los seres y todas las cosas creadas llevan su propia reserva de luz,
la cual provee a las necesidades redentoras que corresponden a su evolución
natural, y que esta luz puede ser intensificada al extremo de producir el
fenómeno de “redención” o, utilizando un término científico, de radioactividad.
Tal como se nos dice ocultamente incluso las sombras contienen luz aun cuando
no sea perceptible a los limitados sentidos físicos y la redención de esta luz
constituirá a su debido tiempo una trascendente conquista de la ciencia humana.
Redimir la luz
contenida en las sombras constituye el sentido creador de cualquier Logos,
teniendo en cuenta muy esotéricamente, que lo que llamamos Karma y constituye
la sustancia natural que Cualifica la vida psicológica de cualquier Divinidad
creadora, puede ser considerada una especie de “sombra” cuya luz o cualidad
debe ser liberada o redimida.
Pregunta: ¿Representan
los Ángeles Solares la quinta esencia de la evolución humana?
Respuesta: Los Ángeles Solares
son perfectos en su esencia y expresión, al menos desde el ángulo de vista de
nuestra vida humana. Su perfección viene de muy lejos, concretamente de un
Universo anterior al actual -tal como podemos leer en ciertos pasajes de “LA
DOCTRINA SECRETA” de Mme. Blavatsky. Están, por tanto, muy por encima de toda
idea del hombre acerca de la perfección. Pero sí podemos asegurar que ellos nos
tienden constantemente sus manos amigas para que podamos ascender a niveles
cada vez más elevados de nuestra espiral evolutiva. Creo que ésta es la idea principal
y la que contiene un significado más realmente práctico para nosotros.
Pregunta: Según
usted existe una participación consciente en la evolución de los mundos y que
éstos son solidarios desde el ángulo de vista de la redención. Le pregunto
entonces. ¿Qué opina usted sobre esta idea tan extendida actualmente acerca de
los extraterrestres y de sus visitas a la Tierra?
Respuesta: Mi opinión particular,
después de ciertas experiencias de carácter espiritual, es que tales contactos
han existido siempre. Los extraterrestres a los que yo denomino los PROMETEOS
DEL COSMOS, es decir, los Ángeles Solares, pertenecen a unas dimensiones
superiores a las que se supone son las zonas de procedencia de los
extraterrestres que visitan nuestro mundo. Para medir tales dimensiones nuestra
ciencia actual carece de medida ya que se desplazan utilizando el vehículo de
la conciencia y no aparato alguno de traslación espacial. Para ciertos tipos de
conciencia, singularmente las que provienen del plano causal de nuestro planeta,
no existen prácticamente ni el espacio ni el tiempo. Ahora bien, usted ha
pedido mi opinión y voy a brindársela con toda lealtad y sinceridad. Creo que
muchas de las ideas sustentadas acerca de los “extraterrestres” son de carácter
muy infantil y a menudo llenas de las ilusiones con que los seres humanos
suelen matizar aquello que prácticamente se halla fuera de su alcance o de su
percepción natural y objetiva. Hoy día la Ciencia de la Ufología, que trata de
explicarse el hecho de “las visitas de los extraterrestres”, enfrenta y examina
el asunto de manera muy superficial y se limita a estudiar contactos meramente
físicos, sin profundizar el aspecto psicológico o espiritual. Creo que los
estudiosos de esta Ciencia deberían iniciar sus investigaciones basándose en
las leyes esotéricas u ocultas de la vida y reconocer desde un buen principio
que existe una FRATERNIDAD CÓSMICA a la que nunca se hace referencia, así como
un principio de redención que hace que los mundos sean realmente solidarios.
¿Por qué, pues, en vez de especular sobre seres hipotéticos provenientes del
espacio exterior no se preocupan por estudiar la grandeza espiritual de aquella
indescriptible Jerarquía Oculta que dirige los destinos de nuestro mundo?
Evitaríanse así el
peligro de las ilusiones astrales -más frecuentes de lo que realmente se
piensa- y que son tan comunes a nuestra humanidad, las cuales distorsionan las
más sublimes realidades hundiéndolas o desprestigiándolas en las nebulosidades
de la ignorancia o de la fantasía. Recuerde usted que en nuestra conversación
de hoy les he hablado de dos visitas de “extraterrestres” muy concretas y
definidas por parte de Entidades espirituales de la más elevada trascendencia,
como son por ejemplo la de SANAT KUMARA, el Señor de nuestro mundo, procedente
de la Cadena evolutiva de Venus y la de los Ángeles Solares provenientes del
Corazón místico del Sol… Como verá, no niego en absoluto las visitas de
extraterrestres, sino que trato de dignificar hasta donde me sea posible esta
idea añadiéndole un carácter profundamente esotérico y espiritual a las
aportaciones científicas.
Pregunta: Analizando
el símbolo de PROMETEO que usted ha puesto como ejemplo de Redención y
Sacrificio, creo recordar que usted dijo que Júpiter o los Dioses del OLIMPO le
castigaron a permanecer encadenado a una roca en donde los buitres devoraban
sus entrañas. ¿Tiene esta imagen alguna relación con a actividad simbólica de
PROMETEO, como Alma humana?
Respuesta: Sí, la tiene, y muy
profunda, si tenemos en cuenta que la más dura de las luchas y la más
sacrificada actividad del Alma humana se relaciona con los bajos niveles del
plano astral, o “kuruksetra”, cuyo enlace magnético con el cuerpo físico se
halla en la región del bazo, técnicamente en sus entrañas, y del plexo solar. El
trabajo del alma humana, asistida por PROMETEO, el Ángel Solar, es elevar las
energías de estos dos centros inferiores en dirección a la región de los
centros etéricos del corazón y de la garganta, para redimir así todo el
contenido emocional del plexo solar y para liberar también las energías
pránicas contenidas en el centro sacro, en la región del bazo. Todas las
mitologías y todos los símbolos tienen en sus imágenes reflejos de augusta
verdad si sabemos interpretarlos.
Vicente Beltrán Anglada
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