ARCHANGEL GABRIEL
Seres queridos,
Tengamos un discurso sobre la calidad del
amor conocida como celebración. El impulso de celebrar como un medio para
recordar los dones de Dios para la humanidad ha sido alegremente reconocido y
practicado desde la antigüedad. El acto de celebración es importante para
la vida espiritual de uno porque ancla al individuo en una historia más
profunda y significativa, una que los lleva más allá de las dificultades o
dolores anteriores o actuales, para celebrar los pequeños y grandes logros en
sus vidas. Hay muchas cosas en torno a cada individuo que deben ser
reconocidas y celebradas porque traen mucha alegría a la vida de otras
personas. Es importante ver el valor de celebrar estos momentos a medida
que ocurren.
Cuando uno comienza cada día
disfrutando de la sensación de estar vivo con un sentido de gratitud y
celebración, se está preparando para tener más alegría por el resto del
día. Uno se siente gloriosamente lleno, tanto física como espiritualmente,
al recordar la bondad y presencia divina al dar gracias por todas las
bendiciones en su día y vida. Se dan cuenta de que han logrado mucho más
de lo que pensaban y tienen muchas más cosas para celebrar de las que se habían
tomado el tiempo y el enfoque para percibir antes. Se dan cuenta de las
pequeñas cosas en la vida que hicieron bien y les sirve para mejorar su
autoestima.
Celebran y reconocen todas las
cosas buenas que otros hacen por ellos y hacen que otros también se sientan
bien. La celebración intencional eleva el espíritu de uno y conecta a cada
individuo entre sí y con lo divino y ayuda a transformar a todos en personas
más agradecidas y amorosas. Esta práctica los llena a ellos y a todos a su
alrededor con pulsaciones y vibraciones de amor, de cariño, de abrazo,
intimidad y bendición. Esta es la expresión y creación de la fuente infinita
más perfecta que se pueda imaginar y se dan cuenta de que tienen dentro de sí
todas las cualidades de esa divinidad. Tienen el amor de esa misma fuente
divina notable infinita que llena su corazón, que está presente con el latido
de cada momento de su corazón.
Saben que todo lo que han percibido
como la perfección de la vida: la magnificencia del universo, el infinito de
todo lo que es, es la plenitud de la presencia divina dentro de
ellos. Entienden que debido a su presencia en la vida de los demás, el resto
de sus vidas serán más ricas, se sentirán más bellas y más
empoderadas para que puedan experimentar la vida más bellamente. Cuando
uno enfoca de esta manera, les hace darse cuenta del valor y la importancia de
celebrar cosas que realmente importan, como su crecimiento espiritual y su
carácter.
Cuando cada individuo se toma el tiempo
para reflexionar sobre la presencia divina en sus vidas, cuando reconoce que
cada día es un regalo de lo divino, reconoce que el mundo en el que vive, la
belleza que ve, la comida que come, la compañía que acompaña. disfruta - todas
las bendiciones que han venido de la fuente divina. Encuentran alegría al
vivir sus vidas en sintonía con el Espíritu de Dios, con paz en sus corazones,
sabiendo que están atendidos y que sus necesidades serán
satisfechas. Eligen detenerse en cosas que son excelentes, buenas y dignas
de elogio. Este es un acto de la voluntad que requiere un esfuerzo
consciente por parte del individuo y siempre conducirá a más de las mismas
experiencias.
¡Que disfruten y celebren el regalo de la
vida, practiquen la gratitud en todos los aspectos de la misma y recuerden que
la alegría se multiplica con un corazón agradecido y dar aprecio cuando es
oportuno aumenta la celebración!
YO SOY el Arcángel Gabriel.
© Marlene Swetlishoff
Todos los derechos reservados al autor /
escriba y www.therainbowscribe.com .
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