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lunes, 4 de abril de 2016

El propósito de la crucifixión de Jesús



El propósito de la crucifixión de Jesús

Lejos de todas las enseñanzas que equivocadamente nos han venido transmitiendo, Jesús no vino a salvar a la humanidad de nuestros propios pecados. Su muerte en la cruz no significa que hayamos quedado liberados de nuestras propias inconsciencias. Jesús fue y es el gran faro de luz que encarnó en esta tierra, como otros tantos, para iluminar nuestras partes más oscuras, para mostrarnos que dentro de nosotros mismos, al igual que Él, portamos una chispa divina capaz de lograr mediante el amor lo inimaginable.



No por ir a la iglesia los domingos, bautizar a nuestros hijos y tomar una comunión nos  iluminamos, mira el caos del mundo para darte cuenta de ello. Él no vino para erguir ninguna iglesia, más bien vino para iluminar corazones.
Venimos solos a este mundo y nos vamos solos, el camino de la consciencia es solitario. Jesús nos muestra todo aquello que debemos aun alcanzar y mejorar. La llegada a la luz está garantizada, pero todavía le queda a este maravilloso planeta mucho por  trabajar. Las palabras de Jesús son la antorcha que debemos mantener encendida para que el propósito de este gran ser tenga por fin dulces frutos. El trabajo aún no ha terminado, la salvación es personal, el trabajo de  iluminar la consciencia es individual.

Han escuchado decir, han leído de su regreso y es verdad, regresará para erradicar esa imagen tan equivocada que durante mucho tiempo han tenido de Él . La imagen de crucificado, esa imagen muestra el dolor en su cuerpo, el cual es  producto de profundas ignorancias. Muestra de Él  lo que no es, no es el reflejo de los miedos del hombre, de sus dudas. Él  es el Jesús vivo, el Jesús del amor, que comprende hasta lo inimaginable. Es el Jesús de amor, paz, perdón, sin dolor, de alegría, de complicidad. Debemos acercarnos a Él  por amor, no por dolor, su dolor no existe. Acercarnos a Él  a través de su alegría, viendo lo que Él  desea desde lo más profundo de su corazón: hijos felices y vivos, de un Dios vivo, Jesús.

Para terminar dejo una reflexión sobre Jesús del manual metafísico de Saint Germain
¿Por qué el mundo no puede pensar que yo soy práctico?. ¿Por qué jamás se ha hablado de la alegría que expresaba Yo con tanta frecuencia ?. ¿Por qué se me ha representado con un largo rostro sin una sonrisa?. La alegría y la comprensión de la vida dan la felicidad, mis queridos amigos y es difícil ser feliz sin una sonrisa. ¡Puede una sonrisa tener tanto poder!. Jesús.

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2 comentarios:

magnolias dijo...

QUE BELLO , VERLO SOLO RESUCITADO, ALEGRE, DANDO AMOR, PAZ. ES ASÍ COMO DEBEMOS VERLO SIEMPRE.

Juanjo Blogger dijo...

Cuanta ignorancia sobre el Hijo de Dios....ya podéis hablar pensar y hacer cuanto queráis ...., palabras palabras palabras ...podréis invocar espíritus hacer meditaciones leer y cultivar el intelecto...la ignorancia es atrevida... hasta que no bebáis de su sangre siempre tendréis sed de la verdad...no podréis salir de ese laberinto lleno de cristales rotos ...porque solo con Cristo y por amor se salvara el alma y la humanidad

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