Relaciones
dhármicas y kármicas ¿Qué son ?
El otro día pasó que en una publicación
donde mencioné la palabra karma,
muchos no parecían saber su significado. Por eso creí oportuno escribir un
artículo explicando un poquito más profundo este tema, pero para ello voy a
pasar a mencionar su otra polaridad, su contracara, voy a explicar el
significado de la definición dharma.
En cualquier relación, vínculo, vida,
existen experiencias dhármicas o kármicas. Las relaciones kármicas son todas
aquellas en cuales obtenemos aprendizaje (¡o no!) de experiencias traumáticas,
dolorosas. Desde ya, no es Dios ni el universo quien nos castiga, somos co-creadores
de Él. La mente universal que lo conforma todo nos dio la libertad para decidir
y elegir el camino que queramos transitar; nos dio libre albedrío. O sea que,
sabiendo que toda relación es fruto de nuestra elección y que somos libres de
decidir si seguimos o no en ese tipo de vínculos, lo único que nos queda por
tomar es consciencia de cómo queremos vivir y sobre todo hacernos responsables
de las relaciones que mantenemos con los demás.
Ningún vínculo es fruto de la casualidad
ni de la mala suerte, atraemos conforme estamos vibrando. Cuando se persiste en querer continuar con un
vínculo tóxico es evidente que aún no se aprendió la lección. El
aprendizaje de este tipo de relaciones kármicas está lleno de pruebas duras, pero cuando se
aprende la lección nos llenamos de sabiduría. Cuando se logra el mayor
aprendizaje, ese tipo de relaciones traumáticas no nos atraen más, elevamos un
poco más la consciencia y comenzamos desde ese grado de sabiduría a atraer
relaciones dhármicas.
Las relaciones dhármicas aportan sabiduría
desde el amor, desde el compartir, ya no desde el dolor y el aprendizaje se
torna más fluido. De todos modos el
mayor aprendizaje se logra en relaciones kármicas, hay almas de duro entendimiento que necesitan darse la
cabeza contra una pared muchas veces para lograr aprender algunas asignaturas,
por ejemplo, alcanzar y experimentar sentimientos elevados como la paciencia,
el amor hacia uno mismo, el perdón, el amor incondicional, etc. Ese tipo de
relaciones traumáticas en el fondo nos invitan a romper barreras
Si logramos dimensionar una sabiduría
mayor, estaremos preparados para vivir un vinculodhármico. Dios no quiere que
pasemos dolor, si quiere que elevemos la consciencia para dejar de sufrir.
Depende de nosotros, es nuestra elección, vinimos a ser inmensamente felices.
Cuando un alma eleva su consciencia las relaciones traumáticas dejan de
interesarle y comienza a atraer relaciones fluidas, mas pacíficas, que le
aportan libertad y cooperación. Se sigue aprendiendo desde el amor, ya no desde
el dolor. Vibrar alto, amarse mucho, conocerse, es el requisito para
atraer vínculos sanos.
¡Bendiciones infinitas desde el alma!.
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