Queridos Ángeles de Luz
Divina: Aguarden con confianza total el día de mi fiesta. Yo estoy más
interesado que ustedes en concederles los deseos de su corazón. Mantengan una
actitud tranquila y positiva, sabiendo que yo les facilitaré al máximo las
cosas. Pondré todo a favor de ustedes, para que puedan alcanzar sus objetivos.
Ese día frenaré cualquier agresión que venga contra ustedes, provenga de donde
provenga.
Voy a darle un
gran impulso a mi Plan Divino. Las cosas que anhelan no van a tardar años en
manifestarse, llegarán más pronto de lo que se imaginan.
Llamen en mi día a María Magdalena, para
que les ayude a hacer la conexión con sus Almas Gemelas. El reencuentro con
ellas es de vital importancia.
Reserven espacios de silencio el próximo
domingo, para que me puedan escuchar en forma clara. Lo sagrado huye del ruido,
así que sean amantes del silencio.
A los que están padeciendo alguna
enfermedad, les invito a que den las gracias por esta situación, y establezcan
un diálogo sincero con su dolencia. Pregúntenle: Qué es lo que me estás
enseñando, qué debo aprender de tí? Cuando ustedes capten el mensaje, la
enfermedad se irá, porque ya cumplió la misión que le correspondía. Hay Almas
que no quieren ser sanadas, o que piensan que yo los quiero enfermos. Si
ustedes revisan mi historia, verán que yo siempre realizaba curaciones. A nadie
le dije, "sufre en silencio que yo no puedo hacer nada." Todo lo
contrario, a donde llegaba sanaba a los que solicitaban la curación.
A los que están agobiados por ideas
obsesivas o traumas del pasado, o recuerdos dolorosos, les hago esta
recomendación: Revivan esas experiencias una y otra vez, no huyan de esos
pensamientos. Si las reviven, eliminarán la carga emocional de esos sucesos y
la curación vendrá. Los pensamientos de dolor están en su subconsciente
agitándose como víboras, así que el secreto no es evadir esos pensamientos,
sino pensar en ellos hasta que la emoción pierda su fuerza y termine
disolviéndose.
Finalmente les diré que hay energías
hermosas esperando a que ustedes sean conscientes de ellas y las usen. Solo hay
que llamarlas y ellas vendrán.
Yo Soy La Divina Misericordia, y les hablo desde Oasibeth, un Campo aleatorio donde yo manifiesto la plenitud de mi amor.
Yo Soy La Divina Misericordia, y les hablo desde Oasibeth, un Campo aleatorio donde yo manifiesto la plenitud de mi amor.
Canalizado por José Gabriel Agesta.
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