Tan pronto como los
niños aprenden a hablar, algunos son capaces de contar historias muy detalladas
de personas, lugares y circunstancias relacionadas con vidas pasadas. En la
última década, ha habido un gran número de niños que aseguran recordar sus
vidas pasadas. Uno de los casos más importantes de nuestra historia fue el de
James Leininger, cuya historia conmocionó al mundo en 2005. Leininger parecía
ser como todos los niños, pero tenía una fijación con los aviones de juguete.
De hecho, el pequeño estaba obsesionado con los aviones y con cierta frecuencia
utilizaba una terminología imposible de conocer por ningún niño de su edad.
Esta terminología incluía referencias a ciertas partes de los aviones.
A la edad de cinco años, James comenzó a tener pesadillas. Pesadillas
vívidas de un avión de combate cayendo en llamas. En más de una ocasión, se
despertaba gritando durante la noche. Cuando su madre le preguntaba lo que
recordaba de esas pesadillas, él contestaba: “accidente
de avión en llamas, pequeño hombre no puede salir”.
Pero el pequeño de
cinco años pasó de tener pesadillas a representar en dibujos un avión de la
Segunda Guerra Mundial consumido por el fuego, y cayendo a toda velocidad hacia
el océano. Los padres decidieron investigar todos los detalles ofrecidos por su
hijo y descubrieron que se trataba de un piloto muerto en la Batalla de Iwo
Jima, cuando el fuego enemigo abatió su avión.
Esta es sólo una de
las miles de historias de niños que parecen ser capaces de recordar detalles
específicos de vidas pasadas. Y ahora, un niño de cuatro años asegura que fue
una chica que cocinaba para el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington.
Más que una simple imaginación
Tristan Martin estaba
viendo un episodio de Tom y Jerry en la televisión, cuando su madre Rachel le
avisó de que ya estaba lista la cena en la cocina. Pero al parecer, los olores
de la comida le provocaron una reacción inexplicable en su memoria.
“¿Te acuerdas, hace mucho tiempo, yo solía
cocinar en la cocina de George Washington? Era una niña”, le dijo Tristan a su madre.
En un principio su
madre pensó que su hijo estaba jugando con su imaginación, por lo que quiso participar
al preguntarle si ella también había estado allí.
“Sí. Éramos gente morena. Pero después de
mi muerte, no podía respirar”, le respondió
Tristan.
El pequeño de cuatro
años le hizo un gesto con los brazos envueltos alrededor de su garganta. Solo por
curiosidad, Rachel decidió investigar la historia que le explicó su hijo y
descubrió que su cocinero, Hercules, tuvo tres hijos llamados Richmond, Evey y
Delia. Sin explicarle nada de lo que había descubierto, Rachel le preguntó a su
hijo si recordaba algún nombre y la respuesta la dejó sin palabras. Dijo que
recordaba los nombres de Richmond y Evey, pero había un tercero que no sabía
quién era.
Los expertos que
investigaron su caso aseguraron que este vacío en su memoria era la evidencia
de que Tristan fue, de hecho, Delia en una vida anterior, una niña que ayudaba
a su padre a preparar comidas para el presidente George Washington.
Niños y vidas pasadas
La historia fue
investigada por el Dr. Wayne Dyer y su asistente Dee Garnes. El Dr. Dyer fue un
reconocido psicólogo y escritor de libros de autoayuda estadounidense que
falleció el 29 de agosto de 2015. Antes de su muerte, consiguió escribir el
libro titulado “Memories of Heaven: Children’s Astounding Recollections of the
Time Before They Came to Earth” y publicado el 15 de diciembre de este año,
donde recoge historias similares a las del pequeño Tristan Martin. Incluso el
Dr. Dyer afirma en su libro que su hija Serena, en ocasiones hablaba en un
idioma extranjero durante sus sueños. Pero el momento más desconcertante para
el Dr. Dyer fue cuando su hija la dijo a su madre biológica que no la reconocía
como madre.
“No eres mi verdadera madre”, le dijo la hija de Dr. Dyer a su madre biológica. “Tengo una verdadera madre, que yo
recuerde, pero no eres tú”.
A partir de ese
momento el Dr. Dyer decidió investigar decenas de casos sobre niños que
aseguraban recordar sus vidas pasadas y las recogió en su libro, basado en las
cartas y correos electrónicos enviados a los padres. El libro también incluye
el caso de una chica que aseguraba ser un soldado de la guerra y casos de niños
que decían ser parientes lejanos. Como Judy Knicely, quien se quedó sin
palabras cuando su hija de tres años le aseguró que recordaba haber sido un
niño, y que murió cuando tan solo tenía cuatro años. Y efectivamente, la abuela
de Judy perdió a un hijo poco antes de su cuarto cumpleaños.
Otro caso inexplicable detallado en el libro fue el de Suzanne Robinson,
quien que se quedó dormida, sólo para despertar con su hija de tres años
alisándole el pelo y diciendo: “¿No
te acuerdas? Yo solía ser tu madre”. Y Zibby Guest, de Chester, quien
aseguró que su segundo hijo llamado Ronnie tenía 16 meses de edad cuando
comenzó a hablar, y que repetía una y otra vez su “otra casa”, donde fue una persona adulta
con otra madre y padre. Aunque otro de los casos más impactantes del libro fue
el de la estadounidense Susan Bowers, quien no sabía si llorar o reír cuando su
hija de tres años, mientras se ataba los cordones, dijo lo siguiente: “Yo solía ser un hombre, pero supongo
que tendré que aprender a hacer esto otra vez.”
El Dr. Dyer, quien
pasó años luchando contra la leucemia, consiguió investigar y recoger gran
cantidad de casos sobre niños que recordaban sus vidas pasadas antes de morir
de un ataque al corazón. Ahora la pregunta que nos hacemos es: ¿Cuándo vuelva a
reencarnar conseguirá recordar quien fue?
Tomado de: mundoesotericoparanormal.com
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