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lunes, 19 de diciembre de 2016

EL CERO Y EL UNO COMO PRINCIPIO DE GENERACIÓN Por Daniel Uriarte Urias



EL CERO Y EL UNO COMO PRINCIPIO DE GENERACIÓN.


En este mi primer blog voy a exponer una pequeña parte correspondiente a la etimología y simbolismo aplicada a la pedagogía de los números.
Me limitaré en esta ocasión a la relación cero (0) uno (1), dos números que simbólicamente representan al género femenino y masculino respectivamente, ambos portadores por gracia del Gran Arquitecto del Universo, generadores en la expansión de la vida en la Tierra, permitiéndole por este hecho a través del amor que une lo infinito con lo finito en este plano de población uno, a donde hemos venido a continuar nuestra propia evolución para retornar a la esencia creadora.
El cero (0) representa al absoluto (aquello que no tiene nombre, sin embargo existe) en este caso, en el aspecto femenino, representado por el útero; el uno (1) la unidad del espíritu descendiendo a este plano por medio del falo que penetra al útero para unir los dos géneros. Con la expulsión regular de 82,00 espermas se inicia la primer lucha entre los espermatozoides para penetrar el óvulo femenino que dará vida a un nuevo ser que se gestará en el vientre de la madre que funge como nodriza para traer a este plano material una nueva semilla estelar.
Por otra parte recordemos que todo empieza de cero y culmina en el número nueve que es el último número de un dígito, por supuesto que cada número tiene su propia raíz etimológica-simbólica que explica su función en cada nivel ofreciéndonos una enseñanza práctica en el camino de la ascensión a la fuente de donde venimos.
El cero (útero) espera la penetración del uno (falo) portador de la semilla (semen, espermatozoide) que fecundará al óvulo. Aquí la relación Luna-Sol, hembra-macho, Solve-coagula  etc. se funden en el vientre de la futura madre para descender a este plano más denso de vida a un ser con un espíritu individual único ante la presencia de su creador. El hombre representa los nueve meses solares que dura la madre embarazada y la mujer diez meses lunares, siendo éste el ciclo más exacto para el alumbramiento.
Una vez que nace el producto, matemáticamente se puede contar como un nuevo Individuo-ciudadano que ya no depende del cordón umbilical de la madre para alimentarse, usará sus propios pulmones para alimentarse del aire e instintivamente buscará el alimento en el pecho de su madre. Así pues el flagelo “colita” del espermatozoide que penetró en el óvulo se transforma en el cordón umbilical y al ser cortado éste, los sigue uniendo el hilo de plata hasta los siete años de edad. Siendo esta la primera etapa en la que se fija plenamente el espíritu en el nuevo ser, de no ser así, desencarna.
Después de los siete años el niño(a) ya tiene la facultad de medir los peligros para auto-defenderse, aunque el hilo de plata sigue vinculando  madre-hijo, la influencia disminuye. 
El ser humano para desarrollarse plenamente en este plano cuenta con diez periodos septenarios básicos, después de los cuáles lo que aporta son sus experiencias de vida.
Si la observación de la experiencia de vida del ser humano la proyectamos hacia la creación-fuente-vida, manifiesta en nuestro planeta, donde concurren: la Tierra, el Agua, el Aire el Fuego y el Éter, siendo éste un elemento más que existe en todo el universo que consolida la vida por su Creador.
Cómo no maravillarnos al contemplar la geometría de las formas de las flores, sus colores, como radares buscando la Luz del sol; las aves en cada especie luchando por sobrevivir para dar continuidad a la vida sirviendo además por sus cantos, colores y formas como estímulo para el hombre y recurso en la cadena alimenticia, lo mismo sucede con los demás seres que poblamos este planeta. Estamos aquí para compartir lo que el creador ha puesto en nuestras manos para hacer uso ellos, respetando los derechos que cada ser tiene para su desarrollo y plenitud y continuar su propia evolución.
Así, pues, somos testigos de la magia de la vida, esto me recuerda un paramita, que significa lo que alcanza la orilla más lejana del discernir del pensamiento. Que dice: “el hombre no encuentra puerto, la vida no encuentra rivera, ella se desliza y nosotros pasamos”.

Contacto: danieluriarte@hotmail.es

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE LAS SECUENCIAS 6-6-6, 9-9-9 Y 12-12-12  -*1ª PARTE

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN  A TRAVÉS DE LAS SECUENCIAS 6,6,6; 9,9,9; Y 12,12,12  -*2ª PARTE   

EL CERO Y EL UNO COMO PRINCIPIO DE GENERACIÓN  

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS en el proceso de evolución Segunda Parte

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN  4ª parte

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS En el Proceso de Evolución "EL 2" inicia la Evolución a la Fuente Original

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS  En el Proceso de Evolución  Tercera parte 

EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS EN EL PROCESO DE EVOLUCIÓN      Tema 5:  El 0-1 y 1-0  (Proceso del primero al Segundo Nacimiento)         

EL MISTERIO DE LOS NUMEROS  En el Proceso de Evolución  TEMA 8 








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