Manipulación energética: Acople o Intercambio de Almas
Algunas personas padecen bloqueos energéticos sin saberlo que
afectan a niveles y aspectos profundos de su ser. Son difíciles de detectar y
pueden dar origen a síntomas físicos o psíquicos que fácilmente llevan a
confusión con cualquier enfermedad orgánica.
Estoy hablando de una forma de manipulación energética a nivel
de cuerpos superiores, incluso de alma que se produce en algunos casos por
intrusismo de entidades negativas y en otros por pactos y acuerdos de otras
vidas que nos llevan a permitir que estas entidades actúen a través nuestro y utilicen
nuestra energía para finalidades que generalmente nos son desconocidas.
Este proceso de acople o intercambio de energías no deseable
puede originarse en algunos casos en el momento en que un alma está
preparándose para entrar al cuerpo físico y aunque es bastante raro y difícil
de detectar puede ocurrir que otras entidades compitan con esta alma y
encuentren un resquicio por el que colarse y encarnar en forma humana junto con
el alma original.
El mismo proceso puede suceder ya de adultos en este caso se
trataría de un tipo de “posesión”, también extremadamente rara pero que no por
ello debemos obviar a la hora de realizar una lectura energética completa de
una persona. Este segundo caso se da mayoritariamente en situaciones en que el
individuo está energéticamente muy debilitado como es el caso de abuso de
sustancias toxicas como drogas y alcohol, depresión grave o cualquier situación
en la que perdamos el control sobre nosotros mismos por efectos externos.
También y esto viene ocurriendo cada vez con mayor frecuencia en
individuos que en busca de su crecimiento personal y su realización entran en
contacto con rituales antiguos que ya no tienen sentido en el momento actual en
el que vivimos y en el que la física quántica ha demostrado como puede accederse
de una manera más segura a otras dimensiones. Incluso puede ocurrir en el caso
de meditaciones guiadas en las que el individuo baja su nivel de conciencia
conducido siempre por la voz de alguien con una intención que a menudo
desconocemos y que lo lleva a otras dimensiones aunque supuestamente el viaje
sea al interior de sí mismo. En ambos casos la posibilidad de dejar abiertos
portales dimensionales por los que pueden circular libremente entidades que no
deberían mezclarse con nosotros es alta y el peligro que esto entraña también.
Ocurre entonces que el alma o la conciencia se disocian del
cuerpo físico y no ejercen el control necesario sobre este entonces la
protección es más débil y la oportunidad de que entidades de baja frecuencia
puedan colarse y acoplarse aumenta.
En caso de que esto ocurra y dependiendo siempre del poder y la
intensidad de la entidad o entidades ocupantes y de su capacidad para actuar
con la mente, puede suceder que la persona empiece a sentirse especialmente
confusa respecto a sus pensamientos “normales” cambiar de ideas e incluso
mostrar caracteres distintos en diferentes épocas . En realidad la mente y la
personalidad del individuo siguen siendo la misma pero la energía o yo interior
que lo ocupa tiene otra manera de ver el mundo y otros planes e intenta forzar
de cierta manera a la personalidad que lo acoge.
Las consecuencias están pues directamente relacionadas con la
salud física, mental y emocional del individuo.
Si la causa original de este acople es por pactos originado de
otras vidas, el individuo cede a intervalos gran parte de sus capacidades y
poder personal a los intereses pactados y acordados en su momento y sin ser
consciente de ello está al servicio de lo que estas entidades decidan hacer con
su energía en cada momento. Queda en todos los casos siempre una parte del ser
que el individuo es que no se desconecta de su fuente original ni pierde su
esencia y en algunos momentos es consciente de que algo está pasando y no
marcha bien.
Una vez detectado el problema y siempre bajo conocimiento del
individuo, se puede realizar una sanación energética intensa que restaure el
estado original del alma del individuo, desactive el acople y permita que las
entidades implicadas regresen a sus respectivos planos de los que nunca
deberían haber salido. La colaboración del individuo afectado y su vigilancia y
control aseguran el grado de éxito de esta sanación y permiten restituir la
conciencia y la calidad de vida del individuo.
Autora: Maite Barnet, redactora familia hermandadblanca.org
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