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martes, 3 de noviembre de 2015

Trascender la acción del Karma Material-Trigueirinho:




Trascender la acción del Karma Material
Lo que llamamos ley del karma material es la ley que rige los efectos de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Por medio de ella, interactuamos con toda la vida planetaria. Cuando evolucionamos lo suficiente como para relacionarnos más directamente con la vida solar, trascendemos la ley del karma material y comenzamos a estar bajo la ley evolutiva superior. Al avanzar en la evolución, contactamos la vida cósmica y comenzamos a estar bajo la ley del equilibrio.
Según la ley del karma material, todos los seres interactúan continuamente en el nivel mental, en el emocional y en el etérico-físico a través de los pensamientos, sentimientos y acciones; los efectos de esa interacción pueden ser negativos, positivos o neutros.
Para que nuestra acción sea positiva, armoniosa, debería inspirarla un nivel superior, más allá del mental.
Un efecto no puede ser anulado, pero puede ser transformado. Cuando advertimos que hemos producido algo sin querer o algo negativo, podemos neutralizarlo generando lo opuesto. Por lo tanto, el karma no se borra, pero puede equilibrarse.
Cuando alguien adquiere cierto conocimiento interno que lo habilita a soportar fuerzas extras, puede asumir el karma de otras personas para liberarlas de lo que les impide caminar. Ese es el trabajo realizado por los redentores de la humanidad. La humanidad terrestre ya no existiría si no fuese por sus redentores.
Todo karma equilibrado contribuye a la liberación del ser, para que él viva en forma más amplia y no sólo bajo esa ley material.
El destino básico de una encarnación se organiza antes de venir a este mundo de acuerdo con lo que tengamos que recibir, tanto lo negativo como lo positivo. Ese destino puede reorganizarse en el transcurso de la propia existencia, según el desarrollo de la personalidad.
Necesitamos aceptar nuestro destino básico tal como se presenta, pues fue determinado por nuestras acciones de vidas anteriores. Sin dicha aceptación no tenemos fuerzas para transformarlo.
La transformación del destino básico debe hacerse con la inspiración de los niveles internos, y no de las tendencias humanas. Aspirar a ella y entregar su conducción a un núcleo superior del propio ser forma parte del camino de la liberación kármica. No estamos solos en ese proceso: hay Jerarquías Espirituales que ayudan a transmutar el karma.
Dentro de un grupo, se pueden formar conjunciones que faciliten cambios en el karma. Doce personas reunidas, por ejemplo, generan una conjunción que favorece el camino evolutivo, debido a que ello aleja la influencia de las fuerzas negativas. Agrupamientos de siete, de cinco personas y otros, también tienen un valor específico ante la Ley del Karma y ante la Ley Evolutiva Superior.
Los grupos en los cuales participamos, pueden no estar constituidos en el plano físico y existir sólo en los planos sutiles. Cuando aspiramos a la transformación, nos reunimos internamente con seres que corresponden a lo que estamos viviendo. Dichos grupos significan suma de posibilidades, suma de potenciales.
Para ingresar efectivamente en el camino de la liberación kármica es importante no prometerle cosas a los demás. Las promesas crean débitos kármicos, más o menos pesados, de acuerdo con la comprensión de quien las recibe. En un grupo unido, inteligente, no hay promesas mutuas. Las interacciones son conducidas y organizadas a partir de los planos internos de la vida, a fin de cumplir un servicio al planeta y a la humanidad.
La Ley del Karma Material puede representarse con un círculo. La Ley Evolutiva Superior, con una espiral ascendente.
Seres de elevada consciencia organizan el retorno de los efectos de las acciones de cada criatura de modo que no superen su capacidad potencial de transformarlos.
A medida que aspiramos a la unión con la Fuente Única de Vida y a no permanecer en el círculo kármico, es posible reorganizar el karma material.
Si nos conectamos con la Fuente Única, nuestros actos ayudarán a transformar el karma del mundo, el karma de la humanidad, el karma de grupos y hasta el de los individuos.
Conectarnos con la Fuente Única de Vida, sin planes ni expectativas, dejarnos tocar por su impulso y su equilibrio, es un verdadero servicio. La base para esto es la neutralidad, la no reacción, y al mismo tiempo aspirar a ingresar en esa Fuente Única. Y, para fortalecernos en ese propósito, pueden presentársenos muchas pruebas.
Angeles………..en amor y servicio
José Trigueirinho.
Charla realiza en Brasil en Octubre del 2002





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