LA CREACIÓN DE LA TIERRA INTERNA DE BELLEZA Y
LUZ... Y SU GRAN CIVILIZACIÓN.
En las inmensas grutas que existen por debajo del manto de magma ígneo,
se construyeron extensas redes de iluminación artificial, en unos casos
ionizando las moléculas del aire para volverlas luminosas y en otros creando
núcleos luminosos parecidos a soles, como inmensas lámparas esféricas
suspendidas con las que se consiguió cultivar abundantes alimentos, de forma
que hasta el día de hoy, la agricultura hidropónica, estimulada con luz
artificial, abastece más del 80% de los alimentos necesarios para satisfacer
las necesidades de estas poblaciones vegetarianas del subsuelo.
Al final, se conformó una tierra utópica de belleza y luz, que,
desconocida para la mayoría de la raza humana, existe realmente en la realidad
física contemporánea de esta esfera, de maera que en el profundo mundo interno
de Nungimecha se encuentran antiguas civilizaciones muy activas y pujantes de
seres altamente evolucionados descendientes de quienes crearon este conjunto,
protegidos de las alteraciones geofísicas y de los torbellinos que han barrido
vuestro mundo superficial durante tantos millones de años, estas civilizaciones
no sólo sobrevivieron a la última gran glaciación, sino que crearon un mundo
soberbio en el útero de la Madre Tierra, una tierra de vibración estable, con
siete grandes sedes principales y otras secundarias.
Por otro lado, cada uno de los enclaves interiores existentes en esta
esfera se distingue por un determinado signo de actuación; así Shamballah –o
Shasvalk, presidida por Yersx- es un centro místico universal de primer orden,
el Reino de Agharti –en realidad llamado Avaxhi y cuyo regente es Xhgel- es una
unidad de mejora de la raza planetaria autóctona; Shangri-La –llamada Shanzag y
regentado por Nhexra- es un centro de investigación sobre las relaciones intergalácticas;
El Dorado –llamado en realidad Synxuski y comandado por Husxtu-, es una
estación o centro técnico para la investigación sobre vehículos de
desplazamiento espacial; Pxorugi, -regentado por Ziuxh-, es un centro regulador
del equilibrio de la esfera. Axhanna, bajo Nigeria, gran centro de
investigación sobre la biología de los lechos marinos.
La idea de una gran civilización subterránea no es una hipótesis
caprichosa, pues esos enclaves interiores, son bien conocidos para los
estudiosos budistas y lamas, y son muchos los místicos y visionarios que han
visto esas tierras y viajado allí en su cuerpo astral.
Los afortunados y los elegidos de entre vuestros líderes espirituales
visitan físicamente el lugar con regularidad y poseen un amplio conocimiento
del mundo altamente evolucionado de la Tierra interna, porque se trasladan
frecuentemente a Shasvalk, donde reciben guía y dirección de los sacerdotes de
la Hermandad Blanca que presiden ese reino, antes de volver a la superficie.
Ha habido sabios de muchas épocas que han traído la sabiduría y la
brillantez de la idílica civilización que florece en el subsuelo y este
conocimiento está firmemente asentado en vuestra conciencia colectiva,
esperando vuestro reconocimiento.
Además, a lo largo de vuestro tiempo, diversas civilizaciones han
interactuado con estos esplendorosos seres de luz, porque siguen existiendo
túneles energéticos conectores en diversos puntos del planeta, que también han
permitido visitas de esos seres en distintos momentos cruciales del tiempo
superficial.
En otras épocas de grandes cambios de la historia terrestre, algunas
sociedades selectas, como los lemurianos, los tibetanos, los mayas, los
antiguos egipcios, los druidas y los etruscos han sido visitados por líderes
espirituales de Avaxhi, que llevaron su sabiduría a la superficie para servir
al propósito superior de Nungimecha.
De éstos, los tibetanos, han tenido contacto directo con Avaxhi hasta
mediados del siglo pasado, cuando el Dalai Lama fue obligado a huir de aquellas
tierras sagradas para siempre. El portal tibetano situado en el vórtice
espiritual de Lasha fue sellado con su partida y reemplazado por uno que se
abre desde la India, partiendo de la base del monte Kailash, y desde allí
algunos líderes tibetanos selectos, que han elegido servir como mensajeros de
la luz, siguen viajando a Shasvalk.
También hay otros pasadizos hacia las tierras profundas de Agartha en
puntos clave del planeta, pero todos están muy protegidos holográficamente,
porque son los puentes entre los mundos externo e interno, y esa vinculación
hace que los entornos internos no contaminados sean extremadamente vulnerables
a todas las formas de polución humana y radiación cósmica.
Y así como la devastación humana de los ecosistemas superficiales
continúa asolando y destruyendo la belleza innata de Nungimecha, el entorno
subterráneo ha permanecido relativamente puro, libre de las emisiones venenosas
y residuos tóxicos que se han vertido en vuestros ecosistemas superficiales y en
la atmósfera.
La supervivencia misma de estos hábitats contenidos depende de la gestión
adecuada de todos los productos de deshecho y de la total comunión con los
elementos. Esto se ha conseguido desde los días de la primera penetración en el
subsuelo.
Por desgracia, con la creciente explotación de las capas superficiales
que propicia el Gobierno Secreto, la perfecta biosfera de la Tierra interna y
la armoniosa vida del pueblo de Avaxhi se están viendo alteradas.
Hasta la fecha, los ingenieros invasores sólo han logrado penetrar en la
corteza, y aún están lejos de conseguir el acceso a Avaxhi, sin embargo, su
violación de las estructuras que forman el esqueleto de Nungimecha está
alterando el equilibrio natural allí también y las basuras y toxinas emocionales
producidas por sus maquinaciones y oscuras intenciones revisten los túneles de
sus estaciones militares subterráneas cada vez mayores.
Algunos de estos productos de deshecho están penetrando en los conductos
de aire y en las aguas que conducen al mundo interior subterráneo más próximo a
la superficie, que sirven para sustentar la vida, manteniendo el ecosistema en
equilibrio y armoniosa interdependencia, pero además, las continuas pruebas
militares en el subsuelo también están teniendo un coste, y los campos de
residuos radiactivos han empezado a rezumar, rebasando los límites que antes
protegían el mundo interno, de forma que allí, donde la enfermedad antes era
desconocida, los efectos del envenenamiento radiactivo están empezando a
manifestarse lentamente entre la población.
Esta intervención agresiva, el pillaje de todos los recursos naturales y
el desmantelamiento de los ecosistemas están destruyendo la armonía de estos
mundos. De los microorganismos que siempre han crecido en los mares
subterráneos, algunos son fotosintéticos: unidades flotantes de luz almacenada
que entran a través de los portales principales, situados en los polos norte y
sur.
Billones de estas criaturas bioluminiscentes, moviéndose como un cuerpo
singular, llevan luz a las aguas internas de la Tierra, estimulando el
crecimiento de las plantas en las orillas y en el fondo del mar. Ellas forman
la base de la cadena alimenticia, tal como lo hacen en los océanos de vuestras
regiones polares, donde la luz solar no puede penetrar la superficie. Los
microorganismos marinos fotosintéticos no son nuevos para vosotros; han sido
estudiados y observados por los biólogos marinos.
Lo que los pensadores convencionales, los mismos que ridiculizan la vida
subterránea, pasan por alto es que los Padres Creadores saben llevar luz a los
rincones oscuros, tal corno hacéis vosotros. Esto no es más que un aspecto de
cómo lo Divino manifiesta vida en cada respiración, en cada ocasión y en lo
profundo de los mundos no cartografiados que existen más allá de vuestra
conciencia.
Tened en cuenta que existe un espectro electromagnético infinito y que
existen muchas otras vibraciones de la radiación solar capaces de penetrar las
capas superiores de la corteza terrestre y ser recibidas en el subsuelo. Por
otra parte, hay que destacar que es la luz de esos Padres Creadores la que
determina de dónde surgirá la vida, y el rayo visible no es lo único que
levanta la hoja de hierba de su cama.
Sin embargo, como la biología moderna niega la posibilidad de que la vida
prospere sin luz solar, obviáis la idea de posibles civilizaciones subterráneas
como puras historias sin sentido de la literatura de ciencia ficción, historias
que han sido sembradas deliberadamente de ese modo en vuestras mentes
consciente y subconsciente.
El azar no existe, la suerte no puede darse, la casualidad no tiene
sentido; cualquier suceso en la vida humana, desde el más frecuente, hasta el
más extraño e inusual, está gobernado por la ley de causa y efecto, no
obstante, los seres humanos siguen utilizando frecuentemente el término “azar”
para referirse a sucesos, cuyas causas están ocultas para ellos pero no está
lejos el día en que un buen observador pueda precisar sin error el siguiente
número que habrá de salir de una determinada máquina de lotería, simplemente
basándose en el comportamiento y las leyes por las que se rige dicha máquina.
En muchas situaciones, la demora entre la causa y el efecto es y no es
difícil de reconocer el cumplimiento de esta ley, pero en otras ocasiones, como
en el caso de acontecimientos como pueden ser los accidentes, golpes de suerte,
o desgracias, etc., es posible que haya un período largo entre causa y efecto,
en los que se percibe el efecto, pero no la causa.
Los Maestros de la Sabiduría Antigua siempre alertaron de que todos esos
sucesos pudieran ser los efectos retardados de unas causas sembradas más
temprano en esta vida, o tal vez en otra anterior, sin embargo, cuando llega el
tiempo para proceder al equilibrio de esas causas, la propia naturaleza interna
de cada persona, le guía hacia un problema, o lo salva de él, por eso, las
circunstancias extrañas y externas, son los medios que la Naturaleza utiliza
para ejecutar sus fines, de modo que bien se podría decir que la propia
Naturaleza se encarga de poner los medios o poner trabas para que las
iniciativas prosperen o no prosperen a fin de conseguir el mejor equilibrio y
beneficio posible, personal y grupal, al menor esfuerzo posible; en realidad,
con el mínimo esfuerzo; por esa razón, cuando se intenta una acción –aún con
todo el tesón, determinación y empeño- que no le conviene ni a la persona, ni
al entorno, es la Naturaleza quien se encarga de hacerle ver que eso no se
puede dar, aun cuando no se entienda en ese momento.
Angel Luis Fernández.
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2 comentarios:
Me gusto mucho este articul,bueno como todo lo de el dr fernandez.gracias.
Me encanta saber de las civilizaciones internas..
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