¡Saludos, queridos hijos!
Ahora voy a enumerar las características en las que pueden confiar, así puedan identificar a los reptiloides en un cuerpo físico.
Si bien los reptiloides de casta alta tienen un aspecto bastante peculiar y pueden identificarse fácilmente por sus características externas, los reptiloides comunes son muy similares a los humanos.
Se sorprenderán, porque por regla general, son decentes, respetuosos de la ley, comprensivos y sólidos en todos los aspectos igual a cualquier ‘persona’, aunque demasiado orientados a lo material.
La comunicación con ellos siempre se reduce a asuntos cotidianos, de los cuales tienen toda la gama en sus dedos y siempre pueden dar consejos buenos y ‘PRÁCTICOS’.
No es raro que reciban una buena educación y sean leídos e incluso eruditos, pero por estar conectados a ciertos programas, son guiados por estas programaciones en todas las esferas de la vida.
Siempre siguen ciertas reglas y patrones que los hace rechazar de manera agresiva a cualquier cosa de más allá de lo común y de lo generalmente reconocido.
Son incapaces de soluciones extraordinarias, acciones ilógicas o de hacer cosas que no los beneficien, es decir, no pueden SER GUIADOS POR EL CORAZÓN.
En su mayoría son criaturas aburridas y sin rasgos característicos comúnmente llamados ‘dolor en el cuello’.
Pueden tener fuertes lazos emocionales con su familia, a quienes controlan y consideran como de su propiedad.
Hay muchos ateos entre ellos, ya que Dios es algo abstracto y su mente práctica no puede aceptar el hecho de su existencia sin hechos científicamente fundamentados.
Pero entre ellos, también son numerosos los fanáticos religiosos y esto le sucede a los que son criados bajo estrictas tradiciones religiosas, lo que significa que desde la infancia han estado conectados a un cierto egregor religioso.
Este egregor se convierte en un programa más, que gobierna su Consciencia y lo hace aún más impersonal.
Típicamente ritualizan su fe, ya que carecen de un Alma Divina, lo que resulta en su incapacidad para percibir a Dios desde el recuerdo Divino.
Los reptiloides tienen un Ego bien desarrollado, se aman mucho y se preocupan por su salud.
Exigen demasiada atención de las personas, especialmente de sus familiares y amigos, por lo que eligen a aquellos listos para servirles, como su cónyuge.
Por eso es que dos reptiloides rara vez se llevan bien entre sí, por intuición, eligen a un Ser humano como su compañero que esté listo a sacrificarse y a satisfacer todas sus necesidades reptiloides.
En cuanto a las características externas, los reptiloides se pueden identificar por sus ojos.
Sus ojos carecen de la Luz Divina que irradian los ojos humanos, así como a la gama de tonos emocionales humanos, como la ternura, el cariño, la tristeza, la travesura, la broma, etc.
En su mayor parte, los ojos de los reptiloides son opacos e insípidos, incluso cuando sonríen o se ríen.
Sus movimientos carecen de la gracia típica de los humanos.
Sus comportamientoss y sus gestos son estándar, tal como lo son sus pensamientos y emociones.
El programa implantado en ellos se muestra en todo, esto hace imposible decir acerca de los reptiloides, que son personalidades interesantes, brillantes o sobresalientes, muy a menudo, son ordinarios, estándar y aburridos.
A través de las muchas encarnaciones en un cuerpo humano, es seguro que los reptiloides hayan cambiado sus peculiaridades, pero mantienen sin cambios sus características principales, por permanecer conectados al mismo programa diseñado por sus superiores.
Hoy nos detendremos aquí, te quiero mucho, Soy tu Padre Absoluto quien te habla, a través de Marta.
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