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jueves, 3 de julio de 2014

Fuerzas Angélicas Unidas, via Carol Fitzpatric



01-07-2014
Adonai, adonai, adonai. Los Seres Angélicos nos hablan para recordarnos que nunca estamos solos.

La naturaleza misma del universo es cíclica. Nos encontramos en la cumbre de un ciclo importantísimo de la vida, ¡Sí!

Un portal se está cerrando y otro se está abriendo. Hace mucho tiempo se nos dijo que fuéramos buenos, hiciéramos el bien a través de nuestras obras, lo cual equivale a emanar luz a través de nuestros pensamientos y sentimientos mismos de quiénes somos nosotros como Luz expresándose a través de nuestra humanidad.

“Recuerden quiénes son ustedes” fue el mensaje; “recuerden a qué han venido aquí — a ser eso que ustedes ya son,” continúa sonando en mis oídos.

Hay muchos de nosotros aquí que hemos despertado, que hemos recordado y que estamos en medio de los rompecabezas de nuestras vidas, preguntándonos internamente: “¿y ahora qué? ¿cuál es mi parte a hacer? ¿cuál es mi gozo, mi pasión, mi propósito en esta nueva rejilla de la Tierra? ¿cómo me siento satisfecho? ¿cómo sé que soy eso? ¿y ahora qué?

“¿Qué significa ser eso cuando la naturaleza de mis sentimientos como un grandioso Ser de Luz no es equivalente a la de mi entorno?”

“¿Cuál es el significado de mi vida aquí a medida que avanzo adelante?”

Y a pesar de todas estas preguntas los Seres Angélicos nos dicen que están aquí con nosotros. Nos dicen: “los amamos, los honramos, y les deseamos lo mejor.”

Ellos nos recuerdan que éste es el tiempo de anclar, anclar todo lo que somos en nuestra propia creación misma de la realidad, creaciones que hablan al corazón de quiénes somos y ejemplifican lo que sabemos.

Éste es el tiempo de lo milagroso, el tiempo en el que el milagro de nuestra Conciencia Unitaria se vuelve sostenible en nuestro modo de ser en el mundo.

En este tiempo mismo de nuestro momento de Ahora estamos permitiendo que la polarización entre el ser y hacer basados en el temor se derrumbe a medida que fluimos hacia la conciencia vibracional más elevada de amar y honrar a todos. 

Es el tiempo de anclar porque nuestra trayectoria individual está evolucionando a un modo colectivo de vida, una vida que personifica la rectitud.

Reitero, estos mismos Seres Angélicos me recordaron esta mañana mientras me fluían las palabras en unas páginas de un diario que Moisés le dijo a sus hermanos y hermanas: “nosotros somos los elegidos, pero no porque somos ricos en riqueza material sino porque nuestros corazones están abiertos y somos humildes.”

Y nos están diciendo ahora: “vengan al altar de su vida con un corazón abierto” y sigan siendo humildes pues ahora están listos para recibir su llamado.”

“El cumplimiento de su llamado es a lo que han venido aquí; ustedes están aquí para recibir todas las bajadas de Luz que les fueron prometidas porque han permanecido abiertos y humildes.

Me dijeron esto: “Vengan a la tierra donde la hierba de la pradera crece alto y es abundante.

Vengan a la cima de la montaña. Estén de pie al borde del mundo y ábrannos su corazón.

Allí es donde estaremos con ustedes. Amen y honren; amen y hónrense a sí mismos, y al hacerlo sepan que todo está bien.”


Inclusive mientras escribía el mensaje de arriba esta mañana pude sentir su amor pues la energía está acrecentándose. 

Éste es el tiempo de un gran anclamiento de la Luz. De aquí en adelante se intensificará.

Mi versión de este llamado pudiera ser literalmente que vayan a ponerse de pie en la cima de una montaña para recibir estos códigos lumínicos.

Su versión de su llamado pudiera ser simplemente sentarse calladamente en la perfecta tormenta slenciosa de su vida y recibir, o ir de un lado a otro como los andadores de Luz que ustedes son. 

O tal vez sea simplemente que anden en su realidad calladamente, escuchando a los pájaros cantar o estar en algún lado en la playa mirando las olas reventarse una y otra vez, recordándoles del ciclo atemporal de vida en este gran planeta azul en evolución.

Sea cual fuere su llamado, éaste es el tiempo para ser y para escuchar, escuchar profundo y seguir a su corazón yendo a ese espacio silencioso dentro de ustedes, y / o ese lugar que los está llamanado… ven aquí…está aquí…siéntate aquí… permítete estar aquí.

Éste es el tiempo para la apertura al corazón de quiénes son ustedes y para prepararse a recibir la promesa de su encarnación a punto de cumplirse, permitiendo que las elevadas frecuencias de Luz sean bajadas al núcleo mismo de quiénes son ustedes.

Estos son códigos que los impulsarán adelante para cumplir con su misión aquí en la Tierra. Sí.

¿Cuándo? Ahora. Toda la preparación los ha conducido a este tiempo. Éste es su tiempo para abrir plenamente su corazón y sostener el espacio sagrado para que suceda en su interior la milagrosa transformación.

¿Están listos?





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