nocopias

jueves, 30 de octubre de 2014

ARCÁNGEL GABRIEL SOBRE LA REVELACIÓN, Por Marlene Swetlishoff-30-10-2014


Amados, Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como revelación.
La naturaleza interna de cada individuo revela verdades poderosas y persuasivas que apuntan a la presencia de una realidad espiritual mayor dentro de ellos, como el mundo interior del espíritu, de la conciencia, de los sentimientos y de las emociones, de la existencia del alma.
Cada individuo se esfuerza hacia la perfección en sus vidas, siempre en busca de la persona que represente los más altos ideales de amor, bondad, integridad, honestidad, fidelidad y belleza.
Este deseo en su interior para encontrar y conectar con el ideal perfecto surge de su deseo más profundo de conocer su verdadero ser como el alma perfecta que se esconde como un gran tesoro en su interior.
Es esta alma que impulsa a cada persona a buscar y encontrar su mayor Ser.
Después de una larga búsqueda de esa perfección que han buscado en todas las cosas externas a ellos, hay una revelación que se produce.
Se dan cuenta de que esta perfección que han estado buscando está tan cerca como su propio Ser, que es la realidad de su propia vida. La perfección que han buscado se encuentra dentro de su propia alma.
Cuando uno llega a ser consciente de su alma, perciben el ser interior que trasciende su ego humano.
Las luchas de su vida alcanzan pleno sentido cuando se les revela que la evolución humana no es sólo para la adaptación de los cuerpos físicos de las plantas, los animales y los seres humanos con el propósito de la supervivencia del más apto en la naturaleza.
También debe incluir el aspecto más importante, que es el desarrollo gradual del alma que anima estos cuerpos sobre los ciclos de la vida y la muerte.
El objetivo de la experiencia de la vida en una forma terrenal es revelar el espíritu perfecto que se esconde dentro.
El sistema evolutivo entero es el que lucha por evolucionar de la simple eficiencia en la naturaleza al despliegue de la perfección del espíritu.
Cuando llega esta revelación, la vida alcanza un propósito más elevado.
Vivir la vida se revela como un área de juegos emocionantes, una carrera de obstáculos que se atraviesan, en la que cada ser evoluciona para ser más perfecto.
Ellos ven que necesitan las circunstancias adecuadas con el fin de manifestar su verdadera naturaleza, su alma, su fuente de fortaleza infinita y potencial.
Sin esta oportunidad para la experiencia, sus preciados ideales de divinidad, el coraje, el sacrificio, el discernimiento, la integridad y el amor incondicional nunca serán totalmente revelados.
Mientras uno se abre a la posibilidad de que existe el alma de uno, y acepta la posibilidad de que cada persona es mucho más que su cuerpo, sus pensamientos o sus sentimientos, comienzan a darse cuenta de que Dios está presente dentro de ellos.
Ellos sienten su relación con toda la humanidad y con toda la vida sobre su planeta.
Ellos comienzan a amar a sus hermanas y hermanos sin condiciones, ya que encarnan las cualidades del perdón, aceptación y comprensión compasiva de cómo se sienten los demás.
Buscan una conexión con lo sagrado subyacente y el misterio de la vida.
Anhelan un sabor de lo infinito y la realidad que subyace detrás de todas las cosas.
Buscan su propia sabiduría natural y las realidades luminosas que se encuentran más allá del mundo material y sus placeres superficiales, distracciones y molestias.
Se les reveló que la verdadera integración se produce cuando el consciente y el inconsciente se reúnen a medida que su verdadero yo comienza a hacer su aparición a través del predominio anterior de su personalidad condicionada.
Su práctica diaria de ser testigo de sus propias reacciones e interacciones con el mundo que les rodea les revela las claves valiosas que los impulsa avanzar hacia una mayor percepción personal de auto-descubrimiento, comprensión, crecimiento espiritual y auto-empoderamiento.
Cuando su paisaje interior se corresponde con el escenario exterior en frente de ellos, comienzan a conocerse a sí mismos en el contexto como una parte de un todo más grande.
Comienzan a sentir su relación con el mundo viviente del que forman parte.
Ellos experimentan momentos reveladores cuando perciben la belleza sublime y la unidad en todas las cosas.
Su amor y conexión tranquila con el mundo natural, sus experiencias con las obras de arte, la música y la literatura provienen de una fuente más profunda que revela una mayor dimensión de la experiencia de la vida.
Cuando ven su verdadero ser reflejado en el mundo que les rodea, es un momento de revelación.
Es un momento elevado de conciencia; uno que entra en su conciencia con una franqueza poco característica de sus percepciones habituales.
Esta forma de conciencia se revela a través del respeto por los demás, el amor de la naturaleza, y un cariño profundo por la vida colectiva de la humanidad.
El despertar de la conciencia dentro de un individuo es una fuerza poderosa para la percepción de la verdad y el despertar a la realidad de uno mismo y los demás.
Aquí es donde uno puede echar un vistazo a la divinidad en todas las cosas.
En la contemplación interior, el entendimiento se pone de manifiesto, lo que permite que las energías más sutiles pasen a través.
La humanidad aspira a vivir en un paraíso de amor y bondad humana en su deseo diario por un amanecer de una nueva y mejor vida.
Cada individuo formula su percepción del mundo sobre la base de sus experiencias personales a través de una alineación sensible con las fuerzas de internas y externas.
En su revelación interior, se dan cuenta de que no pueden experimentar la divinidad de su mundo sin el conocimiento de lo sagrado dentro de sí mismos.
Ellos ven que no pueden ser hermanas y hermanos entre sí sin un reconocimiento consciente de la unidad pacífica y amante de toda la vida.
Ellos comprenden que el amor es la mayor felicidad que la humanidad puede alcanzar y que son mucho más de lo que soñaron.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff
Traducido por Andeléi





No hay comentarios:

Publicar un comentario