Amados, Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como
transmutación.
Esta cualidad del amor entra en vigor dentro de una
persona luego de una gran lucha con las profundidades de su alma para entender
quiénes son en realidad y lo que significa verdaderamente.
La transmutación comienza cuando uno despierta a la
propia esencia espiritual y descubre el camino espiritual.
En el camino, el individuo que se identifica con su
personaje exterior a través del cuerpo, emociones y mente, poco a poco se
identifica con su alma, su ser espiritual interior.
Comienzan a entender que están encarnados en lo
físico con el fin de tomar conciencia de sus orígenes espirituales a través de
sus experiencias en el plano material.
Estas experiencias materiales se transmutan en
energías espirituales tales como la sabiduría, el amor, la compasión, y el
propósito más elevado.
Una misteriosa alquimia espiritual se produce por
medio de la cual el alma humana se vuelve vagamente consciente de su
contraparte superior, el Yo superior. Cuando esta conciencia llega a su punto
de ignición, el despertar se produce.
La tarea de transmutar las fuerzas materiales en la
propia vida y la elevación de estas experiencias a través del poder de la mente
en energías espirituales refinadas comienza.
Se ha tomado conciencia de las realidades
espirituales. El personaje terrenal todavía se identifica en gran medida con su
cuerpo físico, emociones y mente, pero ahora se ha convertido en lo
suficientemente integrado y coordinado lo suficiente como para comenzar el
trabajo de la transmutación de sus experiencias de vida en una energía
espiritual más alta.
La experiencia material se transmuta en energía del
alma a través de la mente y de la voluntad.
La persona aprende a concentrar su mente para
afectar las fuerzas sutiles de la mente misma, el cuerpo emocional y el cuerpo
de energía vital que subyace en la forma física llamada el cuerpo de luz.
El poder del pensamiento enfocado y la intención se
utiliza para levantar las fuerzas emocionales de la naturaleza del deseo
anclado en el plexo solar hacia el centro del corazón.
En el centro del corazón, la fuerza del deseo
personal se transforma en la energía magnética de amor espiritual.
Las personas que trabajan por el mayor bien de la
humanidad ejemplifican la transmutación de la fuerza de la naturaleza de deseo
dentro de ellos en energía del amor.
Un número creciente de personas en el planeta ahora
están despertando a la comprensión de que son mucho más que seres físicos que
viven a través de las emociones y de la mente.
Ellos están reconociendo que son “seres espirituales
teniendo una experiencia humana.“
Este despertar conduce al camino de la
transformación y transmutación a través del cual la belleza, el poder y la luz
que son inherentes a su ser espiritual, el alma en su interior, se revela poco
a poco.
La mezcla de espíritu y la materia es a menudo un
proceso doloroso, ya que la naturaleza material debe ser purificada y refinada
para que se pueda mezclar armoniosamente con lo que es su naturaleza
espiritual.
Mientras esto ocurre, uno se convierte en un ser
completamente diferente respecto de la personalidad con la que se identificara
en el inicio de su proceso del despertar.
El personaje exterior es transmutado en un vehículo
para la expresión de su alma en el mundo.
Al unificar su personalidad y energía del alma en
una unidad armoniosa de funcionamiento, hay una mezcla exitosa de las
polaridades que han estado trabajando en sus vidas diarias.
Hay un cambio gradual en el foco de la conciencia
desde el mundo exterior de la forma al mundo interior de significado espiritual
y propósito.
Como aspiran a vivir una vida más espiritual, su
personalidad está cada vez más expuesta a la luz transformadora de su alma en
su interior.
Ellos deben voluntariamente transmutar, las fuerzas
inferiores del pensamiento y de la actividad, en mayores energías espirituales
a través de sus propias acciones personales.
Esto da paso a un compromiso consciente por su parte
a una vida de auto-disciplina dedicada y servicio activo en el mundo.
Su compromiso con las disciplinas espirituales se
establece como hábitos de la vida diaria.
Su alma toma poco a poco el control de su forma
externa, dirigiendo cada vez más al aspirante en la transmutación de su vida
desde adentro.
Bajo la influencia de la transmutación de su alma,
su personalidad comienza a mostrar las cualidades divinas como amor inclusivo,
sabiduría y compasión mientras incorpora una concepción divina de la vida.
Uno entiende que este es el destino más elevado para
toda la humanidad.
El individuo aprende a interponerse en su ser
espiritual, alineándose con las fuerzas superiores de su naturaleza divina, y
se vuelve cada vez más comprometido a servir a un bien mayor.
Ellos se dan cuenta del propósito de su alma para
esta vida y llegan a estar firmemente comprometidos con el cumplimiento de ese
propósito superior.
La transmutación es todo lo relacionado con la
reivindicación y la consecución de la maestría espiritual.
Uno llega a ver que ellos no están separados de la
energía del universo o del espíritu, ya que ahora entienden que todo viene de y
es parte de la misma Fuente.
A partir de este entendimiento, un individuo
comienza a reclamar su poder como un co-creador con lo Divino, usando la
intención para transmutar sus energías de la vida en manifestación, sanación, y
otros propósitos más para mejorar la vida.
A través de este proceso de auto-purificación y
transmutación, las cualidades divinas que fueron sembradas en el ser humano en
el comienzo de su viaje evolutivo comienzan a manifestarse dentro de la vida
interior y exterior del alma consciente del aspirante.
La lluvia de luz del alma transmuta al personaje
humano en un instrumento para la expresión divina.
El ser humano se transforma en una personalidad
fusionada con el alma cuya vida está dirigida por Dios desde su interior por su
yo superior.
Las cualidades del alma, de la belleza interior,
verdad, sabiduría y luz que fueron cubiertos por la máscara del personaje
humano durante muchas vidas se revelan cada vez más como la verdadera
naturaleza y esencia espiritual en la vida del aspirante.
El personaje humano es transmutado por la plena luz
de su alma y sus cuerpos inferiores y sus expresiones terrenales han
trascendido completamente.
Practicando las leyes y fuerzas universales, uno se
convierte en el medio por el cual el amor espiritual del corazón divino fluye hacia
el mundo de la humanidad, a través de la acción redentora de la alquimia
espiritual de la transmutación.
Cuando uno sabe cómo moverse de las bajas a las más
altas actividades en sus pensamientos y acciones con el fin de transmutar una
en la otra, los milagros suceden.
Mientras me despido, que la cualidad divina del amor
conocida como transmutación y la alquimia espiritual del poder del amor
funcionen cada vez más en gran medida al interior de cada una de sus vidas.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana
de las Sinfonías de Gracia
Traducido por Andeléi
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