Hoy es 31 de Octubre, el día de la castañada para los
más pequeños, Halloween para otros, el día de todos los santos para los
creyentes, y el Samhain, la festividad de origen celta más importante del
periodo pagano que dominó Europa hasta su conversión al cristianismo. Hoy es la
noche, la del 31 de octubre al 1 de noviembre, que servía como celebración del
final de la temporada de cosechas, y era considerada como el «Año Nuevo Celta»,
un nuevo periodo idéntico a nuestra celebración de año nuevo del 31 de Diciembre,
pero que indicaba el inicio del periodo que los celtas conocían como la
estación oscura. Hoy, esta noche, es un momento donde las leyes del tiempo y el
espacio estarán temporalmente suspendidas, y la barrera entre los mundos
desaparece por unas horas. Es una noche para la magia y la preparación para el
inicio de un nuevo ciclo.
A diferencia del
calendario occidental y gregoriano, el calendario celta dividía el año en dos
mitades, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (durante la lunación octubre-noviembre), y la
mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (en la lunación abril-mayo). Los celtas consideraban
que el año comenzaba mañana con la mitad oscura del mismo para luego pasar a la
mitad clara o de luz dentro de seis meses.
Así, para muchas tradiciones paganas, hoy es un día
que marca el inicio del año nuevo espiritual. El velo que divide el mundo de
los espíritus del nuestro, la membrana que separa los planos no físicos del
plano sólido y tangible en el que vivimos, es más delgado y tenue en este
momento que en ninguno otro del año, por eso, también de alguna forma, es el
momento donde el fin de un ciclo ha llegado pero paradójicamente trae con él la
promesa de uno nuevo que comienza justo mañana otra vez. Es por eso que esta
noche es una noche para dejar ir, y mañana es un día para empezar algo nuevo.
Tanto si sois seguidores de alguna tradición pagana,
como si no, si os gustan las celebraciones ancestrales, o si solo os atrae como
curiosidad, esta noche tenéis la oportunidad de aprovechar la energía que se
mueve en el mundo para hacer una limpieza de cosas que deben terminar, y mañana
tenéis la oportunidad para empezar con un propósito nuevo renovado hasta que
llegue el nuevo Samhain el año que viene. Lo que se hace esta noche para dejar
ir lo que no sirve depende de cada uno, pero basta algo tan sencillo como
escribir una lista de aquello que deseas dejar atrás, de aquello que deseas
concluir, de aquello que ha de terminar, y con una pequeña intención, y con la
llama de una vela, quemar la lista con la convicción de que aquello escrito en
la hoja completa entonces su ciclo y ha llegado a su fin. Todo lo que uno desea
que termine hoy puede hacerlo, energéticamente, con el ritual de la quema
simbólica de lo que ya no nos sirve y debe quedarse atrás.
Mañana, por el contrario, es el inicio de un nuevo
ciclo, y todo vuelve a sembrarse, por lo que el ritual simbólico para hacer con
las energías del 1 de noviembre no es otro que escribir aquello que se desea
que se complete, se realice, y se manifieste en este nuevo ciclo. No deja de
ser más que la lista de deseos que todos hacemos en navidades para el nuevo año
gregoriano, siguiendo nuestro calendario artificial, pero haciéndolo ahora
siguiendo el calendario y tradición celta.
El poder de la magia esta noche está en su máximo
apogeo, pues las energías que se moverán y la intención puesta de cada uno en
usarlas para completar lo que se deba completar, y mañana para iniciar lo que
se deba iniciar son óptimas. Que la magia de Samhain os acompañe esta noche y
os deseo un buen inicio del nuevo año espiritual.
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