ARCÁNGEL GABRIEL , Omnipresencia
Amados, Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como
omnipresencia.
Lo divino está presente en todas partes en el
universo creado y es el creador de todas las cosas visibles e invisibles.
Esta presencia divina es todo lo que es; vida
perfecta, inteligencia y sustancia, conocimiento y poder.
Lo divino es la plenitud del ser, espíritu puro,
inmutable y siempre provisor, todo conocimiento y toda sabiduría.
Lo divino no está limitado por el espacio o el
tiempo y puede estar en innumerables lugares y participar de muchas situaciones
diferentes al mismo tiempo.
Lo divino está siempre presente, ya que da poder,
capacidad y posibilidad de que todos los seres continúan existiendo a través de
su omnipresencia que todo lo abarca.
Esta omnipresencia sostiene toda la vida y llena el
mundo material y espiritual, terrestre, celestial, y universal.
Esta omnipresencia es fuente divina eterna, sin
límites y auto sustentable.
Es interminable, ilimitada e indivisible. Las
cualidades eternas de lo divino son el amor y la sabiduría, la alegría y la
paz, la plenitud y la perfección.
Toda la vida es vida divina omnipresente, siempre
perfecta en acción y no depende de la forma o visibilidad para su continuidad.
La humanidad es la expresión manifiesta de lo
divino, y es siempre una parte de esta vida perfecta, inteligencia y sustancia.
Siempre están en presencia de la energía infinita y
eterna de la que todas las cosas se manifiestan.
A medida que cada persona se despierta y se ilumina
con la verdad de su unidad con lo divino, comienzan a disfrutar de una
verdadera percepción de la conciencia que mora dentro de toda la creación.
Lo divino está presente en los pensamientos más
íntimos de uno y conoce los sentimientos del corazón de una persona.
El mayor anhelo que toda alma aspira es conocer este
espíritu que mora en nosotros como la vida eterna, todo el amor que abarca, la
salud y la abundancia espiritual infinita.
Ellos entienden que todos y todo está lleno de esta
conciencia omnipresente y que nada ni nadie está separado de ella.
Ellos vienen a saber que la realidad del universo es
amor infinito y la vida.
Ellos aprenden a conectarse a ella, confian en ella,
se apoyan en ella y amorosamente se afirman y la reconocen como su compañera
constante por la vida.
Este compañera omnipresente significa más para ellos
cada día y ellos confían en la sabiduría que impregna su conciencia en cada
decisión que toman.
Se esfuerzan por darse cuenta por sí mismos de la
verdad de la omnipresencia subyacente en todas las facetas de su vida
cotidiana.
Todos comparten el carácter común de la
omnipresencia de la fuente divina, sin embargo, cada individuo tiene el control
total de su propia experiencia, ya que se basa en la forma en que responden a
los acontecimientos del mundo que les rodea.
Esta omnipresencia permanente es la semilla, la
chispa de lo divino en su interior, un don y gracia de lo divino para toda la
vida, infinito y accesible para todos.
Como uno desarrolle su crecimiento en la vida
mediante la adición de una dimensión espiritual a ella, buscan el mundo
interior de la vida y su interrelación con el mundo exterior.
Ganan más conciencia de sí mismos y la iluminación y
esto lleva su experiencia de toda la vida a un nivel superior.
Alcanzan un intenso grado de vitalidad, una
percepción más aguda, una conciencia más viva.
Ellos han puesto sus huellas firmemente en el camino
de la liberación de su alma de las dimensiones inferiores de conciencia.
Hay una elevación de su conciencia de ser uno mismo
centrado en un mundo centrado en lo divino.
Hay un enorme desarrollo de su vida intuitiva a
mayores niveles de entendimiento y comprensión.
Estos poderes exaltados de percepción les permiten
recibir los mensajes con un mayor grado de realidad.
La omnipresencia de toda la vida se convierte en la
práctica de la presencia de lo divino dentro de sí.
El yo se ha vuelto más purificado a través de sus
esfuerzos para lograr la iluminación, pero aún se percibe a sí mismo como una
entidad separada, aparte de la fuente divina.
Uno contempla y observa lo que significa la
omnipresencia en lugar de fusionarse con ella.
Ellos disfrutan de la claridad de la visión que se
agudiza y añade significado a la realidad de todas las cosas naturales.
Mientras se limpian las puertas de su percepción,
todo parece infinito.
Ellos están tomando su vida a un nivel superior de
existencia y se sienten más vibrantes y felices.
Es responsabilidad de cada individuo comprender que
lo que le sucede a otro afecta la experiencia común de todos.
Las decisiones y acciones de Uno pueden potenciar y
fortalecer los corazones, mentes y almas de toda la humanidad y contribuir a la
luz y al amor en el mundo entero.
En su crecimiento del alma y expansión donde están
aprendiendo la importancia de la auto responsabilidad y el conocimiento de uno
mismo.
La autorrealización es un conocimiento en todas las
partes del cuerpo, la mente, el corazón y el alma de que uno está en sintonía
con la omnipresencia de lo divino.
Ellos están ahora en el umbral del mundo del ser y
el mundo del devenir.
A pesar de que todavía pueden experimentar una
vacilación en su conciencia en el mundo de la dualidad, a veces, su alma
experimenta una conciencia gozosa de la presencia divina en su interior.
Este sentido de la presencia de la conciencia
trascendental se convierte en su centro de interés.
Esta percepción y orientación omnipresente domina e
ilumina su vida diaria.
Sus deberes terrenales y vida exterior siguen
cumpliéndose con firmeza y éxito mientras están en sintonía en contemplación de
su conexión con la omnipresencia divina que habita en su corazón.
Esta comprensión de la realidad aumentada ilumina el
resto de sus vidas.
Aumenta su capacidad para tratar adecuadamente con
la existencia mundana normal.
Con su mente fija en un foco de interés más alto, no
se distraen y llevan a cabo de manera más eficiente el trabajo que se les da
por hacer.
Ellos experimentan con frecuencia una conciencia
real y dominante de la luz radiante que los toca con la trascendencia mística,
ya que todos los días transforman su conciencia a través de su adaptación e
integración hacia su interior.
Que su creciente trascendencia de su ser cumpla con
su disfrute de las riquezas del universo mientras aspiran a la verdadera unión
con lo divino.
YO SOY el Arcángel Gabriel
2009-2015 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana
de las Sinfonías de Gracia
Traduce Andélei
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