Manipulación hiperdimensional (I) y (II)
Estamos acostumbrados
a llamar suerte a los
acontecimientos que rodean una situación particular, pero sobre los que no
tenemos control; la caratulamos como buena o mala respectivamente
cuando se amolda o se vuelve hostil a nuestros objetivos. Quizá algún ojo
somnoliento que comience a despertar tenga la sensación de que algo no está
bien: ¿es suerte o
estaremos siendo manipulados?
Efectivamente, algunos se encontrarán impotentes a resistirse o a cortar los hilos invisibles de las manos tenebrosas del astuto titiritero: el condicionamiento social coercitivamente implantado nos limita; pero otros reflexionarán y recordarán el lema del ars bellica de Sun Tzu:
Efectivamente, algunos se encontrarán impotentes a resistirse o a cortar los hilos invisibles de las manos tenebrosas del astuto titiritero: el condicionamiento social coercitivamente implantado nos limita; pero otros reflexionarán y recordarán el lema del ars bellica de Sun Tzu:
Si te conoces a ti mismo y conoces a tu enemigo, no necesitas temer al
resultado de un centenar de batallas. Si te conoces a ti mismo pero no conoces
a tu enemigo, por cada victoria que ganes sufrirás también una derrota. Si no
te conoces ni a ti mismo ni a tu enemigo, sucumbirás en cada batalla.
Hemos hablado en
numerosas oportunidades sobre el trabajo interior y
el reconocimiento
de las propias debilidades; nos concentraremos entonces en conocer
estratégicamente al enemigo pero sin olvidar que los límites pueden
estar difusos: no desconsideremos la posibilidad de que el enemigo acampe
en nuestro interior.
¿Pero quiénes son los Manipuladores? El control requiere de una organización jerárquica, como una pirámide: pocos en la cima estratégica y muchos en la base. ¿Pero cuán lejos llega este ápice? Los estudiosos de regímenes totalitarios sabrán que los tentáculos confluyen en varias sociedades secretas acusadas de conspirar en la implantación del Nuevo Orden Mundial; pero el ojo entrenado comprenderá que el ápice estratégico se pierde en las brumas y nieblas de la cuarta densidad, fuera y debajo de nuestro planeta, más allá del tiempo lineal. El físico sueco Fritjof Capra, famoso por su declaración que no hay diferencia entre vivir y aprender, en su libro El Punto Crucial nos comenta:
¿Pero quiénes son los Manipuladores? El control requiere de una organización jerárquica, como una pirámide: pocos en la cima estratégica y muchos en la base. ¿Pero cuán lejos llega este ápice? Los estudiosos de regímenes totalitarios sabrán que los tentáculos confluyen en varias sociedades secretas acusadas de conspirar en la implantación del Nuevo Orden Mundial; pero el ojo entrenado comprenderá que el ápice estratégico se pierde en las brumas y nieblas de la cuarta densidad, fuera y debajo de nuestro planeta, más allá del tiempo lineal. El físico sueco Fritjof Capra, famoso por su declaración que no hay diferencia entre vivir y aprender, en su libro El Punto Crucial nos comenta:
Si bien somos capaces de discernir las partes individuales de un sistema,
la naturaleza de un todo siempre es otra cosa que la mera suma de sus partes.
La tendencia de los sistemas vivientes a formar estructuras poliniveladas con
distintos niveles de complejidad está extensamente difundida en toda la
naturaleza y ha de considerarse un principio fundamental de la auto-organización.
En cada nivel de complejidad nos encontramos con sistemas que son conjuntos
integrados “auto-organizadores,” formados de partes más pequeñas. Cada nivel
actúa y se comunica recíprocamente con su entorno.
De este modo la predominancia del orden en el universo adquiere un nuevo significado; el orden en los sistemas es consecuencia de la auto-organización a un nivel superior... El aspecto importante del orden estratificado en la naturaleza no es la transferencia del control sino la organización de la complejidad. Los distintos niveles de sistemas son niveles estables de complejidad diferente, y esto nos da la posibilidad de una descripción diferente para cada nivel. Ahora bien, como ha señalado [el biólogo Paul] Weiss, “Cada nivel tomado en consideración es en realidad el nivel de la atención del observador.” La nueva percepción de la física moderna parece tener un significado en el estudio de la materia viviente: las estructuras de materia observadas son un reflejo de las estructuras mentales.
De este modo la predominancia del orden en el universo adquiere un nuevo significado; el orden en los sistemas es consecuencia de la auto-organización a un nivel superior... El aspecto importante del orden estratificado en la naturaleza no es la transferencia del control sino la organización de la complejidad. Los distintos niveles de sistemas son niveles estables de complejidad diferente, y esto nos da la posibilidad de una descripción diferente para cada nivel. Ahora bien, como ha señalado [el biólogo Paul] Weiss, “Cada nivel tomado en consideración es en realidad el nivel de la atención del observador.” La nueva percepción de la física moderna parece tener un significado en el estudio de la materia viviente: las estructuras de materia observadas son un reflejo de las estructuras mentales.
Entre los conceptos de Weiss y Capra podemos
sintetizar algo importante: la Naturaleza (Cosmos) no busca control sino
complejidad (¿pluralidad?) y la interpretación humana que podemos hacer estará
limitada a nuestro nivel de consciencia; tal vez por designio, carezcamos del
receptáculo mental para poder comprender a las entidades
hiperdimensionales necesitando recurrir inicialmente a una elaboración
subjetiva que se apoye en símbolos conocidos; quizá se trate de la razón por la
cual esotéricamente se le brinda tanta importancia al cáliz filosofal, cuenco
de la abundancia o matraz alquímico, en la que ciertas corrientes rosacruces
ven el cráneo humano: la necesidad de la suficiente apertura mental para poder
reconocer el titiritero tras el telón.
La humanidad está siendo ordeñada por entidades de consciencia superior con la capacidad tecnológica de viajar en el tiempo, reconfigurar el pasado y combinar universos alternativos para alterar probabilidades de ocurrencia o generar coincidencias artificiales, eligiendo como blanco para abducción, monitoreo y manipulación a cualquier individuo. Estas entidades son nativas de la cuarta densidad: un estado incrementado de existencia que interpenetra nuestra realidad tridimensional, y poseen la característica de fisicalidad variable: la capacidad de proyectarse en cualquier espacio-tiempo tridimensional; desde nuestro punto de vista, podemos interpretar dicha proyección como una aberración física, un hecho marginal al que asociamos con un episodio de irrealización.
Pero sus habilidades para operar por fuera de las leyes físicas conocidas no son las únicas; mucho del control subrepticio que ejercen sobre la humanidad es efectuado por una legión silenciosa, tal vez de una jerarquía menor, que se cuela en los intersticios ignorados, cincelados por la falta de balance e impecabilidad, la cual repta insaciable por su tesoro de guerra: la energía emocional y sexual provista por la masa humana. Esta oculta legión de parásitos busca sustento y cobijo en la oscuridad del subconsciente desconocido; Jonathan Zap nos comenta su visión:
La humanidad está siendo ordeñada por entidades de consciencia superior con la capacidad tecnológica de viajar en el tiempo, reconfigurar el pasado y combinar universos alternativos para alterar probabilidades de ocurrencia o generar coincidencias artificiales, eligiendo como blanco para abducción, monitoreo y manipulación a cualquier individuo. Estas entidades son nativas de la cuarta densidad: un estado incrementado de existencia que interpenetra nuestra realidad tridimensional, y poseen la característica de fisicalidad variable: la capacidad de proyectarse en cualquier espacio-tiempo tridimensional; desde nuestro punto de vista, podemos interpretar dicha proyección como una aberración física, un hecho marginal al que asociamos con un episodio de irrealización.
Pero sus habilidades para operar por fuera de las leyes físicas conocidas no son las únicas; mucho del control subrepticio que ejercen sobre la humanidad es efectuado por una legión silenciosa, tal vez de una jerarquía menor, que se cuela en los intersticios ignorados, cincelados por la falta de balance e impecabilidad, la cual repta insaciable por su tesoro de guerra: la energía emocional y sexual provista por la masa humana. Esta oculta legión de parásitos busca sustento y cobijo en la oscuridad del subconsciente desconocido; Jonathan Zap nos comenta su visión:
Me parecía estar mirando dentro de las cavidades orgánicas que mi intuición
me dijo que eran los órganos de mi cuerpo. Uno de ellos, estuve seguro, era mi
corazón, pero visto desde un plano de energía alquímica: parecía una cámara con
válvulas como portales, y todo estaba tejido de filamentos infinitamente
intrincados de energía viviente; los colores parecían revelar secretos de la
función de las diferentes estructuras. El corazón se reveló como un nexo
complejo y transformador alquímico de las energías cósmicas, y no simplemente
una bomba de fluido.
Pero de repente se produjo un cambio tan definido como el clic de un interruptor: una fuerza maligna se dio cuenta que estaba teniendo esta visión prohibida de la realidad sutil, y tomó medidas para aplacar esta insurrección: una respuesta inmunológica, un ataque feroz, fue lanzado hacia mí; este ataque interrumpió la visión prohibida que estaba teniendo, pero también proporcionó una instancia reveladora sobre la existencia de los parásitos mentales operando en mi cuerpo sutil.
Experimenté un ataque: una forma de pensamiento como un proyectil altamente cargado, como una bala de diamante rojo, que penetró mi psique, con la intensidad explosiva que genera la expansión de ondas concéntricas de miedo y perturbación. Mi mente pudo registrar este proyectil como una palabra en contracción: “cáncer-asesino, cáncer-asesino, cáncer-asesino;” y era acompañada de terribles imágenes: las escaleras de un sórdido sótano iluminado por una sola bombilla colgando, a los pies de la escalera un pollo con su cuello cortado, y débilmente visible una víctima escuálida de un campo de concentración mientras se deslizaba hacia un horno. Estas imágenes perturbadoras bloquearon mi prohibida vista alquímica de los órganos corporales.
Desde que tuve esta experiencia, a menudo me pregunto si otros ataques de ansiedad no se generan acaso de manera subliminal por las inyecciones urticantes de la energía del miedo proveniente de los parásitos de la mente. Un tema constante en la escasa literatura sobre los parásitos de energía es que viven de las ráfagas de intensas emociones negativas y deseos sexuales oscuros; se ha asociado incluso con antojos de ciertos alimentos, especialmente los alimentos azucarados o dulces: parece como si los parásitos mentales pudieran alimentarse de la temperatura del color rojo del metabolismo hipercalórico, el exceso de emotividad y la excitación sexual. Puede que no sean capaces de alimentarse de la energía más azul de la dieta hipometabólica, lo que en el Ayurveda se llama la dieta sátvica, que hace énfasis en pequeñas porciones, alimentos vivos y carbohidratos con un índice glucémico bajo. Son especialmente incapaces de alimentarse de una conciencia en un estado de homeostasis emocional.
Pero de repente se produjo un cambio tan definido como el clic de un interruptor: una fuerza maligna se dio cuenta que estaba teniendo esta visión prohibida de la realidad sutil, y tomó medidas para aplacar esta insurrección: una respuesta inmunológica, un ataque feroz, fue lanzado hacia mí; este ataque interrumpió la visión prohibida que estaba teniendo, pero también proporcionó una instancia reveladora sobre la existencia de los parásitos mentales operando en mi cuerpo sutil.
Experimenté un ataque: una forma de pensamiento como un proyectil altamente cargado, como una bala de diamante rojo, que penetró mi psique, con la intensidad explosiva que genera la expansión de ondas concéntricas de miedo y perturbación. Mi mente pudo registrar este proyectil como una palabra en contracción: “cáncer-asesino, cáncer-asesino, cáncer-asesino;” y era acompañada de terribles imágenes: las escaleras de un sórdido sótano iluminado por una sola bombilla colgando, a los pies de la escalera un pollo con su cuello cortado, y débilmente visible una víctima escuálida de un campo de concentración mientras se deslizaba hacia un horno. Estas imágenes perturbadoras bloquearon mi prohibida vista alquímica de los órganos corporales.
Desde que tuve esta experiencia, a menudo me pregunto si otros ataques de ansiedad no se generan acaso de manera subliminal por las inyecciones urticantes de la energía del miedo proveniente de los parásitos de la mente. Un tema constante en la escasa literatura sobre los parásitos de energía es que viven de las ráfagas de intensas emociones negativas y deseos sexuales oscuros; se ha asociado incluso con antojos de ciertos alimentos, especialmente los alimentos azucarados o dulces: parece como si los parásitos mentales pudieran alimentarse de la temperatura del color rojo del metabolismo hipercalórico, el exceso de emotividad y la excitación sexual. Puede que no sean capaces de alimentarse de la energía más azul de la dieta hipometabólica, lo que en el Ayurveda se llama la dieta sátvica, que hace énfasis en pequeñas porciones, alimentos vivos y carbohidratos con un índice glucémico bajo. Son especialmente incapaces de alimentarse de una conciencia en un estado de homeostasis emocional.
Las entidades
hiperdimensionales usualmente prestan particular atención a aquellos que
perciben como una amenaza para la concreción de su agenda,
la cual podríamos resumir en: consumo, reclutamiento y destrucción. ¿Pero qué
perfil psicológico existe en un ápice estratégico con este programa? Si
consideramos que la orientación espiritual es claramente de servicio a
sí mismo, es decir, que ven a los demás como piezas de un ajedrez
para ser explotadas, reclutadas o destruidas, entenderemos que su
naturaleza psicológica se ajusta a nuestro concepto de psicópatas
altamente desarrollados que buscan dominio sobre los demás: seres
extremadamente astutos y excelentes estrategas que conocen como optimizar sus
recursos.
En la siguiente entrega profundizaremos en lo que algunos investigadores denominan como coacción extraterrestre, y comenzaremos a analizar los métodos del velado tráfico energético hiper-dimensional.
En la siguiente entrega profundizaremos en lo que algunos investigadores denominan como coacción extraterrestre, y comenzaremos a analizar los métodos del velado tráfico energético hiper-dimensional.
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Manipulación hiperdimensional (II)
En nuestro primer
acercamiento sobre la manipulación
hiperdimensional, hicimos hincapié en la naturaleza psicológica
de los manipuladores; planteamos que su orientación espiritual es de servicio
egótico, decantando en conductas parasitarias y destructivas, bastante similar
a como la psicología ha caratulado a los psicópatas: personas cuya preocupación
es su propio bienestar y la satisfacción de sus deseos e intereses, percibiendo
en los demás lo que un exprimidor vería en una suculenta naranja.
También distinguimos varias clases de entidades según su nivel de consciencia:
También distinguimos varias clases de entidades según su nivel de consciencia:
·
el ápice
estratégico, siendo las entidades de consciencia superior nativas de cuarta
densidad, que en diferente literatura rosacruz se las reconoce como los Arcontes:
aquellos que detentan el poder, debido a su habilidad y astucia
para imponer su voluntad; estas entidades inorgánicas pocas veces encuentran
necesario proyectarse en la realidad tridimensional humana y cuando lo hacen,
utilizan en general la línea media como medio de
personificación;
·
la línea media donde
podríamos reconocer a las sondas de cuarta densidad que en ufología se conocen
como Grises (Grays),
encargados del trabajo de trascender densidades: de la física a la etérica y
viceversa; o de aquellos que realizan el trabajo sucio de acoplarse a un ser
humano con fines de monitoreo y control (que deportivamente podríamos
considerar como una marca
personal): seres descarnados que Robert Monroe identificó
en cualesquiera de los anillos de la zona de enfoque lúgubre; (1)
·
un núcleo
funcional de menor jerarquía, conformado por miríadas de parásitos que
cohabitan silenciosamente nuestro cuerpo sutil; estos seres parecen tener
conductas robóticas o mecánicas, con un bajo umbral de consciencia, pero de
nivel suficiente para denunciar a los niveles superiores o detonar correctivos
psíquicos en caso de cualquier insurrección gnóstica del huésped.
Si bien la
clasificación parece completa, es probable que la enumeración no lo esté;
seguramente existirá una gran variedad de flora y fauna etérica: hemos dado
ejemplos de ello, cuando comparamos la literatura de
Lovecraft y sus semejanzas con la visión shamánica de los Guachos.
Esta oculta jerarquía estratificada de entidades, que representa los pisos invisibles del ziggurat energético, dejaría a la humanidad en un nivel intermedio, como explotadora de los recursos físicos planetarios: minerales, flora y fauna; el conglomerado de sociedades secretas oficiaría como cima estratégica de los controladores terrestres, pretendidos directores del destino mundial, donde los frecuentes rituales ocultos operan como un mecanismo para obtener poder a cambio de ceder libre albedrío y devoción a los pisos superiores del ziggurat energético.
Debajo de estos escalones se sitúa la ignorante piara humana: un simple eslabón de la cadena que facilita la transformación de alimento material en alimento inmaterial: en palabras de Gurdjieff el sufrimiento inconsciente o loosh; los mecanismos de ordeñe del ganado humano consisten en los baluartes sociales del sistema de control hiperdimensional: las religiones teócratas, las escuelas, los deportes organizados, los medios y el gobierno, que mantienen a las masas complacientes, dormidas, y sobre todo, maleables; Thomas Minderle en el volumen tercero de Universal Seduction comenta:
Esta oculta jerarquía estratificada de entidades, que representa los pisos invisibles del ziggurat energético, dejaría a la humanidad en un nivel intermedio, como explotadora de los recursos físicos planetarios: minerales, flora y fauna; el conglomerado de sociedades secretas oficiaría como cima estratégica de los controladores terrestres, pretendidos directores del destino mundial, donde los frecuentes rituales ocultos operan como un mecanismo para obtener poder a cambio de ceder libre albedrío y devoción a los pisos superiores del ziggurat energético.
Debajo de estos escalones se sitúa la ignorante piara humana: un simple eslabón de la cadena que facilita la transformación de alimento material en alimento inmaterial: en palabras de Gurdjieff el sufrimiento inconsciente o loosh; los mecanismos de ordeñe del ganado humano consisten en los baluartes sociales del sistema de control hiperdimensional: las religiones teócratas, las escuelas, los deportes organizados, los medios y el gobierno, que mantienen a las masas complacientes, dormidas, y sobre todo, maleables; Thomas Minderle en el volumen tercero de Universal Seduction comenta:
La naturaleza emocional de la sociedad, junto a sus hábitos sexuales, y la
dirección de la devoción espiritual son manipulados y ajustados a través del
condicionamiento social y la programación mental con el objetivo de maximizar
la cosecha de loosh.
Los shows televisivos y las películas inducen una montaña rusa de emociones
en los reactivos espectadores, como lo hacen los deportes o el adoctrinamiento
al miedo de los canales de noticias. Las religiones organizadas demandan
obediencia ciega y devoción emocional a través de oraciones a falsas deidades.
Los medios infunden una cultura con valores paradójicos: obsesionan a la gente
con sexo y la llenan de remordimiento por no adaptarse a lo considerado como
norma.
Y estos son sólo algunas formas en que varias instituciones son utilizadas
como tentáculos del Sistema de Control para recolectar loosh y
mantener a las masas bajo control. Estas instituciones parecerían haber sido
creadas por humanos codiciosos o manipuladores de acuerdo a sus propios planes,
pero en la jerarquía de servicio a sí mismo, aquellos que logran sus planes no
están más que sirviendo a la planificación de los niveles superiores.
Existen otros métodos
de cosecha energética que podríamos clasificarlos en masivos e
individuales:
·
en el caso de los masivos,
un régimen estacionario de cosecha de loosh frecuentemente culmina con cataclismos o hecatombes provocados,
cuyo resultado es la muerte, dolor, enfermedad y pánico de millones; las
guerras han servido claramente a este propósito: son extremadamente provechosas
para los estratos superiores del ziggurat energético,
y no sólo para los niveles hiperdimensionales;
·
en cambio, los métodos individuales son
específicos para drenar a los seres con alma
individual: los humanos pueden ser utilizados como sondas o
portales desde donde la jerarquía superior se alimenta; tristemente, cualquiera
puede funcionar como un portal cuando su consciencia falla en estar totalmente
presente en un momento dado; estos episodios de fuga ocurren cuando uno entra en modo de
piloto automático:
se pierde en un mar turbulento de emociones negativas o ingresa en un tórrido
trance hipnótico; bajo estas condiciones, la conducta puede ser manipulada con
facilidad para lastimar emocional o psicológicamente a otros.
|
La planta energética
y las sondas recolectoras en The Matrix
|
En términos
matemáticos, la mitad de la población funciona en algún momento como portal, mientras que la otra mitad
funciona todo el
tiempo. Y esto se debe dado que la primer mitad posee un alma
individual (pero que intermitentemente puede omitir estar presente...
¿cuántas veces deseamos no estar dónde estamos?), mientras que la
segunda sólo posee un alma colectiva,(2) carente de un
núcleo individual consciente; esta ausencia de profundidad espiritual y la tendencia
a la masificación, significa que actúan todo el tiempo en "piloto
automático" y son por tanto, utilizados por la jerarquía superior para
drenar a seres con alma individual; de esta forma, retienen a los seres almados
con un umbral de energía bajo: incapaces de reconocer u oponerse al sistema de
control. Jonathan Zap nos
comenta su llamativo caso particular:
En medio de la noche, una alerta interior me sacudió y desperté en un
instante. No estoy seguro de cómo describir lo que siguió... me despertó una de
las sensaciones más impactantes que sentí en mi vida: una transferencia de
energía masiva estaba teniendo lugar, la energía primordial de la vida, estaba
saliendo de mí y se encaminaba hacia una persona que yacía cerca dormida; me
encontraba paralizado, y parecía algo más que una parálisis del sueño
ordinario: me sentía sujeto con anclajes de energía ardiente.
Había una entidad parasitaria flotando justo por debajo del techo cerca de
los pies de la persona que dormía en la oscuridad: era como una nube oscura
lenticular, aunque mi percepción visual no era del todo definida; entendí que
esta era la entidad que parasitaba a la persona dormida y ahora, mientras se
encontraba inconsciente, orquestaba esta transferencia de energía masiva.
Con la mente ya despierta, y mi voluntad activa para detener este robo
insidioso de energía, el color de la temperatura de mi metabolismo energético
psíquico cambió de rojo a azul, una forma de energía que aparentemente no le es
para nada nutritiva, incluso es peligrosamente tóxica para los parásitos. La
entidad con forma de nube oscura en espiral hizo un sonido distintivo que de la
única manera que puedo traducirlo sería como la frustración de un animal
hambriento al que se la ha quitado su alimento.
Fue entonces que la entidad parasitaria se desvaneció en forma de nube
sin dejar ni siquiera un rastro. La transferencia de energía se había
detenido. Todo esto ocurrió en un instante de tiempo, pero dejó una huella
indeleble en mi memoria.
Debido a esta paridad de seres, por cada
humano con alma individual existe otro que es un portal orgánico; este
es un eficiente método para recolectar loosh: un ser almado puede evitar ir a la iglesia, a
recitales, películas, eventos deportivos o incluso volverse célibe, pero salvo
que se convierta en un ermitaño siempre se generarán sincronismos
negativos en donde sí se está con la guardia consciente
baja, se convertirá en un recurso energético listo para ser aprovechado por las
entidades negativas.
En la siguiente entrega, analizaremos los casos excepcionales a la regla: aquellos que se arriesgan a desafiar el arcontado y cómo pueden transformarse en sus sometidas extensiones humanas, o por el contrario, sobrevivir la desintegración positiva y convertirse en un guerrero espiritual.
En la siguiente entrega, analizaremos los casos excepcionales a la regla: aquellos que se arriesgan a desafiar el arcontado y cómo pueden transformarse en sus sometidas extensiones humanas, o por el contrario, sobrevivir la desintegración positiva y convertirse en un guerrero espiritual.
* * *
*
*
(1) Esto parece coincidir con las Zonas de Enfoque Consciente (Focus) 23 y 24 que
comenta Robert Monroe en Viajes Fuera del
Cuerpo (Journeys
Out of the Body):
·
Focus 23 es la zona temporaria para aquellos que parten
de manera traumática del plano físico, a través del suicidio, muerte repentina
o inesperada; las entidades presentan rasgos psicóticos o cercanos a la locura,
impulsadas por las emociones; presentan además una alta carga/descarga sexual.
Este Zona de Enfoque se encontrarían en las orillas de Locale II (la Segunda
Banda de la Cuarta Densidad, habitada por entidades
descarnadas, donde el "pensamiento es acción."
·
Focus 24 es la zona cuya naturaleza comienza a ser totalmente
maleable, producto del sistema de creencias que uno posea; aquí efectivamente
"Creas tu propia irrealidad". Las entidades residentes exhiben
conductas con patrones aberrantes que los distancian de darse cuenta de los
aspectos cruciales de la realidad que habitan y que los mantienen atascados y
sin poder avanzar a realidades más avanzadas. Focus 24 se
extiende hasta Focus 26 y sería el comienzo de los sub-anillos
de las Realidades basadas en Sistema de Creencias.
(2) Llamados en
diferente literatura como portales orgánicos (Sesiones
Cassiopaea), seres preadámicos (libros Gnosis deBoris
Mouravieff), homo-sapiens que
se distingue del homo stellare (rosacruces
de la logia de John Baines -Dario Salas Sommer-) o cuaternarios:
humanos que poseen los cuatro cuerpos básicos: físico, vital, astral y mental
pero sin conexión al Espíritu (neognosticismo de Samael Aun Weor -Víctor
Manuel Gómez Rodríguez-).
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