Tips para integrar las potentes energías de las
llamaradas solares
Las llamaradas solares hacen llegar a la Tierra millones de
partículas de luz, que limpian nuestro sistema energético. Cuando limpiamos,
sentimos. Inesperados cambios de humor, nostalgia, llantos, rabias que suben no
se sabe de dónde, desconcierto, olvidos y despistes.
El cuerpo registra la limpieza en forma de palpitaciones,
mareos, dolores o presión en la cabeza.
Según los estudiosos del fenómeno solar, cada llamarada reduce el campo electromagnético de la Tierra. El Sol físico, responde a los impulsos del Sol Espiritual, el Sol detrás del Sol.
El sistema energético humano necesita adaptarse a estas enormes
oleadas de partículas fotónicas, y dormir es una forma de asimilarlas, ya que
la estática mental queda interrumpida.
Pero también puede darse lo contrario, estar cansados de día
pero despiertos por la noche.
No encontramos las palabras, quedamos a veces como en suspenso antes de responder.
Los cuerpos físico, mental y emocional, realizan los movimientos necesarios para integrar la recepción de energía, y nos sentimos raros.
Los campos electromagnéticos de nuestros aparatos también pueden
presentar cambios, y todos los sistemas pueden ponerse caprichosos (eventos que
podemos aprovechar para reconocerles consciencia a ellos también y honrarlos y
agradecer su eficiencia y servicio).
Literalmente, una llamarada es como un reseteo. Es emitida una
luz extra que prácticamente nos obliga a meditar, porque interrumpe el ruido
habitual del planeta, y detiene el movimiento de nuestros cuerpos sutiles.
Inmersos en este “apagado”, podemos aprovecharlo para:
– Hacer Silencio varias veces al día, aunque sea en períodos
breves.
– Desprendernos, en escaso tiempo, de patrones-votos-contratos-programas que han detenido nuestro avance.
– Visualizar nuestras metas y verlas cargadas de partículas de luz.
– Descubrir, “bajar”, nueva información acerca de cómo resolver problemas.
– Reprogramar nuestra salud y nuestro cuerpo.
– Reconocernos como energía, dejando rápidamente atrás el concepto de nuestros cuerpos como objetos.
– Incrementar nuestra frecuencia utilizando todos los medios de que disponemos.
– Unirnos, fundirnos, respirar, oler, tocar, saborear todo lo que la Naturaleza nos ofrece.
– Dormir pequeñas siestas, si es posible, en el momento en que el cuerpo lo pide.
Y Recordar, no estamos enfermos, estamos limpiando y potenciando
la casa!
Por Alana Mesineo
portaldealana.wordpress.com
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