SEGÚN COMO TRATES A LOS ANIMALES ASÍ TE
TRATARAN A TÍ
Seguro ya conoces el dicho que dice:
“Trata a los demás como quieres que te traten a ti”. Podríamos añadir también
la expresión: “Como te comportas con los animales, se comportarán contigo”.
¿Qué quiere decir esto? Que, por ejemplo, los niños no solamente aprenden a dar
un buen trato observando la manera en la que nos relacionamos con los demás,
sino que también aprenden observando la manera en la que lo hacemos con los
animales.
No olvides que si te ven golpear a un
perro harán lo mismo con sus hermanos o compañeros de la escuela o si te
observan que abandonas a un animal porque es viejo y está enfermo quizás lo
recuerden cuando tú llegues a la vejez…
¿Cómo tratar a los animales?
Hablaremos específicamente de los
animales de compañía, conocidos como “mascotas”, ya que
hacerlo más general en solo un artículo sería pecar de pretenciosos. Así,
empecemos por los animales de compañía más habituales, los perros.
Los perros nos dan su amor
incondicional, nos son fieles y nos protegen de cualquier peligro. No se lo pensarían dos veces antes de dar la
vida por ti si interpretaran que con ello pueden salvar la tuya.
Las personas tenemos una “obligación
ética” con los perros y debemos devolverles el cariño que nos
regalan de manera desinteresada. En última instancia, si no valoramos esta deuda, valoremos el
comportamiento más inteligente: cuidar aquello que es mejor para nosotros y sin
duda, los perros, lo son.
En primer lugar, debemos protegerlos
porque son seres vivos y cuando los llevamos a nuestro hogar adquirimos
una responsabilidad con ellos. No olvidemos que tienen sentimientos, sufren
y disfrutan, y necesitan cariño, tanto como la comida o el calor en invierno.
Trata a los animales como quieres que te
traten a ti
No hace falta que te pongas en el lugar
de tu mascota o que tengas la experiencia de dormir en una caseta y comer
pienso, sino de entender que un perro o un gato no son un peluche que
se deja en una estantería y se observa de lejos nada más.
La atención y cuidados que ofrezcas a
ese animal definirán el estado de salud y de ánimo
que tenga. Si bien algunas
personas solo cumplen con las necesidades básicas (comida, bebida y abrigo),
otras les dan a sus mascotas un gran amor incondicional y las eligen antes que
a las personas.
Al comprender que se trata de seres
vivos al igual que nosotros y que por ende tienen sentimientos, ya
deberíamos entender cuál es la mejor manera de tratarlos. El juego, las
caricias o sus “pequeñas delicias culinarias” pueden ser una buena manera de
agradecerles su compañía y cuidados.
La enseñanza que damos al cuidar a los
animales
Tu hijo ha insistido e insistido y por
fin has accedido a regalarle un perro. Puede que lo hayas comprado o lo hayas
adoptado de un refugio (en este último caso te darás cuenta de lo agradecido y
fiel que puede llegar a ser al rescatarlo de allí), pero lo importante
es cómo lo empiezas a tratar a partir de este momento.
Como seguramente ya sabrás, todo lo que
haces es copiado por tus pequeños. Lo bueno y lo malo. Si muestras
compasión, cariño y protección hacia el recién llegado, ellos harán lo mismo. Si
en cambio lo maltratas, lo tienes atado en un espacio reducido y apenas le
arrojas un trozo de carne cuando te acuerdas… ¿Qué crees que harán tus hijos
con él o con los demás perros?
¿Te agradaría que al crecer tus niños se
conviertan en personas agresivas con otros seres (humanos y animales)? Por
supuesto que no. Entonces, para empezar debes explicarles que las mascotas no
son un juguete que dura unas semanas y luego se olvida en un cajón. Los
animales no se merecen el olvido, aunque solo sea porque ellos siempre nos
recuerdan.
Asuman la responsabilidad entre todos los miembros
de la familia y cuídenlo como si fuera un integrante más. No eduquéis a un
perro con castigos o golpes, queredlo y ofrecedle aquello que necesita. Si
no estáis dispuestos a tener esa responsabilidad durante toda la vida del
animal, olvidad la idea de tener una mascota.
Ignorar las necesidades de los animales
de compañía porque “son inferiores” es una manera de discriminar y constituye otra de las
lecciones que estarás impartiendo a tus hijos. No hay razón alguna para
excluirlos de tu vida ni hacerles lo que nunca desearías que te hicieran a ti.
Por Yamila Papa, lamenteesmaravillosa.com
“La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por
el modo en el que trata a sus animales.”
– Mahatma Gandhi –
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