Yeshua El gran misterio
En el Universo hay un
Gran Misterio; y consiste en que hay algo en lugar de nada, en que existe algo. En el Universo hay Vida, Luz y Consciencia; la Vida
danza y se mueve.
¿Cómo ha sucedido todo
esto?
Es importante que
primero te maravilles ante el misterio de la Vida, la Luz y la Consciencia. Estos
elementos no pueden existir aisladamente; donde hay Vida, también hay Luz y
Consciencia. La Luz hace que se manifieste la Vida. En la Luz hay una fuerza
impulsora que provoca que la Consciencia se eleve, hasta que llega a un punto
donde se puede reflejar sobre sí misma, hacerse autoconsciente. Cuando la
Consciencia llega a ese punto, la Vida puede hacerse consciente y es capaz de
darse forma. La Vida puede elegir y progresar; y entonces ocurre la formación
de algo llamado un Yo; es el nacimiento del Alma.
Pero debo retroceder
un paso y describir los principios de la Vida, de la Luz
y de la Consciencia. ¿De dónde provienen? ¿Cuál es el origen de
la Vida? En el seno del Cosmos hay un vacío, una vacuidad que respira: Una
totalidad en el silencio. Ése es el origen de la Vida; y puedes conectarte con
ese origen respirando silenciosamente. Cuando respiras en silencio y quietud; y
llevas tu atención a la inhalación y la exhalación, te conectas con la Fuente
primordial del Ser.
Este silencioso
comienzo, el fundamento de toda la Vida, continúa estando presente en cada uno
de vosotros. Vive y respira en ti sin importar qué hagas o qué no hagas. El
origen, el principio, el vacío que está ahí y desde el cual nace todo, aún
existe en tu interior. Darte cuenta de eso te libera; y también quita los
límites de quien eres. Revela la naturaleza dual y relativa de tu
individualidad.
En ese vacío inicial,
en ese espacio, aún no existe individualidad, no hay Almas únicas. Hay pura
existencia o puro ser; siente el misterio de esta Existencia; lo rodea todo.
Sin este Fundamento del Ser, no existirías; te satura y te nutre.
¿Qué Es? En este silencio vive el Aliento de Dios. Dios es
indeterminado, indefinido; ilimitado. No tiene forma, no tiene individualidad.
Dios es consciente de todo, pero en este gran campo de Consciencia ilimitada
que es Dios, hay bolsillos, o huecos, en los cuales
predomina una carencia de Consciencia. Esa falta de Consciencia hace posible
que allí crezca y florezca la Vida.
Dios, el Ser, ha
creado lugares donde la Vida es
inconsciente, a partir de los cuales se puede desarrollar el deseo de
Consciencia y de crecimiento hacia la Luz. Vosotros estáis localizados en uno
de esos bolsillos en el campo de la Consciencia que es Dios. Dios tuvo que
crear una Consciencia menor para que surgiera la individualidad.
Para crear Vida
individual, Dios tuvo que hacer algo paradójico, porque en Su Esencia, Dios lo
es todo. Todo lo que existe está en Dios, tanto lo posible como lo imposible,
así que Dios tuvo que crear lugares deConsciencia menor para permitir
que naciera el Alma. El Alma es una Consciencia definida y limitada
que encuentra su camino a través del tiempo y del espacio, siempre buscando esa
unión con Dios, del cual nació. El nacimiento del Alma fue un salto hacia la
oscuridad del olvido.
Al crear Consciencia
en el nivel individual, hay algo nuevo, algo magnífico creado en Dios: Una Consciencia Viva que crece y es dinámica y se transforma;
y la Vida es cambio, permanece en un estado de transformación. Cuando la Consciencia
lo incluye todo; y también incluye todas las posibilidades, no es posible el
crecimiento dinámico desde la inconsciencia hasta la plena Consciencia.
Solamente a través de este dinámico proceso es creada la Luz en la espiral del
crecimiento del Alma: Desde su nacimiento a su juventud y hasta su madurez. Y
este crecimiento en el campo del tiempo y el espacio es el que aporta a la
Consciencia de Dios.
El Alma vive en una
relación de Amor con Dios. Dios es la Fuente del Alma, su
Útero o su Matriz; y es la meta por la cual se esfuerzan todas las Almas. Y
Dios crea el Alma para tener satisfacción de la urgencia del Alma de
transformarse; con la resultante profundidad de sentimientos. El misterio es
que Dios Mismo, a su manera, se hace visible, tangible, experimentable, por
medio de la Consciencia individual que tiene el Alma. Éste es el propósito del
nacimiento del Alma.
El Alma es arrastrada a
perder su camino en los vacíos de Consciencia, al menos en parte. Esto es
necesario en la senda del Alma porque es importante que el Alma se expanda y
retorne con total libertad a la Consciencia Divina,
a la omnisciencia, a saberlo todo. Por eso la maldad, que se considera “desfavorable“, es parte de su viaje.
Cuando el Alma se
expande hacia el Principio, hacia su Esencia, hacia el Dios en sí misma, es
precisamente en ese vacío, en la ilimitada y totalmente abarcante naturaleza
del Ser de Dios, donde experimenta su liberación. Entonces el Alma ha llegado al Hogar.
La Luz y la oscuridad
son elementos que pertenecen al viaje del Alma. El
juego de Luz y oscuridad es creado porque Dios retira Su Consciencia
de ciertas partes del Cosmos, o la oculta; y allí le da
libertad al juego del Alma. La Creación del Alma es realmente una contracción,
un estrechamiento de la Consciencia. Pero ese proceso tiene un propósito,
porque es precisamente en esa contracción donde hay un movimiento, un proceso
de realización importante y valioso; y es ese proceso el que crea la Luz.
La Luz surge donde la Consciencia individualizada se
abre hacia la Fuente Divina. Cuanto más se fortalece la Luz, más crece la
Consciencia; y más se siente la conexión con el Uno. Entonces la contracción se
abre gradualmente a la Plena Consciencia. Esta interacción de contracción y
omnisciencia es la Esencia de la Creación. En esa danza entre ambos polos, Dios llega a Su más grandiosa expresión.
Yeshua.
TRADUJO: Jairo
Rodríguez R. Consultoría Energética y Espiritual jairorodriguezrr@gmail.com
Pamela Kribbe
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