La importancia de mantener equilibrado el sistema energético
Todos sabemos que
cuidar nuestro cuerpo es importante. Sabemos que una buena alimentación y la
actividad física hacen que el cuerpo funcione mejor y a pleno rendimiento,
sabemos que debemos prestar atención a todas las partes de nuestro cuerpo,
cuidarlas, aceptarlas y mimarlas ya que es muy importante para nuestro
bienestar y nuestra autoestima.
El cuerpo nos habla,
cuando se le hiere sangra y cuando se le maltrata haciéndole trabajar demasiado
y sin descanso se aqueja, y enseguida aparecen síntomas de aviso que nos
alertan de que algo tenemos que cambiar para que nuestro cuerpo se sienta más
cómodo y equilibrado. Es muy fácil reconocer las alertas del cuerpo, como por
ejemplo, si me sobreesfuerzo físicamente es muy probable que a la mitad del día
me encuentre muy cansado y entonces mi cuerpo me pedirá descanso y me lo hará
saber, notaré que mis movimientos son más lentos y que mi energía ha bajado.
Pero, qué pasa cuando el sistema energético se ve afectado? Por lo que sabemos
no es tan fácil detectar por uno mismo que uno de nuestros chakras está en
desequilibrio o que sufrimos una rotura de alguna parte de nuestro campo áurico
y por lo tanto una pérdida de energía importante. Muchas veces sólo nos fijamos
en lo que vemos cuando nos miramos al espejo y tendemos a dar únicamente
importancia a los desequilibrios que sentimos exclusivamente en el cuerpo
físico, como por ejemplo, si nos duele una muela y comprobamos en un espejo que
tenemos una caries enseguida iremos al dentista a que nos lo solvente ya que sabemos
que se pueden ver afectados los dientes de alrededor sino ponemos remedio
inmediato. Sin embargo, un chakra, una capa del aura, no duele, no sangra
ni se irrita, por lo tanto nos resulta más complicado detectar este tipo de
desequilibrios.
Los chakras, las capas
del aura, y nuestros canales de energía en general, es lo que da forma a lo que
llamamos los cuerpos sutiles o sistema energético del ser humano. Nuestro
sistema energético es dinámico, está en constante cambio, condicionado por lo
que sentimos, la situación que estamos viviendo y todo lo que sucede en nuestro
entorno.
Cada parte del sistema
energético tiene su función, como por ejemplo, nuestro 4º chakra situado a la
altura de nuestro órgano corazón, que se encarga principalmente de gestionar nuestras
emociones. Este chakra, como todas las partes que forman nuestro sistema
energético, está conectado a nuestros pensamientos y sentimientos y se ve
afectado cuando sentimos emociones negativas o nuestra mente se encuentra
estresada, o sentimos dolor. Si por ejemplo mi chakra corazón se encuentra en
desequilibrio, es posible que lo vea reflejado en que, estoy muy susceptible,
pienso que “parece que nada me sale bien hoy”, en general todo lo que suceda me
afectará más y lo percibiré como negativo. Mi chakra está funcionando a bajo
rendimiento.
Cuando el cuerpo energético se desarmoniza
El motivo de que
nuestro sistema se vea afectado son los bloqueos energéticos, que
principalmente nos generamos nosotros mismos, condensaciones de energía de
fuertes sentimientos y pensamientos negativos que hemos tenido en algún momento
o estamos teniendo y que quedan anclados a nuestros cuerpos sutiles,
entorpeciendo y bloqueando su funcionamiento.
Nuestros chakras,
capas del aura, y canales energéticos en general, están ligados a nuestra
mente, nuestras emociones y a nuestro cuerpo físico. Y por las diferentes
experiencias, situaciones o emociones, o por cómo vivimos nuestro día a día, el
sistema energético se encuentra expuesto a bloquearse, a detener su flujo y a desequilibrarse.
Las causas que
desarmonizan el cuerpo energético pueden ser varias, pero las más comunes
nacen en nosotros mismos, en nuestra mente y en nuestras emociones cuando no
están en calma. Nuestro sistema energético es dinámico, está en constante cambio,
condicionado por lo que sentimos, la situación que estamos viviendo y todo lo
que sucede en nuestro entorno.
Mantener
nuestros cuerpos sutiles a raya y en equilibrio a veces resulta una tarea
complicada, ya que durante todo el día estamos expuestos a diversas situaciones
que no enfrentamos o gestionamos de la misma manera. Podemos sentirnos alegres
cuando nos comunican una buena noticia, pero también podemos sentirnos
expuestos, inseguros ante una situación que percibimos como negativa. Es
importante que nuestro motor energético funcione al máximo rendimiento para
sentirnos a gusto con nosotros mismos.
Somos
una antena dual de energía
Podemos imaginarnos
nuestro sistema energético como una antena dual, receptora y emisora de
energía. Si nuestra antena no funciona bien, se encuentra baja de energía o
está bloqueada, no emitirá hacia afuera la energía correctamente y tampoco la
podrá recibir de manera correcta. A efectos prácticos esto significa que,
si yo hago una petición al Universo para que se manifieste en la plano físico,
llegará incompleta o muy débil porque la antena que la emite no está
funcionando bien, entonces es cuando nos preguntamos “qué es lo que estamos
haciendo mal”, y no es que nos estemos equivocando o que no sepamos formular
nuestra petición, es que el canal por el cual viaja nuestra petición está
sucio. Y lo mismo sucede para recibir la energía, si nuestros guías
espirituales nos quieren echar un cable enviándonos mensajes de orientación y
ánimo pero, por ejemplo, nuestro 3er ojo y nuestro chakra corona se encuentran
bloqueados, no recibiremos la información, o sentiremos que algo o alguien nos
está enviando energía pero no seremos capaces de entender lo que nos
transmiten.
Limpieza y mantenimiento energético
La
limpieza y equilibrio de todas las partes que componen nuestro sistema
energético, es algo básico o necesario para el propio desarrollo y bienestar
del ser.
Toda persona debería
hacerse al menos al año 4 limpiezas energéticas profundas para funcionar
energéticamente bien, e ir descargando toda la masa y los cúmulos de emociones
y pensamientos negativos que se hayan ido quedando adheridos a los cuerpos
sutiles. Pero, si nuestra profesión es ser terapeuta y por lo tanto estamos
expuestos cada día a interactuar con personas que tengan su campo energético en
desequilibrio, aconsejo que la limpieza energética se realice una vez por
semana para que no hayan riesgos de contaminarnos con energías que no nos
pertenecen.
La limpieza energética
consiste en vaciar y transformar todas aquellas energías que no estén en
sintonía con nuestro Bien mayor y equilibrar todas las partes que forman
nuestro Ser.
Actualmente tenemos a nuestro
abasto un sinfín de técnicas y herramientas para poder auto-limpiarnos
energéticamente, una de las prácticas más fáciles y accesibles para todos es la
meditación. Al meditar entramos en un estado alterado de conciencia que nos
permite sentir y transformar todo lo que no esté funcionando de manera
correcta. Un buen ejercicio es hacer unas respiraciones y visualizar cada día
nuestro sistema de chakras activo y en perfecto estado, visualizando chakra a
chakra y eliminando aquellos bloqueos que podamos percibir en la meditación. Y
si aun así sentimos que no estamos funcionando a pleno rendimiento, nuestra
energía es baja, sentimos que llevamos un peso encima, o parece que hay
alguna situación que no acaba de arrancar o solucionarse, en ese caso hay que pedir
ayuda externa a un terapeuta para no dejar que nuestro sistema energético
funcione con unas coordenadas automáticas que no nos benefician.
Para recibir los mensajes en tu bandeja de correo suscríbete en http://isialada.blogspot.com.es/ y
http://isisalada2.blogspot.com.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario