Palabras de Isis
“Yo Isis, Señora de
los misterios de la naturaleza, me dirijo a ti”:
“Tú, neófito que buscas atravesar el portal de la iniciación, y tú, profano que lees por curiosidad, serena tu espíritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Apártate del mundanal ruido, cobíjate en el manto de tu propio Ser para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los Maestros. Arroja tus prejuicios; despójate de tu egoísmo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada.”
“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sepárate de la multitud que opaca tus ideas; sé tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites.”
“Tú, neófito que buscas atravesar el portal de la iniciación, y tú, profano que lees por curiosidad, serena tu espíritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Apártate del mundanal ruido, cobíjate en el manto de tu propio Ser para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los Maestros. Arroja tus prejuicios; despójate de tu egoísmo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada.”
“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sepárate de la multitud que opaca tus ideas; sé tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites.”
“Tú, buscador de
maravillas, tú, candidato a la iniciación, no mires hacia la distancia, reúne
todas tus energías en ti mismo. Olvídate de la India y del Tíbet, no clames a
Dios, Alá, ni Jesucristo. Lo que buscas está allí mismo donde tú estás en este
momento. Sí, deja de mirar hacia afuera y sepulta tu mirada en lo más profundo
de ti mismo. Aguza tu percepción, afina tus sentidos, y allí en el centro de tu
Ser estás tú mismo, tu Ser, tu verdadera esencia, la verdad detrás de la
mentira, la energía inmortal que anima al barro. Mira con unción y reverencia,
porque es luz…, esa luz que té ciega, es Dios. Escucha como dice: yo soy la
verdad, el camino y la vida.”
“Mas…, ¡cuidado!, no
se puede contemplar a Dios cara a cara sin morir. ¿Estás dispuesto a seguir?
Puedo concederte un gran don. Te ofrezco… ¡la muerte! No tiembles, esta muerte
es el don de los inmortales, es la del Fénix que renace Glorioso de entre sus
propias cenizas. Para ser, es previo no ser; para nacer y ser, se debe morir
primero. Si lo logras, serás llamado el dos veces nacido. No desdeñes mi
oferta, piénsalo bien; más vale morir ahora que vivir a la espera de la muerte.
No creas que si me rechazas podrás seguir indemne tu camino, por el contrario,
todos los caminos conducen hacia Mí; ignórame y serás como los huérfanos, que
no conocen a sus Padres. Solamente tienes dos caminos: o te devoro o te
desposas conmigo. Tuya, y sólo tuya es la elección.”
“Si eliges ser
devorado, dedícate a gozar de la vida, apura la copa del placer hasta la última
gota, cierra la mente a la voz de tu espíritu, entrégate a la bestia, y
disfruta del placer sensual de la materia. Así, casi sin darte cuenta, llegará
el momento de la antropofagia final. ¿Crees acaso que me compadeceré de ti? Te
engañas, no tengo sentimientos, estoy más allá del placer y del dolor, más allá
del bien y del mal, soy como el Sol que se levanta en las mañanas para alumbrar
a todos por igual. Después de tu muerte serás sólo un despojo y un recuerdo.
Después… ni siquiera eso.”
“Si anhelas desposarte conmigo debes estar dispuesto a sufrir la muerte iniciática, tendrás que pasar por las pruebas a las cuales te someterá sin piedad la terrible esfinge para aquilatar tu valor espiritual y la calidad de tu temple. Yo me entrego solamente al que llegó a la crucifixión, resistiendo los embates de los cuatro elementos. Amo solamente a los que han sabido apurar la copa de la amargura, de las traiciones, del escarnio y la mofa, persecuciones, calumnias y difamación; a los iniciados que han persistido con valor, sufriendo la soledad del espíritu en medio de un mundo de animales. A mí se llega después de haber recibido la calumnia y la difamación, que son las pruebas del aire; los golpes y las persecuciones, que son las pruebas de la tierra; los vicios y las tentaciones sensuales, que son las pruebas del agua, y después de haber dominado las ambiciones descontroladas, que son las pruebas del fuego.”
“Este cuaternario
corresponde a cada uno de los extremos de la cruz donde fue clavado uno de los
que arribó a mi regazo: Jesús, el Cristo. No obstante, otros aún más grandes
han vivido y viven en el secreto; nadie conoce su existencia porque así
conviene a sus labores.”
“No creas que en el
mundo existen sólo los nacidos una vez y los dos veces nacidos; también
existen, por desgracia, los una y media vez nacidos, y los abortados. Guárdate
de engrosar sus filas convencido por su maquiavélico lenguaje, y aunque éstos
no viven ni en este mundo ni en el otro, son aquellos que en verdad no son
iniciados ni profanos, los imitadores de los Maestros, los semisabios, los
sembradores de mano sucia, los seguidores de la letra muerta, y los magos
negros, que me codician y se ufanan de mi amor, cuando no son dignos ni
siquiera de mi sonrisa. Unos pueden vestir sari o túnica; otros, collarines y
mandiles; otros, los atavíos ‘rosacruces’; algunos, se proclamarán los ‘únicos
dueños de la verdad’, creyendo tener su monopolio; todos se jactan de mi
amistad, pero son solamente pordioseros que imploran una migaja de sabiduría.
No se nace dos veces parándose de cabeza o meditando, ni en el ataúd de
ceremonias puramente simbólicas, como tampoco, por obra y gracia del Espíritu
Santo.”
“Si me desdeñas,
recibe mi bendición y prosigue tu camino; destinado estás a ser alimento de los
Dioses; no todos pueden ser ‘Hombres’; algunos, solamente animales, o peor
todavía, vegetales. Si vienes a mí por curiosidad, piénsalo dos veces: es fácil
ser temerario con lo que no se conoce. Si no tienes el valor necesario,
retrocede, escúdate en tu vanidad y en tu orgullo, confórmate con mirar el
suelo como tus congéneres. Si no estás preparado, no aspires a conocer mi
rostro: desgraciado de aquél que poseído de animal codicia o insana curiosidad,
contemplare aunque fuera mi reflejo, porque no me olvidará jamás, y morirá
atormentado por el ansia de poseerme.”
“Si estás preparado,
si tienes ojos para ver y oídos para escuchar, si tu intención es noble y pura,
prosigue sin desmayo, y sabe que a partir del momento en que cruces la puerta
de la oculta morada, yo te esperaré ansiosa como la novia adolescente con su
primer amor. Busca y encontrarás; no eleves preces a los Dioses, lucha por Mí.
Me conquistarás por la fuerza de tu decisión, y no orando.”
Colaboración: Germán
Cáceres, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org
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3 comentarios:
Esto es canalizado o quién es el autor de esta nota, Isis pero a través de quién ?
DIOS!!!!!!!!!!!!!! que dureza!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me quedó temblando todo.... y donde esta el amor de una maestra , una DIOSA.....?
Precioso el mensaje. EL amor a veces debe ser firme, mas el de los dioses, cuyo propósito es hacernos evolucionar, no llega a ellos quien no es digno, ponerse a temblar ante la firmeza y disciplina de su amor no es precisamente alentador. Ni modo, hay que esforzarse.
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