EL PODER DE LAS MANOS: RECARGA TU ENERGÍA ESPIRITUAL
Dentro
de cada uno de nosotros está el poder de sanar. Cuando nos cortamos, nuestro
cuerpo repara la herida. Cuando lloramos, nuestros corazones y mentes comienzan
a calmarnos y consolarnos. Todos tenemos esta habilidad innata de sanar dentro
de nosotros, sólo tenemos que recordar que está ahí.
Nuestros cuerpos son obras de arte increíbles. Incluso mientras
usted se sienta aquí leyendo este artículo, cientos de miles de procesos están
sucediendo dentro de su cuerpo para mantenerlo funcionando y prosperando.
Una máquina tan inteligente como ésta necesita alimento, cuidado y
protección, por lo que tener una buena dieta, ejercicio, aire fresco,
mantenerse hidratado y dormir mucho es de suma importancia. Pero también
tenemos este otro lado que no puede ser ignorado, un lado espiritual que
también necesita ser alimentado y cuidado.
De hecho, puedes comer todos los alimentos más saludables del mundo
y hacer ejercicio todos los días, pero si no te has dirigido a tu ser
espiritual, nunca estarás verdaderamente saludable.
Tu energía espiritual emana de tu cuerpo y te da ese resplandor o
aura radiante. Usted puede haber sido testigo de este
resplandor o aura en usted mismo o en otros. Puede que incluso lo hayas sentido
sonreír desde tu cara hacia el mundo.
Su energía espiritual necesita ser cuidada, nutrida y protegida tanto
como su cuerpo físico, pero muy a menudo es descuidada o ignorada. Muy a menudo
fallamos en sintonizarnos con nuestro ser espiritual y realmente honramos este
lado energético de nosotros. Este lado energético de nosotros domina
nuestra intuición y es nuestra brújula interna. Nos ayuda a sentirnos
conectados con algo más grande que nosotros mismos y nos ayuda a guiarnos a
través de todas las decisiones de la vida.
Si te sientes agotado a pesar de dormir bien, si estás luchando
para encontrar la alegría a pesar de que todo en tu vida va bien, podría ser
porque necesitas restaurar y reponer esta energía espiritual.
Otros signos que usted necesita para restaurar su energía
espiritual incluyen: Sentirse fuera de lugar o como si no
pertenecieras. Falta de entusiasmo por su vida aunque esté logrando sus
metas. Sentir que le falta propósito. Querer sentir, ver y entender
la vida en un nivel más profundo. Sentirse constantemente estresado o ansioso. Una
manera poderosa de restaurar esta energía espiritual es enviarte sanación a ti
mismo.
Cualquiera
puede hacer esto, y así es como funciona:
Somos unas increíbles piezas de arte. En este preciso
momento, mientras lees este texto, hay miles de procesos que están ocurriendo
en tu interior, para permitirte seguir funcionando en forma plena. No
es sencillo hacer que esta máquina eficiente e inteligente funcione de
forma perfecta, por eso es ideal que hagamos nuestra parte a través de
llevar una alimentación sana, ejercicios físicos, sueño adecuado, cuidado y
protección corporal.
También es fundamental nutrir nuestro lado espiritual.
No sirve de mucho tener la mejor alimentación del mundo y caminar todos los
días, si no mantenemos una espiritualidad equilibrada. Nuestra energía
espiritual es aquello que nos proporciona nuestro aura y el brillo
que emana de dentro hacia afuera. Esta energía es muy importante para
nuestra salud emocional, por lo tanto necesita ser cuidada y nutrida,
tanto como nuestros cuerpos físicos.
Desafortunadamente, a menudo, la energía espiritual es ignorada o
tratada con descuido. Cuando sentimos patrones incoherentes en
nuestras vidas, como: agotamiento a pesar de sueño adecuado, dificultad
para mantenernos positivos incluso en medio de una racha de buena suerte,
falta de entusiasmo y propósito, estrés o ansiedad constante, es una señal de
que nuestra energía espiritual está desgastada y necesitamos una renovación.
Paso 1:
En primer lugar, es fundamental encontrar un lugar pacífico, lejos
de ruidos y confusiones, donde nadie te vaya a molestar. Cuando encuentres
ese lugar, siéntate o recuéstate en una silla. Relájate, cierra los ojos y
haz cinco respiraciones profundas, que vayan hasta la barriga, no sólo al
pecho.
Paso 2:
Coloca tus manos juntas, como si fueras a hacer una oración, y
aprieta suavemente las puntas de los dedos y las palmas de las manos unas
contra otras. Mantén las manos en una posición en la que se apoyen con el
centro de tu frente, donde se ubica nuestro tercer ojo, y luego colócalas
en contacto directo con el centro del corazón. Estas dos regiones son los
centros de nuestro chakra del tercer ojo y del corazón y estos movimientos
posibilitan que los mismos sean activados.
Paso 3
Frota una mano con la otra de forma suave, hasta que consigas
sentir un poco de calor. Después de eso, coloca la mano derecha sobre el
centro del corazón y la mano izquierda sobre el hombro. Este movimiento
también recargará chakras poderosos.
Paso 4:
Con los ojos cerrados, visualiza una luz blanca de sanación pasando
de tus manos a tu cuerpo. Observa cómo esta energía pasa por cada parte de tu cuerpo restaurando
y recargando tus centros de energía y promoviendo entre ellos una gran sanación.
Paso 5:
En el momento en que sientas que ya has recibido suficiente luz,
abre tus ojos y cuidadosamente, agita las manos. Levántate y mueve tu cuerpo,
haz algunos estiramientos leves para impulsar la circulación.
Paso 6:
Para finalizar, bebe un vaso de agua y cuida bien de tu hidratación
durante el día. Este proceso de sanación es simple y rápido, pero tiene un
gran potencial de expansión de la energía de sanación por el cuerpo y la
renovación de la energía espiritual, instantáneamente. Si haces el
ejercicio diariamente, por al menos quince minutos, alcanzarás
mejores resultados.
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