“4
PALABRAS QUE CURAN: DE LAS PLÉYADES A LA TIERRA” POR VIVI CERVERA
La misión humana no era tan
simple. Habíamos venido aquí a amarnos incondicionalmente y a crear paz para
poder experimentar una nueva tierra. Casi nunca bajo el nivel de la mente lo
lograríamos, pero esto a nadie se le explicaba al nacer. La salida de ese nivel
había que descubrirla o quizás se ganaba por créditos acumulados, o por méritos
a lo largo de la existencia. Ella, la mente pensante, siempre nos estaría
ofreciendo información vieja, de dolores e injusticias padecidos a manos de
otros humanos o de la misma vida, cuya raíz principal nos sería siempre
desconocida.
Ella, la propia mente sería
el enemigo escondido dentro de cada uno de nosotros, y por creerle,
desataríamos guerras aparentemente sin sentido. Sin embargo, era nuestro
derecho sentir y expresarnos tal como lo hacíamos. Era nuestro derecho pelear
con los fantasmas. Era nuestro derecho proceder de acuerdo a nuestro diseño y
aparte de todo, no teníamos opción. Creíamos que eso era el amor.
Con el tiempo aprenderíamos
que cada momento difícil, cada guerra, cada odio era parte de una memoria
necesaria insertada en el ser. No eran las mujeres, ni eran los hombres. Eran
sus programas. Y extrañamente, de esos programas nacería la fuerza para empezar
a sanar, para finalmente poder declarar nuestra inocencia. Para hacer de
nuestras niñas y niños, seres libres.
La verdad es que casi nunca,
bajo el nivel de la mente podríamos alcanzar la dicha o la paz interior, que es
la misma paz del mundo, puesto que cada uno de nosotros es el mundo. No
importaría la cantidad de dinero en el bolsillo, no importaría la cantidad de
fiestas y luces que pudieran rodearnos, no importaría el lujo y el confort.
Dentro de la mente, habría infelicidad. Pero más allá de ella, ahí donde somos
todo y nada, ahí sí. Conozcamos un poco la historia:
Pasaría algún tiempo. De
galaxias lejanas (para mí, las Pléyades), nos enviarían 4 códigos secretos para
desactivar la mente y así conocer el amor incondicional. Así fue como llegaron
a mí las palabras: Te amo, lo siento, perdóname, gracias. Y quizás a
ti también. Y esto, de lo fácil se haría difícil. Se nos había dicho que la
clave era pronunciarlas de manera incesante como la corriente de un río, que de
este modo dejaríamos atrás todas las piedras, las cargas ancestrales. Así
creamos una red inmensa de humanos limpiando, borrando, re codificando,
sanando, creando. Cuando uno de nosotros se cansaba, desde el mismo corazón de
la red, otro le animaba, le impulsaba, le abrazaba a través de su amor propio,
telepáticamente. El trabajo individual impregnaba al equipo, a la red. Algunos
humanos experimentaban lucha, cansancio, fatiga al borrar los programas y
memorias de la mente, por lo tanto desertaban y se desplazaban a un nivel menos
visible de la red. Eran ayudados de forma más lenta.
Otros humanos necesitaban
creer, ¿Funcionará esto tan raro? pero el amor no se trata de creer, sino de
ser. Se trataba de que sentir, o decir “Te amo” fuera más fuerte y más poderoso
que “Te odio” o “Ya no te quiero” o “Eres tonto” o “no tengo dinero”. Se
trataba simplemente de que a cada segundo pudiéramos volver a empezar. El
requisito imprescindible era tener corazón de niñ@. Bondad hacia lo vivido.
Tolerancia, paciencia, amor hacia el sí mismo.
También hubo quien no
encontró la oportunidad de descodificarse a nivel individual, pero que
igualmente quedó incluido como parte de la unidad.
En la “cúpula” de la red, y
sonriendo, encontramos los humanos que jamás necesitaron pruebas y que habían nacido
para “limpiar”, para encontrar adentro todo lo que parecía estar afuera. Ellos
experimentaban alegría, y fueron siempre, la fuerza principal.
Latiendo en tu pecho, todos
ellos, todo esto.
La misión tuvo éxito. Los
humanos del futuro como seres libres, agradecemos cada memoria, puesto que sin
ellas no habría existido corrección. Agradecemos cada falla, cada intento, la
oportunidad del perdón. La oscuridad que precedió la luz. Agradecemos los dones
que aparecieron con el dolor. Los humanos del futuro hemos aceptado todo. Y
agradecemos que guardaras este secreto, agradecemos que en tu corazón hubiera
amor.
Vivi Cervera.
Así mismo, os lo dejo publicado aquí, totalmente integro, a excepción de la numeración de
páginas
4 PALABRAS QUE CURAN
4 PALABRAS QUE CURAN El lenguaje secreto de los antiguos hawaianos
Vivi Cervera
4 PALABRAS QUE CURAN Copyright © 2010 Vivi Cervera Todos los
derechos reservados. Impreso en Guadalajara, México.
“El conocimiento te hace libre. Te permite elegir, te libera de
las cadenas del tiempo, de las creencias limitantes, de tus sentidos; te libera
incluso de ti misma”. Vivi Cervera
CONTENIDO INTRODUCCION…………………………………………………….
CAPITULO 1: EL INICIO…………………………………………..
CAPITULO 2: EL DOLOR HUMANO…………………………
CAPITULO 3: EL ERROR………………………………………….
CAPITULO 4: LA MAESTRIA DE TUS RELACIONES……
CAPITULO 5: APRENDIENDO DEL DOLOR……………….
CAPITULO 6: EL LENGUAJE SECRETO………………………
CAPITULO 7: LAS RESPUESTAS DE TU CUERPO……….
CAPITULO 8: PALABRAS
GATILLO………………………….. Lo siento………………………………………………………….
Perdóname…………………………………………………….. Te amo……………………………………………………………
Gracias…………………………………………………………….
CAPITULO 9: LA LUZ DEL ALMA……………………………..
CAPITULO 10: 100% RESPONSABLE Y LIBRE…………..
CAPITULO 11: RECUERDOS, MEMORIAS O REGISTROS
AKASICOS…………………………………………… Borrando memorias………………………………………..
CAPITULO 12: PERCEPCION Y TRANSMUTACION……
CAPITULO 13: COMPONENTES DE LA CONCIENCIA.. El Intelecto o mente
consciente……………………… Subconsciente (niña o niño interior)………………. Yo
Superior…………………………………………………….. La Inteligencia Divina……………………………………… El
vacío……………………………………………………………
CAPITULO 14: CONTRATO EMOCIONAL…………………
CAPITULO 15: LIBRE ALBEDRIO………………………………
CAPITULO 16: VIDAS PARALELAS……………………………
CAPITULO 17: 4 PALABRAS SECRETAS Y LEY DE ATRACCION
(LDA)………………………………………………….
CAPITULO 18: CRISIS CURATIVA…………………………….
CAPITULO 19: LA CURACION………………………………….
CAPITULO 20: LA MISION DEL TERAPEUTA O
SANADOR……………………………………………………………… 6 pasos para ser mi propio terapeuta……………..
CAPITULO 21: AMOR Y VITALIDAD…………………………
CAPITULO 22: BORRANDO MEMORIAS POR
ESCRITO…………………………………………………………………
CAPITULO 23: LIMPIANDO ESPACIOS Y OBJETOS……
CAPITULO 24: 4 PALABRAS QUE CURAN Y ESTADO
ALFA………………………………………………………………………
CAPITULO 25: PREGUNTAS Y RESPUESTAS…………….
EPILOGO………………………………………………………………..
Este libro está dedicado a Francia y a Sofía, dos guerreras
hermosas y valientes que me han regalado lo más bello de la vida y han hecho
placentero mi viaje a la Tierra.
AGRADECIMIENTOS A la Inteligencia Divina por haberme creado. A
Ra mi guía invisible. A Kwan Yin, mi madre espiritual. A las Pléyades y a sus
habitantes, por el conocimiento que me heredaron. A mi mente maravillosa,
receptiva, amplia. A mis padres, por traerme a la vida. A mi hermana Loli, mi
dulce y tierna alma gemela. A Luis Alberto, mi hermano y mi rey. A mi hermano
Carlos Alberto, mi sabio maestro de muchas vidas. A César Ortíz López, mi amigo
incondicional. A todas mis amigas, amigos, a toda la gente que he conocido. A
todos los creadores de blogs y portales inspiradores. A los libros que he leído
y a sus respectivos autores. A cada uno de mis lectores por toda su luz que es
la misma mía. Al amor, que es un regalo multidimensional.
INTRODUCCION
Si alguien te dijera que existe una secuencia de palabras con la
cual puedes curar tu cuerpo, tal vez pensarías que se trata de una broma o que
te está engañando, porque para ti podría ser difícil el hecho de obtener
felicidad sólo con pronunciar 4 hermosas palabras de manera continua y admito
que para mí también lo sería. Lo que he escrito aquí es una enseñanza tanto
para ti como para mí, porque mientras escribo, aprendo y considero además que
ha llegado el momento de que asimilemos ideas que parecen nuevas, pero que
realmente tienen miles de años entre nosotros. Un buen día, le dije a mi
familia que comenzaría a escribir sobre 4 palabras que habían marcado mi vida y
con las cuales había recuperado mi salud y bienestar total. Ellos como siempre,
me acompañaron en la búsqueda, en el hallazgo de pistas, respuestas y señales,
que trajeron a mi vida beneficios incalculables que tengo el gusto de compartir
contigo. Si eres una persona que tiene que luchar mucho para salir adelante, si
eres alguien que jamás ha sentido estabilidad emocional, si aún sientes que
todo parece estar en tu contra porque a veces hasta Dios parece esconderse de
ti, entonces estás ante una puerta que te llevará al mundo real de manera
sencilla para que logres sentirte ligera, amada, protegida y aceptada tal como
lo mereces. Desde hace algún tiempo Sofía me preguntaba: “¿Cuántos años tienen
que pasar para que la humanidad reciba los regalos que a ti te corresponde
entregarle?” Y mi respuesta es lo que
ahora lees. Aquí encontrarás los principales temas que rodean al mundo de la
curación por medio de 4 palabras básicas así como los conceptos necesarios para
asimilar la vida como viene; también encontrarás cómo aprender a aceptar la
curación, entre muchos otros. He considerado a todos estos temas como piezas
fundamentales en el proceso de auto conocimiento y en el aprendizaje que te
está guiando hacia la libertad. Sé que también hay muchos otros maestros y
maestras que pueden ilustrarte como lo hago yo, porque han escrito hermosos
textos respecto de sanar por medio de las palabras; también sé que existen
libros enteros sobre lo que significa descubrir las capacidades curativas del
espíritu y que todo esto se ha dicho de forma inolvidable y magistral; sin
embargo, mis letras son la satisfacción de una necesidad de compartir que se
acrecentaba durante mi propio proceso de auto aceptación y que finalmente
desaparecía en la medida en que iba escribiendo. Este es el momento oportuno
para que hagas tuyo el conocimiento que responde a tus dudas e incógnitas de siempre
y que te permite encontrarle un sentido a tu existencia. Todo lo que tú y yo
hemos vivido es lo que ha creado un libro como este; eres tú quien le da vida e
impulso a mi mente creadora, me siento agradecida contigo. Los temas que leerás
pueden ser combinados con cualquier procedimiento que estés utilizando y con
cualquier medicina que estés tomando; no importa si estás recibiendo algún
tratamiento porque para cualquier situación de tu vida siempre será importante
que tomes en cuenta al amor como elemento sanador y este sentimiento carece de
contraindicaciones. Por favor confía en las herramientas que están llegando a
tu vida, confía en las respuestas, confía en tu voz, confía en que este es tu
mejor momento porque apenas estás descubriendo que estás hecha de amor, que esa
es la materia prima de tu ser y que por eso mismo tienes el poder de sanar
cualquier enfermedad aunque sea desconocida, aunque creas que no se puede curar
y es así como creas los componentes del mundo en el cual deseas vivir. No te quedes
detenida observando la vida pasar, comienza a hacer algo por ti misma y estarás
haciendo algo por todo lo que existe. Apoya tu experiencia en la entrega y la
bendición de todo lo que llega a ti, bendice tus lágrimas, tus situaciones
difíciles, tu enfermedad, tu médico, tu enfermera, bendice a tus pastillas, a
la quimioterapia, radioterapia o cualquier otro medicamento que esté recibiendo
tu cuerpo. Interpreta todas tus vivencias como peldaños en una escalera que
facilita tu acceso al mundo espiritual que estás empezando a conocer y en donde
sólo reinan la vida y la inmortalidad. Quiero contarte cómo nació este libro
porque fue un regalo que la vida me dio: Resulta que por algún tiempo estudié
de cerca una hermosa filosofía hawaiana de la cual me “enamoré” profundamente.
Su esencia, sus contenidos y sus raíces me regalaban la agradable sensación de
sentirla mía y por ello fue que comencé a escribir para mi blog todo lo que
llegaba a mi conciencia respecto de ella y es así como me propuse descubrir ante
ti, el lenguaje secreto de los antiguos. Al principio encontré algunas
dificultades con respecto a mi concentración, pero las mismas palabras
sanadoras me permitieron descubrir el regalo que estaba escondido en la
libertad de escribir sobre el amor. A lo largo de mi vida he sido instruida de
muchas maneras, en ocasiones por medio de encuentros pasajeros con las
personas, a veces por mi padre (q.e.p.d.) y generalmente por seres de
inteligencia superior, con los cuales siempre he tenido estrecho contacto por
medio de mis sueños. La sabiduría proviene de muchas fuentes, los maestros
están en todas partes y los seres humanos estamos en condiciones de aprender,
siempre que podamos reconocer al maestro en cualquier espacio o momento que nos
ofrece la vida. Considero que el amor a tu propio Ser es el punto de partida
hacia otros niveles de conocimiento y te ha sido otorgado en el mejor momento
de tu evolución. Su contenido es sencillo y a la vez complejo, antiguo pero
futurista, individual y colectivo, exacto e impredecible. Tal vez te tome algo
de tiempo reconocer que existe en ti un sentimiento que puede curar tus heridas
y que puede enseñarte a aceptar los milagros como parte de un día normal o
quizás sea demasiado sencillo (espero que así sea) y que puedas dejarte llevar
por las sensaciones que recorren tu cuerpo cuando pronuncias las más hermosas
palabras curativas que hay: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”. Aunque soy
consciente de que la Creación está completa y que todo ya te ha sido dado,
utilizo las palabras “crear” “curar”, “sanar”, “curación” o sus sinónimos con
el único fin de ubicarte temporalmente en esa parte de tu conocimiento que se
está adaptando al concepto de lo que es un milagro. Poco a poco irás
descubriendo por ti misma la sutil relación entre las frases sanadoras y el
arte de la curación; la relación entre tu mente y el tiempo, la conexión
multidimensional entre todo lo que percibes y tú. Si de repente descubres ideas
o conceptos repetidos y esto te desagrada, por favor discúlpame, lo he hecho de
esta manera porque conozco la importancia que tiene la repetición. Cada una de
las palabras utilizadas aquí, te guía hacia el descubrimiento de aquellos
mundos mágicos que creías inexistentes, cada una de ellas te permite abrir la
puerta hacia otros niveles de conciencia, donde todo lo que sucede es parte de
la Voluntad Divina que finalmente es la que te ha conducido hacia mí. Con Amor,
CAPITULO
1:
EL INICIO La primera vez que
escuché que el amor podía curar, pensé que era algo maravilloso, aunque muy en
el fondo me parecía demasiado fácil, romántico y bello como para modificar las
creencias arraigadas, me parecía demasiado sencillo como para transformar la
vieja idea que yo tenía acerca del dolor de vivir una experiencia humana.
Aunque los temas espirituales siempre rodearon mi vida, aún no podía comprender
del todo que el hecho de que yo me diera amor, pudiera sanar mi cuerpo, mi
espíritu y a su vez el de todas las personas que me rodean. Para mí, una cosa
era estar receptiva a las técnicas curativas del tiempo actual y permanecer
atenta a mis sentimientos porque es algo importante para sentir paz interior y
otra muy distinta el hecho de decir “Me amo” y sanar una enfermedad de alguien
a quien conozco ¿Acaso tenemos tanto poder? Era mi gran pregunta. Me parecía
que se había hablado de la curación por medio del amor durante muchos años, sin
que hubiera una estructura y un proceso formal que seguir para obtenerla;
aparte de todo, no conocía a nadie que hubiera curado su cuerpo de alguna enfermedad
mortal, simplemente amándose con sus propias palabras. Sin embargo, en una
ocasión me encontraba navegando por algunos sitios de internet, cuando leí un
artículo que explicaba a la perfección el efecto sanador contenido en este par
de frases: “Lo siento, te amo”. Decirte que me sentí conectada con el escrito y
con esas palabras no describiría la conexión que inmediatamente se dio entre ellas y yo. Pensé que si alguien
más había logrado sanar con esas dos frases, entonces yo también podría
intentarlo. Así que lo que hice fue comenzar a pronunciarlas en todas las
formas posibles hasta que la magia ocurrió. En primer lugar notaba que estaba
renunciando a tener el control de las situaciones y esto me hacía sentir una
paz interior y una quietud hasta el momento ligeramente conocida por medio de
otros métodos de curación. Fue entonces cuando la frase “el mundo es tu espejo”
comenzó a tener sentido para mí. Mi investigación sobre la curación por medio
de las palabras continuó hasta que fui descubriendo una bella secuencia de 4 de
ellas, con las cuales es posible lograr una conexión multidimensional
(conectarte a nivel multidimensional quiere decir que te has fusionado con todo
lo que existe en el espacio/tiempo con el fin de crear una unidad, una mente, una
conciencia). Estas palabras son: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”. De
más está decirte que mi vida ha ido mejorando poco a poco hasta el punto de
llegar a creer plenamente que entre todos los métodos conocidos, la curación
por medio de las palabras logra generar en mí, una sensación de poder interior
ilimitado que puede extenderse hacia cada una de las vidas paralelas que estoy
experimentando en algún lugar de mi conciencia (he escrito a profundidad sobre
este tema más adelante); es así como las energía más sutiles penetran cada
célula de mi ser, transformando aquella forma de percibir mi antiguo mundo en
un mejor lugar para vivir. Estas 4 palabras se convirtieron en uno de mis
motivos para escribir. En gran parte de los seres humanos existe una resistencia
a confiar en el amor, porque no hay nada que entregar a cambio más que al ego,
que está representado por el miedo o por toda una serie de sentimientos
reprimidos, así que de alguna manera nos hemos acostumbrado a que todo lo que sea difícil y que requiera de mucho dinero o
dolor como forma de intercambio es lo que puede tener efectos contundentes en
nuestra sanación. Es entonces cuando nos encontramos en el camino a dos grupos
de personas: aquellos que se predisponen por miedo y piensan que detrás de todo
esto hay mucha mercadotecnia o manipulación de almas inocentes que se ven
obligadas a creer a ciegas en todo lo que leen y aquel grupo de personas que
sabe, que si algo llega a sus vidas no es por accidente porque siempre hay una
Inteligencia de orden superior que todo lo penetra, así que lo intentan, se
permiten aprender, se sienten cada vez mejor y cada paso que dan, se convierte
en una oportunidad para vivir plenamente. Este grupo de personas recibe
información valiosa por parte de maestros que toman diferentes formas y en esa
forma se van introduciendo poco a poco en el mundo de las posibilidades
infinitas, dentro de las cuales se encuentra la paz, la alegría de vivir, así
como muchos otros recursos que facilitan la transición para dejar de ser
personas limitadas a un sistema de creencias y convertirse en seres totalmente
libres. Lo fácil o lo difícil, la manipulación o la libertad, dependerá siempre
de cuál de los lados elijas ver; tal vez decidas creer que amarte es una tarea
sencilla o de pronto decidas que es muy difícil aprobarte o apoyarte en
aquellos momentos donde te culpas o te castigas por proceder de manera tal vez
equivocada. Para lo que sea que elijas ten en cuenta que esto puede llevar algo
de tiempo y que si tu deseo es ir paso a paso es porque así tiene que ser para
ti. Puede ser que inmediatamente elijas amarte por ser parte de esa humanidad
privilegiada que tiene acceso a dimensiones desconocidas para gran parte de las
personas y que así compruebes que todo en el Universo siempre fue dual y que
tienes el poder de elegir o interpretar lo que llega a tus sentidos y que por
eso puedes amar todo aquello que parece imperfecto. La práctica de las palabras
mágicas (así les llamo cariñosamente algunas veces), nace con mi necesidad de sanar
problemas físicos y emocionales del ayer y por mi deseo de expandir la curación
a otro nivel, con el fin de alcanzar el estado evolutivo que el alma de los
seres humanos necesita en el nuevo tiempo. A raíz de mi conexión con ellas,
escribo y grabo una meditación para Sofía exclusivamente, después yo también la
escuchaba, posteriormente pasó a manos de mi familia y fue así como juntos
iniciamos ese viaje inevitable hacia nuestro interior con el fin de cambiar al
mundo que nuestros ojos veían de modo que los resultados no se hicieron
esperar; empezamos a sentir más tranquilidad, más desapego de los resultados,
más amor por nuestro ser y los procesos de perdón que en otros tiempos habían
sido motivo de lágrimas y tristeza, ahora parecían fluir más fácilmente sólo
con sentir las palabras sanadoras. Así nació la idea de publicar estas
meditaciones en mi blog con la finalidad de que los pocos visitantes que
entraban en él tuviera una herramienta que facilitara sus días difíciles;
entonces de un momento a otro pasaron a ser escuchados por miles de personas a
diario y se convirtieron en toda una esperanza de sanación sin que yo lo
planeara conscientemente; posteriormente se crean redes de curación a nivel
mundial, hasta el punto de que todas las personas se integran a ellas logran
sanar diversas situaciones en sus vidas; desde enfermedades terminales,
problemas emocionales de tiempos pasados y situaciones conflictivas, hasta
asuntos cotidianos o dificultades laborales, entre otras. Con mucha alegría me
di cuenta de que la idea de publicar los audios en el blog para que todas las
personas pudieran descargarlos gratuitamente, había sido parte de un deseo
colectivo y después notamos que fue más sencillo vivir. Algún tiempo después
Sofía creó y publicó un video con esta meditación y al poco tiempo se convirtió
en el más visualizado dentro de su
género. Muchas personas habían hecho suyo el audio y comenzaba a ser parte de
su vida cotidiana; entonces unas y otras recomendaban el audio a donde quiera
que iban, de modo que algunas señoras con dolores físicos, sin esperanza de
recuperación empezaban a unirse a la cadena de amor que se había formado y esto
hacía que todas ellas y yo, estuviéramos conectadas permanentemente, cargando y
recargando las palabras contenidas en el audio con una energía poderosa
generada por el colectivo con su intención de sanar. A raíz de todo esto
comienzo a recibir muchas cartas de personas que me expresan su gratitud y me
hacen saber que estos audios o meditaciones son una fusión perfecta de todos
sus componentes; todo era y sigue siendo una melodía perfecta para generar el
gozo de vivir. Me siento muy bien de que esto así es. Todo esto permitió que se
multiplicaran las visitas en mi blog para que yo ampliara mucho más mi
capacidad creativa, mi receptividad para “escuchar” las voces que me guiaban a
escribir sobre determinados temas y mi conexión con los seres de luz que
siempre me han rodeado y que comprendo perfectamente quiénes son. Así es como
llega la inspiración y me guía para crear y publicar precisamente los temas que
las personas estaban esperando; a veces me sucedían cosas maravillosas, por
ejemplo, me sentaba en mi computador y comenzaba a escribir sobre determinado
tema pero las ideas no fluían, el papel se quedaba en blanco durante mucho
tiempo hasta que llegaba a mí, el título de otro artículo que yo ni siquiera
tenía planeado pero que la Inteligencia Divina había elegido, entonces llenaba
de letras la pantalla y me sentía feliz al terminar todos y cada uno de los
escritos que tomaban vida a través de mí. Posteriormente llega mi necesidad de
escribir este libro, con el cual se me dijo que aprendería mucho más sobre el
amor y sobre mí misma. El tiempo me
enseñó que esto era verdad. Y también aprendí que para amarme no tenía que ser perfecta,
ni tenía que estar siempre sonriendo o haciendo lo que las demás personas
suponen que es correcto, ya que lo único que precisaba era aceptar mi propia
oscuridad para unificar, fundir, totalizar. Creo haber escrito en el lenguaje
más adecuado para la comprensión de las personas que comienzan a dar sus
primeros pasos por medio de la comunicación consigo mismas, así como para todas
aquellas que ya llevamos algún trecho recorrido. Lo que leerás en este libro
tiene la base de mi experiencia personal, por lo tanto sólo encontrarás
información de la cual yo he sido protagonista y practicante. He incluido temas
que rodean a cualquier sistema de auto curación y respecto de los cuales la
humanidad tiene muchos vacíos, dudas o sentimientos encontrados; creo que todos
estos temas explican de manera sencilla las razones por las cuales el amor es
un milagro que le da sentido a las vidas de muchos seres humanos que mediante
la práctica de las palabras sanadoras por fin hallaron una ruta hacia su
curación. Las filosofías ancestrales hawaianas integran muchos aspectos así
como muchas palabras y terminología importante que enriquecen los procesos
evolutivos, de manera que tomé las palabras cuyo significado básico conocemos
por estar en nuestro idioma y dejé todas aquellas que consideré poco apropiadas
para este instante. Las 4 palabras a las que me refiero con el título de este
libro son: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”. Como podrás darte cuenta,
crecimos con ellas y son tan nuestras que las reprimimos dejándolas guardadas
en lo más profundo de nuestro interior y lo hicimos tal vez para encajar en las
diferentes situaciones de la vida. No obstante aquí están nuevamente y re
cargadas con su verdadero significado para que puedas hacer uso de ellas
correctamente. Una palabra de amor es una llave que te permite abrir la puerta
a la realidad que desconoces, donde los deseos ya han sido concedidos y por eso
dejan de tener sentido, una realidad donde descubres que el dolor es un
implante o una memoria que puedes transmutar. Una palabra de amor también es un
gatillo, un disparador que tiene el poder de llegar al punto donde genera
respuestas a nivel físico, mental, emocional o espiritual, y es así como logran
curar las causas profundas de dolencias, enfermedades y situaciones que
considerábamos compañeras eternas de nuestras vidas. Tal vez sientas un tanto
extraño el hecho de que mencionara en los agradecimientos de este libro y ahora
en este párrafo a los pleyadianos (seres de luz que provienen del sistema
estelar Pléyades), cuya presencia he sentido siempre por medio de mis sueños o
de inspiraciones. Aunque esto puede sonar diferente, considero apropiado,
oportuno y necesario hacerte parte de algunas de mis experiencias con estos
magníficos seres de la luz, con el fin de expandir tu conciencia, para que
sepas en dónde se encuentra el origen de todos mis conocimientos. Hace algunos
años durante una meditación que se convirtió en un viaje a otro mundo, la
maestra Kwan Yin establece un estrecho contacto conmigo, guiándome en la
creación de una hermosa meditación llamada “Templo de curación”; la cual
tendría que regalar (según las instrucciones) a los visitantes de mi blog.
Posteriormente llegó a mi vida alguien llamado Ra; había leído algunos escritos
y libros con su nombre en ellos, como por ejemplo “Manual de ejercicios
pleyadianos” de Amorah Quan Yin, entre otros, pero en esos momentos yo
simplemente no noté nada especial, no recibí ningún mensaje, ninguna señal.
Esta llegó años después a través del mismo Ra, quien me enseñó a estar
totalmente receptiva y dispuesta a permitir que su energía entrara en mi vida. Me
permito contarte la historia: Me encontraba regresando a mi ciudad por
carretera y en bus, luego de una hermosa conferencia en Celaya (Gto.) México,
en compañía de Sofía. Como a la 1 de la madrugada el bus hizo una parada en un
lugar de la autopista en San Luis Potosí y como sentía sed me bajé para pedir
un refresco y unos panecillos con miel en el establecimiento donde atienden a
los viajeros. Hacía un clima delicioso por lo que me senté en las mesas del
exterior del lugar; Sofía se sentó a mi lado y empezamos a charlar de nuestra
experiencia en Celaya. De repente un pensamiento llegó a mi mente: Debía leer
el libro de una escritora que transmite los mensajes de los pleyadianos llamada
Barbara Marciniak. Este mensaje o este pensamiento fue tan contundentes que yo
no pude dejar de pensar en esto mientras continuó el viaje. De regreso en casa,
lo primero que hice fue dejar a un lado la lógica para comprar el libro con el
fin de descubrir lo que había sido escrito en él para mí. Esa fue la primera
vez que sentí que alguien llamado Ra, se comunicaba conmigo por medio de la
palabra escrita, esto es algo poco fácil de describir porque lo que se siente
es tan personal, tan único que al relatarlo no encuentro las palabras que
pueden explicar sensación en mi alma. El tema del libro de Barbara Marciniak
tenía una estrecha relación con lo que yo estaba viviendo y fue mi impulso para
escribir este texto que tienes en tus manos, con la certeza de que había un ser
de luz, originario de las Pléyades (un conjunto de estrellas en el vasto
universo), que había inspirado en mí, la necesidad de relatar mi experiencia
con el poder curativo de las palabras. Unida a todas mis vivencias con los
pleyadianos, sentí la necesidad de investigar la procedencia de la cultura
hawaiana (que si recuerdas bien, en párrafos anteriores te comenté que fue
importante en el desarrollo de mi investigación) porque me preguntaba ¿Cuál era
la razón que tenían estos seres de otras dimensiones para contactarme mientras
estaba escribiendo este libro? ¿Acaso existía alguna relación entre los
pleyadianos y las técnicas de curación hawaianas? Por supuesto que sí. Por
fortuna las respuestas siempre estuvieron ahí para mí, en forma de libros,
sitios web, referencias, etc. Cada una de ellas llegó en el momento apropiado
para que yo pudiera escribirlo aquí. La magia del ritual hawaiano que sana el
espíritu a través de las palabras, se halla envuelta por las virtudes de “huna”
(una filosofía que enseña a vivir de manera integral) y que por eso mismo va
mucho más allá, es extensa y rica en postulados, premisas o métodos, porque
estamos hablando de todo un sistema cultural, espiritual y sanador que abarca
muchos aspectos que no menciono en este libro, ya que aquí sólo me he permitido
contarte una pequeña parte de lo que considero el lenguaje perfecto de los
antiguos y para ello, analizo un poco el inicio de una civilización de la cual
muchos de nosotros tal vez fuimos integrantes en otras vidas. En el libro
“Chamanismo, tiempo y lugares sagrados”, su autor Fernando Barona Tovar, relata
cómo hace miles de años, los egipcios (antiguos moradores de Lemuria, la ciudad
perdida) fueron una de las civilizaciones que llegó a las islas que hoy en día
conforman Hawai, las cuales después, fueron ocupadas por los polinesios,
quienes implantaron un sistema de castas que puso en desventaja a los
habitantes de las islas (llamados los “antiguos”) y esto fue lo que les motivó
a proteger sus tradiciones y costumbres por medio de ciertas palabras que sólo
ellos conocían. Posteriormente, los misioneros británicos impusieron el
cristianismo, aboliendo todas las prácticas de los nativos. Mucho tiempo
después Max Freedom Long, un investigador estadounidense se dio a la tarea de
buscar las raíces y orígenes de estas palabras secretas que facilitaban el
acceso a estados de conciencia desconocidos para gran parte del mundo, que
incluso podían ser aplicadas para sanar cualquier situación y hasta para modificar
las condiciones climáticas. Para Max Freedom Long era importante revelar estas
verdades universales a la humanidad, porque habían sido celosamente protegidas
por los antiguos para que salieran a la luz en el momento adecuado. Se puede
definir a Huna (secreto) de manera generalizada como una herramienta de
curación o como una forma de vida equilibrada que envuelve muchos aspectos del
ser humano y que ha sido un legado de los antiguos para todas las personas que
se encuentren preparadas para recibirlo. Este conocimiento fue originando
algunos otros métodos en los cuales también se practica el amor incondicional.
La misión fundamental de este libro es enseñarte a recibir el conocimiento que
te pertenece por herencia divina, a través de una de las herramientas derivadas
de la sabiduría hawaiana. Los seres que provienen de las Pléyades y con los
cuales todas las personas tenemos relación de una manera o de otra, conocen el
poder de las 4 palabras que curan, conocen el sentimiento y las emociones
creativas y sanadoras que se generan al pronunciarlas, saben perfectamente que
es una de las más bellas formas que tenemos de corregir los errores de nuestra
mente consciente y que por lo tanto es una forma divina de alimentar a la
Tierra para que podamos ver sus hermosos frutos. Ellos nos han ido guiando
hacia esta forma de vida con el fin de que podamos recordar quiénes somos
realmente. Mi intención es escribir para ti todo aquello que ha llegado a mi
vida de diferentes formas; lo que comparto contigo es mi propio punto de vista,
mi hipótesis y deposito en tus manos la libertad de confiar o no, en la
veracidad de todo este legado histórico y cultural que enriquece la historia
hawaiana; porque según la opinión de algunos escritores, no hay mucha
información respecto de los guardianes y maestros de los secretos. Pero,
independientemente de la historia humana con sus luchas de poder y con toda su
mística sabiduría, no me cabe duda de que estamos siendo guiados por seres de
luz que en todo momento están transmitiéndonos las bases de una sociedad en
equilibrio, en la cual el concepto de unidad es adoptado por todos sus
integrantes. Esa es una de las razones por las cuales he escrito exclusivamente
para tu lado femenino y esto no tiene nada que ver con ser hombre o mujer, esto
sólo quiere decir que mis escritos tienen el objetivo de hacer que renazca en
ti la energía creadora que te trajo al mundo y esa esencia es femenina, es
también la esencia de la madre Tierra. El hecho de haber nacido hombre o mujer
es otra manera de conocerte y de relacionarte con los demás. Quiero dejar claro
que jamás he sido canal (alguien que permite que un ser de luz hable a través
de su cuerpo) de ningún ser de luz; mi conexión con ellos simplemente se da a
través de mis sueños, meditaciones o en momentos en los cuales me siento
inspirada y fluyen hacia mi mente las palabras que necesito escuchar y que se
desea que yo transmita. Para que cada una de estas palabras salieran de mí, era
necesario que tú las estuvieras esperando, fue por esa conexión, que nació este
libro y al escribirlo, me concentré en lo que integra una energía como el amor,
en su raíz, en su causa, en su base, así como en aquellas palabras guardadas
por mucho tiempo en mi corazón y que ahora estuvieron dispuestas a salir. La curación
por medio de las palabras tiene un estrecho vínculo con todos los métodos que
utilizan al amor como instrumento de sanación y si bien me he apoyado en
algunos fundamentos de culturas antiguas, considero que he ido más allá de lo
que yo conocía conscientemente de ellas. Aquí encontrarás conceptos que pondrán
a prueba tu amplitud de criterio, tu apertura e inteligencia emocional. En este
instante te diriges a ese lugar de tu conciencia donde todo es posible y donde no hay reglas, sólo
libertad. Ahora sé porqué una voz interior me decía una y otra vez que el
penetrar en este mundo de sanación a través de 4 palabras que curan, me guiaría
hacia la luz y creo que esa es la razón principal por la que te hago entrega de
todo esto. Puedo asegurarte que gracias a este libro mi vida ha cambiado para
bien y siento que voy dejando atrás las ataduras que me mantenían dentro de un
mundo ilusorio. Siendo de ese modo, creo tener suficientes razones para
brindarte mi experiencia aquí, ahora.
CAPITULO
2:
EL DOLOR
HUMANO Una de las metas del ser humano siempre ha sido la búsqueda de
la felicidad, de la plenitud y para ello se ha lanzado en su persecución,
encontrando únicamente más impotencia, soledad y tristeza, es como si
pretendiera alcanzar un objeto que está siempre en movimiento sin éxito alguno.
A esta desconexión con la fuente de donde emana la luz, a este miedo constante
de la muerte, a la insatisfacción, a la enfermedad y a la pérdida total de
poder se le llama dolor humano. De este sentimiento proviene el mal-estar, la
enfermedad, la angustia y cualquier sentimiento inmovilizador. Se suele
considerar al dolor como un error, como si fuera algo que hay que rechazar o
combatir para encontrar la plenitud, no obstante los métodos de auto curación
más efectivos demuestran que es importante corregir el error convirtiéndolo en
un punto fuerte y en un aliado en cualquier tratamiento que se esté llevando a
cabo, porque en cuanto una situación deja de ser un problema para convertirse
en una bendición, automáticamente desaparece, deja de existir, se borra, se
elimina. Por esto hablamos de eliminar, liberar o borrar, aunque lo que en
realidad hicimos fue transmutar, unir, integrar, totalizar. A la corrección del
error se le da inicio teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
1. Comprender que la realidad está hecha con tus pensamientos;
tú eres creadora y por lo tanto responsable de lo que percibes con tus
sentidos.
2. Toda situación difícil es un recuerdo o memoria.
3. La liberación de un sentimiento negativo o recuerdo, llega
con la pronunciación de la secuencia de palabras sanadoras: “Lo siento,
perdóname, te amo, gracias”.
4. Sólo existe una mente, una conciencia, un alma, que es quien
eres tú. Yo sé que puede tomar algo de tiempo el aprender que tu intención y
tus pensamientos pueden crear, pero si observas bien todo lo que hay a tu
alrededor te darás cuenta de que antes de estar allí fue la idea de alguien. Es
así como actualmente puedes viajar en avión, navegar en un barco, tomar
fotografías y encender un bombillo. Entonces si tú puedes ver, escuchar y
sentir un avión, es porque algún pensamiento tuyo está involucrado en ello o de
lo contrario no podrías traerlo a tu realidad. Esto sucede con todo lo que
puedes percibir con cualquiera de tus sentidos y por lo tanto involucra
objetos, personas, animales, seres inanimados, plantas y también situaciones. A
partir de este momento ten en cuenta que todo aquello que llegue a ti es
producto de lo que consideraste necesario en tu experiencia aquí en la Tierra.
Cuando hablo o escribo sobre “crear” determinadas situaciones, lo hago para
facilitar tu comprensión respecto del valor del momento presente, teniendo en
cuenta que la Creación está hecha en su totalidad, todo ya existe y es. Así que
tú sólo transmutas la “basura” que te impide sentir la totalidad como realmente
es, a esto también se le llama cocrear. Utilizo la palabra “crear” porque de
alguna manera estás creando un sentimiento fresco, algo nuevo en ti, algo que
creías que no estaba ahí. Lo único que posees para crear es el momento presente
de modo que tienes muchas oportunidades para ver la vida con otros ojos porque
cada segundo que llega a ti es la materia prima con la que construyes los sentimientos que anhelas. Las
veces en las cuales te apartas del momento presente, son aquellas en las que
piensas en la nostalgia de no tener lo que consideras necesario, en la culpa
por haber actuado de determinada manera, en el miedo de no recibir lo que crees
merecer. Desde esta perspectiva, el dolor humano proviene de un recuerdo o una
memoria; si en este instante te sientes desorientada, culpable, triste,
meditabunda, apática, temerosa, deprimida, rechazada, victimizada, sola,
impotente, agresiva, preocupada, etc., es porque te encuentras atrapada en
medio de tus recuerdos y las posibilidades de salir de ahí dependen de tu
intención, de ese deseo que manifiesta a toda voz, que estás dispuesta a
aprender a vivir y que para lograrlo puedes comprometerte contigo misma a
levantarte cada vez que sientas que has caído y sobre todo a comprenderte
aunque tropieces y caigas nuevamente, aunque no seas lo que las demás personas
esperan. Relacionar el dolor humano con los recuerdos te da la libertad de
conocerte con el fin de dirigirte hacia ese espacio tuyo donde puedes escuchar
a tu propia voz que pronuncia un “me amo” sincero. Buscar las causas de las
diversas situaciones de la vida puede llegar a ser desgastante porque realmente
no sabes cómo funciona todo este océano de información en el que habitas; la
percepción es algo que limita las posibilidades de ir más allá porque funciona
con base en las creencias que te han heredado tus ancestros y por eso observas
todo con la visión que ellos tuvieron; de hecho tus sentidos sólo pueden
guiarte hacia lo que ya conoces, de manera que tu forma de ver la vida es la
misma que tuvo y tiene el colectivo que vibra alrededor de ti; entonces es
fácil que comprendas que no eres culpable, que tu misión es amarte sin que
importe tanto la causalidad porque en realidad no sabes exactamente de donde
proviene aquello que quieres cambiar. Cuando esto deja de importarte, el
sentimiento de amor que has despertado en ti, viaja a ese lugar de tu
conciencia donde había una idea falsa y la corrige sin que tengas que
desgastarte pensando o recordando. La gran mayoría de personas cree saber lo
que es el amor porque dan por hecho de que se trata de mantener una relación
sentimental con alguien, llámese pareja, hijos, padres, etc. Se supone que amar
es preocuparse por esa persona, reclamarle su comportamiento cuando se considera
inapropiado; se considera amor a la acción de culpar a un hijo porque le va mal
en su colegio ya que esto es “por su bien”, también se considera amor al hecho
de pretender que la pareja sea una fiel copia de si misma, se cree que hay amor
cuando se le da todo a los demás sin recibir nada a cambio; si el cuerpo físico
engorda se le rechaza tajantemente, etc. En pocas palabras, has adoptado un
sentimiento que se parece ligeramente al amor y lo has hecho así porque es lo
único que conocías. Lo que sucede es que confundes al amor con el miedo de
perder el significado que le has dado a los seres que están a tu alrededor, con
el miedo de no llegar a ser el ideal de persona que crees que debes ser y esto
no significa que estés mal o bien, sólo quiere decir que hay que dejar de
controlar la vida empezando por amar las condiciones en las cuales viniste a
este mundo así como todo lo que has vivido, que es lo que naturalmente te ha
llevado a actuar de cierta manera y en la medida en que estés dispuesta a apoyarte
a ti misma por encima de todo lo que ves, sin censurarte, será más fácil
convivir con los demás tal como si estuvieras aprendiendo de ellos
permanentemente. Esto significa unirte física, energética y emocionalmente con
tus seres queridos, permitirte ser tú misma para que ellos a su vez puedan ser
tal como son. Amarte sin condiciones quiere decir que comprenderás tus aciertos
y tus desaciertos, que aunque creas no estar haciendo esto muy bien, puedas apoyarte y ser
más tolerante, más entregada, más flexible con tu forma de sentirte en
cualquier circunstancia. Aunque sientas que no eres tan buena en lo que haces o
que tal vez estás lejos de ser una persona maravillosa y atractiva, acepta eso
definitivamente, sólo en esta forma serás más flexible con tus relaciones y te
permitirás aprender a amar. El amor lo envuelve todo, puedes amar incluso tu
falta de amor por ti, ese es un buen inicio. La práctica del amor no es algo
que funcione separadamente, es decir, no te permite ser individualista porque
su estructura se apoya en el concepto de unidad. Por ello se hace necesario que
tu alma se encuentre lo suficientemente receptiva para adoptar las ideas que en
este instante están llegando a ti por diferentes medios, con el fin de que
puedas recibir ese sentimiento que con tanto afán persigues, que es la alegría
de vivir, la plenitud, la paz. Una vez que has tomado la decisión de despojarte
de tus antiguas creencias y te has brindado la posibilidad de creer en algo
demasiado sencillo para curar tu cuerpo y tu alma, entonces puedes afirmar que
has subido otro nivel en la escala evolutiva de la conciencia. Tu vida entera
se compone de elecciones, se construye con decisiones; a cada instante te ves
obligada a decidir entre dos ideas distintas en tu mente y una de ellas es
seguir pensando de la manera habitual y como víctima de todo a tu alrededor y
la otra significa un cambio radical respecto de tu actitud frente a la vida y
que significa amar lo que ha sido creado. Esto quiere decir que cuando una
situación te parezca triste, desagradable, molesta, tu sentir ha de ser de
aceptación y para ello bastará con decir para ti misma, en voz alta o
mentalmente la frase “Me amo”. Esto significa respeto por toda la diversidad
que has creado o sea amor por lo que con tus pensamientos has creado. Parece ser que la vida te pone a prueba en
todo momento y te enfrenta a creer o a dudar, a confiar o a ser desconfiada, a
intentar un cambio o a permanecer estática en el medio al cual te has adaptado
o sea que al final de cuentas todo termina siendo una cuestión de elegir,
porque de eso se trata la vida, te ves impulsada a tomar decisiones que cambian
el rumbo de tu existencia o que la dejan tal como está y haces esto a cada
instante. Hay una gran cantidad de personas detenidas en el tiempo pasado y se
puede decir que están tan dormidas que no pueden elegir salir de ese lugar, así
que pasan todo el tiempo tristes, deprimidas y sin voluntad para hacer algo por
sí mismas. Si eres consciente de que hay personas en esta situación dolorosa, regálate
más amor en su nombre porque son parte de ti. Siempre se trata de lo que
percibes, de manera que lo que llega a tus sentidos está en ti. Este es el
poder del amor por ti. Al conocer al amor desde su forma más pura y prístina, a
ese amor que te brindas a ti misma sin restricciones, penetras un mundo casi
desconocido, un tanto irreal; un mundo que integra la facilidad para sanar por
medio de códigos, pensamientos, palabras, vibraciones y emociones. En diversas
ocasiones algunas personas se han acercado a mí para preguntarme cómo sana el
amor y mi respuesta es sencilla como el proceso mismo: el amor sana por medio
de esa fuerza interior que te va llevando hacia la rendición. Bajo este
contexto, rendirte no significa someterte, sólo quiere decir que has decidido
dejar de interponerte entre la vida y la muerte, que por lo tanto estás
dispuesta a permitir que tu Ser Superior viva a través de ti sin que tu mente
sea un obstáculo.
CAPITULO
3:
EL ERROR Aunque desde hace
miles de años nos hemos sentido cómodas nombrando a nuestras experiencias
dolorosas como errores, es prudente saber que no hay decisiones equivocadas,
siempre y cuando así lo consideres; sea cual sea el camino que elijas, se
abrirá ante tus ojos un mar infinito de posibilidades que justifican y apoyan
la ruta elegida en la misma medida en la que aceptas tus vivencias. Tus errores
pueden convertirse en una gran experiencia o en un castigo injusto y de eso que
decidas dependerá tu existencia, así como la de todos los que conformamos tu
mundo; eres tú quien decide el significado y la esencia de las palabras. Has
sido condicionada para considerar al error como un castigo o como la parte
desagradable de la vida, sin que pudieras detenerte a tener en cuenta que sin
las llamadas fallas o errores no podría haber corrección, ni perfección. El
error está contenido en la corrección y por lo tanto error y perfección están
íntimamente unidos por siempre. Esto exonera al error, de toda culpa y de toda
acusación. Ser imperfecto, errar, equivocarse, desviar el camino, son palabras
sinónimas de perfección. Puedo afirmar que el núcleo del error es la
perfección. Para que te sientas segura en cualquier camino que elijas, observa
al planeta que habitas como un espacio amigable, como si existiera dentro de ti
y no afuera, con el fin de que puedas sincronizar su ritmo con el tuyo; tal
como si fueras tú el espacio mismo donde se apoya la experiencia humana, después asimila todas tus situaciones
dolorosas como el resultado de tu percepción, o sea que dejarás de verlas como
algo real y monstruoso para abrirte a la posibilidad de asumirlas como una
película importante en todos tus procesos. Tus sentidos te permiten
experimentar el dolor para conocerte y esto no significa que el dolor tenga que
ser la única manera de aprender a vivir aunque es la que mejor conoces. Si
aceptas que el dolor permanezca como si fuera tu maestro, si descubres su
mensaje, su significado entonces dejarás de considerarlo tu enemigo, dejarás de
recordarlo a cada momento y le habrás quitado el poder invisible que tenía
sobre ti, así notarás que ya no tienes un problema sino un motivo de gratitud.
Esto es transmutar. Por ejemplo, si no logras encontrar dinero suficiente para
vivir, entonces tienes una situación que aceptar y para sentirte en paz es preciso
que renuncies, que abandones el control y aceptes que estás en manos de un Ser
Superior que va a cuidar de ti mientras aprendes, porque finalmente es tu Ser
Superior quien puede corregir un error que sólo existe en tu mente, un error
que puede llamarse ilusión. Es posible que ahora te digas: “Bueno, esto de la
ilusión suena bien pero la realidad de mi vida es que el lunes tengo que pagar
las facturas que por puro miedo no he querido sacar de mi buzón de correos.
¿Cómo puedo creer que esto es ilusorio cuando en cualquier momento podría
perderlo todo?” Cualquier problema es una ilusión porque lo que te está
afectando es un sentimiento de temor y no las facturas como tal; o sea que el
problema se resume a una emoción que viajó desde el pasado a tu presente con el
único fin de que puedas sanarla. Prácticamente reproduces constantemente un
recuerdo como un mecanismo de defensa, pero esto no significa que exista un
problema afuera de ti. Solamente hay una idea errada que se manifiesta en forma
de deuda y que se hace más real por
medio del temor que es la emoción que te hace sentir totalmente indefensa. Los
representantes de los problemas son los sentimientos negativos o de baja
frecuencia que son provocados por los pensamientos cotidianos y lo mejor de
ello es que se pueden corregir desde una mente conectada, por eso es que todo
problema es una ilusión, porque se desvanece penetrando en los terrenos del
momento presente como algo inexistente y frágil ante la decisión de cambio de
un ser humano. Si deseas puedes hacer un pequeño experimento: En el momento en
el cual veas que llegaron tus facturas y que no tienes un solo peso para pagar,
piensa en la palabra “Gracias”, pronúnciala sin vacilar, siente que puedes
agradecer el hecho de no tener nada porque todo podría ser peor, aunque te
sorprenda considerar esta posibilidad. Adopta la palabra “Gracias” porque tú no
sabes qué tantas cosas positivas puedes obtener por experimentar carencia,
impotencia o soledad; sabes tan poco de lo que significa el dolor, de la enseñanza
que deja, del vacío que llena; es por eso que lo mejor es agradecer lo que se
percibe y así mismo lo que no se percibe. Esta nueva actitud te permitirá salir
de la ilusión que has creado a nivel subconsciente y traerá muchos regalos a tu
vida. No te quiero decir que se abrirá la Tierra y que brotarán ríos de dinero
para ti, lo que sentirás es que eso que está sucediendo en tu vida es
justamente lo que estás necesitando y dejarás de oponerte a tu experiencia de
vida. Eso es paz.
CAPITULO
4:
LA MAESTRIA
DE TUS RELACIONES En cuanto a tus relaciones con las demás personas, considero
que para aprender a vivir puedes observarlas como si fuesen células tuyas o
pequeñas partes de la energía que integra tu cuerpo, esto permite que el
proceso de corrección sea más sencillo, porque cada una de sus reacciones y
respuestas, positivas o negativas reflejan tu propia oportunidad de cambio, tu
necesidad de curarte, de modo que puedes considerarlas tus maestras. El hecho
de observarte en ellas te permite ser parte activa en la corrección de lo que
ante ti parece ser desagradable. Es muy tentador sucumbir a aquella vocecita
que quiere salir y gritar que le han hecho daño, que ha sido ofendida, que le
han lastimado; es tan fácil decir que esa otra persona es la culpable o que
eres víctima de un juego perverso porque esto te mantiene estática y sin
posibilidades de modificar el pensamiento que te ocasiona el conflicto, esto es
más sencillo que considerarse co creadora de un triste episodio de tu vida pero
todo lo que tiene de sencillo lo tiene también de complicado porque hace más
difícil tu experiencia con esa otra persona, te encierra en el dolor y la
impotencia. Cuando te hayas dado cuenta de que es necesario que el cambio
comience en ti, podrás conducirte con mayor libertad. Casi siempre el primer
recurso que protege tu mente es la acción de buscar afuera, culpar algo o
alguien y esperar a que esas personas cambien de actitud o que esas
circunstancias sean diferentes. Haces
esto para compartir cargas o culpas porque sería más difícil si la asumieras tú
sola pero eso no funciona, porque es como si intentaras arreglar los
desperfectos del hogar desde las casas vecinas, una idea algo absurda pero muy
de acuerdo con el comportamiento humano. La parte positiva de esto es que el
amor lo envuelve todo y a cada instante tienes la posibilidad de corregir las
fallas de tu conciencia, comenzando por apoyarte y por decirte cada vez que sea
necesario: “Está bien, de todos modos eres una persona fantástica, lo haces
mejor cada vez. Si esto no hubiera sucedido entonces no habrías podido aprender
una lección valiosa”. Aunque esto parezca parte de una telenovela y te resistas
a hablarte de esa forma, ese es el diálogo interior que te permite alcanzar
niveles superiores de evolución, es una hermosa manera de demostrarte amor y
cuando sientes amor sin condiciones por ti, ya estás conectada con tu Ser
Superior. En mi caso, con la práctica de este diálogo interior compasivo, he
aprendido a respetar y a honrar mis temores o mis miedos; cada día me perdono
completamente por lo que he creado que haya podido ocasionar dolor, cada día
interpreto mis posibles errores como parte de mi experiencia, los acepto como
bendiciones y como el sistema que utiliza el Universo para ahorrarme momentos
difíciles posteriores. Continúo aprobándome por ser o por no ser lo que yo
espero, por ser o por no ser lo que las demás personas esperan e incluso lo que
la Tierra espera de mí. He aprendido que el sendero del amor no está libre de
equivocaciones y tampoco está libre de dolor; está lleno de aprobación. O sea
que no tengo que ser perfecta (bajo la definición que tenemos de esta palabra)
para amar, no tengo que ser esa gran persona que jamás se equivoca o que jamás
tiene miedos porque mis sentimientos y los tuyos sean cuales sean provienen de
un recuerdo grupal que se extiende milenios atrás, que dio inicio en algún instante de la historia de mis
ancestros y que yo he traído a mi realidad para sanar en ellos y en mí. Esto me
hace creer que soy inocente, que tú y yo somos inocentes, que merecemos lo
mejor. Para amar necesitas fundir al odio con el amor, al error con la
corrección y convertirlos en una mezcla homogénea que te permita superar los
momentos difíciles o que te otorgue la aceptación necesaria para comprender el
hecho de que a veces no tengas las respuestas o que algunas situaciones
parezcan insalvables; en cuanto te permites ser vulnerable y puedes amarte así,
ya estás en otro nivel, eso es una parte importante de la acción de amar. Ya sé
que has escuchado durante muchos años aquella frase de “el cambio comienza
contigo” y la has escuchado tanto sin poder comprenderla, que ahora dudas que
el cambio comience contigo. Sin embargo este es un buen momento para intentarlo
de nuevo, permíteme explicarte mi punto de vista respecto de ese cambio con un
ejemplo: Cuando decides que el cambio está en ti, lo que haces simplemente es
integrar a esa persona (con la cual estás en desacuerdo) contigo y para ello
puedes preguntarte: ¿Cómo me trataría si supiera que esa persona a quien
considero mi enemiga, fuera yo misma? ¿Me odiaría igual? O ¿Le tendría algo de
consideración? E incluso ¿Podría perdonarla?¿Qué sucedería si yo considerara
que todo es un juego y debajo de su rostro duro se ocultara el mismo rostro
mío? Claro que tu resistencia puede ser tan grande que quizás en lugar de esas
preguntas te hagas esta otra: “¿Qué necesidad tengo yo de preguntarme todo eso
si no lo necesito? Que cambien los demás, yo estoy bien!”. Si esto ha pasado
por tu mente ya sabes que tiene un nombre: resistencia. Y ella también tiene su
valor el cual no hay que desestimar o menospreciar, ya aprenderás cómo soltarla
más adelante. Cuando he dialogado con algunas mujeres porque tienen
dificultades en su relación de pareja, me he dado cuenta de que en cuanto ellas
comprenden perfectamente lo que significa “contener” a la otra persona, se les
hace muy fácil solucionar todo lo que antes parecía irreconciliable. Siempre
les sugiero que no miren hacia afuera, que sólo se hagan responsables de su propio
dolor, que se observen y que posteriormente amen esa situación. La gran mayoría
de estas mujeres escucha mi voz y se deja guiar con confianza, así que al poco
tiempo regresan sonrientes para decirme que todo está funcionando de maravilla
en sus vidas. Algunas otras ni siquiera regresan, sino que las encuentro en la
calle felices, ligeras, mientras me dicen de lejos: “Vivi, todo se ha
solucionado, gracias!”; y ese es el instante en el cual recibo un verdadero
regalo con la felicidad que veo en sus rostros. ¿Qué las hizo felices? ¿Qué las
hizo libres? El hecho de asumir una total responsabilidad de sus sentimientos y
cuando hacen esto no están involucrando a nadie más en sus propias sensaciones,
sólo se están haciendo cargo de ellas, logrando dejar de proyectar la culpa en
las demás personas y sanando todas al mismo tiempo. (Este tema de la
responsabilidad se trata a profundidad posteriormente).
Al pronunciar las 4 frases sanadoras en la solución de
conflictos con las demás personas, estás depositando la situación en manos de
tu Ser Superior (Dios, la Fuente, lo Divino), lo que significa que soltarás la
carga y dejarás de preocuparte o de interponerte entre el poder universal y
aquello que tanto anhelas. No pasará mucho tiempo para que puedas comprobar que
entre menos te resistas a tus relaciones y a lo que sucede en tu vida, podrás
disponer de una mayor carga de energía para desempeñar tu misión. Las demás
personas son tus maestras en el arte de vivir, por muy erradas que estén, por
muy insignificantes que parezcan, guardan un secreto para ti o de lo contrario
tu no las habrías traído a tu realidad; descubrir esto y poder practicarlo es
todo un reto que se va llevando paso a paso con mucha tolerancia hacia ti misma
para que con el tiempo te des cuenta de que los demás serán más flexibles y más
tolerantes contigo.
CAPITULO
5:
APRENDIENDO
DEL DOLOR Sugiero que empieces a considerar que te estás introduciendo
delicadamente en un mundo aparte, como si estuvieras tomando “clases” en una
burbuja cósmica, donde lo que sucedió ayer no importa, porque una vez que
entras a la clase dejas de pensar de manera limitada y expandes tu conciencia
al punto de ir practicando todo lo que lees, para que así vayas corroborando lo
que aquí explico con el fin de que tu aprendizaje sea completo. En esta burbuja
cósmica no importan las viejas ideas, ni los pensamientos que llegan a tu
mente, lo único que cuenta en tu “salón de clases virtual” que es representado
por este libro es tu manera de pensar amplia, capaz de asimilar conceptos que
tal vez no habías escuchado o leído antes y por lo tanto tu capacidad para
interpretar a tu favor lo que está llegando a tu burbuja. Una vez que has
pasado por esta sala virtual que hemos creado, los maestros irán apareciendo en
tu vida de múltiples formas, para que puedas complementar aún más tus
lecciones. La primera instrucción que recibes es: “Todo lo que recibes del
mundo está desde antes en ti, creas tu realidad con lo que piensas, sientes,
vibras”. La segunda instrucción es: “Mantén tu conexión con tu Ser Superior por
medio de estas 4 palabras: Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias”. Ambas
instrucciones se encuentran relacionadas y es fácil comprobar su veracidad. Tan
poderoso es tu pensamiento, que aunque aceptes o no estas dos instrucciones,
igualmente estarás creando algo que para ti es real y que por lo tanto
satisface tus propias necesidades; esto es equivalente a la libertad, puedes
tomar o dejar cualquier idea que de todas maneras estarás viviendo a tu manera.
Cuando consideras el gran poder que esconden tus palabras, estás dando un gran
salto en tu evolución y cuando aún no puedes aceptarlo o digerirlo, también
estás dando otro salto evolutivo, porque te encuentras en una parada necesaria
para continuar con tu ruta y en algún momento de tu existencia llegarás a
comprender que había una razón para cada una de tus actitudes frente a la vida.
Es el aprendizaje de estas lecciones, la razón por la cual has venido a la
Tierra. La vida puede compararse con un camino que tiene una bifurcación, tú
vas caminando en él y simplemente eliges una de las dos rutas, sin saber que
cualquiera de ellas te guiará hacia otras bifurcaciones y que después de
recorrer todo el trecho necesario, finalmente te encontrarás de frente en el
punto que unía a todos los caminos, bifurcaciones y senderos; tal vez unos de
ellos fueron más difíciles de transitar que otros, pero irremediablemente te
guiarán al destino perfecto para ti. Después de que has comprendido que
cualquier ruta que elijas, te llevará hacia una mejor comprensión de ti misma,
entonces sabrás que eso es aceptación, aprobación y sobre todo libertad. El
amor por ti, supone un gran desafío para la humanidad; de alguna manera
significa la caída de una estructura que por siglos creó la conciencia del materialismo.
Esto ha ocasionado que por mucho tiempo se considere que sólo es real aquello
que puedes ver, tocar, escuchar y también que se crea que los seres humanos
estamos sometidos a fuerzas desconocidas frente a las cuales somos vulnerables
y frágiles, también ha ocasionado la certeza de que algunas enfermedades son
algo tan real como incurable y así mismo, que todos los procesos de destrucción son irreversibles. El viejo
nivel de conciencia materialista limitaba al máximo nuestras posibilidades
porque nos movíamos entre la incertidumbre, la fatalidad y la impotencia. Se
nos había hecho entender que había alrededor nuestro algunas condiciones
destructivas frente a las cuales no teníamos ningún poder; que por esa razón se
generaban muchas situaciones como accidentes, guerras, violencia, hambre o
dolor y estábamos acompañados permanentemente por virus, bacterias, y
microorganismos que atacaban sin piedad nuestro cuerpo, al ser elegidos por
ellos al azar; parecía que ante todas las situaciones difíciles de la vida sólo
podíamos resignarnos por respetar algo llamado “voluntad divina”. Así, con la
proliferación de estas ideas, miles de personas se entregaban a un destino
inevitable por causa de su enfermedad; ese destino siempre fue la muerte, que
aparecía ante sus ojos como la posibilidad más cercana de “salvación” (en
algunos casos). Mientras este concepto materialista prevalecía, la verdadera
causa de la pena, la enfermedad y la muerte se escondía en los límites de la
conciencia; las voces de quienes hablaban con la verdad eran silenciadas por
miedo, hasta que poco a poco fue creándose el espacio donde tiene cabida la
curación desde el punto de vista espiritual, energético, cuántico y holista.
Los ciclos de la humanidad están llenos de detalles que a veces no podemos
asimilar o aceptar; algunas partes de su historia contienen tanta oscuridad que
se nos hace difícil relacionarlas con las épocas en las cuales hizo presencia
la luz. No obstante esta relación existe, hay un lazo invisible que conecta
cada suceso con una inteligencia superior que domina el espacio donde todo
tiene lugar en el momento presente. Considero que la conciencia limitada ha
sido necesaria como punto de apoyo para que la humanidad diera un salto al
siguiente nivel, ya que durante estos periodos de incertidumbre es cuando se organiza la
colectividad para sanar las causas de su desequilibrio y así es como le abre
paso a las nuevas ideas que de algún modo sanarán las raíces de sus luchas
internas. A partir del descubrimiento de su propia composición, la humanidad
tuvo que aceptar y asimilar que somos más que huesos y piel, que todo el
funcionamiento de nuestro cuerpo obedece a la inteligencia infinita que habita
la conciencia y que cada célula contiene una chispa de luz, así como la sabiduría
necesaria para volver a crearnos una y otra vez. La humanidad también tuvo que
comprender que alrededor del cuerpo físico existe un campo energético que se
funde con los campos energéticos de los demás seres y objetos, convirtiéndoles
en un “todo” que es lo único que siempre ha sido, es y será; que esto a su vez
crea un solo espacio donde el tiempo es relativo porque no transcurre en la
misma forma para los que conformamos ese “todo”. Entonces finalmente la
humanidad tuvo que digerir el concepto más liberador que puede existir: “El
dolor humano es un recuerdo” Cuando escuché esto por primera vez, mi sorpresa
fue enorme porque para mí significaba que todos esos problemas físicos que
parecían tan inmensos, reales e invulnerables se limitaban a ser una idea en mi
mente, un pensamiento llamado recuerdo y esto apuntaba a que podría ser más
fácil para mí, la tarea de sanar mi cuerpo, mis relaciones, mi vida en general.
Paso a paso fui estudiando esto a fondo y pude probarme a mí misma, que todas
esas desagradables sensaciones de mi cuerpo suponían sólo una idea que no era
tan real como yo lo creía porque iba y venía dependiendo de mi conocimiento así
como de mi deseo de llevar una vida mejor. Aparte de todo significaba que ese
recuerdo podía haberse originado antes de mi nacimiento, en otras vidas, en
otros seres humanos relacionados conmigo, o sea que estaba recibiendo mi
“herencia” ancestral sin que pudiera negarme a ello, tenía y tengo la
oportunidad de corregir los errores de quienes me habían precedido. El dolor
humano es un recuerdo porque la lucha, la miseria, la soledad, el malestar
siempre llega a ti como resultado de que tu mente se encuentra viviendo
permanentemente en el ayer, un tiempo sobre el cual no tienes ninguna clase de
poder. Estos recursos o manifestaciones de tu mente son tan sutiles, que te
hacen pensar que estás recibiendo dolor en el momento presente, cuando en
realidad casi nunca dejas el ayer; el simple hecho de pensar es una tarea de la
mente que se encuentra lejos del ahora, que no es más que ese segundo que acaba
de transcurrir antes de que iniciaras este renglón; el ahora es veloz y se
marcha a cada milésima de segundo que transcurre; por eso el alma siempre está
dolida, por eso siempre hay memorias o recuerdos para convertir en luz, porque
el momento presente parece difícil y hasta imposible de vivir. Heredas todo un
legado de creencias, acciones, reacciones, respuestas y emociones, todo esto
conforma un paquete que usarás hasta que lo consideres necesario. Para que
aprendas más sobre el tiempo psicológico te recomiendo un libro magnífico
llamado “El poder del ahora” de Eckhart Tölle, con él te descubrirás aún más
como ser humano. Según el escritor Erich Fromm, el amor es un arte porque debes
dominar su teoría y su práctica, por lo tanto debes aprender a ser un artista
del amor. Este término (arte) se adapta perfectamente a lo que es producido por
el intelecto en fusión con la luz divina y es la guía hacia la creación de una
“obra” que descubre a una persona como aprendiz, maestra, escultora o como
artista que trabaja en una piedrainicialmente sin forma, que finalmente pasa a
convertirse en una hermosa pieza de colección. Para aprender un arte tan fino
como este, hay que tener paciencia con el proceso, disposición y flexibilidad
para observar al maestro en una frase, un libro, una revista, un niño o hasta
en un mendigo. El amor es la verdadera expresión de un arte curativo que te
sorprende con palabras generadoras de un poder interior ilimitado cuya misión
es alinearte con la Fuente o con tu Ser Superior, de manera que puedas asimilar
o digerir que todos y cada uno de tus deseos, son parte de la voluntad
universal o de la voluntad divina y cuando esto sea algo claro para ti, habrás
llegado a ese lugar que siempre deseaste conocer. La palabra que es pronunciada
con la finalidad de unir, corrige tu percepción, tu interpretación de la
realidad y puede hacerlo porque se apoya en la energía creadora de todo lo que
existe. Este sentimiento de aceptación puede sanar, reconstruir vidas, curar cuerpos
enfermos, corazones heridos, puede iluminar la oscuridad e incluso detener el
tiempo si de corregir el error se trata. Con esto hago referencia al amor a ti
misma, al sentimiento de estar unida a todo lo que te agrada o te desagrada, a
tu fusión con un árbol, con un carro o con el aire. Hablo del amor que inunda
tu ser de una paz total, de esa sensación de no necesitar de nada ni de nadie,
ni siquiera de estar consciente de lo feliz que eres. Cualquier pensamiento o
palabra que surja de ti en ese estado de amor incondicional, contiene un poder
curativo infinito que no puede describirse, porque va más allá de lo que puedes
concebir. Es por eso que un ser que rebosa de aceptación, no necesita curación.
El amor total es luz que ilumina la oscuridad de todas y cada una de las partes
de tu conciencia y cuando me refiero a tu conciencia, también lo estoy haciendo
para toda la humanidad que está contenida en ti. Cuando hay amor hay
aceptación, que es distinta a la resignación; cuando aceptas, dejas de calificar
una situación y simplemente la observas; cuando te resignas, no aceptas lo
ocurrido, sólo intentas re adaptarte a tu nueva vida con un dolor escondido en
tu alma. Por eso, la tarea del amor es aceptar sin condiciones, sin reglas, su
misión es terminar definitivamente la lucha inútil contra ti misma. La
humanidad reside en ti y eres tú porque cada uno de sus integrantes significa
un pensamiento de tu mente. Todos los que integramos la humanidad somos un
concepto en tu conciencia, de manera que estamos naciendo, viviendo, sucediendo
ahí dentro en ese espacio que aparentemente es ilimitado pero que realmente
incluye todo lo que puedes concebir. Cuando luchas contra algo que ves fuera de
ti, estás atacándote porque no eres consciente de este ataque, crees que ese es
tu aporte por la paz pero no es así porque no puedes entregar paz por medio de
la lucha contra ti o contra la humanidad que crees externa a tu conciencia. Es
por eso que todo comienza en la quietud o la intimidad de tus pensamientos, es
por eso que todo cambio comienza por ti. Si observas algunos personajes
importantes de la historia podrás darte cuenta de que toda su ideología comenzó
en la soledad de un pequeño cuarto, dentro de ellos mismos y a partir de ese
lugar se expandió hasta donde tenía que hacerlo. Es por esto que cuando lees
sobre la humanidad estás leyendo sobre ti, ya que eres tú quien puede tener
certeza de estar aquí, eres tú quien observa. Cada sentimiento, pensamiento,
emoción o actitud que tengas influye sobre el mundo de las demás personas por
lo que es importante reconocerlos para darles la importancia que tienen
recibiéndolos con agrado. Aquellos momentos donde más triste te has sentido,
guardan un estado de “no perdón”, esconden cierto odio hacia alguien más, lo
que es también un odio hacia ti. Tal vez no seas consciente de esto en esos
momentos pero lo que realmente tiene valor es tu capacidad para perdonarte
porque sabes que no fue ni es tu culpa, que estás aquí para corregir en ti el
dolor que heredaste. El hecho de saber que tienes el poder de sanar los
recuerdos de tu línea ancestral te aliviará de momentos de enojo que se
volvieron odio y después depresión o a la inversa. El amor también tiene que
ver con respetar aquellos tiempos en los cuales no estás lista para dejar atrás
tus miedos, esto también es aprobación. Cualquier sentimiento, por muy nocivo
que se considere, está íntimamente relacionado con la paz interior. Si llegas a
sentir miedo y simplemente te entregas, no intentas ocultarlo, lo reconoces, lo
aceptas y encima lo bendices, podrás sentirte calmada, en paz porque ya no
necesitarás que se marche. Estás en capacidad de lograr esto que lees, tienes
el poder para decidirte a tener diálogos frecuentes contigo para aclarar estos
aspectos y para explicarte a ti misma la importancia que tiene lo que haces y
lo valioso que es el trato amoroso que te das. Al principio no es fácil hacer
esto porque estás acostumbrada a tratarte con severidad para castigarte por lo
que supones una falla; pero en la medida en que vas llevando a cabo tu tarea de
aprobarte, lograrás bendecir todo lo que antes te provocaba impotencia,
desesperación o llanto; y una vez que bendices tu oscuridad, habrás encendido
una luz y podrás sentirla. Tal vez te hayas preguntado alguna vez, si el hecho
de aprobarte por todo podría hacerte más errática de lo que ya eres o si te
sentirías más cómoda cometiendo los mismos errores de siempre; la cual es una
pregunta natural a la que todas llegamos y la respuesta es que se trata sólo de
tu experiencia y la de muchas personas que estamos en ti, así que no hay
peligro alguno en aceptarte porque esto genera el gozo de regalarte más y más
momentos de amor, no al contrario. Te invito a comprobarlo contigo ahora, con
cualquier rasgo de tu personalidad que te desagrade, ámate por ser como eres y te darás cuenta de que tu
necesidad y tu problema se desvanecen como si no existieran. Esta es una de las
formas que existen para borrar los recuerdos tal y como si oprimieras un botón.
El mecanismo que estás aprendiendo consiste en llenar con palabras sanadoras
ese espacio mental donde habitaban los pensamientos del pasado. El proceso de
apagar los recuerdos con la luz de la energía curativa, también puede definirse
como neutralización, porque lo que haces realmente es dejar de calificarlos,
dejar de juzgarlos, mientras se van desvaneciendo al sentirse inutilizados por
la juez que habita en ti. La neutralización de los recuerdos proviene de las
diversas formas que toma tu conciencia para tener contacto con la energía
divina y nace con tu disposición de transmutar tu insatisfacción y esa
sensación de estar fuera de lugar en sentimientos agradables. El amor por ti,
produce en tu organismo una gran cantidad de reacciones en todos los niveles:
físico, emocional y energético; tus glándulas trabajan mejor, la circulación de
la sangre en tu cuerpo es más fluida, tus intestinos realizan su trabajo
eficientemente, tu respiración es más calmada y se ponen en libertad las
energías atascadas en tu ser, descansas el alma y experimentas una sensación de
plenitud, de estar haciendo algo bello por ti y por todos los que estamos a tu
alrededor. Las 4 palabras que curan son una técnica eficaz porque van
directamente al origen de un problema que invariablemente es una emoción
generada por pensamientos y que es susceptible de ser transmutada o convertida
en un sentimiento de paz. Así mismo te liberan de la trampa del tiempo porque
te anclan al único instante de poder que posees: el presente.
CAPITULO
6:
EL
LENGUAJE SECRETO Como arte, el amor contiene muchos fundamentos y componentes;
un excelente inicio para cualquier persona que no sepa hacia dónde dirigir sus
pasos para aprenderlo, consiste en asimilar la explicación de su esencia y en
conocer el estudio de su estructura que está formada por 4 palabras que curan y
que ya conoces. Las palabras originalmente son neutrales y posteriormente
adquieren el significado que tu intención les da, así que el hecho de
interpretar las palabras en coordinación con lo que es perfecto para ti, hará
más fáciles tus relaciones. No hay palabras groseras o malas, sólo existe una
intención detrás de ellas y es eso precisamente lo que les da un poder. La gran
mayoría de palabras necesitan de tu emoción para ser creativas; la
insatisfacción que hay en tu interior se manifiesta por medio de palabras, así
que ellas representan tu conexión con la expresión creativa de tu alma y por
eso tu aprendizaje consiste en darles un mejor uso. Muchas personas han
enfermado y han sentido la necesidad de intercambiar su salud por un sacrificio,
por las llamadas ofrendas a la Inteligencia Divina o Ser Superior y así algunas
de ellas se han recuperado de enfermedades catalogadas como incurables, otras
han dejado de fumar, de comer carne, de beber alcohol, coca cola o café y
algunas más han entrado en algún grupo religioso o han iniciado una dieta
específica. Y aunque estos intercambios en su momento les han ayudado a superar
los síntomas y las causas de la enfermedad la fuerza transformadora siempre fue
el sentimiento que evoca la creencia
depositada en el intercambio y no el intercambio en sí mismo. Es decir, estas
personas creyeron ciegamente en lo que estaban pidiendo y ese nivel de creencia
es la razón por la cual ha funcionado. Estas ofrendas, intercambios,
sacrificios o “pago de mandas” (como usualmente le llamamos) tienen su valor
aunque existan métodos más sencillos para ver realizados los sueños. Lo
importante aquí es que todo este ritual conlleva a una aceptación, a una
rendición que permite que sea la Inteligencia Divina quien defina los tiempos y
las condiciones para que se manifieste un sueño o un deseo. El sistema de
creencias que te fue implantado por tus familiares y antepasados controla la
gran mayoría de tus actitudes frente a la vida, cada acción tuya va determinada
por algo que en tu interior consideras una ley. Así es como trabajas duro para
obtener dinero a cambio, sufres porque crees que así lograrás tus objetivos,
enfermas porque piensas que a tu alrededor hay amenazas contra las que no
puedes hacer nada, envejeces porque crees en el tiempo y finalmente mueres a
determinada edad porque supones que así debe ser. Aunque la creencia y la fe
son ingredientes importantes en tu viaje por la vida, la curación por medio de
las frases sanadoras utiliza un mecanismo muy simple que silencia las voces del
ayer en la conciencia y pone un alto a la lluvia de pensamientos que usualmente
te acompañan, por medio del acto de “no pensar”. La diferencia entre las
palabras sanadoras y los pensamientos radica en que las primeras son claves cortas
o llaves que van directo a tu sistema, abriendo las puertas que se encontraban
bloqueadas por los pensamientos que están determinados por tu sistema de
creencias, implantes o legado de las generaciones anteriores a ti. Los
pensamientos ya sean positivos o negativos se encuentran atrapados en los
tiempos de tu mente, o bien en lo que ya
sucedió que puedas recordar o no, o bien en el futuro planificando lo que
vendrá, temiéndole o creando estrategias para dominarlo. Pensar es crear. Tus
pensamientos crean. Eso tal vez ya lo sabes. Un pensamiento es el producto
final del trabajo incesante de la mente. La intención es el deseo de hacer algo
y es la que motiva al ser humano para emprender sus tareas. Cuando tienes la
intención de mejorar tu salud, aprobar un examen, ser ascendida en tu trabajo,
conocer al amor de tu vida, etc., diriges y enfocas tus pensamientos hacia las
actividades que te permitirán lograr tu objetivo, lo cual en esencia es
correcto; pero es muy importante aprender que el acto de pensar te desvía del
momento presente y es algo delicado; es preciso conocer de dónde provienen los
pensamientos para hacer de ellos tus aliados en el proceso de curación. La
palabra “pensar”, simboliza al mecanismo que utiliza tu intelecto para traer
situaciones o imágenes a la realidad que vives. El hecho de “pensar” (como
usualmente acostumbras) te ancla en el tiempo pasado impidiéndote sentir
felicidad porque casi siempre tus pensamientos hacen referencia a un tiempo
inexistente que es el ayer y eso te quita mucha capacidad creativa ante las
situaciones que la requieren. El ser humano piensa por naturaleza, así crea
dolor y miedo desde siempre, de manera que no es tan fácil dejar de hacerlo.
Hay una gran diferencia entre pensar como acostumbras hacerlo y en el hecho de
pronunciar conscientemente algunas palabras que te invitan a sentir amor por
ti. Cuando piensas normalmente, lo haces por medio de una gran cantidad de
imágenes, ideas o palabras que te distraen y cuando pronuncias una frase o
palabra de manera continua, no tienes oportunidad de pensar, sino que estás
llevando a tu interior el significado de lo que crees interiormente con el fin
de penetrar un universo totalmente desconocido para la mente pensante. Las 4
palabras que curan son más que un pensamiento, son algo similar a las
afirmaciones positivas y actúan como llaves que abren los viejos candados en la
conciencia colectiva. El pensamiento positivo está conformado por tus
creencias, por lo que crees que deberías hacer en el futuro, por quien crees
que tendrías que llegar a ser en algún momento dado y piensas de esta manera
porque supones que conoces perfectamente tu camino así que crees saber qué es
lo perfecto para ti. Por esto es importante estar pendiente del trabajo mental
que se realiza, no hay que dejar que la mente divague sin control porque es
cuando entra el miedo de lo que está por suceder y un pensamiento que en
apariencia es positivo puede ir cargado de miedo. Y el pensador positivo espera
algo, espera un resultado, así que si no se produce se decepciona creyendo que
nada funciona para él/ella. Es claro que pensar positivamente está en un rango
superior que pensar sin rumbo, sin control y a expensas de la mente, pero eso
no lo es todo, hay que ir un paso adelante para aprender a no pensar. Sólo tú
puedes decidir cómo guiar a tu mente porque eres tú quien está a cargo y
pasarás por muchas etapas interesantes en tu aprendizaje, una de ellas es la de
los pensamientos positivos, es preciso que los pruebes para que así puedas
decidir qué es lo mejor para ti. Pensar positivamente da resultados bajo
determinadas condiciones y por eso hay que saber hacerlo; esto es lo que hace
frágil y vulnerable a este esfuerzo de la mente es que casi siempre huye
desesperadamente de otro pensamiento para embarcarse en la búsqueda de aquellos
tesoros que aún no tiene y su sentimiento de carencia es tan intenso que pocas
veces se detiene para agradecer lo que posee en el instante presente; de modo
que si en algún momento no se llegan a dar las metas trazadas, si no se llegan
a realizar sus sueños, el pensador
positivo tiende a entristecerse porque cree que las cosas van mal; su máximo
deseo es llegar a un lugar que no existe llamado futuro donde supuestamente
será feliz por haber adquirido un yate, haberse casado o por haberse sanado de
alguna enfermedad; así que este pensador vive de un engaño del cual sólo podrá
salir habitando este espacio desde donde está leyendo justo ahora, para sentir
todos los tiempos a la vez dentro de su ser (pasado, presente y futuro). No hay
un lugar a donde el pensador pueda llegar porque el futuro cambia sólo en el
presente y lo hace constantemente, el futuro jamás llegará. Sin embargo es
posible crear afirmaciones positivas apoyadas en la esencia de las 4 palabras
que curan, de manera que por medio de ellas se reconozca lo que se tiene,
excluyendo el deseo de que las cosas sean diferentes a como son en este preciso
instante. Las afirmaciones positivas son más que pensamientos positivos porque
también son llaves que abren puertas hasta el momento cerradas. Considero
importante que pruebes todas las formas de pensamiento que hay y así
establecerás tu propia verdad, tomarás conciencia de que el amor te va guiando
y suavemente desarrollarás lo que necesitas. Yo he sido flexible conmigo misma
en cuanto al uso de frases positivas en mi vida cotidiana, me gusta conocerme,
saber qué es lo que mejor me hace sentir, así que sumérgete en todo esto y
disfrútalo. Nada es malo porque todo lo que existe pertenece al mundo que con
tus pensamientos has creado para poder vivirlo. Si en algún momento del día te
desconectas del sentimiento que evocan las 4 palabras que curan, puedes
sintonizar con ellas nuevamente afirmando frases cortas que las contengan. Esto
es mejor que traer a tu presente todo ese cargamento de dolor otra vez. Puedes
pronunciar frases cortas que expresen perdón, amor o gratitud y así estarás utilizando de manera especial las 4 palabras
sanadoras y podrás mantenerte en paz independientemente de los resultados,
apreciarás cada instante por lo que es y es así como notarás la quietud
interior que vive en ti. El beneficio más evidente del acto de “no pensar” es
tu conexión con la Inteligencia Divina, con la fuente universal de donde emana
toda la luz y por lo tanto el conocimiento; entonces en cuanto estás conectada
llega a ti la inspiración, la creatividad y en ese instante eres alma,
espíritu, conciencia pura. Por otra parte, no se trata sólo de tener fe en las
palabras sanadoras (aunque este bello sentimiento nunca está de más), porque las
personas que se consideran ateas o no creyentes, también pueden lograr el
estado de paz por medio de la práctica de las mismas. Es oportuno tratar sobre
este punto, porque la manera en que yo desarrollé este proceso fue simplemente
llenando mi vida y mi ser con gratitud, con perdón y con amor, por lo tanto no
sentí necesidad alguna de tener fe; para mí significaba algo parecido a probar
una comida extranjera, ante lo cual sólo tenía que dejarme guiar por mis
sentidos. En mis prácticas sucedió eso mismo, reconstruí mi relación conmigo
misma hablándome como si fuera mi propia madre, amándome por mis errores, por
todo lo que consideraba equivocado en mí, apoyándome en mis caídas. Tiempo
después la fe apareció. El acto de eliminar los recuerdos que se logra pronunciando
las frases sanadoras, trasciende el tiempo porque aparte de regenerar tu
sistema celular, te ancla en el momento presente, te ubica en el espacio,
impidiendo así la reproducción de la vieja película de tu vida, que es la causa
de todos tus problemas. Te sugiero que conectes con tu ser internalizando las 4
claves hasta que sientas su eco en ti, hasta que sientas que estás en casa, lo
cual significa que estás comunicándote con tu Ser Superior. A esto se le llama
“no pensar”. Y a las palabras que permiten el “no pensamiento” se les llama
claves o llaves porque viajan hacia el adn humano transformando completamente
su estructura y su respuesta. El libro llamado “Un curso de milagros” dice: “La
oración es el vehículo de los milagros”. Y la oración está conformada por
palabras y por ese lenguaje tan tuyo que nos permite comunicarnos, un lenguaje
que tal vez hemos subestimado para poder valorarlo ahora que una vez más vuelve
reestructurado para cambiar nuestros esquemas preestablecidos y contribuir así
con el equilibrio universal.
CAPITULO
7:
LAS
RESPUESTAS DE TU CUERPO Hace algunos años, un científico japonés, el Doctor Masaru
Emoto demostró de qué manera el agua es sensible a los pensamientos, a las
intenciones y a las vibraciones. Para ello se dedicó a recolectar muestras que
tomaba de diferentes lugares, con el fin de analizarlas bajo el microscopio
mediante el proceso correcto. Así fue como pudo analizar pequeñas cantidades de
agua de fuentes de agua bendita, de un charco, de una cascada, agua expuesta a
palabras amorosas, así como a expresiones de odio, tomó muestras de agua que
expuso a la música de Mozart o a la música con sonidos estridentes y
perturbadores, expuso el agua ante grupos de personas orando, y así mismo
expuso ante el agua muchas otras situaciones. Todas estas muestras fueron
congeladas, posteriormente analizadas y fotografiadas en su proceso inicial de
descongelación por medio de un microscopio especial. Los resultados no se
dejaron esperar. El agua extraída de las fuentes de agua bendita, agua de una
cascada, agua expuesta a palabras de amor, a la música de Mozart o a grupos de
oración daba como resultado hermosos cristales hexagonales; mientras que el
agua de un charco o expuesta a palabras de odio o a la música con sonidos perturbadores
arrojaba formas inconexas y desagradables. Fue sencillo llegar a la conclusión
de que las vibraciones (o sea la energía que emana de ti cuando tienes un
impulso, un deseo o un pensamiento), intenciones o pensamientos influían en el
agua de manera positiva o negativa, ya que permitían la creación de cristales
hermosos o formas desagradables a simple vista. Entonces se hizo una pregunta
importante: “Si nuestro cuerpo está formado por un 65% de agua ¿Le estamos
haciendo daño cuando pensamos de cualquier modo?” Por supuesto que sí porque
crearemos cristales feos o sea células débiles. Me he permitido interpretar la
formación de hermosos cristales en el agua, con células trabajando
armónicamente en el cuerpo; estos bellos cristales son un símbolo de la
actividad que tiene lugar en el ser humano cuando la mente realiza cambios
significativos en sus procesos cotidianos, cuando modifica su diálogo consigo
misma y por supuesto cuando recupera su poder interior. Cada vez que traes algo
o alguien a tu mente, extiendes un cordón energético lo suficientemente fuerte
y elástico como para que no se rompa durante el proceso. Este cordón transporta
tus intenciones, ideas, pensamientos y por lo tanto contiene tu energía vital.
Es así como te conectas con los demás seres humanos, animales, plantas, objetos
o lugares; así es como se desarrolla la telepatía, que es la transmisión
consciente del pensamiento de una persona hacia otra; es por esto que
conformamos una inmensa red humana que crea situaciones, condiciones, objetos o
vida a nivel individual y colectivo por medio de nuestros pensamientos y
emociones. Esto quiere decir que no trabajas aisladamente, en ningún momento
estás sola cuando haces una oración; cada vez que haces una plegaria te unes a
todos los seres que están en la misma frecuencia que tú, así mismo sucede
cuando meditas porque te unes energéticamente a todas aquellas personas que
están meditando, añadiéndole más poder y más conciencia a tus peticiones o
agradecimientos. Si por ejemplo, eres parte de una experiencia colectiva
difícil, puedes comenzar a regalarte más amor a ti misma como has aprendido en
este libro y dentro de poco tiempo sabrás que ese sentimiento hizo contacto con
miles de personas a tu alrededor y que todas ellas crearon una misma fuerza
capaz de sanar la situación hostil que estaban padeciendo. El nuevo tiempo abre
muchas más opciones para descubrirte y para conocer tu conciencia, porque te
permite establecer en dónde se encuentra la verdadera nutrición, cómo sanar
desde tus raíces, te permite aprender cómo funcionas realmente para que no te
engañes con las creencias o mitos con los que creciste. Una vez que conoces el
poder de las palabras en tu espíritu o en tu cuerpo, monitoreas lo que sientes,
lo que expresas y vigilas tu mente de tal manera que no divague y se pierda
entre temores o angustias. La pronunciación de las palabras sanadoras va más
allá de tu sistema de creencias. Sea cual sea la doctrina religiosa que
profesas o tus dogmas, existen en tu ser, 7 centros de energía, 7 puntos
vitales que te conectan con la energía universal y que trabajan en coordinación
con tus pensamientos, recibiendo y enviando información en forma de energía que
es lo que finalmente incide en tu salud física y mental. Estos centros o
vórtices de energía reciben diferentes nombres y aunque no podamos verlos, su
existencia está más que comprobada desde tiempos inmemoriales. Cada intención,
pensamiento y palabra pronunciada, beneficia o altera su funcionamiento,
generando sensaciones inequívocas de que la energía en tu cuerpo ha sido
restaurada o interrumpida, es por eso que puedes llegar a sentirte en perfectas
condiciones o muy enferma, muy tranquila o demasiado agitada.
CAPITULO
8:
PALABRAS
GATILLO Las 4 palabras que curan también pueden definirse como
“gatillos”, esto significa que al pronunciarlas, tu intención penetra las capas
profundas de tu conciencia activando una respuesta. Es tanto como si le dieras
a tu cerebro la orden de lavar tus dientes y tu brazo se activara, tomando la
crema dental, el cepillo y todo lo necesario para ejecutar la orden recibida.
También hay otro tipo de palabras gatillo, por ejemplo, si alguien te dijera
“eres una chica tonta”, esto podría activar un recuerdo desagradable,
ocasionando que automáticamente tu brazo se levante y en cuestión de segundos
una bofetada cruce el rostro de quien aparentemente “te ofendió”. Eso es lo que
significa una palabra gatillo. La intención también es un gatillo y con el paso
del tiempo aprendes que eres tú quien determina qué respuesta se activará al
escuchar determinadas palabras, ya que la mayoría de ellas son gatillos que
activan diversos registros. Las palabras sanadoras que expongo a continuación
son las que he usado y forman parte de mi experiencia personal. Con cualquiera
de ellas podrás restaurar el equilibrio perdido en tu cuerpo físico o en tu
espíritu, con su pronunciación podrás cubrir de energía divina aquellas partes
olvidadas de tu ser. Lo Siento. Cuando dices “Lo siento” manifiestas un
sentimiento que te exhorta a corregir una situación que ante tus sentidos
aparece como un problema. Cuando mencionas “Lo siento” para alguna persona o
para alguna situación, estás reconociendo la unidad de la cual eres parte y eso
te permite comprender que tus intenciones así como tus pensamientos han creado
un instante doloroso para alguien que está entrando en tu realidad. De esa
manera te unes al ser que está dolido, te unes con aquello que parece estar
fuera de ti, manifestando que reconoces que su dolor también es tuyo y que
también te estás ayudando a ti. Esta frase te permite guiar tu espíritu hacia
el nivel de la compasión, que en su significado más altruista quiere decir que
has integrado en ti, aquel pensamiento que está contribuyendo al dolor de ese
ser humano al cual observas en dificultades. Estás “recibiendo” un aspecto
doloroso del mundo que ves “allí fuera” en el sistema, lo que te permite entrar
en ese espacio real en el que tu voz es la misma voz de todo el Universo. Lo siento, es la transformación del “Tú”
en “Nosotros” y es la declaración de que “Yo Soy en ti y Yo Soy en mí” o “Yo Soy aquí, Yo Soy allí”. Es así
como expresas tu intención por corregir o deshacer aquello que te afecta
directa o indirectamente; esta frase es un excelente comienzo para borrar un
recuerdo de tu conciencia, es una oportunidad para mejorar una situación que en
tu concepto está equivocada o que lamentas que hubiese ocurrido. Si la utilizas
siempre, estás abriéndole paso al perdón, a la humildad y a la sabiduría.
Recuérdalo la próxima vez que vayas caminando por la calle y veas un mendigo en
la acera; también tenlo en cuenta al observar una mujer que no puede caminar o
cuando vayas a visitar a alguna persona en un hospital, cuando veas en la televisión o escuches en la radio una
noticia que afectó profundamente la vida de alguien. Utiliza la frase “Lo
siento”, cuando creas que has maltratado a alguien, cuando te consideres
equivocada, cuando te sientas enojada contigo, cuando las cosas aparentemente
no estén saliendo bien, cuando te sientas sola, desprotegida y aún cuando te
sientas sin Dios. Perdóname. Aunque el orden de las frases es irrelevante, la
palabra “perdóname” se pronuncia después de “Lo siento” porque por medio de
ella liberas y dejas ser lo que estaba atrapado en un inicio. Al pronunciar
esta palabra estás invocando la esencia del perdón, a esa parte de ti que
otorga el permiso interno de transmutar un error en perfección para que la
oscuridad sea convertida en luz. La palabra “Perdóname” es una petición de
auxilio que le haces a tu Ser Superior para que te ayude a perdonarte a ti
misma. Este punto es importante porque cuando eras niña aprendiste que al
pronunciar esta palabra le estabas pidiendo a alguien que te perdonara sin
saber que te estabas hablando a ti; ahora ya sabes que eres tú quien tiene que
perdonarse porque la Inteligencia Divina ya te ha perdonado o mejor aún, no
tuvo necesidad alguna de perdonarte porque sólo concibe la Creación desde el
momento presente y visto desde esa óptica el perdón carece de sentido para
El/Ella. Esto puede demostrar que el único problema que tienes es el hecho de
no poder perdonarte por todo lo que has creado. Cuando dices “Perdóname” estás
hablándote a ti misma, dirigiéndote a esa parte sagrada que reside en ti, con
el fin de ponerte en paz perdonándote completamente y esto incluye a todo ser
vivo que necesite perdonarse o ser perdonado. Esta necesidad aparece porque
cada pensamiento de crítica hacia alguien más ha generado culpa y deseo de
castigo; entonces como no hay separación entre aquellos que merecen tu crítica
y tú, pues te vas haciendo acreedora al mismo castigo que has elegido para
ellos. La palabra “perdón” se ha “gastado” a nivel cultural, porque se ha
alterado su verdadero concepto y a raíz de esto tal vez hay quien piense que
perdonar es “ser buena” con alguien más, que es dejar de castigar a una persona
externa a ti que ha actuado de manera equivocada y este concepto del perdón
hace que permanezcas separada de todo lo demás y más aún te hace víctima de
situaciones o de personas que consciente o inconscientemente creaste. En algún
momento tendrás que aceptar que la vida se vive detrás de tus ojos y que eres
tú quien siente porque sólo se trata de ti y de tus creaciones, dentro de las
cuales está este libro y todo aquello que llegue a tus sentidos. Esto es
bastante lógico, lo que sucede es que causa algo de miedo enfrentarlo porque te
preguntas: ¿Soy yo la responsable de todo lo que siento? Por esto, perdonar a
alguien ahí fuera es perdonarte a ti. Culparle es culparte a ti y si te culpas
necesitarás un castigo, si te castigas habrá más dolor. Cuando pronuncias “Lo
siento, Te amo” fluyes y nada de esto importa realmente, es delicioso descansar
así la mente. Vale la pena perdonar. “Todo lo que me ha ofendido, lo perdono.
Lo que me ha hecho sentir disgustada, resentida y desgraciada lo perdono.
Interior y exteriormente, lo perdono. Lo pasado, lo presente y lo futuro, lo
perdono.” Catherine Ponder Te amo. La
frase “Te amo”, proviene del sentimiento más sanador de la Creación; sólo el
amor permite que el miedo pueda ser transmutado y que sea comprendido como lo
que es. Cuando dices o piensas la frase “Te amo”, estás aceptando tu realidad
como parte de la perfección y así mismo estás fluyendo para atraer a tu vida
más amor del que te estás dando. El amor que sientes por ti misma, es el
principal nutriente de tu sistema celular y cuando este sentimiento falta, la
enfermedad se apodera del cuerpo y cuando las células enfermas no reciben la
dosis diaria de este sentimiento, ningún alimento o medicina por más
componentes que contenga, podrá lograr que recuperen su salud. “Te amo”
envuelve a las demás palabras curativas y es la energía que circula por todos
aquellos espacios hacia donde la intención le va guiando y de ellos va
extrayendo todo lo que no corresponde o vibra con ella. Esta energía limpia,
purifica, desatasca y libera del ser, las emociones que le mantienen atado al
dolor. El amor elimina la distancia que había entre tú y yo, así como también
permite que nos expresemos en términos de “Tú” sin excluir al “Yo”, de manera
que este sentimiento tiene la propiedad de calificar como perfecto y como
correcto cualquier procedimiento humano o cualquier experiencia vivida. La
intención que lleva consigo la frase “Te amo” o “Me amo” es tan poderosa que
puedes usarla sin pronunciar las demás y notar resultados magníficos. Esta
frase por sí sola puede borrar cualquier recuerdo por muy doloroso que sea,
puede restaurar y energizar tu cuerpo, reconstruir la relación que habías
perdido contigo misma y además puede sanar todas las vidas en las cuales te
encuentras presente de manera simultánea. He tenido experiencias tan agradables
con las personas lectoras de mi blog, que cuando comencé a escribir sobre las
palabras sanadoras, ellas se integraban y se conectaban tan fácilmente conmigo
que en las despedidas de sus comentarios casi siempre incluían la frase “Te
amo”, modificando en esta forma la idea de que esta frase sólo se decía entre
personas enamoradas. Así comenzamos a decirnos “Te amo” en cada carta y en cada
comentario sin darnos cuenta. Algunas personas un tanto ajenas a nuestros
procesos de perdón llegaban causalmente al blog, leían estas hermosas palabras
y me preguntaban el por qué; entonces yo les explicaba que estábamos sanando
algunos recuerdos que nos unían por medio del amor. Sin ser del todo
conscientes habíamos comenzado a cambiar nuestro mundo, nuevos conceptos
florecían, muchas vidas se transformaban, en verdad la frase “Te amo” empezaba
a regalarnos sus frutos. El amor expresado a través de las 4 palabras es la vía
hacia el proceso de transmutación, que es la sustancia que convierte el plomo
en oro o los sentimientos destructivos en energía divina, que es la misma
alquimia según los antiguos. Al pronunciar o al sentir las palabras “Te amo”
estás aceptando que cualquier síntoma, enfermedad, error, negatividad o
imperfección forman parte del todo y que son uno en ti, que eres el origen y el
fin, el alma detrás del rostro hostil de los que habías catalogado como
enemigos, eres lo claro y lo oscuro, las lágrimas que preceden la risa, la
oscuridad que anuncia la mañana y por tanto eres uno con tu Ser Superior.
Gracias. La gratitud es un sentimiento sanador por naturaleza. Cuando dices
gracias desde tu corazón estás eliminando los problemas de tu vida. Te estás
adelantando con verdadera conciencia al momento en el cual tus deseos han sido
concedidos. Si al sentirte mal, recuerdas agradecer esa sensación, ese instante
y las causas de tu malestar, entonces lo que estás haciendo es transmutar de manera
inmediata todo lo desagradable en bienestar, en amor, en paz. Si manifiestas
gratitud ¿Qué problema hay? Ninguno. Estás reconociendo la perfección del
Universo y estás tomando conciencia de que tus emociones y sentimientos se
sincronizan, se equilibran con todo lo que sucede a tu alrededor, así como con
todos los demás seres del mundo. Agradecer es transmutar, es reconocer la
existencia de la Inteligencia Divina en ti. Por eso mismo, al sentir gratitud
también experimentas paz y así es como despiertas tu capacidad natural para
fluir. Este sentimiento tiene un poder extraordinario porque modifica lo que
tus sentidos perciben y es entonces cuando aquellos objetos, sensaciones,
situaciones difíciles o enfermedades, pasan a formar parte de lo inexistente.
Es posible sanar el cuerpo sólo con pronunciar la palabra “Gracias”.
Simplemente así. Sin requisitos, sin exigencias, sin reglas. Cuando eres
consciente de que tus síntomas son una oportunidad maravillosa para cambiar y
dejas de considerarlos una sentencia de muerte, te estás amando
incondicionalmente; cuando sientes gratitud por todo lo que sucede en tu vida,
incluyendo el malestar ocasionado por esa enfermedad, es cuando dejas de
esperar resultados porque vives en un estado de gratitud por lo que ya es; entonces
no tienes tiempo para sentir ansiedad, tampoco sientes preocupación o miedo de
que algo salga mal; así que no encuentras impedimento alguno para experimentar
una salud que ya es tuya. Cualquier momento es perfecto para transformar una
enfermedad en una bendición. La gratitud es una puerta hacia mundos tal vez
desconocidos, expande tu conciencia y te
exhorta a salir de la ilusión que representan tus problemas, dudas y
resistencias para sanar. Si en algún momento, por esas cosas de la vida, te encuentras
con tu automóvil averiado en la mitad de una carretera, no lo lamentes; si
giras la llave y no puedes encenderlo, entonces di “Gracias” y hazlo de
corazón, siente gratitud por un momento difícil porque podría ser peor. Tal vez
te preguntes “¿Y qué podría ser peor que estar aquí en pleno sol y con prisa
por llegar a mi destino?” Yo creo que muchas cosas podrían estar peor en tu
vida y sin embargo no lo están. Pero ese no es el punto, si estás leyendo este
libro es porque tienes la firme intención de modificar todas las actitudes que
te han hecho ver la vida en blanco y negro, así que toca a tu corazón con la
palabra “Gracias” y espera. Después haz lo primero que consideres conveniente
para salir de ese lugar, con mucha tolerancia, con paciencia hacia ti. Te
aseguro que llegará la solución y sabrás que fue por tu sentimiento de
gratitud. En alguna ocasión Sofía y yo, decidimos ir en nuestro carro a pasar
un día de campo a un hermoso río que está ubicado fuera de la ciudad,
llevábamos todo lo necesario para comer y beber. Pero repentinamente en una
subida de la carretera el carro (al cual llamamos Grinch) se recalentó. Esto en
primer lugar nos asustó porque no estábamos acostumbradas, aparte de que el
taller más cercano se encontraba lejos. Así que lo primero que pensé fue en
sentirme agradecida por ese sol hermoso que nos cobijaba, por el agua
cristalina que estaba mirando, por los deliciosos manjares que llevábamos, por
la compañía. Sofía hizo lo mismo. Juntas dijimos: “Gracias”. Bajamos las cosas
del carro y un señor muy amable se acercó para saber qué sucedía con el Grinch,
lo observó, trajo agua y se la puso al radiador. Dejamos que el carro se
recuperara y disfrutamos del paseo en medio de cuentos y risas con la
complicidad de un río cristalino que nos hacía compañía. Al regresar, el Grinch
estaba muy bien, fuimos con el mecánico y nos dijo que se encontraba en
perfectas condiciones, de hecho nos llevó fuera de la ciudad, hacia las
montañas que conducen a San Luis Potosí, donde cualquier carro en malas
condiciones podría recalentarse, pero el Grinch estaba funcionando al 100%.
Estoy segura de que nuestra actitud agradecida cambió el curso de los eventos
ese día y modificó muchas actitudes nuestras a los retos de la vida diaria. Lo
que obtuvimos de ese momento difícil fue tan valioso que incluso tú llegaste a
saberlo. Cuando das las gracias con todo tu ser, por una salud que crees no
tener, por la abundancia que no ves, por la paz que te hace falta y por el amor
que nunca tuviste, estás dando un salto hacia la manifestación de tus deseos;
estás reconociendo que todo ya te ha sido dado, estás permitiéndote recibir y
también estás acelerando los procesos que crean tu realidad porque simplemente
la aceptas como es y por lo tanto tu sentimiento de carencia cambia, tu duda se
desvanece, tu amor aumenta. “Gracias” es una palabra mágica que te saca de la
ilusión para guiarte hacia la única realidad que te hace bien. Si en algún
momento te has dado cuenta de que no has sido agradecida, si te sorprendes
pensando en reproches, quejas y lamentos, agradécelo también. La gratitud es
sinónimo de perdón y es también tu mejor oración a Dios. Las 4 palabras que
curan son necesarias en nuestros procesos diarios porque nuestra mente humana,
falible, las necesita. Creamos un mundo que es necesario re interpretar para
poder vivirlo de manera digna. El amor es un regalo que se nos dio para
corregir las ilusiones de nuestra mente consciente y cada palabra curativa va
dirigida hacia tu propio ser, cuando las pronuncias te estás hablando a ti
misma con el único lenguaje que escucha tu cuerpo realmente.
La
Inteligencia Divina dijo: “Hombre, ahí tienes al mundo, ya es perfecto así como lo ves,
sé uno con todo. Entonces el hombre calificó al mundo, calificó la vida y creó
dos etiquetas –malo y bueno-, de manera que siempre quiso ser bueno porque
aborrecía lo malo, así que el Ser Supremo viendo su desdicha, nuevamente le dijo: Hombre, ahí tienes
4 palabras mágicas para que borres o limpies lo que consideras –malo-. Y el
hombre empezó a limpiar”.
CAPITULO
9:
LA LUZ
DEL ALMA He introducido este capítulo sobre el alma para ampliar aún más
tu conciencia en relación con la curación porque es importante que sepas de qué
estás hecha, así como qué o quién es ese ser que ahora está mirando detrás de
tus ojos. El alma es la esencia de todas las cosas, es el espíritu de todo lo
que se ha creado. La existencia está comprendida por esa sustancia que rodea
seres y objetos independientemente del tiempo y el espacio donde se encuentren.
Todos los seres vivos pertenecemos a esa única alma o sustancia que se
encuentra individualizada en cada ser humano, en cada animal, planta u objeto.
El océano es un hermoso ejemplo del alma así como cada una de sus olas, las
cuales se saben parte de una misma esencia aunque se distribuyan
individualmente por lapsos; todas a la vez, sirven al propósito general que es
ser el océano, ser agua y por lo tanto una parte del equilibrio de la Tierra.
Aunque unas olas sean más grandes que otras, esto no las hace sentir separadas,
ni diferentes, ni en desventaja; ellas son la ola y también son el mar. Esta es
una analogía del aspecto real del ser humano, el descubrirse como una energía
luminosa que rodea e integra toda la creación y que aunque es una sola, se
encuentra distribuida entre determinada cantidad de seres y eso le permite
fundirse permanentemente con todo lo que percibe. Ahora bien, este concepto del
alma así como todo aquello que contribuya a ampliar tus conocimientos respecto
de quien eres, te llevará a comprender que tu alma no está circunscrita a tu
cuerpo y que si salieras temporalmente de él y lo dejaras aquí dormido (como le ha sucedido
a muchas personas), tal vez te preguntarías cómo regresar a un cuerpo minúsculo
como el que puedes observar desde donde estás en esencia. Tu alma es universal,
es eterna e intemporal. Hay separación cuando crees que no tienes nada que ver
con los conflictos o situaciones del resto del mundo; cuando te percibes lejana
de todo lo que ocurre porque piensas que no lo causaste. Es por esta razón que
sobreviene el dolor y la muerte, ya que al considerarte un ser independiente de
todo lo que existe, se origina en ti el pensamiento auto destructivo, que todo
lo condena y que a su vez propicia la destrucción de todo lo demás porque trabaja
de manera aislada acumulando recuerdos o resentimientos acerca de las personas
que ves separadas de ti. Esta distancia entre unos y otros es una creación de
la mente humana, con el fin de que el ser humano pueda aprender, experimentar,
vivir, curar y así como la mente humana está condicionada a experiencias
dolorosas que llamamos errores, también tiene la facultad de iniciar un proceso
de corrección con el fin de re crear una realidad diferente que permita al ser
humano la estabilidad emocional que tanto anhela. No obstante con todo y
errores se puede afirmar que la mente humana es en cierto modo una
manifestación de la voluntad divina, porque el error del intelecto es un paso
obligatorio en la rueda de la vida. Así que en tu pensamiento, en tu llanto, en
tu queja, en tu lamento, en tu grito, también está implícita la voluntad del
Ser Supremo. El alma universal, el alma de todas las cosas, no tiene acceso a
la clasificación de los sucesos en malos o buenos y lo que ocurre simplemente
es incalificable, incuestionable y relativo, esto incluye todas tus actitudes,
tus intenciones y pensamientos. El propósito del alma o espíritu es corregir la
separación para conectar con el Ser Supremo para que sea posible la perfección
que nada califica, nada cuestiona, nada condena. La unidad es una de las bases
del proceso de corrección de todo aquello que consideras errado o imperfecto;
en cuanto puedes verte a ti misma como un sistema único, como una pieza que
está elaborada de la misma energía que todo lo demás, es más fácil para ti el
hecho de vivir. El observarte como todo un sistema que permanentemente se
relaciona con lo que ha creado en su mente (situaciones, personas, animales,
demás seres y objetos) te impide continuar siendo víctima de algo o de alguien,
te otorga un poder infinito y te da una libertad sin límites. No es fácil
llegar a este punto porque estás condicionada para sentirte oprimida por el pie
gigante de un dios castigador y por la maldad de otros seres humanos, tal vez
no sepas que estas creencias te ponen en desventaja porque al estar distante de
todo, al creer que tienes enemigos tiendes a defenderte atacando y cuando haces
esto es tu cuerpo el que también reacciona al ataque recibido y lo hace de
muchas maneras, una de ellas es por medio de la enfermedad. Cada vez que a tu
mente llegan pensamientos de temor, rechazo, rencor, envidia o egoísmo hacia
otros seres, también lo estás sintiendo hacia ti misma, te estás auto
criticando y también estás impidiendo que una parte tuya pueda curarse. Si al
contrario de esto, te reflejas en los demás como si fueran partes de tu propio
ser, entonces estarás haciendo algo hermoso por ti. Al formar parte de una
unidad y al convertirte en ella misma, vas diseñando el pasado, el presente y
el futuro del planeta con tu inspiración y ésta a su vez se fusiona con la
inspiración de cada ser vivo en el espacio/tiempo, por lo tanto te alimentas de
lo que vas generando cada vez que amas, los demás seres humanos se nutren de
ello y este ciclo vuelve a comenzar una y otra vez. Para considerarte un
sistema integral, un ser que es uno mismo con la Creación es preciso que dejes
de luchar, que abandones la idea de perseguir a la vida para que te entregue sus regalos. Las 4 palabras que curan son un
poderoso bálsamo para el alma cansada de luchar y para quien está lista para
emprender un viaje tranquilo hacia el interior de sí misma. Cuando se
experimenta la quietud que hay en la entrega, la lucha deja de ser importante
para ti, porque no viniste aquí a luchar, sino a amar y si voy más allá puedo
decirte que escogiste ser el mismo amor, sólo que has tenido que ocultarte. Tú
eres el amor detrás de una máscara de miedo y sientes miedo porque crees tener
un mundo lleno de problemas, pero en cuanto decides que es el momento de hacer
algo por ti, cuando las 4 palabras que curan tocan tu puerta y las asimilas,
las digieres, las aceptas sin mayores explicaciones entonces tu mundo
problemático se convierte en lo opuesto y de un momento a otro, todas las
personas a tu alrededor tienen una maravillosa actitud hacia ti y parece que el
planeta con sus habitantes te estaban esperando porque eres bienvenida en todas
partes y te sientes en paz tal vez sin tener mayores motivos, te sientes bien
sólo por el hecho de vivir. En ese instante has admitido ser la ola que es una
con el mar, has comprendido que eres otra yo y que tu alma se expresa a través
de la naturaleza y de la vida con todo lo que contiene. La Inteligencia Divina
de la cual eres parte te ha proporcionado diferentes alternativas para reunir
nuevamente los trozos de alma que has dejado perdidos en el tiempo por causa
del dolor emocional que has sentido cada vez que te percibías como víctima de
la vida. Una de estas alternativas es estar pendiente de todo lo que procesa tu
mente, practicar siempre que puedas la pronunciación de las 4 palabras que
curan y que te enseñan a dejar atrás a la víctima que llevas dentro.
CAPITULO
10:
100%
RESPONSABLE Y LIBRE El primer paso en tu proceso de curación es comprender lo que
significa ser 100% responsable y llegar a sentirlo. No es fácil tomar la
responsabilidad de lo que te desagrada porque la acción de depositar en los
demás la culpa de tu dolor te libera (aparentemente) de llevar una pesada carga
tu sola y por eso la dejas en manos de alguien que pueda llevarla o compartirla
contigo. Admitir la responsabilidad por todo lo que ven tus ojos requiere que
en verdad estés lista para modificar tu vida; esto no se trata de una “prueba”
a ver si funciona, es sólo para ese instante en el cual estás preparada para
“despertar” y una vez que te dices a ti misma que ha llegado el momento de
dejar atrás toda la miseria, la pobreza espiritual así como la negatividad, es
cuando puedes enfocarte en tu trabajo interior. La clave de la curación se
encuentra en comprender y asumir el significado de la palabra RESPONSABILIDAD,
que finalmente es sinónimo de LIBERTAD. No me refiero a ser responsable del
pago de las cuotas de la hipoteca o la mensualidad del colegio de tus hijos o
familiares, así como los demás compromisos de tu vida cotidiana; me refiero a
ser responsable por cada situación incómoda que llega a tu vida, a la acción de
asumir tu protagonismo en cada evento desagradable que llega a tus sentidos.
Observa lo que posiblemente ocurre contigo: Tienes una discusión con alguien,
te sientes muy mal, ofendida, enojada, dispuesta a todo y sin embargo crees que no tienes nada
que ver en el asunto, casi siempre decides que la otra persona es totalmente
culpable, que cometió un error grave y muchas cosas más, aunque seas tú quien
en ese instante tiene su mundo al revés. Esta actitud tan humana y poco
coherente hace que cedas tu poder a alguien más, significa que te quedas
totalmente desprotegida y frustrada reprimiendo el enojo. Lo que ahora aprendes
es que todo esto es parte de una respuesta automática de tu ser, para
“protegerte” de lo que podría significar hacerte cargo de una situación que
consideras externa a ti; por favor no te culpes si has actuado de esta manera,
sólo reconoce que si algo te ha lastimado, entonces tienes que hacerte cargo
para poder superarlo, sólo así lo podrás lograr. La idea es que te hagas cargo
de tus sentimientos y no de las demás personas, esto suena muy bien y en
realidad lo es por una razón: son tus pensamientos los que califican como
dañina o perjudicial una situación, no son los pensamientos por sí solos, no
son las personas que te rodean, es la manera que tiene tu mente de internalizar
una respuesta recibida. Tu recepción de respuestas puede ser guiada por medio
de las siguientes ideas en las cuales se asume la responsabilidad total de lo
que se está sintiendo: “Un pensamiento erróneo mío me ocasionó esta sensación”
o “Es mi propio concepto de algunas situaciones lo que me lleva a padecerlas” o
“Soy 100% responsable de mi situación, no importa cuántas personas yo crea que
están involucradas”. Con cualquiera de las tres formas que escojas, estás
asumiendo la responsabilidad de haber creado algo a nivel subconsciente y por
lo tanto dando el primer paso hacia su corrección, si hubiese necesidad de la
misma.
Ser 100% responsable de
tu vida quiere decir hacerte cargo de limpiar tu mente del viejo hábito de
excluirte de un problema cuando quien se siente mal eres precisamente tú y para
lograr el cambio que te permitirá sentirte responsable, tomas conciencia de la
importancia que tienen tus pensamientos a nivel global y que por lo mismo eres
la creadora de todas tus experiencias. El hecho de comprenderlo te otorga la
facultad de deshacerlas como si fueran una ilusión. Si hasta este momento te es
posible unificarte con todo lo que existe entonces asimilas el hecho de que el
dolor, la ira o el miedo de alguien es una creación del sistema que tú eres; en
otras palabras, lo que a tu vida llegue es producto de tu pensamiento y por lo
tanto necesita ser aceptado por ti por medio de la responsabilidad. Milena es
una mujer joven que conocí en uno de mis cursos, ella había comenzado a tener
problemas con su esposo, porque él le era infiel y parecía que se encontraba
cada vez, más aferrado a esa relación extramarital, por lo que ella me preguntó
que si al practicar las palabras sanadoras, su esposo dejaría esa relación
definitivamente y yo le respondí que el proceso de liberación que estaba a
punto de iniciar, se ocuparía de proporcionarle a ella la paz que tanto
necesitaba para retomar su vida de nuevo, sin depender de las decisiones de él
y que esto sucedería porque su propia manera de ver las cosas tendría cambios
importantes. Le expliqué también que la misión de las palabras sanadoras es
deshacer un error y que ella desconocía cuál era el verdadero error, por lo que
no podría esperar nada en concreto, simplemente debía ponerse en paz consigo
misma para que la situación tomara el rumbo perfecto para los implicados. Su
tarea era comenzar a vivir para ella, aprendiendo a satisfacer sus necesidades,
ordenando sus prioridades, aceptando los cambios y sobre todo amándose por
estar en esa situación. Ella posteriormente descubriría que el verdadero
secreto 88 reside en no esperar nada de los tratamientos con amor porque eso
elimina todo rastro de ansiedad, duda o preocupación; si hay amor no se precisa
nada más. La historia de Milena tuvo el desenlace que ella deseaba, sus cambios
internos finalmente propiciaron que su esposo dejara la otra relación y que
volviera con ella para continuar viviendo juntos. A veces te encuentras tan
ocupada pensando y pensando, que no sabes dónde encontrar las causas de tus
errores, las causas del malestar y la dolencia, pero la verdad es que no tienes
que saber dónde está. No sería sencillo hallar la causa principal de todo lo
que te sucede porque jamás acabarías, tendrías que llegar tal vez al inicio de
la humanidad o antes para descubrirlas, podrías llegar a preguntarte qué fue
primero si el huevo o el pollito. No te ocupes de las causas porque las
palabras sanadoras son un radar que actúa por sí solo, o sea que no necesita de
tu intelecto para buscar huellas de dolor en tu vida. La responsabilidad es
libertad porque te da el poder de elegir; tal vez muchas personas no están lo
suficientemente despiertas a su evolución como para poder elegir y es por esto
que no puedes apoyarte en los demás para vivir tu propia experiencia, es
importante que quien tome las riendas de tus sentimientos seas tú misma. Todo
esto te lleva a conclusiones muy prácticas como el hecho de tratarte con mayor
tolerancia si los primeros pasos no son fáciles de dar, aunque no comprendas
del todo tus procesos, aún la más pequeña equivocación contiene una huella de
lo Divino. Si analizas un poco la historia universal, puedes notar que aquellos
actos más crueles e impuros vieron el nacimiento de nuevas doctrinas y de seres
humanos dispuestos al cambio; entonces esos errores que consideras
imperdonables encajan en tu proyecto de vida y por ejemplo actos como el de
infidelidad que protagonizó el esposo de la mujer que 89 mencioné en párrafos
anteriores pueden significar para muchas personas algo pecaminoso, abominable e
imperdonable; mientras que para otras puede convertirse en un suceso que
sincroniza las vidas de más seres con los cuales existe una conexión o este
suceso tal vez puede simbolizar una oportunidad para el acercamiento entre una
pareja o quizás pueda tomarse como una lección valiosa a nivel personal; todo
depende de hasta qué punto estés decidida a llegar para dejar de sufrir, todo
depende de la cantidad de dolor que requieres para seguir viviendo, lo cual
continúa siendo una elección muy tuya. Ten en cuenta que lo que para ti es un
error, para otras personas puede ser algo perfecto. Culturalmente esto es algo
que puedes comprobar. “El amor se experimenta cuando se es 100% responsable. Su
práctica constante modifica dentro de ti, la raíz de un suceso que consideras
doloroso, en ningún momento cambia a los demás, ni siquiera a tu mascota, ni
siquiera a los objetos. Quien cambia su manera de percibir eres tú, sólo tú.”
Las situaciones dolorosas de la vida provienen de aquellos pensamientos tuyos
que reciclan el ayer, es por esto que tus sentidos te ofrecen un mundo que no
es real porque se apoya en aquellas vivencias no resueltas que regresan en
múltiples formas para recordarte que es necesario sanarlas. Estos recuerdos
conscientes o no, en ocasiones toman la forma de tus seres queridos, haciendo
que ellos adopten conductas no deseadas. Cuando adquieres la responsabilidad de
haber creado cada uno de los eventos o situaciones que se manifiestan ante tus
sentidos como desagradables, automáticamente te llenas de la fuerza que puede
mover al mundo. Y para mover al mundo necesitas establecer tu posición en
relación con él. Ubícalo en ti. La Gran Verdad, la Verdad Universal, la verdad
que encierra todas las respuestas es aquella en la cual crees; por eso puedes
modificar tu mundo a tu antojo en cualquier momento que lo desees alterando tu
sistema de creencias. Cualquier camino que elijas te guiará hacia nuevas rutas
que por muy empinadas o intransitables que parezcan, te llevarán hacia delante
en tu evolución. Elegir es tu derecho y eres libre de hacerlo. De manera que si
el mundo es una parte que se funde contigo, que está en ti, entonces me siento
feliz por pertenecer a ese mundo tan tuyo. En alguna ocasión tuve una hermosa
conferencia en un lugar mágico llamado “El Cielo” cerca de un pueblo de calles
angostas llamado Gómez Farías en Tamaulipas, México y la conferencia tuvo como
escenario una hermosa noche estrellada con 35 asistentes que se reunieron en el
verde césped para escucharme, y en el momento indicado para preguntas y
respuestas del que siempre dispongo, una señora me preguntó: Físicamente
hablando yo veo al mundo muy extenso, demasiado grande ¿Cómo puedo ubicarlo
dentro de mi ser dado su tamaño? Esta pregunta me encantó porque me permitió
explicarle a la señora que todo lo que existe en el mundo está hecho del mismo
material que el ser humano; que así mismo, la Tierra, los árboles, los océanos,
los animales, las plantas y las ideas que llegaban a su mente, estaban formados
por los mismos puntos luminosos que el cuerpo de ella misma, que finalmente
todo está formado por energía con vibraciones diferentes y que esto era lo que
originaba toda una diversidad de seres, objetos, texturas y formas. La señora
comprendió que el césped en el cual se sentaba contenía en su origen los mismos
átomos y partículas que ella misma, así como todo lo que existía; por lo tanto ella era esa hierba,
ese árbol, esa otra persona a su lado, ese pueblo, etc.; la señora aceptó que
el mundo y ella estaban unidos, lo eran todo. El siguiente pensamiento de
Gibrán ilustra a la perfección, lo que he escrito en el párrafo anterior: “Toda
la Creación existe en ti y todo lo que hay en ti existe también en la Creación.
No hay divisoria entre tú y un objeto que esté muy cerca de ti, como tampoco
hay distancia entre tú y los objetos lejanos. Todas las cosas, las más pequeñas
y las más grandes, las más bajas y las más altas, están en ti y son de tu misma
condición. Un solo átomo contiene todos los elementos de la Tierra. Un solo
movimiento del espíritu contiene todas las leyes de la vida. En una sola gota
de agua se encuentra el secreto del inmenso océano. Una sola manifestación de
ti contiene todas las manifestaciones de la vida”. Khalil Gibrán Uno de los más
grandes regalos que un ser humano puede experimentar, es la libertad de
pensamiento, la libertad de elegir, la libertad de expresarse. Y estos tres elementos,
el pensamiento, la elección y la expresión, no tienen que realizarse
necesariamente en voz alta o a gritos con el fin de que todo el mundo se
entere; la libertad de la que yo hablo tiene que ver con el diálogo interior
que sostienes contigo a cada instante, no importa si físicamente estás en un
lugar del cual no puedes salir ¿Qué palabras eliges pronunciar? ¿Qué mensaje
envías a todos los seres que estamos unidos a ti por medio de la energía que
nos rodea? Siempre hay en ti un espacio donde eres libre para pensar, para
elegir y para expresarte, porque de todas maneras, tus diálogos con las demás
personas, son contigo misma, es por eso
que al respetar los pensamientos y las ideas de los seres humanos que te
rodean, también estás respetando las tuyas y a la vez estás escuchando la voz
de la libertad que siempre ha estado a tu lado pero de la que tienes más
conciencia en este momento.
CAPITULO
11:
RECUERDOS,
MEMORIAS O REGISTROS AKASICOS Las memorias son como un almacén que contiene todo lo sucedido
a lo largo del espacio y del tiempo, a todo el conocimiento de la humanidad y
las vivencias del ser a través de la historia; pasado, presente, futuro y por
supuesto, aquellos pensamientos que eliges tener, consciente e
inconscientemente y que circulan por tu mente de manera cíclica, generando
situaciones o vivencias que se manifiestan en esta dimensión como una realidad
(memorias y registros akásicos son exactamente lo mismo, la diferencia es que
“registros akásicos” es un término derivado del sánscrito y memorias es más
occidental, más contemporáneo). Incluí estas palabras en mi vocabulario
cotidiano cuando descubrí su significado y su misión en mi vida, he aquí lo que
aprendí. El ser humano crea cada uno de sus días alimentando viejos recuerdos,
heridas, rencores o momentos felices que cree que jamás volverán. Estos
recuerdos con los que construye cada uno de sus instantes, son las memorias o
registros. Lo único que tú deseas es dejar de luchar constantemente por el
éxito, por alcanzar la paz y la tan mencionada felicidad. Tú deseas sentirte
bien aquí y ahora, pero una parte de tu espíritu también quiere continuar
atascada en el ayer, llorando por lo que sucedió y temiendo lo que sobrevendrá;
extrañamente los seres humanos queremos ser (o somos) felices con nuestros
recuerdos, así que ellos llegan a nuestra conciencia precisamente para ser
sanados. No todas las memorias o recuerdos producen el mismo nivel de dolor, de
hecho, hay memorias necesarias para poder vivir en este planeta. El recuerdo
del sabor de los alimentos o el uso de los utensilios que necesitas para
cocinar, así como la forma de utilizar la estufa, son esa parte de tus
recuerdos a la cual accedes para poder satisfacer tus necesidades. Puedes estar
presente en este instante, llevando tu mano hacia donde está el encendedor de
la estufa y después guías a tu conciencia al proceso de encenderla, para así
poner las ollas encima de ella. Si has estado presente durante el proceso de
encender tu estufa para cocinar, ese es el tipo de memoria que no puede hacerte
daño porque la estás utilizando para alimentarte y además lo estás haciendo
conscientemente. Este proceso se altera por ejemplo, cuando estás abriendo la
nevera y el hecho de observar su contenido posiblemente activa otra clase de
recuerdos que no necesitas para estar aquí, porque ellos pueden trasladarte a
tiempos dolorosos del ayer, creando en tu cuerpo la misma sensación de enojo,
impotencia o tristeza; es posible que observes una marca de leche que era la
favorita de esa persona que ya no está a tu lado y que esto desencadene una ola
de recuerdos que van a ocasionarte el mismo daño que cuando ese hecho tuvo
lugar en tu vida. Cuando esto sucede a diario, se ve amenazada tu integridad
física y emocional, se producen los desequilibrios y las emociones
potencialmente tóxicas para tu organismo; entonces la enfermedad, el desgaste y
el envejecimiento se apoderan de tu cuerpo; la tristeza y la depresión se van
haciendo dueñas de tu espíritu y un tiempo oscuro atrapa a todo tu ser,
bloqueando todos tus accesos a la luz, a la salida, a tu paz. Y una de las
características más difíciles de ese estado melancólico que te traslada al
ayer, es el hecho de que te genera un extraño placer. Te “consuela” recordar a
esa persona que se fue; te “conforta” observar
los videos o las fotografías donde apareces con tu hija ya fallecida porque no
lo haces desde el amor, observas desde el dolor. Casi siempre te acompaña, te
alimenta todo lo que esa persona dejó y aunque deseas permanecer en ese tiempo
porque de alguna manera estás a su lado, es importante que puedas aprender a
estar en su compañía desde el amor que guardas en tu interior. No es tu culpa
que de alguna manera encuentres una satisfacción en regresar al ayer para
continuar atrapada en el tiempo y en esa forma pagar un precio por el error de
haber tenido esa o cualquier otra clase de pérdidas; esto es tan humano, tan
normal que mereces ser compasiva contigo y por eso mismo, esas viejas memorias
son las que más puedes bendecir y aceptar, estos son los recuerdos que este
proceso curativo a base de palabras te permite amar e integrar. Los 5 sentidos
están llenos de recuerdos. La conciencia de grupo, esa alma colectiva de la que
eres parte, ha considerado fundamental revivir una y otra vez los recuerdos,
para saber qué aspectos de tu vida necesitan ser sanados y aunque las memorias
sean la causa principal de tu dolor, de tu tristeza, no es mi intención
presentarlas como las villanas de la historia, no tienes que verlas de esta
manera. En realidad ellas son tu única posibilidad de renovación. Son tu pase a
la libertad emocional. Cuando un pensamiento que calificas como negativo, llega
a tu mente, le debes gratitud porque su único objetivo es que puedas darte
cuenta de que algo en ti, necesita ser corregido. Hago énfasis en este punto
porque he notado que muchas personas intentan huir de sus memorias, intentan
escapar de algo que de manera innata contienen y esto sólo le da más vida al
dolor. A las memorias hay que agradecerles para eliminar la resistencia que te
hace percibirlas como dañinas.
“El estudiante o practicante de la curación por medio de las
palabras, ama a sus memorias como la materia prima con la que puede crear su
momento presente.” Cuando tengas un pensamiento que una y otra vez penetra tus
espacios mentales, alterando tus actividades cotidianas e impidiéndote sentir
tranquilidad, haz algo bello por ti y ámalo. Es sencillo, dile al pensamiento o
a eso que sientes que le amas porque ha venido para enseñarte y que te sientes
agradecida por su misión en tu vida, siente tus palabras sinceras, utiliza las
que lleguen a ti, exprésate honestamente contigo, hazlo en voz alta o
mentalmente y sentirás la diferencia entre criticarte y aceptarte totalmente
aunque consideres que toda tu vida ha estado llena de fracasos, errores y
caídas. Si por cada vez que te sorprendes pensando en el pasado, te criticas,
regañas o culpas es tan igual como si te transformaras en tu propio verdugo, es
como si tomaras un atajo para ser guiada hacia el mismo nivel de dolor que deseas
eliminar. La mejor manera de romper el hábito de viajar al pasado es anclándote
al presente por medio de cualquiera de los pasos siguientes:
1. Observa que has dejado momentáneamente tu cuerpo para
regresar al pasado que es un tiempo inexistente y de poca utilidad en tu vida.
Cuando haces esto sin criticarte, ya estás habitando el tiempo presente.
2. Perdónate por haber generado ese instante. Perdónate
completamente o dile a tu Ser Superior que te ayude a perdonarte.
3. Agradece aquellos momentos que originaron el dolor, no
importa si los desconoces, tu conciencia lo sabe y los rastreará; agradece la
oportunidad de haber hallado un
pensamiento erróneo, porque eso impedirá que discutas con tus pensamientos y
caigas en el mismo juego otra vez.
4. Amate por cada vez que regresas al ayer. Déjate llevar por la
posibilidad de que tal vez sea el único mecanismo que tiene tu mente para
llevarte al siguiente nivel. Cualquiera de los anteriores pasos que utilices
para ubicarte en el espacio y momento actuales, te será de un beneficio
incalculable. Cada uno de los pasos corresponde a las palabras sagradas que te
guían hacia la curación. Eres una parte inteligente de la Creación, poseedora
de la capacidad de pensar, es así como diseñaste un mundo a tu alrededor, que
satisface tu necesidad de aprender a conocerte a través de todas las emociones
que suceden a un pensamiento. Tus sentidos te proporcionan imágenes,
sensaciones y experiencias que en apariencia son reales; observas en tu
creación a personas, animales, objetos, plantas y seres vivos, como resultado
de las necesidades que has de satisfacer. La energía que proviene de tus
pensamientos ha creado formas con base en archivos, registros y memorias que en
su momento limpiarás. No todos los seres vivos experimental el mundo sensorial
como tú; los animales ven algunos colores y objetos que tú no, algunos seres
humanos percibimos situaciones, formas, estructuras que tampoco tú percibes y
esto permite que el mundo sea una experiencia subjetiva aunque a veces sientas
que tu mundo es tan real que crees que todos los demás podemos percibirlo igual
que tú, pero no es así. Tu percepción y la mía no es igual, por lo tanto, no
contemplamos un objeto desde la misma perspectiva. Por esa razón aquello que
para ti es injusto e intolerable, se vuelve sagrado para los miembros de otras
culturas; igualmente sucede con lo feo y con lo bello porque aquello que tú
percibes como bello, puede ser feo para los demás. Todo esto hace que la
realidad sea algo relativo y que por lo tanto dependa de tus sentidos y de tus
memorias para tomar forma. Si por ejemplo una persona que le tiene pánico a las
arañas, quiere abrir la puerta de su casa para entrar y se da cuenta de que en
donde se coloca la llave hay una araña, naturalmente se encontrará de frente
con un problema, porque a menos que le pueda hacer frente, intentando quitarla,
tendrá que verse obligada a buscar ayuda para poder entrar a su casa. Si por el
contrario alguien que no teme a las arañas se encuentra en esta situación, ni
siquiera pensará en un problema, simplemente la tomará por una pata y la pondrá
en donde considere prudente. Si este alguien es fotógrafo, se las ingeniará
para encontrar una cámara y se sentirá feliz o extasiado por contar con la
presencia de la araña en la puerta de su casa, así que tomará la mejor de las
fotos, tal vez agradeciendo la oportunidad de venderla a una famosa revista y
así la araña simbolizará para él, un ingreso económico extra o una bendición.
Este ejemplo ilustra hasta qué punto un problema llega a ser una elección
individual o sea la huella de un recuerdo. Cuando piensas humanamente,
cotidianamente, sin monitorearte y sin estar pendiente, con esto me refiero a
tu diálogo íntimo, al que sostienes mientras lavas tus dientes, preparas la
ropa que te pondrás o bebes una taza de café; te desconectas de tu esencia
divina quedando a merced del miedo, del terror que te infundes con la
posibilidad de que sucedan más fracasos en tu vida o de que todo lo que ya está
mal pueda empeorar y como has aprendido, tu visión de los retos que aparecen en
tu camino, es siempre una interpretación tuya que tiene lugar cuando una
creencia o un recuerdo han tomado forma. Así que la próxima vez que sientas que
tienes un problema, ten en cuenta que este no existe fuera de ti y que esto lo
hace una ilusión. Los problemas son ilusiones de una mente confusa y se
desvanecen tan pronto como eres consciente de que no existen en el presente y
de que llegaron a tu conciencia para ser corregidos por medio del amor. Todo
esto encaja perfectamente con una parte de tu ser llamada subconsciente, que es
como un gran depósito personal, donde has ido almacenando tus memorias, así
como los de toda la humanidad y por eso cuando los borras, también lo haces
para todas las personas involucradas. El acto de borrar memorias, recuerdos o
registros, se refiere específicamente a la corrección de un error de la mente
en luz, en perfección; también puede interpretarse como la conversión de un
problema en una bendición, ya que en esa forma se elimina de la mente el error
que genera la percepción equivocada de una situación que originalmente es
neutral. Esto se logra porque a nivel biológico y energético, la repetición de
las 4 palabras sanadoras (Lo siento, perdóname, te amo, gracias) transforma los
caminos neuronales endurecidos por las viejas creencias en caminos neuronales
construidos con una nueva conciencia, con nuevas emociones y con creencias que
no representan dolor o carencias, por eso es posible sanar. Supongamos que toda
la vida te has repetido una y otra vez la siguiente idea: “Todas las personas
que amo me abandonan”; es precisamente la repetición de este pensamiento lo que
ocasiona que se haga realidad, así que cada persona que ames, tarde o temprano
se marchará de tu lado. Para corregir esto, tendrás que reemplazar esas ideas y
símbolos implantados en tu mente con las 4 palabras que curan y pronunciarlas
tan intensamente como lo hacías con el pensamiento limitante de antes. Es
precisamente mediante el uso repetido de las palabras que curan, que te será
posible quitarle poder a las viejas
creencias, creando un nuevo concepto de tus relaciones con los demás y de tu
relación contigo. En alguna ocasión una señorita que estaba entre el público de
un taller que organicé en mi ciudad, se levantó de su silla para decirme:
“Tengo muchos recuerdos de momentos felices de mi vida, muchas vivencias de mi
niñez, de mi juventud, no todo en mi vida ha sido doloroso, entonces ¿Por qué
tendría que transmutar estos recuerdos?” Al comenzar a borrar memorias con las
palabras sanadoras, la gran mayoría de personas se pregunta esto. Así que le
respondí que “el acto de pensar está relacionado con el recuerdo, cada vez que
piensas estás apoyando tu existencia sobre una base falsa que es el ayer porque
tu mente por sí sola no tiene la facultad de crear situaciones nuevas. El
proceso de pensamiento está totalmente desconectado del tiempo presente que es
el único punto de poder que posee el ser humano; de modo que si a tu mente
consciente llega el recuerdo de las risas de tus padres y la tuya el día que
cumpliste 15 años, estás invirtiendo tu momento presente en una memoria sobre
la cual ya no puedes influir, prácticamente estás abandonando tu cuerpo, tu
espacio y tu energía para re dirigirte hacia la fiesta de tus 15 años.
Momentáneamente puede ser que este recuerdo no te cause ningún dolor, pero
perpetúas el ciclo de trabajo de tu mente consciente, la cual, jamás se detiene
para que puedas tener ideas inspiradas. No obstante, la decisión es tuya,
regresar al ayer o no hacerlo, finalmente encontrarás el punto de equilibrio”.
Cuando recuerdas un suceso doloroso del pasado, o un evento que te hizo feliz
pero que crees que no regresará a ti, es como si volvieras a estar en ese mismo
lugar, bajo las mismas circunstancias, alterando los latidos de tu corazón, tu
pulso, la circulación de tu sangre, tu respiración, o tu presión arterial y
cuando te das cuenta de que eso ya pasó, de que ya sucedió y que no es posible
para ti hacerlo real en tu presente, es cuando aparece la nostalgia, el pesar,
las lágrimas, la tristeza por no tener a quienes crees necesitar. Cuando esto
se vuelve un hábito y sientes que sin ese pensamiento doloroso no podrás
sobrevivir, lo más prudente es cerrar tus ojos, entregarte y decirle a la niña
que habita tu cuerpo: “Lo siento pequeña, lamento lo que te ha sucedido. Pase
lo que pase te amo”, así quisiste que te hablaran de niña, así quiere tu niña
que le hables, acostúmbrate a dialogar con ella. Al hablarte amorosamente
sentirás que estás siendo considerada contigo ya que estas palabras son una
caricia a tu niña interior, que es quien todavía eres, esas palabras son tu
mejor regalo para ella, son tu declaración de paz contigo misma, representan tu
auto aceptación aunque estés pensando en lo doloroso de tu pasado. Lo que te
hace llorar es la forma como interpretas tu recuerdo, lo que te lastima es la
nostalgia, la no aceptación de lo que ocurrió; pero una vez que estás dispuesta
a amarte aunque recuerdes, se irá desactivando esa memoria con el paso de los días
porque permites, fluyes, y te aceptas tal como eres, aceptas a tu niña interior
incondicionalmente. Entonces, cada vez que haya en tu vida un pensamiento al
cual te has hecho adicta y lo consideres una memoria que te está causando
dolor, podrás liberarlo diciéndote: “Lo siento, te amo”. Con sólo sentir estas
palabras una vez, habrás borrado la causa que generaba aquel efecto no deseado.
Lo interesante de las memorias es que no dejan de aparecer, por lo que entre
más veces al día te conectes con el amor, más recuerdos serán borrados de los
registros tuyos y de la humanidad, por eso te recomiendo hacerlo todo el tiempo
que puedas, al levantarse, al comer o en cada momento que sea posible. Cada
recuerdo transmutado adquiere una energía pura dispuesta a ser moldeada por el
Ser Superior. Hay memorias de las cuales eres totalmente consciente porque son
vivencias recientes y existen algunas otras que en tiempos pasados fueron tan
difíciles de aceptar que tuviste que reprimirlas o enterrarlas y es precisamente
esa represión la que genera su repetición. Así es como puedes haber
experimentado mucho miedo al momento de nacer y no recordarlo conscientemente
pero sí re crearlo con las personas que has entablado una relación amorosa, con
tus amigos, tus padres, tus hijos o contigo misma. Por ejemplo, las mujeres
conservamos un recuerdo desde hace milenios; guardamos en nuestro subconsciente
todo ese sufrimiento causado por la opresión del sexo opuesto a lo largo de
todos los tiempos. Esta sensación de fragilidad e impotencia se ve reflejada a
menudo en un resentimiento escondido en el alma de cada una de nosotras,
esperando salir a la menor oportunidad. Cuando se nace mujer, se trae de manera
innata esta característica y por eso casi siempre consideramos que somos abusadas,
victimizadas o agredidas por el sexo opuesto; esto ha ocasionado en nuestros
cuerpos diversas enfermedades, cuyo origen es el desequilibrio que subyace en
la conciencia colectiva femenina que se esconde en nuestro subconsciente. Esta
sensación de victimismo femenino es una consecuencia de la separación o
fragmentación entre los seres humanos, de la que he escrito en capítulos
anteriores. Tenemos la inteligencia suficiente como para considerar la posibilidad de haber sido los victimarios en
vidas anteriores (porque somos una sola conciencia); creemos tanto en la
posibilidad de un mundo mejor que podemos comprender que somos el género
masculino y femenino en un cuerpo de mujer, que todas y cada una de nosotras
trabaja en pro de lo mismo, hombres y mujeres anhelamos una vida en paz, es por
eso que nos experimentamos en diferentes géneros para aprender del dolor, para
sanar desde adentro. Está viniendo hacia nosotras el momento en el cual podamos
restablecer la energía femenina en el Universo, no para ser más poderosas, ni
para oprimir, simplemente para que equilibremos la energía masculina y femenina
en nuestro interior, para que no haya víctimas o victimarios, para que los
hombres puedan disfrutar de una conciencia de libertad, para vivir en armonía y
hacer de este planeta lo que una vez fue, un hermoso lugar para vivir, sin que
ser hombre o mujer sea relevante. Tenemos el poder para cambiar el rumbo de la
historia, porque somos co-creadoras de ella, estuvimos ahí, fuimos testigos de
cada hito, de cada suceso y nuestro recuerdo nos permite iniciar el proceso de
“borrar memorias” o detener el ciclo de pensamientos con las 4 palabras
sanadoras, para transformar esas huellas en luz. Borrando memorias. Normalmente
la frase “Te amo” puede borrar definitivamente una memoria porque si amas una
situación deja de existir en tu mente como un conflicto y pasa a ser una
bendición a la cual hay que agradecer. Esto sucede si y sólo si ese “Te amo”
expresa amor genuino, sincero, un sentimiento que no precisa de condiciones
para amar. Un proceso para borrar memorias también puede llevarse a cabo al
pedirle al Ser Supremo que limpie en ti todo lo que contribuya al problema que manifiestas. Al realizar la
petición entrégate, desapégate de los resultados y agradece lo que viene para
ti. En este punto debo hacerte una aclaración: tan complejo es tu
subconsciente, que es poco probable saber con certeza qué es lo que estás
sanando. Hago énfasis en este punto para que puedas desarrollar tus procesos de
amor, perdón y gratitud, de manera más simple, más sencilla, más entregada, con
el fin de que no exista en ti esa ansiedad por observar resultados pronto. En
realidad no sabes qué conexiones hay entre todos tus pensamientos con el
recuerdo que estás borrando; no sabes cuál de esos hilos tenga que eliminarse
primero, no sabes de qué manera estén organizados ni cuál deba desenredarse
primero. Por ejemplo, puedes empezar a borrar registros sobre situaciones como
la escasez de dinero y a la vez puedes estar borrando sin saberlo, la escasez
de perdón en tu vida actual. Lo más importante de todo es que te permitas
sentir tranquilidad durante el proceso aunque no dispongas de dinero en tu
bolsillo o aunque no sepas qué es lo que estás borrando exactamente, tal como
si una fuerza superior a tu mente estuviera a cargo de la situación. Mientras
continúes sintonizando con la frecuencia que emiten las palabras sanadoras,
mejorarás muchas percepciones erradas de tu vida; es así como por medio de la
limpieza de los recuerdos de escasez un buen día te das cuenta de que has
mejorado notoriamente tu función intestinal o que has sanado de un dolor de
espalda crónico o tal vez empieces a llevar una mejor relación de pareja.
Muchas personas con las que he tenido oportunidad de dialogar sobre estos cambios
positivos e inesperados en algunas áreas de su vida, me han comentado que
algunos problemas de salud fueron desapareciendo sin haberlos tomado en cuenta,
sin siquiera haber sido conscientes de su existencia al borrar memorias. Sólo
empezaron a notar que ya esas sensaciones no habían vuelto después de haber
estado ahí mucho tiempo. Por ejemplo un
cliente mío, que por muchos años tuvo alergia hacia algunos alimentos y hacia
ciertos cambios de estación, se había resignado a padecer de esto irremediablemente,
así que se dedicó a borrar los recuerdos dolorosos que le unían a su esposa y a
sus padres, obteniendo la desactivación automática de las alergias en su
sistema. Esto ocurre frecuentemente cuando sanamos las raíces de algunos
eventos que están relacionados internamente con situaciones de las que tal vez
no tenemos conciencia. He denominado a este proceso “Curación en bloque”, para
que comprendas la manera que tu cuerpo tiene para sanar por medio de la
relación entre todos y cada uno de sus componentes. Todo lo que has sufrido
tiene una razón para haber existido, todo lo que has padecido tiene una
conexión con lo que estás viviendo y con esta hermosa técnica de amor
incondicional lo que haces es utilizar tus recuerdos como materia prima para
elaborar los regalos que mereces. La curación en bloque es un efecto del
proceso sanador que propicia el amor; también es algo que sucede en muchas
otras técnicas en las cuales se integran varios conflictos que proceden de un
mismo patrón de pensamiento, sin necesidad de saber exactamente cuál es este.
Todo ocurre en un entorno de confianza y gratitud hacia la Inteligencia Divina,
cuya misión es transmutar los errores de la mente, en el orden, espacio y
tiempo que considera perfecto. Es por esta razón que cuando estás borrando
registros, no necesitas del intelecto, de la lógica, de la intuición, ni
tampoco precisas conocer el principio o el fin de una enfermedad; en pocas
palabras, aquella yo, que casi siempre está a cargo, le cede el lugar a esa
otra yo, que sólo puede inspirarme. Al borrar registros con las 4 palabras que
curan, puedes mencionarlas en el orden que desees y así mismo puedes elegir las
que más se acomoden a tu situación en determinado instante. Si por ejemplo observas
tantas cosas hermosas a tu alrededor y deseas expresar gratitud, entonces
utiliza “Gracias” o todas las 4 palabras a la vez. Si vas caminando por la
calle y ves a alguien que necesita ayuda puedes decir para ti o para esa
persona: “Lo siento. Te amo”; o tal vez sea útil para ti pensar en la palabra
“Perdóname”. Sucede de igual manera para cuando estás molesta por algo que te
ha parecido desagradable u ofensivo. Puedes pronunciar la que más necesite tu
espíritu, por separado o todas en grupo. El riesgo de que lo hagas
incorrectamente es mínimo, por no decirte que no existe esa posibilidad.
Siempre que las pronuncias borras, aunque lo hagas sin total conciencia y con
el paso de los días descubrirás que ya no padeces de aquello que tanto te
molestaba o que eres más tolerante o que simplemente estás más receptiva al
amor por ti. Para aplicar tratamientos de amor no hay tantos requisitos como
pudieras creer; tu misión permanente es encontrar motivos para valorarte, para
apreciarte y realizarte, en la forma que mejor consideres conveniente. Tu medidor
es el estado de aceptación de lo que esté sucediendo en tu vida así como tu
felicidad y tu apertura para esperar de ella, lo mejor. Una pequeñísima parte
de tu biología es la célula. Tienes millones de ellas en tu cuerpo y cada una
posee inteligencia propia, es algo asombroso porque significa que cada una de
ellas tiene participación en cualquier proceso curativo del cuerpo. El concepto
de memoria celular aclara un poco más este punto de la siguiente forma: Tus
células almacenan la información individual y colectiva, estás formada por
millones de ellas, que son energía que se desplaza constantemente y que se
encuentra en un permanente cambio, entrando y saliendo del cuerpo físico,
fusionándose con todo lo existente, generando células nuevas que realizan los
procesos vitales una y otra vez. Cuando la célula es alimentada con palabras
sanadoras, hay cambios profundos en su interior y estos afectan favorablemente al cuerpo físico, al
cuerpo emocional, al cuerpo mental, es en esta forma como la salud comienza a
tener lugar en el ser humano que se alimenta por medio de sentimientos,
pensamientos, intenciones y palabras sanadoras. Todo esto a su vez nutre el
sistema y es cuando tú recibes los beneficios de ser parte de él y viceversa.
El origen de todas las enfermedades es una memoria archivada en la célula y el
desarrollo de estas enfermedades llega con la reproducción permanente
consciente o no, de estas memorias. Este ciclo termina cuando alteras el
concepto que tienen tus células acerca del tiempo, cuando interrumpes su
diálogo que dice: “Estoy enferma, creo que dentro de poco tiempo voy a morir”
para pensar en algo similar a esto: “Acepto estos síntomas como parte de mi
proceso de curación, renuncio a la lucha y permito que la Inteligencia Divina
haga su voluntad, me entrego a Ella”. Si logras mantenerte en este estado
mental, si concentras tu atención en el presente por medio de las palabras
curativas que ya conoces o sus equivalentes en pensamientos de amor hacia ti,
puedes dar por hecho que tu cuerpo responderá positivamente. En el mismo
instante en que tus células saben de tu intención de cambiar las viejas ideas
por gratitud y por perdón, de inmediato se ponen a trabajar, es como si tú
fueras la directora de una empresa y les comentaras a sus integrantes de las
nuevas políticas para mejorar sus ingresos, sus prestaciones y su economía en
general ¿Qué rostro crees que pondrían tus empleados? ¿Cómo responderían hacia
ti? Pues con mucha alegría porque estás brindándoles beneficios y eso mismo es
lo que hace tu cuerpo cuando percibe tu intención por cambiar. Cada parte de él
es inteligente así que puedes dialogar con la que elijas porque de igual manera
obtendrás la respuesta que tu conciencia necesita para curarse. Las respuestas que estás leyendo son esa ayuda
que necesitas para re construir tus días, tus momentos y así aprovechar cada
instante que te permita observar a la vida como una novela donde tú eres la
protagonista que ama estar en cada locación, que atesora cada episodio sabiendo
que está adquiriendo una gran experiencia. La utilización permanente de la
memoria te impide crear, porque nubla tu vista y desactiva tus sentidos de su
manera de percibir original, ya que sólo puedes mirar, oler, tocar, degustar y
escuchar el pasado; el recuerdo te incapacita para darle una nueva oportunidad
al mundo, usualmente percibes a tus hijos, a tus compañeros, a tus amigos, a tu
pareja con los sentidos del ayer, con el dolor de lo que sucedió. Así que en
cualquier instante que lo decidas, puedes comenzar a ser tú misma para fluir de
instante en instante, de momento a momento, porque sólo así puedes conocer la
felicidad y comprobar que ella en sí, no es una meta, sino un estado mental.
Puedes borrar memorias porque te consideras mala o puedes borrar memorias porque
amarte es un placer para ti, es cuestión de forma más que de fondo y poco a
poco vas a saber el porqué se borra memorias por amor más que por culpa. El
amor es tan flexible, que eres tú quien determina lo útil o lo perjudicial de
un pensamiento; puedes amarte aunque sientas un enojo profundo, puedes
elogiarte porque reconociste tu tristeza, puedes agradecerte el hecho de sentir
odio, puedes amarte más aún por el hecho de no poder hacerlo, tienes la
posibilidad de amarte porque no te amas. Recuerda que toda tu aparente
imperfección se encuentra rodeada por lo perfecto. El caos de tu vida es parte
del orden Divino.
CAPITULO
12:
PERCEPCION
Y TRANSMUTACION Transmutar es una palabra relacionada con convertir algo que
tiene una forma determinada en otra cosa; es transformar un concepto o una
creencia en su opuesto. Esta palabra se ha adaptado perfectamente a las
técnicas liberadoras que prevalecen en este tiempo para darle un nombre a la
transformación definitiva de nuestras viejas creencias en un nuevo despertar.
He elegido este capítulo para hablarte de la percepción y de su relación con
las 4 palabras que curan. La percepción consiste en la manera como ven el mundo
tus sentidos, es tu juicio respecto de lo que observas, hueles, escuchas o
tocas. Todo ello se encuentra conectado con un recuerdo, con una vivencia del
alma que ocupa tu cuerpo. La percepción puede compararse con la interpretación;
los seres humanos básicamente somos intérpretes de lo que sucede alrededor
nuestro. El proceso de transmutación es un cambio de pensamiento, un cambio de
actitud muy tuyo y es algo tan profundamente personal que en ningún momento
modifica algo fuera de ti ya que nada existe fuera de ti. Lo que hace es
alterar tu percepción para devolverte el derecho de merecer. Lo único que
cambia en ti es una idea que convierte tus pasadas elecciones de muerte, de
enfermedad y de dolor en salud, bienestar, longevidad, paz. En otras palabras,
la perfección también es relativa; si quieres ver tu vida y las decisiones que
has tomado como un error, pues entonces así es. Y si por el contrario, eliges
que todos los pasos de tu vida han sido necesarios para llegar aquí, también
así es. El amor es la base en la cual se apoya la vida, por eso el error está
contenido en él, esto le hace algo necesario, también le hace moldeable,
susceptible a la elección humana y de igual manera le hace perfecto como parte
de la totalidad. Todo esto significa que cuando le pones un límite a tus
pensamientos hostiles, tu percepción deja de hacer contacto con lo que ves
fuera de ti, mientras te guía la inspiración que proviene de la Inteligencia
Divina. Tal vez te preguntes el por qué te metiste en este juego de cometer
errores de percepción para luego transmutarlos, así como qué es lo que estás
obteniendo al jugarlo y para responder a tu pregunta comparto contigo lo que
considero: “El error es la única ruta para llegar a la verdad. Si le consideras
una bendición te traerá respuestas como tal y si le consideras una trampa de la
vida, entonces tendrás que caer muchas más veces en ella para aprender. De modo
que entre más confíes en tus errores, mientras más aceptes tu inocencia, más
aciertos tendrás”. Por medio del proceso de transmutación es posible conocer
aún más la relación entre los diferentes aspectos que integran nuestra
conciencia y de qué manera interactúan con Inteligencia Divina, para
transformar un error en perfección.
CAPITULO
13:
COMPONENTES
DE LA CONCIENCIA Tu conciencia como Ser tiene 5 componentes principales que al
estar unidos conforman la totalidad, la Creación, todo lo que existe. Lo ideal
es que la fusión entre los componentes de la conciencia sea permanente porque
sólo de ese modo se da la transmutación, el cambio de conciencia, la
iluminación. El Intelecto o mente consciente. Es la parte que todo el día se
encuentra pensando, que se alimenta con las memorias viejas; es precisamente
esta actividad constante la que le incapacita para generar situaciones de
salud, amor o paz interior porque sólo vive a base del dolor, de la nostalgia y
del ayer. Para el intelecto, pensar es casi lo mismo que recordar, por eso no
produce nada nuevo, sólo recicla más basura de la ya existente en la memoria
humana; el intelecto no tiene la facultad de crear mientras se encuentre
aislado de la totalidad. Una de sus principales batallas consiste en pensar que
el momento presente no debe ser tal como es, que es necesario cambiarlo, que te
encuentras en el lugar equivocado, rodeada de las personas equivocadas y de esa
manera lucha para salir de donde está mientras recicla recuerdos con el fin de
vivir sus experiencias por medio de ellos. Así es como sobrevive mientras
sacrifica el momento presente. Su función en el proceso de transmutación es
generar una intención de cambio, pronunciar las palabras sanadoras y llevarlas
a lo más profundo del ser. Subconsciente (Niña o Niño interior). El
subconsciente es tu niña interior, es aquella parte de ti con la que entras en
contacto cuando estás borrando recuerdos. Aunque seas adulta, siempre llevas a
todos lados a una niña o a un niño que necesita atención. Escuchar a esa parte
de tu conciencia, significa ser incondicional contigo, quiere decir que bajo
cualquier circunstancia aprobarás tus actos con el fin de establecer una
conexión con la Inteligencia Divina o con el Universo. Para algunas personas es
fácil percibir a su niña interior, para otras es algo doloroso, sin embargo
esta comunicación es importante para superar traumas o emociones reprimidas en
la niñez. Puedes acercarte a ella por medio de las palabras sanadoras, sin que
necesites regresar al ayer, sin que tengas que revolcarte en lo que ya sucedió,
sin que tengas que volver a tu tristeza para sanar. El subconsciente tiene el
mismo comportamiento de una niña lastimada, porque guarda su historia personal,
sus vivencias como individuo, como ser humano, así como su historia a nivel
colectivo; las guerras y batallas ganadas o perdidas, la lucha por la
supervivencia, las conquistas, las carencias, la sequía, el hambre, las tribus
con sus dioses, mitos, deidades, creencias, la lucha por el poder, la sumisión,
la fe, la duda, el racismo, la enfermedad, la luz, la oscuridad, etc. El
subconsciente almacena toda esta información como un depósito individual y a la
vez colectivo, que será utilizado durante toda la vida para revivir los
recuerdos por medio de las relaciones con las demás personas y llegado el caso
también puede ser utilizado como una manera de evolucionar por medio de la conexión íntima con otras
partes integrantes de la conciencia. Esto significa que cuando dices “Me amo” o
“Te amo” te estás conectando con tu niña interior para hacerle saber que estás
dispuesta a eliminar un registro que te está causando dolor y para que de
inmediato se ponga en marcha todo lo necesario para iluminar tu existencia. La
función del subconsciente en el proceso de transmutación es recibir la
intención de cambio de la mente consciente y enviarla al Yo Superior, quien a
su vez hace contacto con la Inteligencia Divina. Quiero compartir contigo una
de las hermosas experiencias que usualmente tengo con mis clientes cuando
trabajamos con su niña o niño interior. Siempre les pido que a partir de ese
momento establezcan una comunicación constante con esa chiquita desprotegida
que ha estado sola durante tanto tiempo y así es como ellos se ubican encima de
una dolorosa escena de su pasado y la observan como si fueran testigos oculares
y no protagonistas. Entonces pueden ver a su niña o niño tal vez llorando o
riendo y es cuando mis clientes que fungen como padres de su propia niña
interior, entran en escena abrazándolas, mimándolas, bendiciéndolas,
diciéndoles las 4 palabras mágicas para que las usen siempre y haciendo lo que
posiblemente nadie pudo hacer con ellos en ese instante; así intercambian la
escena triste por una nueva en la cual ellos le brindan amor a su ser interior
y siempre esta última prevalece. Recomiendo la creación de espacios hermosos
para las dos, como por ejemplo un bosque donde sólo ustedes puedan entrar, con
una casa que contenga utensilios, polvos mágicos, bebidas milagrosas o todo
aquello que consideres sanador para tu chiquilla y por lo tanto para ti. Puedes
ver todo esto desde arriba como si flotaras encima de tu propia película y
siempre tendrás la oportunidad de sanar los recuerdos a su lado, así jamás
estarán solas ninguna de las dos. Cuando
estés triste abrázala, no la dejes sola, ámala como nadie lo ha hecho, eso es
lo que te hará más consciente, más inteligente que aquellas personas que no
tuvieron otra manera de criarte. Este trabajo con tu niña o niño interior es
tan liberador y tan bello, que aunque conscientemente regresas al ayer, también
lo haces cuando lo consideras necesario y desde otra perspectiva, es una manera
de regalarte un bello instante en el cual borras memorias con tu niña interior.
Tal vez así estés alterando el pasado, tal vez sea un excelente recurso para
ti, siempre y cuando sientas la necesidad de hacerlo. Recuerda que te dije que
amar es ser flexible y cada vez tú y yo lo somos más. Yo Superior. Es nuestra
conexión con la Inteligencia Divina, Dios, el Universo o como desees llamarle.
Es totalmente inmune a los recuerdos aunque en el momento indicado se conecte
con la mente subconsciente para transmutar el error. Su misión en este proceso
es sintonizar con la Inteligencia Divina, para que finalmente decida lo que es
más conveniente para el ser. Hace algún tiempo llegó a mi vida una hermosa
oración creada por la escritora Catherine Ponder y la agregué a este segmento
para que la escribas en tu cuaderno de apuntes y la tengas en cuenta por si en
algún momento la pudieras necesitar: “Tengo fe en que mi Yo Superior, es
siempre mi instantáneo y generoso suplidor. Tengo fe en que mi Yo Superior,
abre todos mis caminos, cuando humanamente pareciera que no existen vías. Tengo
fe en que mi Yo Superior, estará guiándome siempre en todos mis proyectos,
manteniendo mi salud, felicidad y prosperidad. Mi éxito y mi paz interior están
seguros con su guía y ayuda”. La Inteligencia Divina. Es la Inteligencia
Divina, el Universo, la Fuente o aquello que representa al todo. Es el
equilibrio universal. Es ese aspecto tuyo que te inspira cuando el vacío tiene
lugar. La inspiración es una energía que proviene de la Mente Divina cuando
estás conectada a ella, por lo tanto no es un recuerdo, es simplemente luz que
proviene de la Fuente. La función de la Inteligencia Divina en el proceso de
transmutación es disolver el error mediante su energía poderosa que recubre
todos los aspectos y partes integrantes del ser hasta transformar en vacío los
registros que llenaban la mente subconsciente. El vacío. Es el resultado final
del proceso de conexión con la Inteligencia Divina por medio de las palabras
mágicas; es un estado de conciencia pura al que puedes acceder cuando dejas a
un lado el parloteo de tu mente. Sólo percibes al vacío cuando tu intelecto ha
dejado de pensar y se ha concentrado en el momento presente. El vacío es el
espacio que existe entre dos pensamientos; de su núcleo procede la inspiración,
que es la fuente de toda creación. El estado ideal del ser es el vacío porque
carece de penas y angustias; el vacío simplemente es. Muchas de las grandes
obras artísticas universales fueron creadas desde este espacio que deja a la
mente consciente sin percepción, sin juicios, sin críticas, sin pensamientos.
El vacío es la parte final del proceso de transmutación, es el espacio que
queda al perdonarte y es donde se encuentra la luz divina, el instante de
plenitud y conciencia total con el cual estás en contacto. El vacío es tu lugar
de procedencia.
CAPITULO
14:
CONTRATO
EMOCIONAL Cuando escribí sobre este tema en mi blog, muchas lectoras
empezaron a conocer más sobre los secretos de la existencia humana y con ello
pudieron sentir más tranquilidad, más capacidad de comprensión y tolerancia
hacia situaciones difíciles en sus vidas. Recibí muchas cartas en las cuales me
contaban acerca de lo aliviadas que se sentían al comprender que cada decisión
que habían tomado antes y que consideraban equivocada, era producto de un
contrato emocional. Le he otorgado este nombre a los pactos que celebra nuestra
alma en aquellos espacios que hemos olvidado para poder experimentarnos como
seres humanos, para vivir un mundo relativo, cargado de eventos que en algún
momento tendremos que aprender a interpretar. Sé que también tú en algún
momento has llevado a cuestas una relación que no ha sido fácil o que tal vez
jamás ha funcionado; por lo tanto has llorado por mucho tiempo intentando
alejar ese recuerdo de tu vida sin saber que su existencia se apoya en un
contrato emocional (así como el que realizas al entrar a trabajar en una
empresa), en el que esa otra persona por la cual has sufrido tanto es una de
las partes y la otra eres tú. De esta manera te has puesto de acuerdo con ella
para lograr la experiencia que necesita tu alma y que por lo tanto necesita esa
otra parte también. El objetivo principal de realizar estos acuerdos es el de
aprender. Antes de llegar a este plano analizas qué te hace falta vivir y para ello se te entregan todos
los elementos indispensables. Por ejemplo un ser humano puede aprender algo de
liderazgo por medio de contratos emocionales con otros seres humanos que ya son
líderes; es el caso de los hijos de presidentes, políticos, entre muchos otros
cargos. También es posible que alguien necesite aprender sobre el perdón y para
ello elija tener una madre irresponsable o que requiera crecer en la miseria
para conectarse con la carencia y con las necesidades humanas. La frase
“contrato emocional” evoca pactos, compromisos, lazos en los cuales
involucramos nuestros sentimientos y a simple vista puede parecer un juego
perverso, pero no lo es, así te parece cuando lo observas con tus sentidos que
casi siempre te victimizan; sin embargo el creer en un contrato emocional o el
no hacerlo, también es parte de tu misma experiencia de aprendizaje; se puede
comprender o rechazar, sin embargo en algún momento será importante tenerlo en
cuenta para que la carga sea más ligera o para que ya no haya cargas que
llevar. El aceptar fácilmente estos conceptos depende en gran parte del nivel
evolutivo de la conciencia. Una vez que recuerdas a la vida como una obra de
teatro, dejas de darle tanta importancia a tu personaje, a su aspecto físico, a
sus tragedias en cada escena, a su ropa, a los roles de tus compañeros de obra,
a los diálogos y al mismo escenario. No se trata de menospreciar la vida o de
sentir apatía por ella, se trata de ser quien observa y quien elige
conscientemente si siente el dolor del personaje o no, quien elige si ser feliz
al poder representarlo o no, porque siempre se trata de elegir consciente o
inconscientemente tu rol en la obra que actualmente estás rodando. Cuando
comprendes que cada una de tus relaciones difíciles con los demás ha sido parte
de un contrato en el cual tú elegiste, automáticamente tu vida cambia. Dejas de
ser una pobre víctima del infortunio para convertirte en la creadora de su
propia experiencia. La asimilación de tus relaciones con las demás personas
como contratos emocionales te impedirá caer en la trampa de lo injusto porque
sabrás que su actitud es parte de tu propio plan. El lugar o el momento en el
cual hiciste estos tratos no es tan importante como el aceptarlos
definitivamente; no obstante es fácil determinar que siempre has tenido
conciencia, incluso antes de nacer, así que en ese periodo tomaste decisiones
importantes y aceptaste tus roles o de lo contrario no estarías viviéndolos, no
serías la protagonista en la gran obra de tu vida. Un ejemplo de contrato
emocional puede ser el de un muchacho joven que toma la responsabilidad de trabajar
cuando aún no es tiempo de esto, con el fin de mantener a su familia porque el
padre ha fallecido o se ha marchado. El muchacho comienza a asumir el rol de
“padre/esposo” (ya que de alguna manera simboliza esto en el grupo) hasta que
lo considere necesario o hasta que lo crea conveniente, en virtud del acuerdo
que en otros niveles de conciencia, tiene con los demás miembros de su familia.
También se da el caso de la chica que siendo muy joven aún, se compromete a
llevar las tareas del hogar, a ayudar a sus hermanos menores, a lavar la ropa
de su padre, a cumplir con sus deberes escolares y tal vez a trabajar, porque
su mamá ya no está y de ese modo asume un rol de “madre/esposa” (porque de
alguna manera representa esto para su familia). Otro contrato emocional se da
entre parejas y es cuando te sientes atrapada en una relación que nunca tuvo
inicio y que parece no tener fin, ya que existe más un compromiso que un
sentimiento de por medio; así que te sientes mejor contigo misma quedándote
ahí, siendo parte de una relación que no funciona porque te dolería abandonarlo
todo por miedo a lo que podría suceder. Tu rol puede ser el de padre o madre
para tu pareja. También hay hijas que se han quedado toda una vida en el hogar
por un contrato emocional con sus padres, así que evitaron tener una familia
propia, con el fin de garantizar una estabilidad emocional para ellos, ya que
eso le proporcionaría a ella la tranquilidad de haber actuado correctamente,
aunque esto signifique sacrificar su derecho a tener su propia familia. Los
contratos entre amigas y amigos surgen cuando el decir la verdad significa un
riesgo para la amistad. Cuando el expresar lo que sientes puede ocasionar una
reacción equivocada por parte de la otra persona y quizás esto precipite el fin
de esa relación. Así que algunas veces el comportamiento habitual consiste en
“proteger” tu vínculo con tu amiga/o, aunque esto signifique guardarte tu enojo
e incluso dejar de ser tú misma. Los contratos emocionales son creaciones
tuyas, así que ese mal momento de tu pasado es producto de una necesidad de tu
ser para conocerse de manera total y así es como vas representando diversos
personajes, asumiendo diferentes roles, interpretando la vida de manera
continua hasta que decides que es hora de finalizar alguno de esos contratos o
tal vez todos. En un contrato emocional puedes sentirte atada o presionada para
cumplir con él hasta el final y es cuando no te atreves a soltar un grupo de
personas que pueden volar solas o cuando no puedes abandonar un empleo donde te
sientes insatisfecha porque te invade el temor de quedarte desprotegida con
todas esas responsabilidades encima esperando por ti; también puede ser que
sientas que es algo que tienes que hacer porque es tu misión y así justifiques
un poco tu permanencia en una relación o en un determinado lugar al que no
crees pertenecer. Tus relaciones con los demás se basan en contratos donde les
pides por medio de una comunicación energética, que cumplan con determinadas
acciones para avanzar en tu proyecto de
vida. Así mismo aceptas interpretar ciertos personajes para cumplir con los
proyectos de vida de los seres que te rodean. Los mejores acuerdos son los que
te permiten sentir plenitud, satisfacción, totalidad y gratitud. Se puede
sentir esto aún cuando tu relación con alguien no sea la ideal. Puedes comenzar
a definir y aceptar lo que estás obteniendo a cambio de seguir ahí, para
posteriormente soltarlo de manera natural, sin que tengas que hacer algún
esfuerzo sobrehumano. ¿Te sientes atada/o a alguien? ¿Te tocó vivir una vida
que aborreces? ¿Estás obligada a continuar con el contrato? ¿Qué te obliga? Si
te sientes atada a alguien, si no eres feliz, borra el lazo o la memoria que te
une a esa persona por medio de la siguiente oración: “Inteligencia Divina,
elimina de mis recuerdos y de mi mente, el pensamiento que atrae tal
comportamiento en _____________. Gracias. Gracias. Gracias. Lo siento.
Perdóname. Te amo.” Eres una persona libre de terminar con tus contratos
emocionales cuando estimes conveniente y para ello es suficiente con borrar
memorias; en realidad no tienes por qué forzar una situación que puede fluir
fácilmente sin necesidad de que sufras o te castigues. Decidas lo que decidas
ten en cuenta que no eres mala, no eres culpable, nadie lo es porque todos
tenemos un personaje, una obra, una misión, una tarea al estar aquí y aunque no
lo creamos lo estamos haciendo bien. Cuando un contrato emocional se da por
terminado es porque era el momento preciso para hacerlo, esto puede suceder de
manera inesperada, por lo que estarás preparada para asumirlo y para comprender
que todo lo que ocurre tiene una razón
de ser y es parte del plan de la Inteligencia Divina. Hace algún tiempo estudié
un caso que puede servir como ejemplo: Javier es un muchacho joven que se
sentía atado a su madre por siempre, ella siempre había estado enferma y eso le
había impedido Christian que pudiera llevar una vida normal, conocer a alguien,
entablar una relación, etc. En lugar de esto, pasaba la vida trabajando y
escuchando los lamentos constantes de su madre, quien parecía no considerar el
penoso trabajo de su hijo durante todo el tiempo. El no era feliz. Así que un
día decidió amar su infelicidad, simplemente repetía una y otra vez las 4
palabras que curan, se amaba, se perdonaba, se agradecía de manera constante.
Comprendió que su mamá no era culpable y que él era el responsable de su propio
dolor; con la gratitud, con el perdón se desvanecía todo intento de escapar de
su vida, se opacaba la angustia y la ansiedad, hacía a un lado la creencia de
que su vida era un error. Entonces su rostro empezó a cambiar, dejó esa
apariencia de vejez para tomar un aspecto de acuerdo a su edad, juvenil,
fresco. Repentinamente conoció a alguien en su trabajo, entabló una relación
amorosa y esta persona le brindó un hermoso presente. Lamentablemente la madre
de Christian falleció, pero él ya no sentía ese vacío o ese sentimiento de no
haber hecho lo suficiente. Al contrario de esto sentía que eso era lo que ella
necesitaba para poder evolucionar y que él había cumplido con su parte del
contrato. Una escritora que transformó mi vida es Louise L. Hay. Sus libros
tienen la virtud de sanar el alma y la conciencia del ser humano, por eso le
estoy profundamente agradecida. De uno de sus libros llamado “Vivir” he
extraído unas líneas que ilustran a la perfección el significado exacto de
nuestro papel en un contrato emocional: “Siempre me he imaginado mi muerte como
el final de una representación. Baja el telón por última vez. Se acaban los
aplausos. Voy a mi camerino y me quito el maquillaje. La ropa queda en el
suelo. El personaje ya no soy yo. Desnuda, voy hasta la entrada de artistas.
Cuando abro la puerta, me encuentro ante una cara sonriente. Es el nuevo
Director, con un nuevo guión y el traje en la mano. Me inunda la alegría al ver
que me esperan mi público fiel y mis seres queridos. La ovación es cariñosa y
ensordecedora. Me saludan con más Amor del que jamás he experimentado antes. Mi
nuevo papel promete ser el mejor de todos”.
CAPITULO
15:
LIBRE
ALBEDRIO Este concepto sobre libre albedrío unido a los demás que he
escrito, te permitirá ser más flexible con tus opiniones y percepciones acerca
de los actos de los demás, así como con los tuyos, tomando en cuenta que entre
más comprensión entregas, más te comprendes a ti misma, por lo tanto más
obtienes de la vida y de las personas que te rodean. El libre albedrío es un
regalo que te fue dado para que pudieras tener la libertad de elegir cómo vivir
en este planeta. Es por eso que siempre te sientes impulsada a elegir, cada
instante de tu vida ha sido el producto de una elección consciente o
subconsciente y ellas se derivan de tu manera de ver el mundo, de lo que
recuerdas, de todo lo que has vivido e incluso de las emociones que pudiste haber
heredado de tus antepasados. Tal vez en algún momento hayas pensado que el
libre albedrío no es tan libre como se cree porque no recuerdas o desconoces a
qué hora tomaste tantas decisiones que te han ocasionado grandes pesares,
dolor, tristeza o soledad. A veces hasta has creído que todo lo que has vivido
fue impuesto por un dios autoritario y vengativo, pero si observas bien tu
estructura, tu anatomía puedes darte cuenta de que nada sucede fuera de tu
cabeza, fuera de ti, lo que significa que absolutamente todo lo que observas es
un pensamiento en tu mente y si todo es un pensamiento entonces nadie que no
seas tú, puede penetrar en ella para alterar su contenido, nadie excepto tú
puede modificar las creencias, los
recuerdos e incluso la decisión de poseer o no libertad para elegir. Si crees
que no tienes el poder de elegir pues así es y tu vida dependerá de esa
creencia así que vivirás a expensas de las elecciones que otros han hecho sobre
ti. Si crees que tienes el poder de elegir cada minuto de tu existencia y que
elegiste estar aquí ahora, entonces tu vida dependerá de esa creencia y podrás
escoger cómo vivirla. Considero que incluso el hecho de no poder elegir viene
determinado por una elección anterior, así que el libre albedrío te ofrece
tanta libertad como tú la quieras aceptar. Aunque no puedas recordar en qué
momento elegiste vivir esta vida como la has vivido, en realidad lo hiciste
porque tú lo eres todo, no hay separación entre tú y todo lo demás. Asimilar el
concepto del alma, te permite comprender la idea de que “Todos somos uno” y que
por lo tanto, las opciones que habitan la mente universal, el espacio o el
tiempo, son múltiples; cuando piensas en ti como un solo sistema compuesto por
otros sistemas en pequeña escala, tus elecciones no pueden hacerte daño porque
sabes que cualquier opción que elijas constituye una parte de un todo en el que
no tienen cabida las equivocaciones y a la vez comprendes que todas y cada una
de tus decisiones organiza la vida de muchas personas a tu alrededor; además
siempre que se trate de ti actuarás de acuerdo a la vibración más elevada que
es el amor. Seguramente en alguna ocasión has deseado alterar, modificar o
eliminar alguna situación dolorosa de tu pasado, tal vez porque crees que si
pudieras cambiar tu vida anterior serías más feliz de lo que eres ahora, y esto
no es más que un engaño de tu mente para que continúes en el mismo círculo
vicioso que te hace preguntarte por qué fuiste castigada con tan mala suerte o
con una vida tan difícil; esta necesidad compulsiva de regresar al ayer una y
otra vez genera un dolor que no termina y que te impide observar a tu alrededor
las señales que te pueden guiar hacia tu
conexión con la Inteligencia Divina. El arrepentimiento, la duda de cómo habría
sido tu vida bajo otras circunstancias, la sensación de haber procedido de
manera incorrecta, la nostalgia, el pesar y la pena porque todo sucedió
contrario a tus deseos, no son más que peldaños en la escalera de la vida, en
los que puedes detenerte, avanzar o retroceder, según tu propia voluntad o
dependiendo de las necesidades que tenga que experimentar tu Ser. Antes de
arrepentirte de tu vida pasada o de tus actos, reflexiona en el hecho de que si
viajaras en el tiempo hacia atrás y tuvieras la oportunidad de corregir lo que
tanto te lastima, entonces habrías alterado totalmente lo que sucedería después
y habrías ido por otros caminos distintos a donde estás ahora y tampoco habrías
tenido oportunidad de leer este libro o de disfrutar las cosas bellas que
tienes ahora. Puede ser que aún ese otro camino probable fuera perfecto para ti
y que avanzaras de acuerdo a lo que se te presentara de ese otro lado del
camino, pero yo me siento feliz de estar en tu mundo, de relacionarme contigo y
de transmitirte lo que yo he aprendido. Como siempre tienes dos caminos ante
ti, uno de ellos te guía hacia el arrepentimiento y la culpa por lo que fue o
no pudo ser y el otro te lleva hacia la aceptación de tu pasado como la semilla
que vio nacer a quien eres ahora. ¿Cuál camino eliges? Hay una película llamada
“Efecto mariposa” en la cual el protagonista tiene el poder de alterar lo
ocurrido en el pasado por medio de las fotografías, así que se decide a cambiar
todo lo que no le agrada de su vida y regresa el tiempo, modificando todo y
alterando los comportamientos de las personas que le rodean, encontrando más
problemas que los de la vida que había tenido antes. El mensaje de esta
película es interesante porque te demuestra cómo la elección que haces, la
decisión que tomas, siempre es la que más necesitas para aprender y cómo el
hecho de aceptarlo o de saberlo, te permite encajar fácilmente en la realidad
que has elegido. He escrito en párrafos anteriores que un sentimiento muy
humano es el de considerar que el momento presente tendría que ser diferente,
que podrías estar en otro lugar con personas diferentes a las que ves; te pasas
una vida entera anhelando lo que no tienes por que crees que así eliminarás la
infelicidad que habita tu corazón, pero la vida no funciona así porque a nivel subconsciente
tú elegiste lo que estás viviendo y si aún después de saber que eres quien ha
planeado tu vida ni siquiera puedes estar conforme con tu elección, entonces
apóyate por no comprenderte, apóyate cuando más lo necesitas que es
precisamente el instante en el que te criticas; lo mejor de todo es que tienes
la libertad de aceptarte por no estar conforme, siempre tienes el poder de
elegir, a cada instante lo estás haciendo. Sin duda alguna la vida es más fácil
cuando permites que un poder superior haga su voluntad por medio de ti, cuando
eres el instrumento que utiliza el Universo para realizar su gran obra; la vida
es más sencilla cuando asimilas que todo lo que llega a ti es producto de una
necesidad que de algún modo está siendo satisfecha. Todas tus elecciones son
perfectas en el desarrollo de la conciencia individual y colectiva; si tomas la
opción A, se despliegan ante ti una gran variedad de situaciones necesarias en
tu proceso de vida y por lo tanto útiles para los procesos de vida del
colectivo; si tomas la opción B, de igual manera se despliega la vida ante tus
ojos para que puedas vivirla de acuerdo a lo que te va mostrando. Todo el
tiempo estás ejerciendo tu libre albedrío aunque ni siquiera lo sepas, a cada
instante tienes intenciones que influyen en tu estado de ánimo, en tus
esperanzas, en los resultados que consciente o inconscientemente esperas. Ahí
reside la magia de la vida, en ese poder invisible de elegir aceptación en
lugar de dolor; en la satisfacción de
escoger la mejor de las opciones apoyada en la inteligencia que te caracteriza
por ser quien eres. La muerte de un ser querido puede significar un
intercambio; puedes obtener algo fabuloso a cambio de esa pérdida o también
puedes creer firmemente que tu vida aquí se ha terminado porque te quedaste sin
motivos. Tú eliges cómo interpretar esa ausencia, tú puedes re definir el
concepto de muerte e influenciar a muchas personas que han enfermado por no
poder superarlo. Puedes elegir considerarte el Universo mismo o considerarte
una pequeñísima parte de él; ahí radica la diferencia entre tu poder para
asumir los retos de la vida o tu sumisión ante ese Dios implacable que espera
sentado en el cielo, a que cometas errores para castigarte. Una de las
historias griegas que más me gusta, por su estrecha relación con la perfección
de nuestra realidad relativa es la del minotauro, he escrito sobre esto en mi
blog. Este personaje con cabeza de toro y cuerpo de hombre nació de la unión
entre Parsífae (esposa de Minos, rey de Creta) con un toro blanco que le fue
regalado a este por Poseidón, con el fin de que fuera sacrificado como parte
del pacto entre Minos y el dios del mar. Pero el rey Minos quedó maravillado
con el toro y sacrificó otro animal en su lugar, pretendiendo engañar a
Poseidón, quien se dio cuenta y tomó venganza haciendo que Parsífae la esposa
de Minos se enamorara perdidamente del toro. Entonces de la unión entre ella y
el toro nació Asterión, el minotauro con cabeza de toro y cuerpo de hombre; el
cual, en mi opinión representa fielmente la polaridad como parte de un todo, a
la unión de los opuestos como la fuerza que impulsa la vida y también simboliza
el rechazo que de manera natural sentimos hacia lo que hemos llamado “el mal”. Los
seres humanos nos sentimos obligados a elegir al bien en lugar del mal, porque
esto nos hace “buenos” y merecedores de un premio final, de manera que
constantemente estamos haciendo las elecciones que consideramos correctas para
nuestra vida, porque llevamos una carrera a toda velocidad hacia ese lugar
donde se nos juzgará o cuestionará por comportarnos de determinada manera aquí
en la Tierra. Lo que ignoramos es que no es posible separar al mal del bien,
así como tampoco es posible separar a la noche del día o la salud de la
enfermedad, no es posible separar al todo porque ya es uno. La unidad es la que
permite que vivamos en un planeta de eventos relativos, donde cada uno de ellos
depende de nuestro juicio para poder ser; así es como nace el poder de elegir,
así nos convertimos en jueces de nuestra propia existencia. Es precisamente la
necesidad de hacer el bien y de ser una buena persona, lo que nos impulsa a
rechazar su opuesto, a odiar a los contrarios y en ese rechazo nos convertimos
en lo que cuestionamos. Si por ejemplo en este instante recordaras todos los
actos que el ser humano ha llevado a cabo para gobernar al mundo, te
encontrarías de frente con eventos como la inquisición, los genocidios, los
asesinatos y las guerras, la tortura, el abuso, etc., si trajeras este dolor a
tu mente sólo para comprobar lo que he escrito ¿Qué sentirías? ¿Tal vez
sentirías unos deseos locos por utilizar todos estos instrumentos en contra de
quienes los crearon para torturar? ¿Tendrías ganas de regresar a la oficina de
Hitler y no digo pegarle un tiro, sino llevarlo personalmente a la cámara de
gas? ¿Tendrías deseos de esto y de algo más? Por supuesto que sí. Es lo normal
cuando eliges ser buena persona que juzga la maldad, ya que el rechazo de la
maldad te hace parte de ella. Elegir la bondad y juzgar la maldad, significa
trasladarte al lado de los que consideras malos y utilizar sus mismos
argumentos; significa olvidar que un
pensamiento tuyo creó la muerte, la violencia, el dolor humano. Entonces elige
amar las dos caras de la moneda, ama los opuestos y encontrarás el secreto para
vivir mejor. Has definido que lo “bueno” es necesario, aprobado, placentero,
celestial espiritual y que lo “malo” es innecesario, desaprobado, oscuro,
terrenal, doloroso e impuro. Pero en el mismo instante en el cual elegiste “lo
bueno” pusiste en marcha el mecanismo que tanto cuestionas y calificas como
negativo. Al rechazar o calificar la enfermedad también alejas la salud, al
rechazar la tristeza también lo haces con la alegría, al rechazar la actitud de
alguien más, inevitablemente te rechazas a ti misma porque todo es parte de lo
mismo, todo lo que existe es indivisible e inseparable. La mejor manera de
curar el cuerpo es mediante la integración de todas tus experiencias sin
juzgarlas, sin pretender cambiarlas, porque cada sentimiento, cada emoción que
llega a tu conciencia, por muy desagradable que sea, lleva una enseñanza, una
lección que sólo podrá ser percibida por ti cuando elijas aprobarte bajo
cualquier circunstancia. Sientes terror ante la posibilidad de aprobarte porque
crees que si lo haces, todo lo desagradable se quedará contigo, pero es al
contrario; entre más aprobación obtengas de ti misma, menos necesidad tendrás
de re crear las situaciones que te causan dolor. Muchas personas me han dicho
que con la práctica de las 4 palabras que curan, han sentido mucho dolor,
lágrimas, abandono, soledad y que por lo mismo se preguntaban una y otra vez,
si esto es en realidad corregir un error. De modo que siempre les dije que un
procedimiento curativo no juzga, ni limita, sólo ama y este sentimiento
permanece eternamente unido a cualquier emoción, entonces cuando hay lágrimas,
dolor, angustia y ansiedad en un tratamiento de amor, lo más probable es que él
mismo te guíe hacia la paz por medio de la integración de tus sentimientos. Integras
tus emociones cuando las unificas. Por ejemplo si sientes miedo, en lugar de
huir de él o tratar de esconderlo, lo que haces es bendecirlo, aceptarlo,
amarlo. Si logras llegar al punto máximo de tus miedos entonces dejarás de
temerles. Esto es algo que aprendes con el tiempo; no te exijas demasiado por
favor, ten mucha paciencia, mucha tolerancia con tu aprendizaje, todo ello va
llegando en el mejor momento para ti, hay una Inteligencia Divina detrás de
todo esto. Integrar las emociones es algo muy práctico, consiste en observarte
mientras experimentas enojo, ansiedad, temor o dolor. En el mismo instante en
el que eres testigo fiel de tu emoción, ella tiende a desaparecer porque se
siente observada y desprotegida por el bullicio de tu mente, quien siempre le
brinda protección. El diálogo que utilizas contigo cuando estás desconectada de
las palabras sanadoras, es tu apoyo en la tarea de integrar todas tus emociones
para volverlas una sola, por eso es importante que pierdas el gusto, el deleite
de amargarte la existencia con la idea de que alguien te hizo o quiere hacerte
daño; lo mejor es entregarte, renunciar y aprender a observar tu rostro bajo la
máscara que llevan las demás personas, cuya misión primordial es reflejarte. En
una ocasión una amiga me llamó por teléfono para decirme que estaba muy enojada
con su mamá por problemas que venían desde mucho tiempo atrás; entonces lo que
hice fue sugerirle que se diera permiso para sentir enojo de manera consciente
y ella lo hizo. Así que comenzó expresando lo que sentía, siguió con la
aceptación de su enojo, posteriormente se alegró por tener la libertad de
enojarse, ya que jamás la había tenido antes, después se perdonó por haberse
enojado y posteriormente lo soltó sintiéndose más ligera. Hay una gran diferencia
entre lanzar los platos a la pared mientras estás enojada sin ser consciente de
ello, con el hecho de lanzar el primer plato consciente de que estás enojada, consciente de lo que tienes
en la mano, viviendo plenamente tu enojo. Eres libre de expresarte, de enojarte
o sentir miedo o cualquier otro sentimiento que te incomode; puedes sentirlo,
no hay nada malo en ello; yo hice esto muchas veces cuando estuve enojada y me
decía, gracias por poder expresarme, es fantástico tener la libertad para descargar
la ira! Es importante que no te quieras quedar enojada eternamente por el
placer pasajero de sentirse víctima, por favor siéntelo y después libéralo,
sácalo de ese lugar de donde te está creando problemas, deja que se marche de
tu vida. Los pasos para soltar una emoción cualquiera que esta sea son los
siguientes:
1. Expresa la emoción que sientes.
2. Acéptala.
3. Comprende que eres libre de enojarte o de sentir cualquier
emoción, siente esa libertad.
4. Perdónate completamente por lo que rodea a tu emoción.
Recuerda que siempre se trata de ti, aunque veas enemigos fuera de ti, siempre
se trata de tu propia voz.
5. Finalmente deja que esta emoción se marche. Dale tu permiso
para irse.
El libre albedrío es una característica del alma universal, por
lo tanto jamás se te quita; puedes elegir, aunque no tengas cuerpo físico,
aunque seas un bebé, aunque todavía no puedas expresarte, aunque hayas
enfermado, aunque hayas muerto. Tu elección siempre prevalece, tu elección es
respetada; por eso aunque veas que un bebé es víctima de un adulto, deberás
saber que en ese bebé existe un alma vieja, una conciencia que tal vez ha
caminado mil vidas más que tú y que por
lo tanto a nivel subconsciente conoce la verdadera razón de sus elecciones.
Aparte de todo, la única persona que puede calificar una situación eres tú
porque todo existe solo en tu conciencia, así que puedes utilizar las
experiencias dolorosas que ves en otras personas para borrar las memorias que
te relacionan con ellas. El don de elegir nos fue dado para experimentarlo
todo, no obstante la mejor elección, la que siempre va a traer equilibrio a tu
vida es la de pronunciar las 4 palabras que curan para hacer contacto con la
Inteligencia Divina, este es el punto a donde finalmente tiene que llegar la mente
humana. Todo lo que he escrito aquí ha funcionado para mí y para muchas
personas en el mundo, no es la primera vez que se dice pero tal vez es el mejor
momento para que tú lo aceptes y por eso se ha escrito de nuevo. Yo elegí este
camino, continúo aprendiendo de todo lo que en él encuentro, continúo
aprobándome aún por todas esas cosas que intento desaprobar de mí misma.
Considero que el libre albedrío nos permite sentirnos seguras en cualquier
espacio, en cualquier sendero, sin el miedo de morir, sin el miedo de vivir,
sin la desesperanza acechando a cada instante y con la certeza de que el camino
elegido nos guiará hacia etapas maravillosas de nuestra propia conciencia,
donde también hay nuevas decisiones por tomar. Las palabras sanadoras expresan
la aceptación de quiénes somos y de cómo hemos elegido vivir, la libertad para
elegir de qué manera vivir en la Tierra y el gozo eterno de sentir lo que es.
CAPITULO
16:
VIDAS
PARALELAS Si has estado buscando respuestas es probable que hayas
descubierto que eres energía y que si colocas cualquier parte de tu cuerpo bajo
el microscopio ideal, observarás partículas de luz en movimiento las cuales
conforman todo lo que tus sentidos pueden percibir, de manera que todo está
hecho de lo mismo que tú. Bajo la piel de tu cuerpo se esconde otro universo
repleto de células, átomos y energía, mismo que contiene toda la información
que necesitas para continuar evolucionando en tu realidad. Estos átomos que
están en permanente movimiento se unen con las demás partículas, átomos y
moléculas que existen a tu alrededor y en todo el universo para continuar
formando un todo, de manera que tú puedas cambiar la composición de tu cuerpo a
cada instante. Es como si tú fueras un movimiento perpetuo de partículas que
entran y salen de tu ser para crear una nueva persona, a la vez que otra parte
de ti se encuentra limitada a sus pensamientos y que por medio de ellos busca y
encuentra la salida a muchas de sus encrucijadas. La composición energética
humana es algo que se conoce desde hace milenios, por esa razón un filósofo
antiguo llamado Heráclito dijo: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”. Y
esto es porque el río es una corriente de agua que siempre fluye, así que cada
vez que entres en él, encontrarás aguas nuevas. Esta analogía ilustra aún más
la verdad sobre tu cuerpo y sobre tu ser, tú eres igual que el río (tal como lo
escribió Hermann Hesse en “Siddhartha”) cada vez que respiras incorporas en ti la energía vital que
creó el Universo y que recorre tu anatomía recreándola, unificándola con todos
los demás seres que existimos a tu alrededor, por eso la respiración es la base
de la vida, es la conexión con la existencia y con el campo infinito de
posibilidades que siempre ha estado ahí para ti y que a la vez eres tú. Para hablar
de vidas paralelas hay que hacer referencia al tiempo como una necesidad que te
permite ordenar y clasificar tus vivencias y pensamientos en pasados, presentes
y futuros; esto hace que permanezcas atada al pasado, sin estar presente en el
momento actual y que de repente te traslades al futuro para realizar planes o
para asustarte con tus miedos. Lo contradictorio es que a pesar de que estás
fuera del tiempo presente casi siempre o sea que la mayor parte del tiempo
estás dormida, no puedes darte cuenta de que el tiempo es algo mental y que por
lo tanto se encuentra en tus pensamientos, así que no puedes darte cuenta de
que todo está sucediendo simultáneamente y te encuentras en este momento en
muchos lugares a la vez. Se ha dicho que separar al tiempo en pasado, presente
y futuro te protege de los sucesos que están ocurriendo en tus vidas
simultáneas porque así puedes manejar inteligentemente cada suceso de tu vida.
Si por ejemplo tuvieras conciencia de que ahora mismo una parte del Ser
multidimensional que eres se encuentra sentada cenando al lado de Jesucristo
podrías tal vez pensar que te estás volviendo loca y en realidad así es como
funcionas, en eso consiste la energía que eres y naturalmente estás aprendiendo
a manejarlo, ya irá tomando forma en el momento más oportuno para tu
conciencia. Todo está sucediendo en el momento presente, toda la historia que
aprendiste está aquí ahora y para ayudarte a comprender esto más fácilmente,
enumero los siguientes postulados:
1. Sólo existe una conciencia universal en este instante y se
trata de ti. Así que para aprender tu lección de vida, me has creado a mí, así
como todo aquello que pueden percibir tus sentidos, así es como puedes
comprender por ejemplo que estás viviendo el año 2.010.
2. Esa conciencia universal que eres tú, también ha creado un
espacio en el cual se desarrollan sus componentes a nivel individual (o sea que
tú eres ese espacio donde yo, como componente tuyo, puedo desarrollarme).
3. Esos componentes individuales o esas conciencias que dependen
de ti (como la mía) están aprendiendo con base en sus propias percepciones, que
nacen de acuerdo a las tuyas según sea su necesidad que es la misma tuya.
Algunas de estas conciencias individuales pueden vivir por ejemplo en el año
500 antes de Cristo y otras en el año 3.000.
4. Todas las posibilidades ya han sido creadas, en virtud de que
todo está sucediendo en el momento presente. Por eso ya existen todas las
versiones de ti misma que puedas imaginar. Tú viniste a elegir, no a crear. Sin
embargo utilizamos la palabra “crear” o “re crear” para hacer énfasis en la
importancia que tiene el proceso de pensamiento y también utilizamos la palabra
“curar” para jugar un poco con el lenguaje que tenemos grabado. No obstante
todo ya ha sido creado y en realidad no hay nada que curar porque salud y
enfermedad van de la mano. Todas las vidas y todos los eventos están ocurriendo
en el ahora; los seres humanos nacemos con el poder de elegir en qué época
despertar y el tipo de experiencias que anhelamos tener. En algunas ocasiones cuando dormimos
nos trasladamos entre diversas épocas por medio de nuestros sueños y así es
como nos descubrimos volando o vestidos con harapos en espacios extraños, en
donde a veces somos hombres o mujeres y también viajamos a aquellos lugares
donde hemos sido reyes, reinas o esclavos, entre muchas otras experiencias. Los
sueños son esos instantes en los cuales nuestra alma es libre de expresarse, de
comunicarse con nosotros en formas tan diversas que a veces creemos vivir fuera
de la realidad. Si las vidas no ocurrieran en forma paralela, nuestros sueños
no serían tan reales, tan vívidos y tan cargados de emociones intensas.
Einstein demostró la importancia que tienen el espacio y la velocidad en
nuestra definición del tiempo, el cual va cambiando dependiendo de cómo lo
interpretamos. ¿Recuerdas bien lo rápido que transcurrió el tiempo en tu
primera cita con esa persona que tanto te gustaba? Se te volvió 1 minuto! O
¿Recuerdas cómo esos 15 minutos en el atascamiento del tránsito se convirtieron
en 3 horas?. Pues bien, esto hace que el tiempo sea algo relativo, porque es un
evento que depende de tu criterio para ser calificado. No existe fuera de ti.
Recuerdo bien aquél libro de JJ Benítez llamado Caballo de Troya I, en el cual
narra de manera asombrosa, un viaje que hizo al pasado y en el cual tuvo la
oportunidad de conocer a Jesucristo y de presenciar algunos pasajes de su vida,
pasión y muerte. Debo confesarte que a medida que iba leyendo el libro yo sólo
pensaba en cómo podía ser mentira algo relatado con tanto detalle y coherencia.
Para mi mente, los viajes en el tiempo eran y son sucesos fáciles de aceptar ya
que he viajado mucho con mis pensamientos sin ser del todo consciente de esto.
Además, si nos fijamos atentamente en los detalles, nuestro cuerpo físico con
toda su estructura y funcionamiento, es la revelación de que somos una obra misteriosa, mágica, maravillosa, entonces ¿Qué
podría ser más sorprendente que nosotros mismos? Si comparas cualquier aspecto
increíble de la vida con tu propio ser, podrás darte cuenta de que si tú
existes, entonces todo, absolutamente todo lo demás también puede existir.
Actualmente es más fácil la asimilación de estos sucesos gracias al desarrollo
de la conciencia humana y a la influencia de la física cuántica que va
revelando detalles asombrosos sobre los átomos, las ondas y las partículas; es
así como se ha podido determinar que la anatomía humana es un movimiento de
átomos que viajan a determinada velocidad para poder ser visualizados en este
espacio que habitamos; si esa velocidad aumentara entonces seríamos invisibles
para la conciencia de este mundo y podríamos ser vistos en cualquier otro lugar
o en cualquier era de este espacio. ¿Te suena a ciencia ficción? Más vale que
no sea así, no le temas a explorar más allá de las fronteras de lo que te
enseñaron. Analiza bien todas esas películas catalogadas como futuristas o de
fantasía, observa bien esos monstruos, esos rostros sin forma, esas estructuras
que son las naves espaciales y después pregúntate: ¿Si todo lo que el ser
humano tiene en sus pensamientos son memorias o recuerdos, entonces todos estos
seres y películas, también lo son? La respuesta la tienes tú. Si estás aquí
leyéndome y eres la fusión de muchos puntos de luz, entonces todo es posible en
tu mundo. Sé que en algún momento de tu vida has tenido presentimientos,
premoniciones o sueños que después se vuelven parte de tu realidad y que por
eso te preguntas cómo pudiste predecirlo o saberlo, si aún no lo habías vivido.
La razón es que tu yo “futuro” (por llamarle de la manera acostumbrada) te
comunica en tus sueños de alguna experiencia agradable o desagradable para que
decidas qué hacer al respecto en el momento presente y es cuando tú borras
memorias por lo sucedido en tus
presentimientos o en tus sueños. Hay una versión de tus “yoes” en todas las
eras de la humanidad, tú eres todos esos otros seres, viviendo en cuerpos
individuales y actuando como si no lo supieras. Los temas como tiempo, energía
y espacio, guardan una estrecha relación con tus sueños o sea, aquellas
vivencias que tienes cuando duermes, a esos viajes que realizas a otros mundos
sin tener que llevar un cuerpo físico ni una vestimenta y en los cuales puedes
volar, aparecer y desaparecer, predecir un instante futuro, convertirte en un
animal o una planta y dónde estás receptiva al infinito y eterno mar de
posibilidades que hay a tu alrededor. Cuando cierras tus ojos te encuentras
frente a frente con la verdad y sin miedo alguno habitas ese espacio en el que
eres tú, sin mentiras, sin ilusiones, sin límites. Cuando abres tus ojos
nuevamente piensas en tus sueños y en aquellos mundos a donde fuiste cuando
dormías, recuerdas esas personas que volviste a ver aunque creías que se habían
ido para siempre, recuerdas que hablaste con ellas como si aún estuvieran
físicamente a tu lado, las sentiste tan reales que sientes algo de nostalgia al
despertar y sentir que no puedes tocarlas como en tus sueños. Tal vez sea que
cuando duermes vives y cuando despiertas sueñas. Todo depende de cómo lo
quieras observar. Sin embargo, todo está sucediendo ahora porque el momento
presente está tan cargado de poder que no puede existir algo fuera de su
dominio, así que la historia de la humanidad con sus protagonistas se encuentra
en un mismo espacio con el presente y con el futuro, aunque nuestra lógica
piense que todo es parte del ayer. Las vidas pasadas que se pueden recorrer a
través de regresiones (terapias en las cuales se toma consciencia de cada vida
anterior), son una manera de conocerte. Les llamamos vidas pasadas porque
tenemos la necesidad de crear momentos que supuestamente vamos dejando atrás y que van
definiendo nuestro progreso, avance o evolución. Por ello creemos en la muerte,
porque es la oportunidad de ponernos en paz y de mostrar lo que hemos
aprendido. Pero en realidad todo ocurre dentro de un gran espacio, como si
fuera una cancha de fútbol en la que cada uno de sus elementos o jugadores
representa una era diferente con sus propias características, con las
situaciones ideales para cada una de ellas. Así es como la prehistoria, la edad
media, la edad moderna y el momento actual, son los componentes paralelos (que
aparentemente no se tocan) de ese gran espacio que eres tú, por eso eres quien
observa y quien interpreta. La regresión a vidas pasadas fue un excelente
método de auto conocimiento que desarrolló el doctor Brian Weiss, quien
escribió varios libros al respecto, entre los cuales se destaca “Muchas vidas,
muchos maestros”, donde relata paso a paso su experiencia con Catherine, una
paciente con la cual conoció el mundo que esconden los recuerdos. Actualmente
es usual que muchos terapeutas utilicen la regresión con sus pacientes para que
estos puedan encontrar las raíces de sus molestias, lo cual es efectivo a la
vez que muy positivo en la vida de todas estas personas, incluido el terapeuta;
a veces puede resultar doloroso el hecho de regresar y revivir el dolor sufrido
en otras vidas, aunque lo más probable es que para todos ellos, esta vivencia
sea algo necesario. Creo que las regresiones son experiencias positivas porque
son una herramienta de mucha ayuda en las vidas de millones de personas que
quieren saber cómo han vivido y qué las ha traído hasta aquí. Esto es algo muy
tentador, porque te permite conocer las causas exactas de tus situaciones
difíciles siempre y cuando estés en presencia de un experto, de esto depende el
éxito de la sesión. No obstante, debo hacer de tu conocimiento que la práctica
de las palabras mágicas elimina la necesidad de viajar a tus otras vidas por
medio de una regresión; actualmente
puedes prescindir de los recuerdos para llevar tu atención hacia la energía
sanadora va directamente hacia donde reside la causa de tu problema sin que
puedas darte cuenta de ello; de manera que no hay dolor al borrar memorias, al
contrario de esto, se siente una gran paz y una sensación de plenitud que casi
te hace flotar. Con la práctica de las 4 palabras que curan, aprendes a
participar activamente en tus sueños, de repente te encuentras visitando mundos
oscuros que creías desconocidos y te descubres borrando recuerdos
automáticamente, como si estuvieras despierta en ese lugar. He tenido esta
experiencia durante muchos de mis sueños y quiero compartir una de ellas que no
creo olvidar. Cuando iniciaba mi viaje al conocimiento con este fabuloso
tratamiento de amor, tuve un sueño en el cual me encontraba en una cárcel
subterránea donde había pasillos con celdas en las que muchas mujeres se
lamentaban. Yo caminaba por uno de estos pasillos y tocaba sus manos a través de
los barrotes mientras les decía: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias.” Así
que me desperté pensando en que durante mis sueños había borrado registros con
muchas personas que lo estaban necesitando; no había una época definida en mi
sueño por lo que me pregunté: ¿Mi viaje fue al pasado, al presente o al futuro?
Y me respondí de inmediato: ¡Y yo qué sé! No podía saberlo, pero estuve ahí,
así como esas mujeres también estuvieron conmigo en ese lugar. Los sueños son
la puerta al mundo real, es en ellos donde somos energía pura, seres
ilimitados, infinitos, invulnerables, eternos; por eso dormimos para
conectarnos con nuestro Yo real y así descansar de las pesadillas que vivimos
con los ojos abiertos. Por ejemplo, si ahora te encuentras trabajando en tu oficina
y de repente llega a tus recuerdos tu hogar, éste se convierte en sólo una
posibilidad y lo único que lo convertirá en algo casi real es tu percepción a través de
tus sentidos. Mientras no estés en él, no sabrás si existe realmente, ya que
sólo cuentas con un recuerdo; pero apenas llegues a él y observes todo lo que
lo conforma, entonces podrás decir que contiene algo de realidad porque lo
estás viendo. Y aún así habría que estudiar qué tan real es lo que miramos. En
síntesis, eres tú quien puede elegir qué observar, qué mirar y qué hay por
sanar, eres tú la dueña de tu realidad. No todas las personas tenemos la misma
versión del mundo que miramos por las mañanas, en pocas palabras, aunque
habitamos el mismo planeta, cada quien tiene una versión distinta del mismo.
Esto hace que la realidad no sea una sola o que sea relativa. Entonces tú ya
eres todo eso que anhelas, tú ya eres todas las versiones de ti misma en un
mismo espacio, tú ya estás con todas esas personas que amas en un mismo lugar
aunque aquí en tu aparente realidad las consideres muertas, tú eres la
totalidad, eres el pasado, el presente, el futuro y el espacio donde estos
acontecimientos ocurren. Las vidas son paralelas porque son como líneas que
siguen caminos independientes y no se cruzan (por eso se ven tan distantes),
mientras son sostenidas en el espacio que las observa detalladamente. Si el
alma y la mente son parte de lo mismo, encontrándose individualizadas en cada
ser vivo, objeto o planta en el planeta, es bastante lógico que existan otras
versiones tuyas en varios espacios a la vez, alternando simultáneamente con los
demás seres que se encuentren allí y con los cuales puedes estar interactuando
aquí. Es por esta razón que cuando ves a los ojos de otras personas o cuando
las sientes cerca de ti, tienes la impresión de que las has conocido “antes” y
lo que sucede realmente es que ese encuentro, esa relación con esas personas
también tiene lugar en otros espacios del ahora, donde todo es posible, donde
puedes ser mujer, hombre, niña, niño, femenina, masculino o algo más que ahora
“no recuerdo”. La pronunciación de las palabras mágicas traslada tu conciencia
a esos mundos en los cuales aparentemente duermes para sanarte y de paso a
todas las conciencias que se encuentren bajo tu misma vibración, no tienes que
ser consciente de ello, es un proceso perfecto. Tu intención de amar, viaja
directamente a la causa de tus conflictos aunque ésta haya sido olvidada por
ti, aunque se encuentre en ese tiempo que sólo tu subconsciente conoce.
CAPITULO
17:
4
PALABRAS SECRETAS Y LEY DE ATRACCION (LDA) Las 4 palabras que curan son secretas aunque son aprendidas
desde muy temprana edad por todas las personas; lo que sucede es que no toda
esta gran cantidad de gente sabe qué hay detrás de ellas o cuál es su utilidad
principal. Aparte de todo tú puedes darte cuenta de que se las has transmitido
a algunas de tus amistades y muy pocas de ellas las han adoptado como lo que
son. Esto sucede porque no todas las personas se encuentran listas para borrar
sus registros, ya que pueden estar evolucionando de forma más lenta o incluso
de otra forma. Por eso las 4 palabras son secretas porque el hecho de que
conozcas su significado real no significa que sean para ti. Sé muy bien que
toda esta información no es muy digestiva para una parte de la humanidad, que
refleja los cambios que aún hay hacer a nivel individual. Cuando le he
mencionado a algunas personas del poder sanador de las palabras, ellas me
dicen: “Vivi, yo no creo en eso”. Y yo simplemente me digo: “Veo que tengo en
las manos un gran secreto que no quiere ser revelado a todo el mundo”. Y esto
es algo real; observa que todas aquellas personas que se resisten a sanar su
mente no pueden tener acceso a la libertad emocional que tal vez tú ya has
obtenido o que estás en proceso de recibir porque para ellas es difícil abrir
su mente a conceptos un tanto “extraños” o muy “new age”; es tanto como si la información sólo estuviera
disponible para cierta cantidad de personas que reúnen las características
necesarias para que la sabiduría pueda anclarse en ellas. Tú eres parte de ese
grupo ahora. Que no te importen mucho esos pensamientos que flotan en tu
espacio diciéndote que esto no funciona o que sólo es literatura comercial,
palabrería barata, etc., tú sólo pruébalo, no te limites a cuestionarlo,
atrévete a probar lo que aquí se dice y se hará realidad para ti. Si percibes
que todo es falso, entonces habrás tenido la razón cuando pensaste que eran
conceptos raros y encontrarás eco a tu alrededor; hallarás otro camino en el
que tarde o temprano volveremos a encontrarnos. Por lo pronto continúa leyendo
sobre el secreto que tú ya conoces, mientras permites que la diversidad de
conceptos y pensamientos enriquece tu existencia. La parte más compleja de la
ley de atracción es que sólo se puede atraer lo que ya se tiene y esto no suena
nada fácil, porque confunde un poco, significa exactamente que si deseas dinero
tienes que ser rica primero para poder atraerlo a tu realidad y esto riñe
totalmente con la lógica de tus pensamientos. Entonces comienzo a desenredar
esta red de ideas en tu cabeza. Resulta que tú ya eres todo eso que anhelas
ser; en este momento hay una versión tuya que sonríe de felicidad por sentirse
saludable, próspera y amorosa, mientras que hay otra versión que pide a gritos
un poco de paz. Tu papel en el juego de la atracción es elegir cuál versión
deseas traer a tus sentidos. Ten en cuenta que ya posees todo eso que anhelas
porque eres la única conciencia que existe y lo que necesitas es elegir lo que deseas
experimentar, por eso tu manera de ver la vida juega un papel fundamental en la
manifestación de tus más elevados sueños. Por ejemplo ahora puedes elegir: ¿Ya
tienes lo que deseas? O ¿Todavía lo estás esperando? De tu respuesta depende
ese sentimiento que da la alegría de tener algo y que se esparce como una onda por
todo el espacio universal y que es recibido por la Inteligencia Divina para que
así te permitas recibir lo que elegiste. Una ley es exacta, inmodificable, algo
que no se puede transformar y que simplemente es. Así es la ley de atracción,
siempre funciona aunque creas en ella o no, porque existe independientemente de
ti y por lo tanto tiene que ver con la energía que emana de ti para atraer o
rechazar todo lo que sucede en tu vida. La ley de atracción va más allá de lo
que conoces; has aprendido que a nivel energético, atraer es jalar o presionar
lo suficiente hasta que eso que anhelas llegue hasta dónde estás y así es como
has vivido todo el tiempo. Puede ser que creas que el forzar las situaciones
funcione, pero será por un instante muy breve. Los seres humanos estamos
diseñados de tal manera que no tengamos que esforzarnos por obtener lo que
necesitamos porque esto siempre llega a nuestro presente y de nosotros depende
el aceptarlo o el rechazarlo. Vamos a suponer que en este momento te encuentras
trabajando en un lugar que no te gusta, en un ambiente laboral hostil y con
personas que no te caen bien. En este aspecto de tu vida como en todos, tienes
la opción de elegir: Entonces asumes que estás en el lugar y en el momento que
necesita tu conciencia tal vez para borrar memorias con todo lo que te rodea,
quizás para aprender, para enseñar algo a quien lo necesite y que por lo tanto
eres muy afortunada; puede ser incluso que decidas marcharte porque la energía
del ambiente es demasiado densa o también puede que consideres que la desgracia
siempre recae sobre ti, que de toda tu familia eres la única que trabaja en esa
forma porque todos los demás han creado su propio negocio y son cada día más
prósperos, lo que te ubica en franca desventaja; por lo tanto crees que llueven
desgracias sobre ti. Me pregunto cuántas veces al día te la pasas riñendo con
las circunstancias que hay a tu
alrededor; durante cuántos instantes en tu día desaprovechas el momento
presente mientras reniegas de la vida que te tocó, de la familia que elegiste o
de tu modo de ser. Has aprendido a cuestionarte y a ser implacable cuando de
criticarte se trata. Que si hubieras hecho esto o lo otro no estarías aquí, que
si hubieras escuchado a tal persona no habrías obtenido estos resultados, entre
muchos otros pensamientos dañinos así que por favor detente. Respira
profundamente y perdónate completamente antes de continuar. Si anhelas una
hermosa mansión, una colección de automóviles clásicos o un si deseas un nuevo
empleo, es buena idea que analices cuál es el sentimiento que buscas al comprar
todos estos bienes o al iniciar tu trabajo en tal empresa. Yo sé que ese
sentimiento que persigues se llama paz. Tú anhelas plenitud, felicidad, paz
interior y por eso tienes el deseo ferviente de obtener bienes económicos que
puedan traer estos sentimientos a tu vida y todo eso está muy bien, pero
también puedes preguntarte si es posible para ti, sentir paz ahora mismo, si es
posible para ti el permitirte experimentar la tranquilidad que está escondida
en cada uno de tus deseos. Yo creo que tienes entre manos las bases para
lograrlo, se trata simplemente de utilizar lo que ya posees para buscar la
emoción ideal. Tu primer paso es aceptar plenamente el momento ideal y para
lograrlo puedes utilizar la palabra “Gracias”. Si haces de la gratitud un
hábito, descubrirás que no necesitas nada porque ya todo lo tienes y esto se
hará una realidad para ti. Gracias por lo que tienes o por lo que no tienes,
gracias porque no comprendes o porque todo lo comprendes fácilmente, das las
gracias por la oportunidad de estar con vida porque ni siquiera sabes qué
tuviste que hacer para tener cuerpo físico. En fin, sé agradecida. El
conocimiento te hace libre, el saber que todas las posibilidades se encuentran
dispuestas simultáneamente en un mismo espacio y que accedes a él por medio de
la pronunciación de las palabras que ya conoces, facilita que adquieras la
conciencia de prosperidad necesaria para que puedas ser próspera. A esto me
refería cuando inicié el capítulo, a que tienes que adquirir conciencia de
prosperidad para poder recibir lo que es su esencia. Si desde ya consideras que
todo lo tienes y que por lo tanto no careces de nada, así se manifestará todo
en tu vida. Los decretos, las afirmaciones positivas y las palabras curativas
se apoyan en esta gran verdad. Presta atención a todo lo que observas y te
darás cuenta de que lo que te desagrada siempre proviene del ayer: tu carro
viejo, tu cuerpo o tu casa, tus relaciones traumáticas, tus penas y todo lo que
rechazas viene del ayer. Esto te da la oportunidad de pensar que en el momento
presente eres diferente, eres perfecta; así que cuando afirmas que eres rica,
estás hablando de algo verdadero porque es parte del ahora que no puedes ver
por estar demasiado ocupada recordando lo que fue o lo que no pudo ser. En
cuanto estés conectada con la gratitud sentirás que estás en el lugar perfecto
con las personas ideales y con la vida que necesitas, esto te permitirá sentir
tranquilidad, calma, paciencia, tolerancia, bondad; mientras no sientas esto,
significa que aún no conectas con la esencia de la palabra Gracias, así que
pronúnciala hasta que sientas que en verdad estás agradecida por tu vida. Tu
segundo paso es amar todo lo que provenga de tu aceptación. En algunas
ocasiones una enfermedad puede ser la respuesta a una plegaria, una recesión
económica puede ser la solución definitiva a problemas familiares que venían de
tiempo atrás o la ruptura de una relación puede ser el inicio de lo que siempre
habías anhelado. En pocas palabras, tu misión es verle la rosa a la espina y no la
espina a la rosa, en esa forma siempre hallarás alegría dentro de ti.
Normalmente cuando experimentas una situación problemática, anhelas que
desaparezca, haces todo lo necesario para eliminarla; quieres borrar la
enfermedad, alejar la pobreza o desterrar la soledad y para lograrlo utilizas
el mismo recurso que deseas eliminar, o sea el miedo, por eso no te es posible
sentir mejoría. Tienes miedo, pánico de aceptar tu situación, de fluir con lo
que tienes en este instante porque crees que al aceptarlo se quedará ahí por
siempre. Y la verdad es que no es posible eliminar el miedo con más miedo,
necesitas experimentar su opuesto que es el amor y esto se logra comprendiendo
la enfermedad, la escasez o la soledad como el inicio de tu curación, como una
respuesta de la Inteligencia Divina y no como un castigo. Uno de los
principales obstáculos en el camino hacia la curación es el de creer que sabes
qué es lo mejor para tu vida y por eso impides que la Inteligencia Divina
actúe, no te permites ser guiada, deseas imponerte ante tu Ser Superior con tu
mente llena de miedo, así es muy difícil co crear o curar. Cuando comprendas
que hay una fuerza poderosa y creadora detrás de cada una de tus vivencias,
entonces podrás permitir que lo mejor pueda suceder. Es en ese punto donde
habrás comenzado a liberar. Por esa razón le debes gratitud a los pensamientos
que llegan a tu mente consciente, porque el hecho de agradecer lo doloroso se
interpreta como paz y como la transmutación del error en luz. La ley de
atracción es algo más que pedirle desesperadamente a la Inteligencia Divina que
sane tu cuerpo, porque cuando pides algo es porque no lo tienes y el Universo
responderá a tu pensamiento predominante que es el hecho de no tener salud, de
carecer de ella. Cuando pides algo, estás reconociendo que en tu vida sólo hay
carencia. Si en cambio agradeces el pedazo de pan en tu mesa, la compañía para comer y el momento que jamás
regresará, entonces recibirás su equivalente, que es la abundancia. La
abundancia, la riqueza, la prosperidad no son más que un sentimiento, o sea que
se encuentran en el corazón. Para considerarte rica no necesitas dinero o propiedades,
tan sólo precisas de esa conexión con tu Yo Superior. Es muy probable que
encuentres alegría en la mesa de una familia de escasos recursos porque la mamá
se siente realizada al compartir una sopa con sus hijos, entonces sonríen por
estar ahí juntos. También es probable que encuentres soledad en la mesa de una
familia adinerada porque la mamá se siente distante de sus hijos y con poca
disposición para compartir exquisitos preparativos. Con esto no quiero decir
que todas las personas de escasos recursos son felices, para nada. Familias
como la de mi primer ejemplo sólo pueden sentir alegría cuando sus líderes son
inteligentes a nivel emocional. Tampoco quiero decir que las familias con
riquezas siempre estén distantes, al contrario, ellas tienen muchas
posibilidades de unión así como muchos motivos de alegría. El dinero es
importante para la vida en este planeta, por eso es necesario y si no se cuenta
con él hay que empezar a manifestar sentimientos de riqueza desde adentro
porque es así como nos comunicamos con su esencia para poder encontrarnos.
Existe una energía que impregna y rodea nuestras intenciones, pensamientos,
palabras y actitudes; muchos lectores me han preguntado cómo saben si sus
oraciones están siendo correctamente formuladas, si sus afirmaciones realizadas
en forma de petición tienen sentido o si la Inteligencia Divina escucha
únicamente aquello que agradecen. A ellos les he respondido que la intención es
el deseo de lograr un objetivo y que cada acto humano parte de una intención
que a la vez es una energía que contiene una vibración, una frecuencia, un
valor que es lo que cuenta al momento de orar. Por ejemplo, si necesitas ayuda
para salir de una situación difícil y le
dices a la Inteligencia Divina: “Por favor ayúdame, no sé cómo salir de aquí”,
posteriormente te relajas y sueltas la situación porque confías en el Ser al
cual le pediste ayuda, entonces tu vibración es de esperanza, de paz, de
rendición y por consiguiente obtendrás el valor equivalente a estos
sentimientos. Si por el contrario pides ayuda desesperadamente diciendo: “Dios
mío mi vida es un desastre, creo que jamás podré ser feliz, no veo de qué
manera existes si no te siento cerca de mí”, entonces obtendrás su equivalente,
que vendrá cargado de duda, impotencia e infelicidad. Como podrás notar esta
última forma de orar difícilmente te pondrá en un estado de paz porque de
entrada estás negando la presencia divina a tu lado y la vibración que emanas
será la misma que recibas. No hay reglas para comunicarte con la Inteligencia
Divina, sólo necesitas entregarte por medio de tus palabras y dejar de pensar
que es tu mente consciente quien puede controlar cada momento de tu vida. Si no
te entregas será más complejo para ti el salir de una situación difícil y la
misma vida te enseñará una vez tras otra a renunciar. La oración debe ser un
acto de gratitud, pero si esto no es posible porque te encuentras abrumada por
tu situación, entonces haz tu petición con sinceridad y con la intención de
soltar para que puedas recibir la respuesta. Pide ser guiada y ámate por tu
petición. Las respuestas divinas pueden llegar a sorprenderte; muchas personas
que han estado orando por obtener una casa propia, pueden recibir la curación
de una enfermedad porque esto puede equilibrar mucho más su vida que una casa y
cuando se está preparada para recibir, jamás se siente frustración, sólo la
alegría inmensa de observar los cambios que tienen lugar. Esta es una razón más
para no resistirse a la voluntad Divina que también significa fluir, dejarse
guiar y vivir. Tu tercer paso es sentir el clic, la emoción de que todo se te
ha dado. El fin de las 4 palabras que curan es permitir que se haga la voluntad
divina, que a cierto nivel es también la tuya. Así es como vives tu momento de
poder que es el presente y elevas tu nivel vibratorio, tu energía. Para
comprobar cómo te sientes en este momento te pregunto: ¿Qué tipo de energía
tienes en este instante? ¿Estás triste por esperar un amor que no llega? ¿Acaso
esperas un trabajo fuera de tu país y no sientes que esto pueda suceder? ¿De
qué careces? ¿Sientes que las deudas te han acorralado? ¿Con qué sentimiento
estás vibrando o estás siendo compatible? Tu respuesta a estas preguntas
determina cómo serán tus días venideros así como también las bendiciones que la
vida ha de otorgarte. Por favor conéctate con la emoción que deseas de vuelta
en tu mundo, si deseas paz, experimenta paz y sumérgete en el amor hasta que
logres sentirla, hasta que tu interior te indique que todo está en orden dentro
de ti. Conecta con el sentimiento que deseas atraer, siente la emoción en tu
oración. Algunas personas me han dicho: “Vivi, practico a diario la ley de
atracción y sin embargo no veo resultados positivos ¿Qué crees que esté
haciendo mal? Y yo siento que la pregunta contiene la respuesta, puedes notar
que esta persona dice practicar a diario la LDA (Ley de Atracción) y sin
embargo no obtiene resultados positivos; también puedes notar que la segunda
parte de esta afirmación excluye a la primera: Si piensa que no obtiene resultados
positivos entonces no está practicando LDA. Está asustada y esa es la energía
que recibe la Inteligencia Divina quien devuelve el equivalente, por lo tanto
tendrá que aprender un poco más sobre este tema, porque la preocupación o la
duda bajo estas circunstancias no son necesarias. Si has llegado al límite, si
lo has intentado todo y nada parece funcionar me pregunto ¿Qué te queda?
Únicamente la rendición, esa es la respuesta. Una excelente manera es decirle a
la Inteligencia Divina: “Haz tu voluntad y no la mía”. La repetición de las 4
palabras que curan es tu llave dorada para abrir la puerta al conocimiento de
quien realmente eres, es la mejor herramienta de estos tiempos porque con ella
logras salir del pozo de las ilusiones donde te había sumergido tu mente antes
de permitirte entrar en esta realidad que desconocías, en esa paz que sólo tú
puedes otorgarte. Como la emoción es un factor básico en la Ley de Atracción,
tienes a tu disposición una amplia gama de recursos para sentirla. Si te encuentras
triste cambia de actividad, levántate de esa cama y haz algo que te permita
entrar en sintonía con lo que esperas de la vida. Puedes entonar una canción,
puedes saltar, gritar, reírte aunque no tengas ganas, puedes encender velas o
cualquier cosa que creas que puede guiarte hacia la alegría o a la sensación de
estar en armonía con la Inteligencia Divina. Finalmente te sugiero que te
alejes de los resultados ¿Qué tal si lo que necesitas es salud y no el carro
que pediste? ¿Quién lo sabe? Una vez que has depositado tus conflictos, tus
pesares en manos de la Inteligencia Divina, sobra tu intervención así que
tendrás que quitarte del medio para que puedas recibir lo que mereces. Practica
la siguiente ecuación: REPETICION DE PALABRAS SANADORAS + EMOCION = PLENITUD
Cuando aplicas esta ecuación a cualquier reto, debes hacerlo con total
conciencia del poder que tiene el sentimiento y la palabra, ya que el sólo
hecho de llenar de amor, gratitud y perdón a tu ser de manera constante,
comprendiendo el significado de cada palabra y unificándolo con tu intención de
sanar, tranquiliza tu ser hasta un punto en el cual el tiempo carece de importancia, es
así como puedes convertirte en lo que anhelas pero que ya eres, en el dinero
que ya posees, en la paz que es tuya por derecho divino.
CAPITULO
18:
CRISIS
CURATIVA Cuando escribí sobre “Crisis curativa” en mi blog, sentí que
había logrado responder un montón de preguntas que mis lectoras se habían
formulado siempre y para las cuales no habían encontrado respuestas en la red
en cuanto a lo que respecta a la curación por medio de los pensamientos y las
palabras, así que por esa razón este tema es una de las partes más importantes
de este libro, porque te permitirá comprender el lenguaje de tu cuerpo. Aprendí
sobre la crisis curativa gracias a un proceso de perdón que realicé hace
algunos años y que consistía en perdonarme a mí misma por haber creado
situaciones conflictivas con las personas con las cuales vivía en ese entonces;
este proceso había sido extraído del libro “La única dieta” de Sondra Ray y
consistía en escribir setenta veces cada día durante una semana, la frase “Me
perdono completamente a mí misma”. Y lo que sucedió fue que al tercer día de
estar escribiéndolas a mano en un cuaderno especial para estas tareas, comenzó
un dolor en mi costado izquierdo que me impedía caminar erguida, no había nada
que pudiera aliviarlo y al mismo tiempo dejé de evacuar durante 3 días. Me
encontraba desesperada porque en ese momento yo no pensaba que el hecho de
perdonarme fuera a conducirme a días tan difíciles con un dolor constante. Al
estudiar detenidamente mis afirmaciones y mis molestos síntomas comprendí que
había una relación entre ellos y que todo esto tenía que ser natural en alguien
que desea sanar. Una crisis curativa generalmente es la primera etapa en un
proceso de desintoxicación del cuerpo físico, emocional y energético. Se trata
de síntomas que a veces coinciden con los de la enfermedad que se desea
eliminar y para la cual se está llevando a cabo la curación. Una crisis
curativa se deriva casi siempre de la utilización de métodos o sistemas de
alimentación celular, es decir que cuando la célula está recibiendo los
nutrientes para los cuales está preparada, desprende de su núcleo todo aquello
que no corresponde con la salud para en esta forma eliminarlo. Es una rústica
manera de obligar al cuerpo a recibir nuevamente al síntoma como parte de la
aceptación que como ya sabes es la clave para afrontar cualquier proceso
difícil. La realidad que vivimos nos impulsa a descubrir la vida y la salud
dentro de nosotros, por ello hemos pasado de aquella etapa donde todo se
consideraba externo, a otra etapa en la que las soluciones parten desde nuestro
interior hacia fuera. Es así como empezamos a considerar al amor como el
alimento celular por excelencia y como el punto de partida en un camino que nos
conduce a la curación integral. Siendo el amor un nutriente que impregna a cada
átomo de nuestro ser por medio de intenciones, pensamientos y palabras, es
importante relacionarlo con la crisis curativa, ya que una de sus
características es penetrar la célula para extraer de ella todo lo que no tiene
que ver con él mismo. De manera que si te encuentras pronunciando las palabras
sanadoras para borrar los pensamientos erróneos que te han ocasionado por
ejemplo, la colitis, entonces ese sentimiento de perdón, de gratitud y de
aprobación llegará hasta ese órgano (el colon) cargado de pasado, para nutrirlo
con la energía del momento presente y una vez que este proceso da inicio, es posible
que el colon empiece a manifestar dolor e hinchazón como una respuesta al
tratamiento del cual es objeto. Esta es
la prueba de que el proceso de desintoxicación ha comenzado y puede durar
algunos días. Pueden darse crisis curativas al sanar una relación que se
suponía rota, ocasionando por algún tiempo más tensiones y problemas, como
señal de que la energía estancada ha comenzado a fluir. Así mismo en los
tratamientos de prosperidad, puede suceder que temporalmente se sienta más
escasez de lo acostumbrado o que como enseñó Louise L. Hay, puedas hasta perder
tu billetera. Si estás trabajando con el perdón, los órganos de tu cuerpo que
representan la eliminación de desechos pueden verse afectados por la crisis
curativa, llegando a veces al extremo de hacerte pensar que estabas mejor antes
mientras odiabas a esas personas, que ahora en medio de un dolor que parece
querer quedarse para siempre en tu cuerpo. Hay algo muy importante a tener en
cuenta en una crisis curativa y es el hecho de no abandonar el proceso por las
sensaciones desagradables que puedan llegar a experimentarse. Esto suele pasar
al cabo de unos días para dar inicio a una etapa de regeneración total, a un
momento donde se suele aceptar y recibir la vida con los brazos abiertos. Así es
como aprendemos que el síntoma es el punto en el cual se apoya la salud para
manifestarse; por esto mismo la autocrítica es lo último que necesitas y hago
énfasis en esto porque es común que ante una crisis curativa, muchas personas
se pregunten: “¿Estaré trabajando bien conmigo misma? ¿Qué estaré haciendo mal?
¿Por qué siempre me equivoco? ¿Qué me impulsó a creerle ese libro o a esa
persona para sentirme así ahora? Creo que estaba mejor antes, etc.” Si estas
frases llegan a tu mente compréndelas como parte de un miedo que necesita ser
integrado y regálate más amor que siempre, porque es en este instante cuando
más lo necesita tu espíritu. Un componente importante de la crisis curativa se
da durante el sueño. A veces las pesadillas son resultado del proceso de
limpieza en tu conciencia; estas suelen ser incómodas hasta el punto de
producir mucho miedo de vivir un día de manera normal. Por eso creo que esta
información es importante para que sientas tranquilidad con el conocimiento de
una etapa más, en la crisis curativa. No siempre ocurren pesadillas, pero
cuando esto sucede, te despiertas en la madrugada con el corazón palpitando
porque te has salvado de una avalancha de lodo, del ataque de un tigre o de
caer al vacío porque tal vez ibas volando muy alto. Cuando esto sucede es
necesario que te tranquilices para que puedas continuar con el descanso o de lo
contrario, la misma sugestión o miedo permitirá que tu día se vuelva realmente
desagradable. El sueño es ese instante en el cual la energía que eres, puede
expresarse sin máscaras para dirigirse hacia otros espacios paralelos a este,
donde te relacionas con otros seres vivos, sin las limitaciones del cuerpo
físico, ni del tiempo; sin el miedo de encontrarte con esa otra cara tuya que
cuando estás despierta no quiere hacerse visible. Es durante el sueño que creas
encuentros con otras personas que no recuerdas conscientemente con el fin de
sanar la relación que había o hay con ellas y a la vez para crear o eliminar
contratos emocionales. Debes recordar que el sueño es una creación tuya,
entonces una vez que has creado los sucesos en una pesadilla, no tienes que
trasladarlos a este plano con tus miedos. Una pesadilla es un momento difícil
que ocurrió mientras dormías, o sea que ya la has vivido, de manera que no hay
razón para traerla al espacio que habitas, no hay razón alguna para vivirla de
manera duplicada. Es posible borrar los recuerdos que te unen a esos dolorosos
sucesos y también ese miedo de que pueda suceder algo desagradable en tu vida
cotidiana; simplemente utiliza las palabras “Lo siento (tu nombre), te amo”. Y con esto te sentirás más
tranquila, confiada en que sucederá lo que sea perfecto para ti. Creo que las
pesadillas son otra oportunidad para borrar memorias, estos horribles sueños
también son el producto de estados de ánimo negativos, por lo tanto se trata de
que mientras dormías te has estado revolcando en los recuerdos en viejos
registros. Si has estado deprimida, iracunda o violenta, tu ser interior puede
corresponder a tu vibración por medio de una pesadilla; es por eso que
comprender la finalidad de estos sueños desagradables se convierte en la
solución ideal para aprender más de ti. Continúa borrando. “El amor es una
herramienta multidimensional, porque puede curar al ser, sin que importe en qué
espacio o en qué tiempo está ubicado”. A muchos de mis lectores les sugerí que
pronunciaran las 4 frases sanadoras antes de acostarse si sentían miedo de
tener pesadillas, con el fin de que se entregaran a la experiencia que la
Inteligencia Divina considerara pertinente, en los momentos en los cuales
estuvieran fuera de su cuerpo, para que sea Ella quien actúe y quien decida lo
que soñarás. Una noche en la cual no descansas, con pesadillas o incomodidad
refleja que estás desconectada de la Inteligencia Divina y para reconectarte
puedes acostumbrarte a ponerte en sus manos antes de dormir, notarás la
diferencia desde la primera vez.
CAPITULO
19:
LA
CURACION “Los tiempos de nuestra mente han cambiado. Lo que antes era
herejía, hoy es alquimia. Lo que ayer fue blasfemia hoy es libertad de
expresión”. Curar tu cuerpo es un proceso que sólo depende de ti, de tu
apertura a lo desconocido, de tu aceptación de aquello que no puedes ver ni
tocar, de tu capacidad para aprender de las experiencias vividas y de tu
inteligencia al comparar los métodos de curación de la medicina tradicional con
los conocimientos acerca de la curación por medio de la energía. Si fijas tu
atención en las estadísticas, en el porcentaje de personas que han muerto por
determinada enfermedad, en lo que se dice en revistas o en los diagnósticos
cada vez más tenebrosos que se hacen, entonces el proceso de curación será toda
una odisea para ti. Si por el contrario fijas tu atención únicamente en tu
objetivo de apoyarte cuando más lo necesitas en la forma que a través de
capítulos anteriores has conocido, si te das a la tarea de conocer tu cuerpo
sin las barreras que impone la vieja escuela, entonces vivirás de acuerdo a tu
nuevo concepto de la vida y tendrás una existencia tranquila, pacífica,
saludable. Si has enfermado de algo que se ha denominado incurable, toma en
cuenta que eso también es un pensamiento, es una memoria y por lo tanto es
susceptible de cambio. Hazte las siguientes preguntas: “¿Y si mi enfermedad
sólo fuera una idea? ¿Y si sólo fuera un recuerdo? ¿Qué pasaría si quien está
enferma es mi mente? ¿Y si mi cuerpo jamás hubiese enfermado realmente?” Si una
voz quiere discutir contigo por estas preguntas, comprende que es natural, ni
siquiera la juzgues, sólo regálate la oportunidad de vivir de manera diferente
a como lo has hecho hasta el momento; tus anteriores pautas mentales no te han
permitido tener mucha amplitud y te han mantenido protegida de acceder al mundo
de la curación. No quiero decirte que salir de una enfermedad que se considera
mortal es algo fácil para un ser humano, tampoco quiero decirte que sea algo
difícil porque eres tú quien necesita definirlo; es tu alma quien guarda las
raíces de esa enfermedad que no quiere marcharse. ¿Has pensado que tal vez no
sea necesario que se marche? El desear fervientemente que la enfermedad se vaya
implica rechazo, odio, enojo, o sea separación; significa que te estás
inclinando por uno de los dos lados de la balanza y estás separando la salud de
la enfermedad lo cual no te llevará a ningún lugar. Separar ha sido el auto
engaño más grande del ser humano, creemos que lo más apropiado para sanar al
cuerpo es expulsando al mal y no hay tal mal, sólo hay una serie de síntomas
que se han calificado como perjudiciales o dañinos, de modo que es fácil
deducir que si han pasado miles de años intentando erradicar al supuesto mal
sin éxito, lo mejor sería permitir que se quedara, unirse a él; esta es la
mejor manera de dar amor, si inyectas con amor a tu enfermedad, ya no necesitarás
que se marche, he ahí la curación. El amor real inicia cuando te das cuenta de
esta pequeña contradicción: “Un proceso de curación se pone en marcha cuando no
hay nada que curar y sólo hay algo para amar.” Es en ese punto donde se pierde
el miedo a morir y cuando te levantas encima del dolor para reconocer lo que te
ha regalado, para valorarlo por lo que es. Es posible que pienses que lo has
intentado todo para sanar, que siempre dices las palabras apropiadas para
curarte, que tienes prácticas espirituales constantes y que estás trabajando en
el perdón; sin embargo no ves respuestas y la salud huye rápidamente de ti. Si
este es tu caso tal vez necesites saber que la respuesta que esperas ya existe
porque salud y enfermedad conviven permanentemente, son indivisibles, de modo
que ahí en el núcleo de ese síntoma se encuentra tu propio bienestar y la llave
para acceder a él se encuentra en el hecho de aceptar que todo tuvo un motivo,
una razón y que si lo viviste fue para algo importante, entonces encuéntralo,
ábrele paso a la luz para que puedas ser iluminada respecto de tu misión y por
supuesto borra memorias hasta que sientas que te conviertes en la gratitud, en
el perdón, en el amor mismo. Recomiendo el libro llamado “La enfermedad como
camino” de Torwald y Rudiger, dos fabulosos escritores alemanes que hablan a
fondo sobre la polaridad, la enfermedad y la aceptación. Utiliza el diálogo con
los órganos o partes enfermas de tu cuerpo, dirígete a ellas con amor, con
compasión y pídeles perdón, después siente que te has perdonado y hasta que esa
sensación sea una llama ardiente en tu corazón, trabaja contigo y mantente
comunicada con tu interior. Lo siento, perdóname, te amo, gracias. Por favor
aprende, estudia, infórmate, lee; lo único que puede corregir el error de tus
sentidos es el conocimiento. Si tu mayor temor es morirte porque no quieres
dejar a tus hijos o a tu pareja solos, entonces regálate tiempo para estudiar
sobre inmortalidad o sobre muerte; lee a los grandes maestros e investiga qué
tan cierto es que eres tú quien decide cuándo morir. Y también puedes
investigar sobre lo que ocurre cuando
eliges marcharte definitivamente de este planeta; tienes tantas opciones para
empezar a aprender más sobre ti que podrías tener todo tu tiempo ocupado haciendo
cosas hermosas por ti. Sólo así podrás darte cuenta de que cuando derrotas la
idea de la muerte como una decisión divina sobre la cual no tienes voz ni voto,
entonces no tendrás necesidad de desaparecer tu enfermedad y a eso se le llama
liberación. Cuando elimines tu deseo de que esa enfermedad se marche, cuando
unifiques los conceptos de libre albedrío, inmortalidad, amor y muerte,
entonces sabrás que la enfermedad no tiene que irse y que sólo tienes que
aprender a conocerte para facilitar tus procesos y para que los síntomas dejen
de presentarse en tu realidad. También podrás darte cuenta de que morir es
vivir y que no es un castigo, es tu oportunidad para realizar otras tareas, es
tu propia elección. No tienes que fallecer por un diagnóstico, ya que nadie que
no fuera tú, dictó la fecha para partir. Paso a paso te irás dando cuenta de la
ineficacia de los diagnósticos y de hecho cada vez se hacen menos necesarios
con el desarrollo de la conciencia y de las terapias energéticas que están
llegando. A medida que vayas descubriéndote como un Ser hecho de luz sabrás que
la luz siempre es y que no puede enfermarse. “El conocimiento te hace libre. Te
permite elegir, te libera de las cadenas del tiempo, de las creencias
limitantes, de tus sentidos, te libera incluso de ti misma”. Los seres humanos
afrontamos distintos niveles de dificultad en nuestros procesos de curación; lo
que para algunas significa una bendición, para otras puede ser el símbolo de un
castigo. Por ejemplo para muchas madres, el hecho de tener un hijo
discapacitado es una bendición, mientras que para otras es un castigo.
Naturalmente la carga es más liviana para la mujer que piensa que su hijo con
discapacidad es una bendición del cielo y que ella fue elegida por ser la mujer
ideal para esa misión; puede que no sea fácil, pero la vida está llena de retos
y te aseguro que esta mujer habrá descubierto su propia manera de pasársela
bien en esta vida. La otra mujer, que se considera castigada puede incluso
haber enfermado y esto le impedirá llevar una vida digna así como a su hijo.
Ambas mujeres tienen una tarea similar, una de ellas es feliz y está receptiva
a herramientas de curación como la que enseña este libro, la otra mujer no, por
lo tanto es posible que las respuestas puedan tardar en llegar a ella. Entonces
no es la enfermedad quien acaba con la existencia, es la idea que se tiene
respecto de ella. Si te ha tocado vivir experiencias como esta o más difíciles
aún, ábrete a la posibilidad de aceptar las decisiones que ha tomado el alma;
todos tenemos la oportunidad de elegir antes de venir aquí y aunque parezca
absurdo elegir una enfermedad para vivir toda una vida, esto tiene su razón de
ser y parte de la curación consiste en aceptar la misión elegida sin cuestionar
la mente maravillosa que pudo hacerlo. Lo que tu corazón busca es armonía y
puedes sentirla si estás dispuesta. Si estás pasando por una experiencia que
consiste en cuidar de un ser querido enfermo, te pido por favor que cuando
estés en su presencia, le mires a los ojos y le admires por su valor; hay tanto
que aprender de un paciente y mucho más si es una niña o un niño, ellos parecen
comprender la vida mejor que los adultos y hasta creo que en determinados
momentos podrían educarnos. Cada vez que ese paciente venga a tu mente
pronuncia: “Lo siento. Te amo” y no te detengas. Hazlo permanentemente. Ya
sabes que esta frase es para la parte tuya que vive en esa otra persona, así
que tu propio amor le permitirá elegir entre la salud y la enfermedad, tu amor
le permitirá llevar a cabo la misión para la cual vino aquí. Por favor no te canses de
amar su enfermedad, de amar su dolor, no te canses de bendecir sus lágrimas y
las tuyas. Cada síntoma expresa lo que tal vez la voz no pudo decir así que
permite que esta expresión tenga lugar; si amas la enfermedad no necesitarás
sanarla. Estás caminando sobre la tierra de los milagros y ya eres protagonista
de uno de ellos. La razón de ser del “milagro” es la corrección del error de tu
percepción enseñándote que aquello que sientes que te duele es falso, es un
error de tus sentidos. El milagro quita la venda de tus ojos y te deja ver lo
real, así que mientras pronuncies o sientas el efecto poderoso de las palabras
que curan, estarás convirtiéndote en una “hacedora de milagros”. Todo aquello
que ves en las demás personas y que te duele es un reflejo de lo que sucede en
tu propio sistema, de modo que para sanarlo no hay que huir, ni tampoco
lamentarse, hay que borrar los recuerdos de forma tal que se vuelva un
ejercicio espiritual para que cada vez que encuentres a cualquier ser humano de
inmediato borres cualquier memoria que pueda unirlos. Aprovecha las multitudes
para sanar la conciencia colectiva, pronuncia “Lo siento, te amo” cuando estés
en algún grupo o reunión, las personas que estén preparadas para sanar, se
verán beneficiadas con esto. Las palabras que curan funcionan para todo, ellas
conforman los más hermosos sonidos del universo y por eso son tu mejor opción
para deshacer el error. He escrito una lista de enfermedades que has considerado
incurables para que sepas hasta qué punto la posibilidad de obrar milagros
puede sanar tu percepción respecto de ellas:
1. Cáncer 2. Leucemia 3. Lupus 4. Esclerosis múltiple 5. Mal de Parkinson 6.
Alzheimer 7. Problemas cardíacos 8. Enfermedades desconocidas 9. Sida 10.
Enfermedades congénitas 11. Enfermedades que tú consideras hereditarias 12.
Esquizofrenia 13. Problemas en el embarazo 14. Ataques de pánico 15. Problemas
nerviosos 16. Problemas de los órganos femeninos 17. Cirugías 18. Problemas con
la próstata 19. Problemas sexuales 20. Glaucoma 21. Problemas óseos 22.
Hepatitis 23. Diabetes 24. Divertículos 25. Hipertensión 26. Problemas visuales
27. Obesidad 28. Asma 29. Bultos, llagas, tumores 30. Hongos 31. Problemas
mentales, locura 32. Autismo 33. Síndrome de Down 34. Depresión 35. Miedo 36.
Odio 37. Abuso 38. Ira 39. Problemas con
las glándulas 40. Fobias 41. Esterilidad, etc. 42. Infecciones de la piel 43.
Infecciones en cualquier parte del cuerpo 44. Pesadillas 45. Karma 46.
Cualquier problema o situación difícil de asumir para la mente humana.
Las 4 palabras curan a todo nivel todos los asuntos de
carencias, los problemas familiares, el resentimiento social, la falta de
prosperidad, la discriminación, violencia, las relaciones conflictivas. Todo
absolutamente todo, es susceptible de mejorar si asumes el 100% de
responsabilidad. Esta hermosa práctica modifica tu manera de ver la vida porque
te permite aceptar que tus problemas no son la razón de tu tristeza y que sí lo
es tu manera de percibirlos. Ese mundo que ves ahí fuera de ti, en realidad es
un paquete que has elegido observar para poder aprender y en la medida en que
lo hagas, todo lo que tus ojos ven, será diferente. Este es el mejor método
para sanar las heridas del alma y para crear espacios seguros en los cuales
descansar. Todo ello se realiza por medio de la pronunciación y el sentimiento
de sus 4 palabras clave: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”. Utilízalas
frente a todo aquello que te cause dolor, incomodidad, tristeza. No hay más
reglas que expresarlas con todo tu corazón, una y otra vez. Con eso será
suficiente; la clave es borrar, borrar y borrar con amor porque sólo así deja
de reproducirse el dolor. Pierdes el miedo a una enfermedad cuando la has
encontrado, la has descubierto, la has conocido; pierdes el miedo de morir de
esa enfermedad cuando escuchas su lenguaje y te das cuenta de que vino a ti
para mostrarte en qué puntos es oportuno trabajar, por eso cada día te envía
mensajes de acuerdo a lo que necesitas saber y si has aprendido a escucharla
comienza a surgir la parte más bella porque le das las gracias por estar en tu
vida, bendices lo que sientes y experimentas una libertad infinita para vivir.
Comprender esto parece fácil, espero que lo sea para ti; hay un momento en tu
vida donde la luz penetra tu conciencia y despiertas a lo sencillo, a lo que en
apariencia es pequeño, que ya estaba en tu vida y que no veías; estos son
segundos de iluminación que llegan cuando estás lista. El amor puede guiarte
hacia muchas alternativas que ni siquiera imaginabas que estuvieran ahí; es así
como repentinamente sientes el deseo de aprender un oficio sin que importe tu
edad, es posible que te decidas a escribir lo que siempre soñaste o a dibujar
pensamientos con crayolas, puede ser que encuentres técnicas que contribuyan en
tu proceso de borrar memorias, es posible que un día decidas aprender a jugar
un deporte, salir al cine con tus amigas, limpiar tu casa para tirar todo lo
viejo y en desuso que había en ella; es probable que quieras crear un jardín.
Tal vez un día sientas deseos de salir a trotar, de pasear a tus perros, de
montar bicicleta, de nadar, de poner un salón de belleza, de ir al cine o de
hacer algo atrevido ¿Por qué no? Permite que esto suceda, no te limites, no hay
riesgos, estás segura pase lo que pase. Si a tu vida llega algo que consideras
que podría ayudarte, inténtalo, aprécialo, estúdialo, aprovéchalo, no sabes
cuántas cosas bellas podrías descubrir en ti. En el amor nada está contra
indicado, es totalmente compatible con cualquier herramienta o método de
curación, con pastillas, con tratamientos agresivos, con lo que tú quieras.
Recuerda que está creado, compuesto y desarrollado para aclarar tus dudas, está
diseñado para iluminarte y si parte de esa luz consiste en aprender mucho más, pues lo haces con
confianza, el amor te da esa libertad y sólo facilitará tu desempeño en
cualquier método o arte que desees conocer. Las palabras pronunciadas crean una
energía poderosa que penetra cada espacio del cuerpo humano, de manera que
cuando tu fusión con ellas es perfecta puedes percibir algunas reacciones de tu
cuerpo, como por ejemplo eructos, bostezos y suspiros. Si por ejemplo en este
instante yo te pidiera sintonizar totalmente con la palabra “Gracias” y que la
pronunciaras con total convicción de que tu vida es bendita, estoy segura de
que por lo menos suspirarías. El suspiro, el bostezo o el eructo son la
respuesta del cuerpo para informar que la energía del amor ha entrado en el
sistema y que los residuos de energía negativa atascada han salido. También
puede ser posible que no percibas nada, sin embargo tu estado de ánimo te irá
guiando. Prueba intencionalmente a decir cada palabra y te darás cuenta con
cuál de ellas eliminas más energía atascada. Juega con esto, hazlo divertido e
incluye estas palabras en tu rutina diaria: “Sanar es divertido”, ríete durante
más veces al día. Recuerda que tu cuerpo es inteligente y por lo mismo responde
a tu estado de ánimo, a tu risa, a tu alegría. Cuando ríes, tu mente deja de
trabajar y se interrumpe el trabajo de las memorias; es por esto que reír es
terapéutico, reír es sanador. Respirar es la actividad más completa que realiza
tu cuerpo, así es como entras en contacto con todo lo que existe, así es como
se lleva a cabo ese intercambio energético entre los demás seres vivos y tú. A
nivel emocional, la inhalación tiene que ver con la capacidad de aceptar o de
recibir algo que llega a tus sentidos, pueden ser situaciones, personas o
cosas. La exhalación tiene que ver con la capacidad de dar, de entregar, de
regalar. Inhalar será una actividad placentera si aceptas lo que llega a ti sin
calificarlo. Exhalar será una actividad placentera si estás en condiciones de
dar, en condiciones de servir. Es por esto que inhalar las palabras sanadoras
tiene tanto sentido para los estudiantes, practicantes y maestros del arte del
amor. Si en este momento inhalas y mientras lo haces te dices “Me amo”, te
sentirás totalmente fundida con el sentimiento y recibirás la señal inequívoca
de que el amor ha entrado de exquisita manera en tu cuerpo. Igualmente sucede
cuando exhalas todo lo bello que hay en ti, es como si compartieras con los
demás seres vivos el amor que está creciendo dentro de ti. Esta es una hermosa
práctica que puedes llevar a cabo en cualquier lugar y en cualquier instante de
tu día, además de que funciona para todo lo que desees incluir o eliminar de tu
sistema, no tiene contraindicaciones y con ella puedes bendecir tu tratamiento
de quimioterapia, tu médico, tus pastillas, esas dolorosas inyecciones, esos
masajes que parecen torturarte, ese tiempo que parece detenerse. Bendice tus
lágrimas, tu proceso, tu dolor porque la vida te devolverá bendiciones.
CAPITULO
20:
LA MISION
DEL TERAPEUTA O SANADOR De alguna manera mi vida siempre ha estado relacionada con el
hecho de ayudar a las demás personas, colaborar en lo que fuera necesario y
sobre todo escuchar a quien tuviera algo que contarme. Esto lo aprendí desde
niña porque mi papá (q.e.p.d.) siempre me escuchó. Recuerdo que él pasaba
algunas horas en la casa, trabajando en el estudio y de repente llegaba yo,
corriendo a ponerle algunas quejas de mis hermanos o a contarle cosas que tal
vez podían ser simples. Entonces él se quitaba sus gafas, se giraba en su silla
y me decía: “A ver cuéntame hija, qué pasa” y yo empezaba a bombardearlo con
mis cosas, que si mi hermana, que si mis hermanos, que si me prestaba sus
estilógrafos (plumas fuente), en fin. El acababa levantándose de su silla para
ir conmigo a ver qué era lo que sucedía o para darme lo que le estaba pidiendo.
Creo que así aprendí a escuchar, con ese maestro inolvidable que elegí como
papá y que me guió desde que era muy pequeña, hasta este instante. Mi mamá
también me escuchaba, lo que sucede es que mi afinidad era con mi papá porque
siempre creí que me daría la razón (era una niña algo tramposa). Cuando vivían
juntos, mis padres eran personas muy sociables y generalmente estaban
receptivos a lo que sus amistades tenían que contarles; curiosamente siempre
tenían una hermosa palabra a la mano que darles para levantar su moral. Ahora que mi papá ya no está en este
planeta (porque según creo tenía que ir a ampliar su red social en otros
espacios), mi mamá es quien continúa compartiendo hermosas enseñanzas y libros
con sus amigas, de manera que sigo aprendiendo de ella; por cierto me
encantaría verme como mi madre quien a sus 64 años luce joven, hermosa, esbelta
y saludable. Creo que lo ha logrado a base de caminar ligera; ella todo lo
disculpa, lo perdona, lo ama y lo libera; es uno de los seres humanos más
bellos que he conocido, no puedo ocultar que ser su hija me hace feliz y no me
ciega el amor, en realidad así la ven todas las personas que la conocen.
Entonces como te comentaba al inicio del párrafo, crecí observando estas
escenas y por eso aprendí a madurar de la mano de 2 fabulosos terapeutas de
corazón que son mis padres, quienes dejaron ante mis ojos un sendero que
recorrer para entregar lo que sé a las demás personas. Con esa profesión innata
empecé a escribir para mi blog desde la cafetería de Sofía, un lugar en el
corazón de Ciudad Victoria, Tamaulipas, México; donde se funde el sonido de las
risas y las vivencias de algunos clientes o visitantes del hospital cercano con
el aroma de los alimentos que de la cocina provienen. Yo había estudiado
computación en mi país natal pero llegó un momento en que eso dejó de ser
importante para mí, sencillamente no me interesaba. Así que en la cafetería
comencé a trabajar como terapeuta sin saberlo. Ahí descubrí mi verdadera
vocación, mi dharma, mi pasión. Compartí ratos inolvidables con muchas amigas y
con clientes ocasionales. Sabía que no necesitaba un certificado, sólo
precisaba corazón, conocimiento, conciencia, fusión, sensibilidad y tal vez por
eso, la maestría de la vida, se desplegaba ante mis ojos sin reservas y se me
revelaba en cada persona que visitaba el lugar; yo sabía que tenía (y tengo)
muchas ventajas y posibilidades infinitas para desarrollar mucho más mi
potencial como ser humano. Esa cafetería
donde atendí miles de clientes, también fue mi escuela. Fue así como en alguna
ocasión una mujer que recuerdo mucho me dijo con sus palabras: “Vivi, No te
quedes con todo lo que sabes, compártelo, mucha gente que está esperando por ti
necesita escuchar y leer tu mensaje”. En ese momento entendí muy bien lo que
ella me quería decir y unos días después, las palabras mágicas llegaban a mi
vida. Comencé a escribir para mi blog en Internet y la práctica constante de
estas 4 palabras me llevó a escribir una hermosa meditación para Sofía, en el
bullicio de la cafetería, entre el aroma de las gorditas, flautas y tacos,
entre el calor del verano y el olor del café caliente que tomaba temprano en la
mañana esperando refrescarme. Creo que no existe un lugar más inspirador que
esa cafetería con todo lo que en ese entonces me mostraba. Algún tiempo después
de esto publiqué el audio en la red con el fin de ayudar a las personas con
diversos conflictos porque yo me sentía de maravilla escuchándolo y cada
persona que lo escuchaba adoptaba la meditación como su tabla de salvación,
como su medicina sanadora, como una respuesta divina. Mientras todo esto tomaba
lugar, otras técnicas curativas llegaban a mi vida y yo iba ganando experiencia
con amigas o con clientes ocasionales al combinar todos mis conocimientos en
una mezcla única y renovadora, que es una parte de lo que estás leyendo. Las
visitas en mi blog aumentaban, mis artículos gustaban más y llegaban a lectoras
de diversas edades y de muchos lugares del mundo, amigas voluntarias comenzaban
a traducir los artículos que a ellas les inspiraban. Entonces escribir se había
convertido para mí en una necesidad. Un buen día, una persona desconocida quiso
que yo la atendiera de manera privada y después de nuestra sesión se sintió tan
liberada y en paz, que quiso continuar su diálogo conmigo hasta que finalmente
salió adelante con sus pensamientos. Así atraje a mis primeros clientes,
sanando mutuamente sin condiciones, sin reglas, sin castigos. Ellos venían a mí
y creábamos una atmósfera tan confortable en mi pequeña oficina, que el tiempo
por sesión se me hacía muy corto y generalmente me extendía más allá de lo
pactado. Yo era y soy feliz con mi trabajo, creo que nací para esto que hago.
El tiempo pasó y me convertí en quien soy actualmente, una mujer consciente de
sus debilidades y fortalezas, de sus aciertos y de sus fallas, de su amor y de
sus miedos. Una mujer que ya no intenta cambiar nada en ella y que está
dispuesta a aprender de ti para continuar sanando. Aprendí a dialogar con mis
clientes, aprendí a escucharme en ellos y poco a poco capté el mensaje
multidimensional y futurista contenido en la intención y el deseo de sanar por
medio de las 4 palabras, se trata de esa voz que te hace entender poco a poco
que el cliente o el paciente llega a tu vida para que tú como terapeuta te
cures, más que para sanar él mismo. Al escuchar esto por primera vez puedes
salir corriendo y dejar este “extraño” mundo para intentar “cosas más normales”
o puedes sumergirte y bucear en él para descubrir el poder sanador que
encierran sus postulados. Y cuando lo descubres y lo comprendes es cuando
puedes encontrar en ti a un verdadero sanador, que en mi concepto es aquella
persona que borra en ella misma el pensamiento erróneo que ocasiona los síntomas
de su paciente, con lo cual logra restablecer el equilibrio perdido y permite
una conexión con todas las personas que se encuentran relacionadas con su
paciente. Al proceder en esta forma, se experimenta una libertad y un poder sin precedentes, es cuando
se llega a la verdadera razón de ser de la curación. El sanador es consciente
de ser un canal entre la Inteligencia Divina y el paciente, reconoce que un
pensamiento erróneo suyo ha generado el desequilibrio en la mente y cuerpo del
paciente, entonces se perdona por ello, se ama y se siente en gracia por los
dones que recibe a través de una enfermedad y de su corrección. Este
conocimiento le proporciona al terapeuta una expansión de conciencia que
difícilmente puede encontrar en otra técnica de auto curación; el hecho de que
pueda hacerse 100% responsable de la salud de su paciente, permite que toda
curación tenga lugar. ¿Qué terapeuta consciente de su misión, no desearía sanar
a través de quien le está solicitando ayuda? Creo que ninguno o ninguna. Todas
deseamos hacer nuestra labor lo mejor que se pueda. Considero que tu mundo
cambia radicalmente cuando estás dispuesta a ver a través de los ojos de quien
te está observando, cuando te sientes tan conectada y unificada a todo lo que
existe, que es fácil para ti convertirte en el bebé que una vez perdiste,
transformarte en tu padre o en tu madre, cuando puedes observar la vida desde
el lente opuesto, desde la otra parte, e incluso desde ese yo antagónico con el
cual has tenido una guerra toda tu vida. Tu máxima liberación llega cuando
estás dispuesta a soltar el dolor que tanto te ha protegido para enfrentar la
verdad, aunque signifique que tú la creaste y que estuviste ahí en la escena,
despierta como la víctima y dormida como tu victimario. Cuando eres terapeuta,
sanador o médico (en cualquier área o especialidad) y puedes reconocerte en el
enfermo, en la misma enfermedad, en la memoria, en la paz, en la esperanza y en
la misma Inteligencia Divina, estás reconociendo sutilmente todos los aspectos
de tu propia identidad, estás aceptando que dependiendo de tu vibración puedes
ser el error, la perfección o la totalidad, mientras vas sanando tú misma y
todas las personas que te rodeamos en determinados niveles. Cuando menciono que
tu paciente llega a ti para que sanes, no quiero decir que tu cuerpo físico
manifieste la misma enfermedad que tu paciente, por ejemplo si alguien llega a
tu consulta porque tiene problemas con su colon, esto no significa que tú
tengas que experimentar el mismo síntoma en tu cuerpo, no tienes que sentir a
nivel físico algo que ya posee tu sistema y que es percibido por una de sus
partes. Recuerda que sólo hay un alma y una conciencia universal que lo
contiene todo y para este caso, tú lectora (seas terapeuta o no) eres esa alma
universal. Fuera de ti no encuentras nada, mientras que dentro de ti, la vida
canta su mejor canción, ahí en tu conciencia unificada conviven el caos y la
armonía, la luz y la oscuridad, la incertidumbre y la certeza; todos estos
componentes conforman la vida. Así que cuando alguien con un problema en su
cuerpo llega a ti, significa que existe en tu sistema una célula que presenta
anomalías por un pensamiento erróneo de tu conciencia, así que lo que harás
(seas terapeuta o no) es borrar el recuerdo que te une con esa célula, persona,
situación u objeto por medio de las palabras sagradas que ya dominas. Cuando a
tus sentidos llega la noticia de que alguien ha enfermado, tu misión de vida,
tu trabajo de curación hacia ti misma ha de ser por medio de la eliminación de
esa memoria o registro que te une con esa persona, incluso aunque ella ya no
esté en este mundo, tu trabajo de luz es ponerte en paz. Uno de los recursos
más eficientes al alcance de tu presencia sanadora es desaparecer tu necesidad
de que ese paciente esté padeciendo determinados síntomas. Una vez que eso
sucede, automáticamente obtienes iluminación al respecto y es cuando te sientes
bendita por lo que has recibido. En la dimensión en la que vives, todo llega a ti por
una necesidad de tu Ser, por esa razón creas las diferentes situaciones en las
que te ves involucrada con el fin de sanarlas desde su núcleo. Creaste todo un
universo de conflictos a nivel mundial, creaste la enfermedad, la muerte, el
hambre, la miseria y elegiste tu profesión como terapeuta para sanar tu
conciencia desde adentro, recolectando información, padecimientos, síntomas y
dolores de las personas a tu alrededor para borrar la memoria en común. El
dolor desaparece de la mente de tus pacientes cuando dejas de necesitar que
ellos estén enfermos. El hecho de ser responsable de todo lo que sientes, te
permite asimilar que un pensamiento de tu conciencia ha creado a tu(s)
paciente(s) por medio de un contrato emocional en el cual aceptas ser terapeuta
y esa otra persona acepta enfermar. Esto no quiere decir que existió en ti
alguna mala intención al respecto, significa que tienes una misión que en este
espacio significa ser el puente entre la Inteligencia Divina y esa otra persona
que necesita de ti. En tu realidad tienes la misión de ayudar siempre que
puedas y entre más pacientes puedas despertar, más conciencia de salud crearás
a tu alrededor, esto equivale a mayor bienestar para el sistema que eres tú.
Los seres humanos que hemos despertado a todos estos conceptos llevamos un
terapeuta en el corazón, así que no importa si te dedicas a otra actividad; sé
consciente de que puedes ayudar siempre y cuando te ames a ti misma. Poco
importa si eres lavandera y acabas de regresar del río con toda la ropa que
organizaste para entregarla a sus dueños, no importa a qué te dediques; si
puedes sentir compasión por alguien enfermo que tropieza contigo y utilizas las
herramientas necesarias para corregir sus dolencias, entonces nada más importa.
Pronuncia las 4 palabras que curan. Nada más importa si te amas tú. Al borrar
memorias por tu paciente, tienes el deseo firme de que sea sanado, aunque no
sabes en realidad de qué manera irradiará su luz la Inteligencia Divina, en
realidad no sabes en qué forma será curado. Ignoras a qué nivel están relacionadas
las memorias o de qué manera está tejida la historia humana. Es probable que tu
paciente muestre los síntomas de una úlcera y que su curación inicie con el
pago de una deuda que llevaba años haciéndole sufrir; no es posible que desde
el plano mental conozcas la causa inicial de una enfermedad o de un síntoma; la
causalidad también es muy relativa y aquí en esta dimensión experimentamos sus
efectos. Tu misión como terapeuta es decirle a la Inteligencia Divina:
“Inteligencia Divina, por favor elimina de mi sistema cualquier cosa que esté
ocasionando este síntoma en ________________. Gracias porque está hecho.”
Después de esto el sistema recibe la luz divina; entonces la curación se ha
realizado y tu paciente manifestará diversos cambios, todos ellos positivos
como parte del proceso curativo y tú continuarás borrando memorias sin
detenerte porque sólo así podrás desactivarlas. Es posible que alguna persona
con la cual estés borrando memorias, elija marcharse de este mundo o elija
morir para nutrir su conciencia de amor en otro planeta o en ese lugar a donde
nos recargamos con más luz; en todo caso puedes tener la certeza de que toda
esa energía que tú creaste al amar el dolor y la vida de una persona enferma,
fue utilizada para facilitar su viaje y así evitarle más sufrimiento; esa
energía que tú irradias jamás es desperdiciada o malgastada, siempre se
aprovecha al máximo y el espíritu obtiene sus beneficios de manera permanente.
La muerte no es un castigo, ni una mala
decisión, es una transición hacia cambios maravillosos, es otra manera de
nacer; no te sientas culpable si algo así llega a sucederte. Todo podría ser
parte de un contrato emocional. Para corregir el error, no requieres estar
frente a frente con tu paciente, puedes utilizar tu intención, así como la
energía vital que viaja a través de los cordones invisibles que te enlazan con
todo lo que existe para transportar luz divina, curación y paz a través de tus
propias palabras. 6 pasos para ser mi propio terapeuta.
1. El concepto de alma que escribí al inicio de este libro te
permite asimilar que cuando eres testigo de una situación difícil, cuando
alguien te comenta de sus problemas o escuchas en el radio o el televisor que
todo el mundo se encuentra en caos, significa que compartes una misma energía
con las personas involucradas en cada uno de esos eventos, o sea que tienes una
memoria en común con todos ellos, misma que es preciso borrar con las palabras
sanadoras para liberar a todos los involucrados. Esto puedes lograrlo sólo con
la frase “Te amo”, si no deseas pronunciar las demás; cada una de ellas tiene
el poder de convertir cualquier problema en una bendición.
2. El pensar que tienes una infinidad de recuerdos por borrar es
una trampa de tu mente o de tu ego que es esa parte de tu conciencia que te
infunde miedo cada vez que quieres dar un paso adelante en tu curación.
Detenerte a pensar en que nunca vas a terminar de borrar memorias o que tendrás
que estar pronunciando las palabras sanadoras de por vida, no es más que un intento por quedarte estancada
en el mismo lugar de donde aparentemente deseas salir. El amor está lejos de
ser un compromiso o una obligación, ya que su práctica se convierte en una
experiencia placentera para el cuerpo físico, en un baño de luz para el
espíritu y en una bendición para tu mente; así que no se trata de cuántas
memorias hay por borrar, se trata de preguntarte a menudo en qué estás
pensando, en qué época estás viviendo y a dónde te estás trasladando para
proceder a corregirlo regresando al momento presente. Evita concentrarte en el
hecho de ser una “máquina eliminadora de memorias”, enfócate en vivir plena y
conscientemente cada instante de tu vida, mantente en el presente aceptando lo
fresco, lo nuevo, lo que mereces. Este es tu punto de equilibrio.
3. Un gran obstáculo en la práctica del amor, consiste en
pronunciar las 4 palabras que curan como un requisito para obtener la
felicidad, o como el método perfecto para el logro de objetivos, como si se
esperara llevarlo a cabo con el fin de sentirse mejor a futuro, como si no se
comprendiera el significado exacto de cada una de sus palabras. Cuando la idea
de obtener mejoría con el paso del tiempo se adueña de la mente estás cediendo
espacio para su juego. Cuando pronuncias las palabras sanadoras sin sentirlas y
sólo las repites mecánicamente porque alguien sanó por medio de ellas, te
expones a abandonarlas en corto tiempo. El amor no nació para que se le hagan
pruebas, nació para practicarse honestamente. Al comprender la razón de ser de
las palabras sanadoras se experimenta paz, regocijo, libertad y sobre todo se
anula la necesidad de obtener algo porque hay unidad, totalidad y fusión con la
Inteligencia Divina. Cuando simplemente te das amor por existir, trasciendes el
tiempo y vives experiencias maravillosas, iluminación, inspiración, creación.
Es cuando despiertas al artista que hay en ti, porque el amor como arte sólo
puede ser practicado por alguien como tú.
4. No eres mala por tener memorias que borrar, tampoco lo eres
por atraerlas a tu vida, no eres mala por ser humana y por encontrarte a tu
paso con situaciones difíciles que te asustan. Hago énfasis en esto porque
algunas personas pueden pensar que es necesario evitar las situaciones en las
cuales tuvieran que borrar recuerdos. Por ejemplo, pueden dejar de ir a visitar
un enfermo a un hospital, pueden hasta huir de las amistades que antes llegaban
a contarles sus problemas, pueden encontrarse con que prefieren la soledad a
borrar memorias. Esto es incorrecto porque proviene del miedo y no del amor, además
sería un obstáculo en el único proceso que redime a la mente consciente. Recibe
las memorias en tu ser, no huyas de ellas porque no son un castigo, ni tampoco
son el resultado de tu maldad, puesto que no eres mala, eres alguien que
experimenta la vida y también quien la observa; así que cuando llega a tus
sentidos un recuerdo a borrar, también llega la recompensa escondida en él,
aparece la experiencia y la alegría de sanar. Las memorias son tu mejor
oportunidad para experimentar curación; ámalas, agradéceles, acéptalas.
5. Uno de los principales obstáculos a superar por el terapeuta
es, si debe cobrar o no por sus sesiones, si debe recibir dinero como
intercambio por su trabajo. Muchos parecen detenerse en este punto que es
importante aclarar. Sea cual sea tu trabajo, estás obligada a recibir un
intercambio que te haga feliz. En cada una de tus terapias o sesiones con tus
clientes estás invirtiendo un instante de tu tiempo, estás contribuyendo con la
salud de alguien; si consideras que la curación de esa persona es tu pago y
esto te da la satisfacción que necesitas, adelante, hazlo. Vendrán para ti
otras maneras de ganarte la vida, de alimentarte, de costear tus necesidades.
Lo único que te pido es que esto sea algo de corazón, que intercambies tu tiempo
por curación sin que te quede esa idea de inconformidad acerca de que no
pudiste cobrar porque no serías alguien espiritual. Si lo que te detuvo a
cobrarle a tu cliente fue la creencia de que eres un ser mundano y despreciable
porque recibes dinero a cambio de tu tiempo curando a alguien, entonces
necesitas re considerar esto, porque sin querer le estás enviando este concepto
de no merecimiento a tu cliente, quien posteriormente podría llegar a ser un
excelente sanador como lo eres tú. Puedes comenzar a sanar tu creencia de que
el “dinero es malo” o de que “las personas buenas no cobran” o que “las
personas espirituales son pobres”; el dinero es una energía neutral que llega a
quien cree merecerla y por lo tanto es una bendición. ¿A cuántas personas crees
que puedes ayudar sin tener un centavo en el bolsillo por ser “buena”? ¿Cuántos
hospitales, centros de ayuda, escuelas o fundaciones puedes crear, si
difícilmente pagas el alquiler de tu casa? Mi opinión es esta: entre menos
dinero tengas en tu bolsillo, más lejos
estás de la Inteligencia Divina, más lejos estás de brindar una ayuda
colectiva, más lejos estás de ser feliz. Como terapeuta o sanadora, necesitas
experimentar fusión, totalidad, abundancia, felicidad y si respetas tu trabajo
debe haber intercambio económico. La cantidad a cobrar la vas determinando en
la medida en que desarrolles tu autoestima y aceptes al dinero como lo haces
con la Inteligencia Divina; cuando no hay intercambio económico tu paciente
sana de manera más lenta y el proceso se hace complejo para ti. Reconocer la
prosperidad en el bolsillo de las demás personas es reconocerla en el tuyo,
esto es lo que cambia al mundo, estas ideas son las que crean prosperidad y
riqueza en la Tierra. Todas las personas tienen dinero para sanar. En su
momento habrá excepciones, pero ellas estarán determinadas por tu conexión con
la Inteligencia Divina y no por la lástima o por considerar que el mundo es tan
pobre que no puede sanar con el único intercambio que tiene un verdadero valor
para que la curación pueda llegar correctamente.
6. La finalidad del arte de amar es mantener nivelado tu Ser de
tal manera que permanezcas en equilibrio, sin emociones, inalterable,
inmutable, despierta, permanentemente conectada con la luz; consciente de que
todo lo que te rodea se encuentra en tu cabeza y por lo tanto puede ser
transformado. Abrete a la posibilidad de que los milagros signifiquen reconocer
que el pensamiento viejo dejó de funcionar en tu mente.
CAPITULO
21.
AMOR Y
VITALIDAD El hecho de que todo lo que existe provenga de un pensamiento
te otorga gran amplitud en cuanto a tu manera de vivir y te permite comprender
que esa juventud que consideras pasajera puede acompañarte mucho más tiempo del
que crees y que también esa vejez que parece ser un paso obligado, puede llegar
en el momento que tú elijas o que incluso podría no llegar. El dolor, la
desesperanza y la impotencia es auto impuesto, así como lo son la vejez y la
muerte. Todos estos eventos obedecen a las creencias implantadas en tu sistema,
ya que con ellas has crecido hasta el punto de creer ciegamente en sus efectos.
Yo creo que si son nuestros pensamientos los que ocasionan el deterioro del
cuerpo físico entonces también son ellos quienes pueden conservarlo
perfectamente sano. Eres libre de interpretar las palabras sanadoras como
afirmaciones positivas o como sonidos sagrados, lo que cuenta es en qué forma
trabajarás con ellas. El amor a ti misma va más allá del tiempo, va mucho más
allá de los viejos conceptos que te protegían y por esto puede ser considerado
como un regalo multidimensional para todas las almas o seres que ya se han
preparado para ello en la rueda de la vida. Cuando aceptas esta hermosa
filosofía, es porque has aprobado las lecciones que necesitabas y porque estás
lista para formar parte de la raza de seres humanos que ha pasado al siguiente
nivel. Para revertir todo ese desgaste físico al que has llegado, necesitas
aceptar en niveles muy profundos de tu conciencia, que envejecer no es un
proceso natural, es sólo el resultado de lo que heredaste o aprendiste de tus
padres y ancestros, es el resultado de un pensamiento erróneo, alterado. La
prueba de esto es que no todos envejecemos de igual manera, algunas personas se
arrugan más que otras porque tal vez para ellas, la vida es un campo de batalla
en el cual ganan o pierden; algunas otras personas casi ni tienen arrugas y
gozan de muy buena salud aunque se encuentren en la que llamamos “la tercera
edad”; tal vez sea porque ellas consideran que la vida es un regalo y que por
eso sólo ganan. Desarrolla el hábito de sentir placer por estar aquí en la
Tierra; no tengo que decirte cómo hacerlo porque tú sabes cuál es la mejor
manera, adáptate con amor a las circunstancias de tu vida y recuerda bendecirla
sea como sea. Aunque muchas veces hayas deseado morirte, puedo garantizarte que
si tu deseo se hubiera cumplido y no estuvieras en este mundo, en algún espacio
escondido en tu ser, cuando te vieras sin cuerpo físico y sin angustias,
desearías volver, no una sino mil veces más, sólo por el placer de sentir, por
el disfrute de tus sentidos, por el deleite interno que proporciona una
lágrima, por lo que significa poder tocarnos, por la experiencia de la palabra,
del beso, de la voz, del sonido, por la lección tan valiosa que sólo deja el
dolor humano. “El día de hoy bendigo mi ayer. Bendigo y agradezco aquellas
palabras que ahogué, apruebo todas aquellas que con ira pronuncié; me perdono
por el silencio que tanto rechacé, me amo por todas las veces en las que no
amé. El día de hoy bendigo mi existencia, me bendigo a mí misma y amo cada
instante sin resistirme a la luz divina en la que me muevo. El día de hoy por
primera vez me acepto y soy feliz”. El proceso de curación, de vivir mejor, de
asimilar mejor los asuntos cotidianos, comienza con un instante; si te dedicas
a pronunciar o internalizar las 4 palabras que curan durante un espacio de
tiempo en tu día, podrás experimentar una recarga de energía inusual, a la vez
que sentirás que has descansado y tu cuerpo físico revelará todo esto y además
las personas con las cuales te encuentres, también te lo harán saber. Así mismo
tendrás deseos de estar viva, tendrás el impulso de hacer muchas otras cosas,
despertarás talentos que estaban escondidos y encontrarás respuestas a todas
tus preguntas, te sentirás poderosa. Es la suma de todos estos resultados, lo
que te hará desear la vida y te permitirá renacer aunque tengas 80 años. Es
toda esta fuerza adquirida en tu interior, la que te hará desear la
inmortalidad.
CAPITULO
22.
BORRANDO
MEMORIAS POR ESCRITO A lo largo de mi vida he trabajado con meditación, imposición
de manos, reflexología, control mental, afirmaciones positivas, técnicas de
liberación emocional y mucho más, así que por ello he comprendido que la
palabra asertiva, en tiempo presente, unida a las 4 palabras que curan, es la
manera más efectiva para desactivar viejas pautas mentales que ocasionan dolor
físico o emocional. En cada técnica aprendida he observado que el componente
principal es la intención de sanar algo, de querer sentirse mejor
emocionalmente y cuando se sincroniza esto con la tranquilidad de que en algún
espacio se están dando los cambios, o cuando ni siquiera se necesitan los
cambios es cuando se pueden sentir. En este capítulo te enseñaré a trabajar con
afirmaciones positivas relacionadas con las hermosas palabras que has aprendido
en este libro, así como con los sentimientos que estás experimentando;
realmente es algo muy agradable porque estás aceptando tu frustración o tu
situación actual porque también aceptas lo humana y falible que eres. La idea
es que aprendas a eliminar la necesidad de querer cambiar algo en ti como si
fueras mala, es esta actitud de rechazo y crítica hacia ti, la que te hace
debilitar tu sistema inmunológico. Tu verdadera evolución da inicio cuando no
intentas cambiar lo que eres o quién eres, eso eliminará la culpa que nació
contigo. Por medio de este tratamiento escribirás a diario en un cuaderno que
tengas destinado para esto, algunas afirmaciones de amor hacia ti (pueden ser
mínimo 10 y máximo las que desees), por un tiempo mínimo de un mes, aunque
sería mucho mejor adoptarlo como un hábito para toda la vida, ya que estás
siempre conectada con la aprobación de tus actos. Puedes crear una frase
especial y trabajar sólo con ella o también puedes escribir las 4 palabras
curativas que ya dominas. Elige lo que sea más cómodo para ti y disfruta de
esta etapa de sinceridad contigo misma. Es posible que mediante este proceso
experimentes nuevas crisis curativas y que remuevas viejas heridas con el fin
de borrarlas definitivamente de tus recuerdos. A continuación te doy algunos
ejemplos de frases asertivas, que están totalmente relacionadas con lo que has
aprendido (en la línea puedes colocar lo que sea que llegue a tu mente): Yo (tu
nombre) siento que ___________puedo perdonarme por lo que estoy sintiendo. Yo
(tu nombre) odio que __________ y puedo perdonarme por no estar satisfecha con
mi vida. Yo (tu nombre) puedo perdonarme por lo que he sentido toda mi vida y
por___________________________________________. Yo (tu nombre) puedo aprobarme
ahora por haber sido _________________. Yo (tu nombre) me amo profundamente
aunque ___________________. Yo (tu
nombre) estoy dispuesta a ser perdonada por mi niña interior pese a
que________________________. Yo (tu nombre) me perdono completamente. Yo (tu
nombre) me siento agradecida conmigo misma. Yo (tu nombre) soy la gratitud. Yo
(tu nombre) me amo verdaderamente. Yo (tu nombre) me amo y por lo tanto me
acepto tal como soy aunque________________________. Yo (tu nombre) elijo
perdonarme a mí misma pese a que (el nombre de alguien) dice
que_____________________. Yo (tu nombre) me siento agradecida con la vida y con
Dios. Yo (tu nombre) me alimento y me nutro de Amor. Yo (tu nombre) soy el
Amor. Yo (tu nombre) soy la energía divina de Dios. Yo (tu nombre) ahora puedo
perdonarme en el nombre de todas las personas. Yo (tu nombre) elijo amarme y
aceptarme sin condiciones. Puedes construir tus propias frases; desahogarte con
ellas, todo está permitido para ti, nada de esto es un pecado, sólo es tu pase
hacia la libertad emocional. Esta manera de sanar el subconsciente es benéfica
para cualquier ser humano que desee practicarla, la acción de escribir las
palabras sanadoras es muy poderosa, porque así estás borrando recuerdos o
memorias mientras utilizas todos tus sentidos. Cuando me refiero a borrar
memorias por escrito, no estoy quitándole poder a la acción de sentir o
pronunciar las palabras sanadoras, sólo estoy mostrándote el abanico de
posibilidades que hay a tu alrededor, para que elijas la forma de amarte y
aprobarte que vaya de acuerdo con tus necesidades y con el momento que estés
viviendo. Recuerda que el amor no excluye, sino que integra y te permite
desarrollarte en muchos otros aspectos. Cada una de las palabras “mágicas”
contiene el inicio y el fin del drama humano, en ellas se encuentra la raíz de
cualquier sentimiento que puedas experimentar; por eso puedes ampliarlas y
llevarlas en la dirección que consideres apropiada. Cuando las mencionas o las
sientes, tu cuerpo desencadena una serie de reacciones, de respuestas, es como
si un botón activara la vida en tu organismo, refrescándolo y permitiéndole
tomar conciencia de todo lo que contiene; sin darte cuenta utilizas tu voz, tus
oídos, tu sensibilidad y tu mirada. Cuando las escribes, complementas aún más
este efecto porque utilizas más sentidos y en el acto de escribir, aparecen
ante tus ojos imágenes inesperadas que te van guiando hacia tus posibilidades
de cambio. La idea de escribir las 4 palabras que curan una y otra vez, es
utilizar la repetición como un hábito que sustituya los viejos pensamientos por
otros cargados de confianza y amor hacia tu ser. Puedo decir que este proceso
es totalmente liberador y altamente efectivo. Lo he realizado con muchas
afirmaciones dirigidas hacia muchos aspectos y esto ha dado lugar a cambios significativos en mi vida.
Cuando lo desees puedes utilizar la siguiente oración: “Inteligencia Divina,
borra de mi conciencia, el pensamiento errado que ha creado esta apariencia:
(escribe las dificultades que lleguen a tu mente en ese instante). Gracias.
Gracias. Gracias”. Otra opción que tienes es la siguiente: Si durante mucho
tiempo te has resistido a soltar tu pasado te recomiendo que escribas todo lo
que pasa por tu mente en una hoja en blanco, relata todo lo que salga de tu
mente, no importa si son palabras de odio, no importa si eres grosera,
despójate de esa capa de angustia y sé libre expresándote como jamás lo has
hecho. Luego toma otra hoja y llénala con las 4 palabras curativas, ámate
mientras lo hagas y también después. Haz esto los días que sean necesarios para
ti y ojalá pueda ser durante 1 mes o más para que notes los cambios. Recomiendo
que hagas este escrito a mano y por las mañanas, utiliza el número de hojas que
quieras y aunque puedes utilizar tu computador, te recomiendo hacerlas a mano
porque nada sustituye a la energía yendo directamente de la mano al papel.
Todos estos ejercicios son parte de tu propia intimidad, evita mostrarlos o
compartirlos, guárdalos donde sólo tú sepas, cuando sientas la necesidad
acéptalos, rómpelos y tíralos.
CAPITULO
23:
LIMPIANDO
ESPACIOS Y OBJETOS Cada ser humano contiene en su interior una réplica exacta del
Universo que parece estar afuera y por eso es comprensible que todos estemos
hechos de la misma esencia; sillas, mesas, paredes, camas, casas, aviones,
bosques, plantas, animales y medio ambiente, son parte de lo mismo, están
hechos de la misma luz que nosotros los humanos y por lo tanto son movimientos
y proyecciones de nuestro espíritu. Como estos objetos están conformados por la
misma energía nuestra, se hacen sensibles a nuestras emociones, alterando a
veces su esencia o su propósito sin que nos demos cuenta, tal como sucedió en
el ejemplo que pongo a continuación: En alguna ocasión tuve una charla con una
amiga y al preguntarle cómo estaba, me respondió que no muy bien y que andaba
buscando un plomero con algo de urgencia, porque las correas del servicio
sanitario habían estallado y se había inundado la casa mientras ella dormía en
la noche anterior. Observando su rostro y conociendo su historia le pregunté:
¿Estás segura de que todo está bien en tu vida? Y respondió nuevamente que sí.
De modo que insistí y fui más directa al preguntarle: ¿Has estado llorando? Y
me respondió con una pregunta: ¿Cómo lo sabes Vivi? Y de inmediato nos sentamos
a charlar sobre el motivo de su llanto. Esto me ha sucedido con las personas en
diversas ocasiones y no significa que
pueda adivinar sus vidas, sólo quiere decir que he aprendido que todo lo que
nos rodea es el resultado de nuestras necesidades y por lo tanto es sensible a
cada emoción. El ejemplo anterior te permite comprender claramente hasta qué
punto eres una con los objetos inanimados, hasta qué punto dejas de ser tú a
nivel humano e individual para pasar a tomar la esencia de un mueble o de un
refrigerador! Ya sé que suena un tanto extraño pero es fácil de aprender. Yo lo
hice precisamente gracias a los desperfectos de mi vivienda, porque en aquellos
momentos donde había tristeza en mi corazón algo fallaba con algunas tuberías y
yo no entendía el por qué, hasta que en una ocasión, mientras me encontraba
frustrada y sumergida en mis viejas ideas, escuché un fuerte ruido en la cocina
que se produjo por un daño en los ductos de su pared principal; a partir de ese
momento tuvo una fuga que sólo el plomero pudo arreglar. Entonces comprendí la
influencia que tiene un pensamiento o una emoción sobre los objetos que se
consideran inanimados. Por eso no debe sorprenderte que si te sientes
deprimida, impotente y fatal, tu automóvil lo refleje con algunos desperfectos,
sea posible que funcione mal el motor, que alguien pase velozmente y
accidentalmente se lleve uno de los espejos retrovisores o que tu coche casi
nunca funcione como debe ser. Es importante resaltar que los desperfectos en
estos objetos, no suceden cada vez que lloras, sino que todo depende de la
intensidad de tus emociones, así como de sus causas. No siempre tendrás una
influencia tan contundente sobre lo que te rodea porque como en todo, hay una
escala que mide el grado o la clase de emoción que influye sobre ellos. Hay
lágrimas de lágrimas como decimos coloquialmente, el nivel de dolor puede ser
desgarrador porque algún suceso en el presente te hizo recordar por ejemplo que los demás siempre se han burlado
de ti o el nivel de dolor puede ser tan ligero que ni siquiera toque esas
fibras dolorosas; aún la tristeza más pasajera influye sobre lo que te rodea
pero no de manera tan contundente como cuando la intensidad de tu nostalgia o
de tu pesar es máxima. El hecho de que estas situaciones ocurran en tu hogar a
menudo, no significa que tengas que evitar el llanto; el hecho de llorar no es
malo en sí, las lágrimas generalmente limpian la vista y descansan el alma;
llorar significa que le has dado rienda suelta a tu niña interior y has
permitido que aflore su dolor, concéntrate en él y bendícelo para que se llene
de luz. Tus sentimientos impregnan todo lo que existe y también tienes la
posibilidad de bendecir los objetos que te rodean, de agradecerles su servicio,
su función en tu vida y de amarlos como una extensión de tu ser; para que en la
medida en que vayas sanando tu corazón, todo esto que te rodea vaya absorbiendo
tu nueva energía. El hecho de que tus electrodomésticos o las tuberías de tu
casa hayan fallado algunas veces no significa que estés haciendo mal las cosas,
todo tiene un orden divino y si te permites fluir aún con esos desperfectos, es
posible que una aparentemente simple visita del plomero a tu casa te lleve por
caminos que tal vez necesites recorrer. Esto también lo aprendí cuando remodelé
algunas partes de mi hogar y conocí causalmente a un albañil que en sus
momentos de descanso me comentaba sus experiencias de vida, así como su manera
de aprender. Con él pude descubrir que el dinero es más una cuestión de
conciencia que de esfuerzo físico y de cantidad de horas laboradas, también fue
él quien me enseñó que la vida tiene muchas sorpresas que darte si estás lista
para recibirlas y que aún en aquello que consideras pasajero hay encerrada una
lección. Menciono esto para que comprendas que ni siquiera las averías en el
hogar, el lugar de trabajo o del carro, son algo que deba interpretarse como un suceso negativo y que si
en algún momento esto te sucede, sólo bendice la situación así como las
enseñanzas que contiene. La próxima vez que te encuentres en cualquiera de las
habitaciones de tu casa o de tu trabajo, limpia los recuerdos que te relacionan
con sus paredes, con sus muebles y con todo lo que contengan; lo único que
tienes que hacer es volverte más receptiva a ellos, comprendiendo tu propia
naturaleza. Por ejemplo, una manera sencilla de lograr que tu cama sea más
cómoda y más adecuada para tu descanso es darle las gracias antes y después de
acostarte; si sientes que tu noche no ha sido agradable, entonces borra
memorias diciéndole: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias” y posteriormente
percibe su “reacción”, analiza su “respuesta” por medio de tus propias
percepciones o sensaciones. Estas llegarán a ti automáticamente al comunicarte
en esta forma con cualquier objeto que esté a tu alrededor. Todo está en ti. No
existe algo externo a tu ser y el hecho de saberlo mejora la respuesta que
recibes por parte de los objetos, hazlo y confía en sus respuestas. Se procede
de igual forma cuando sientes pesado el ambiente de un espacio, sucede que a
veces entras en algún lugar y deseas salir rápidamente de él o de repente tu
cuerpo experimenta cierto malestar; sientes que la energía ha disminuido y todo
te incomoda. Esto sucede cuando algunas energías pesadas o densas han ocupado
el lugar por los pensamientos de las personas que han llegado a él y si tú te
encuentras ahí recibiéndolas es porque tienes una memoria que borrar al
respecto. Si percibes estas sensaciones en cualquier espacio pronuncia
solamente: “Lo siento. Te amo.” Con eso bastará. Cuando inicias procesos de
limpieza, tratamientos de auto curación por medio del espíritu, diversos
aspectos de tu conciencia parecen dirigirse automáticamente hacia los lugares y objetos de tu casa (o fuera de ella)
que no están alineados con tu nueva manera de proceder, por lo que
repentinamente surge en ti el deseo de acomodar nuevamente la sala o de hacer
espacio en la biblioteca, tal vez resanar algunas paredes o quizás quieras
despejar el desorden que había en tu armario. Notarás que vas a realizar muchos
cambios en la casa sin que sea una obligación o un compromiso, lo harás de
corazón y todo ello será el resultado del amor que estás sembrando en tu interior.
CAPITULO
24:
4
PALABRAS QUE CURAN Y ESTADO ALFA Desde que estuve en el seminario “Método Silva”, me dediqué a
experimentar los niveles profundos de la mente por medio de la meditación.
Desde ese entonces (hace 14 años) he grabado una gran cantidad de meditaciones
para escucharlas y conectar con esa otra parte mía a la que casi nunca
escuchaba. Con el seminario y con mi propia experiencia, aprendí lo que
significa “estado alfa” y ahora lo comparto contigo. Se dice que estás en alfa
cuando te sientes tranquila, relajada, serena y conectada, se suele decir así
porque ese es el nombre de las ondas que emite tu cerebro en estado de
tranquilidad y paz. En cambio cuando estás pensativa, asustada, acelerada,
desconectada, tu cerebro está emitiendo otras ondas llamadas “beta” que es como
te encuentras casi todo el tiempo. El estado ideal para tu ser es alfa, así
será más fácil conocerte y desarrollarte como un ser humano multidimensional
(inmune al espacio/tiempo). Es más fácil entrar en estado alfa cuando cierras
tus ojos porque eliminas las distracciones que pudieran existir a tu alrededor,
no obstante yo he tenido experiencias maravillosas con clientes que con sus
ojos abiertos, han generado ondas alfa mientras pronuncian las 4 palabras
curativas. En alguna ocasión vino a mi oficina una mujer que se encontraba muy
afligida porque no podía pagar sus deudas y los acreedores casi hacían fila en su casa
cobrándole elevadas cantidades de dinero. Ella se encontraba en ese punto donde
creía haberlo intentado todo sin obtener resultado alguno. Había sido
agradecida, amorosa, entregada y sobre todo tenía la intención de pagar para
salir de ese mar de deudas e incertidumbre, pero pese a todos sus intentos no
había logrado lo que anhelaba, sólo tenía más desconfianza y miedo en su
corazón. Así que le dije que iríamos a ese lugar de su conciencia donde ella se
encontraba conectada con una fuerza superior y que allí obtendríamos las
respuestas necesarias. Ella, con mis instrucciones comenzó a pronunciar las 4 palabras
sanadoras muy lentamente: “Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias.” Dejaba 2
segundos de espacio entre las palabras y continuaba esperando que algo grande
sucediera. Me di cuenta de esto y le dije: entrégate a ellas, renuncia, no
esperes nada, suelta el control y siente lo que estás diciendo, no estás
probando al amor a ver si funciona, simplemente lo estás sintiendo dentro de
ti. Ella sintonizó con la esencia de cada palabra y de repente me contó lo que
estaba viendo en la pantalla de su mente y me dijo: “Hay una hermosa imagen de
alguien que viene hacia mí. Este Ser se encuentra rodeado de una gran luz y hay
un bello río entre El/Ella y yo. Este Ser, entra en el agua y se acerca a donde
yo estoy. Me siento iluminada y feliz en su compañía, me siento protegida a su
lado”. Yo le pregunto: “¿Puedes escuchar lo que este Ser tiene que decirte?”
Ella dice: “¡Sí! Sus palabras se refieren a que mi experiencia dolorosa
terminará muy pronto, que sea consciente de que todo este camino fue necesario
y que me perdone por todo”. Después de esto tuvo la sensación de ser bañada en
las aguas del río, por este Ser, quien delicadamente le refrescaba su cabeza.
Algunas lágrimas rodaron por sus mejillas; después de esto mi cliente me dijo
que la imagen se había ido y en su lugar había dejado una profunda paz. Esta
experiencia también fue hermosa para mí y siempre la tomo en cuenta para
explicar la amplia gama de opciones que ofrece la curación con las palabras
mágicas, teniendo en cuenta que es una terapia energética de la cual se
desprenden cualquier otra cantidad de técnicas y procesos sanadores que son
altamente efectivos cuando de corregir las causas de una situación problemática
se trata. Para entrar en estado alfa es importante que dejes a un lado tus
pendientes y tus ocupaciones, que elijas el lugar de tu casa donde te sientes
más cómoda y en intimidad contigo, que luego cierres tus ojos y te dediques a
amarte, a alimentarte, a nutrirte con las 4 palabras que curan. Es importante
que no te esfuerces en atraer imágenes porque ellas vendrán solas, sin la
intervención de tu mente consciente, ellas llegarán cuando te hayas unido a la
Inteligencia Divina, cuando te hayas entregado, cuando no necesites nada más
que ese instante para ti, cuando te dejes llevar por la corriente del río que
eres hacia aguas tranquilas, hacia tus propios espacios de paz. Realiza esta
práctica tanto como desees, encontrarás muchos aspectos que desconocías de ti.
CAPITULO
25:
PREGUNTAS
Y RESPUESTAS Aunque algunas respuestas a las preguntas siguientes están
incluidas a lo largo del libro, he optado por agregar esta sección porque creo
que el principiante puede recurrir a ellas en caso de que tenga dudas en cuanto
al proceso y desee respuestas más exactas. Las preguntas que leerás a continuación
me fueron formuladas por los lectores de mi blog, escogí las que más se adaptan
a tus necesidades.
1.
¿La curación por medio de las 4 palabras proviene de Dios? Me
han hecho esta pregunta muchas veces. Y casi siempre proviene de las personas
que tienen miedo de ser guiadas hacia prácticas no autorizadas por su comunidad
porque sienten temor de apartarse ideológicamente del grupo religioso al cual
pertenecen. Mi respuesta para todas ellas es SI. Estas 4 palabras provienen de
Dios porque tienen que ver con el aprendizaje del amor, tienen que ver con
totalidad, con la sanación integral del ser humano, tienen relación con todo lo
que es y en mi concepto, todo lo que “es” lleva en su núcleo a Dios. Todo lo
que existe proviene necesariamente de El.
2. ¿Necesito tener fe para obtener resultados con la práctica de
las palabras sanadoras? Esta pregunta tiene dos respuestas: la primera es que
las palabras mágicas o sanadoras no se pronuncian para obtener resultados,
porque la ansiedad que esto genera obstaculiza el flujo de energía a través del
ser, impidiendo así la acción de borrar memorias. La mejor manera de llevar a
cabo esta práctica es de manera desprendida, entregándose a la inyección
constante de amor a si misma y el amor verdadero no espera ansioso los
resultados. El estudiante de esta filosofía ha de depositar sus asuntos
pendientes en manos de la Inteligencia Divina y por lo tanto desentenderse del
desenlace. La espera de resultados incluye una preocupación constante que en
esta práctica sale sobrando. La segunda respuesta tiene que ver con mi propio
concepto de fe, mencioné esto al inicio de este libro. Creo que si tienes fe en
el amor esto es perfecto, pero también creo que si no tienes fe, de igual
manera obtendrás sus beneficios. Recuerda que en esto no hay requisitos, no hay
exclusiones. Tanto ateos como creyentes son bienvenidos al proceso, todos ellos
son parte de una misma conciencia, por eso borrar recuerdos siempre funciona
independientemente de la fe. 3. En alguna ocasión asistí a un curso sobre ley
de atracción y conocí la técnica de sanar con 4 palabras, entonces surgieron
varias preguntas como: ¿Por qué tengo que sentirlo, si no fui yo quien cometió
el error? ¿Por qué pido perdón cuando soy la ofendida? ¿Por qué aparte de todo
lo anterior le tengo que manifestar amor y gratitud a esa otra persona que me
hizo daño? Las palabras que curan llegan a ese lugar de tu conciencia donde
residen desde siempre todos los sistemas de creencias, tus resistencias,
costumbres y hábitos, así como esa tendencia muy humana de sentirte herida por
las actitudes de los demás. Cuando crees que es absurdo que tú seas quien pide
perdón o quien agradece siendo la víctima, es porque aún te percibes como eso
mismo, como víctima y ves que todo ocurre “allí fuera” cuando las sensaciones
desagradables están en ti, porque el dolor lo llevas tú. ¿Cómo puede ser
posible que si algo te lastima no estés involucrada como creadora de esa
experiencia? Pensar de esta manera no te llevará a ningún lugar, y sólo te
dejará sumergida en las mismas dudas y penas de siempre. Entonces si estás
preparada para un cambio interno debes aceptar que sólo existes tú como un
sistema, como una conciencia y que en ti residen esos fantasmas, por eso son tu
creación. Perdonarte a ti misma es perdonar a los demás y mientras no puedas
digerir estos conceptos estarás atada a la necesidad de esperar un cambio
externo que difícilmente llegará. Cuando hay en ti la resistencia a dejar
marchar lo que ocurrió en el pasado, cuando te resistes a perdonarte, es porque
estás obteniendo “una ganancia” de esa situación y porque no te amas lo
suficiente. Puede ser que el hecho de considerarte víctima todo el tiempo te
permita obtener la atención de tu familia, te permita continuar en esa posición
donde nada te importa, puede ser que sientas comodidad al no comprometerte por
eso que ocurrió en el ayer; puede ser que creas obtener más amor si odias, que
si dejas marchar tu dolor. Puede haber tantas razones escondidas en ti y con
las cuales crees subconscientemente que ganas algo al estar dolida, que puede
ser algo complejo buscar en toda tu experiencia y por eso necesitas a un
“radar” que lo haga por ti. De eso se trata la pronunciación de las palabras
sanadoras. Si en este momento te cuesta trabajo pronunciarlas para una
situación muy dolorosa, es porque no quieres perder las ganancias que has
acumulado y que continúas recibiendo, así que en el momento que lo consideres
conveniente tal vez quieras intentarlo, tal vez desees dejar partir tu dolor en
otro instante. 4. ¿Cuál es la mejor forma de borrar memorias? ¿Por escrito, con
la pronunciación o con el sentimiento? Para los tratamientos de amor no hay
mejor guía que la propia voz interior. Afirmar que deben ser únicamente
sentidas o pronunciadas o sólo escritas, significaría detener la intención o el
deseo del Ser por hacer algo determinado con ellas, sería limitar tu amplio
rango de posibilidades. Todo depende de tus necesidades. A veces el hecho de
gritar “¡Me amo!” te brinda el impulso necesario para soltar un recuerdo
doloroso, más que si lo dijeras en voz baja. También puede ser que te
encuentres haciendo fila en un banco y que desees borrar memorias, para lo cual
eliges sentirlas en tu corazón con todo detalle. Y si estás en casa, sentada
cómodamente en tu comedor, con una hoja de papel a tu lado y deseas probar qué
se siente al escribir las frases sanadoras, entonces préstale atención y hazlo.
Incluso puedes hacer carteles grandes en colores que te agraden o con los
cuales estés en sintonía en ese momento y escribirlas en ellos, después puedes
pegarlas en el baño de tu casa o en tu oficina o en donde las leas siempre.
Puede ser que estés tan feliz que desees cantarlas! Sí cantarlas! Esto
convertiría la limpieza de memorias en un ritual divertido que te haría sentir
aún más felicidad y claro que utilizarás a la felicidad para manifestar tus
deseos. Cualquier manera que elijas para borrar memorias tiene su componente especial.
Al sentirlas entras en contacto con tu
propio “yo”. Cuando las sientes y las pronuncias le añades el poder que tiene
la vibración de tu voz, cuando las sientes, las pronuncias, las cantas y las
escribes, utilizas todos tus sentidos en un proceso de limpieza perfecto. Esto
no hace a un ejercicio mejor que el otro, sólo diferente. Pero siempre es
importante que tu ser decida, que escuches los deseos e intenciones de esa voz
que te guía siempre para que permanezcas inspirada. 5. Mis negocios no andan
bien últimamente, he recibido una propuesta de alguien con quien me gustaría
trabajar y en realidad siento miedo de perder esta oportunidad de lograr este
negocio con esta persona porque es la única salida que tengo para pagar mis
deudas y compromisos económicos. ¿Cómo puedo practicar las 4 palabras que curan
para que este negocio se me dé? En primera medida, tú no sabes hasta qué punto
es conveniente que ese negocio resulte; tu mente cree que con eso quedará todo
arreglado económicamente, pero tu mente se apoya en el miedo, a diferencia de
la Inteligencia Divina quien conoce qué es lo que necesitas para experimentar
la vida. De hecho en la pronunciación de las palabras sanadoras se encuentra la
respuesta a tu pregunta y aparte de todo nuevamente hago énfasis en que los
resultados no importan en alguien que ha sintonizado con la razón de ser del amor,
porque cuando has comprendido el significado de cada una de sus palabras,
puedes ser feliz sin necesidad de que un negocio resulte o no, o de que
obtengas algo o no; si amas algo tal como es ¿Para qué cambiarlo? La correcta
pronunciación de las frases sanadoras es en sí, la propia curación porque con
el sólo hecho de aplicar la gratitud con todo el corazón, estarás dando por hecho de
que lo que obtienes siempre es una ganancia y por lo tanto no hay nada que
sanar, nada que pedir, nada que desear. Insisto en recordarte que cuando eres
consciente del significado de cada palabra sanadora no necesitas obtener
resultados, no necesitas más, porque comprendes de inmediato que todo es como
tiene que ser porque sencillamente ya es. 6. Hay una parte de la oración que
realizas en una de tus meditaciones, que aún no he podido comprender y es en
donde le pedimos perdón a Dios o la Inteligencia Divina, por haber ofendido con
nuestros pensamientos a sus antepasados, parientes y familiares. ¿Cómo pudimos
haberlo ofendido y más aún cuáles son sus familiares y antepasados? La hermosa
oración a la cual haces referencia forma parte del legado de la comunidad
hawaiana para la humanidad y sé que muchas personas se han hecho esta pregunta,
por eso la he incluido en esta sección para que puedan tener una idea más clara
al respecto. La respuesta es que los familiares y antepasados de la
Inteligencia Divina son los mismos nuestros porque no hay separación entre Ella
y nosotros. 7. En algunos de los artículos de tu blog has escrito que con la
práctica de las 4 palabras que curan, una persona puede sanar al medio ambiente
y por lo tanto al planeta Tierra. ¿Es posible que un ser humano solo, pueda
lograr esto? Si. Es posible porque no estás sola así como lo crees. Cada vez
que tú estableces un deseo, una intención o una meta, estás enviando esta información a todo el
colectivo, tal como si la única conciencia que existe tomara una decisión. Así
que vamos a suponer que en el silencio de tu habitación le ofreces tu mejor
plegaria al planeta Tierra, entonces mientras la estás diciendo, todo el
sistema que tú integras se encuentra conectado a ella; mientras estás orando,
tu conciencia se une a todas las que reciben tu oración y de inmediato se
sincronizan contigo o al contrario. Esta fuerza individual y colectiva es el
impulso que puede crear. Así que cuando meditas, oras, eres agradecida o eres
feliz, también lo hace la humanidad a cierto nivel, también lo hace la Tierra y
también lo hace la Inteligencia Divina. 8. ¿Es necesario pronunciar las 4
palabras que curan en un mismo orden? No. Cada palabra sanadora es una llave
hacia la puerta que conduce a la paz interior, a la luz del alma, por lo que al
pronunciar una de ellas (con la que más vibres en determinado instante) tendrás
ese contacto con tu otro yo. Así que el orden no importa porque cada una de
ellas tiene la facultad de conectarte contigo misma. 9. ¿Crees que cada uno de
nuestros actos es impulsado por Dios? ¿La mente que piensa en mí es la mente
divina? Esto significa que cada pensamiento que llega a mi mente es producto de
la voluntad Divina? Lo que para media humanidad simboliza el bien, para la otra
mitad significa el mal; esto hace que no exista una realidad idéntica para
todos, sino una serie de situaciones que podemos calificar por medio de nuestro
sistema de creencias. Es así como puedes
elegir que tus pensamientos tienen un origen en Dios o que al contrario, son
producto de tu mente enfermiza; alterando con cualquiera de las dos elecciones,
la realidad que te rodea. En pocas palabras, tu elección apoyará las creencias
que siempre te han acompañado generando miedo o paz interior para ti. En la
Creación nada es un error, incluso el hecho de sanar el error de la mente es
parte de su misma perfección. Si el error tuvo que existir, entonces es parte
de la corrección. El error deja de ser error cuando te abres a la posibilidad
de que tal vez no lo sea. 10. Hay momentos en los cuales me ha resultado muy
difícil la práctica de las palabras sanadoras, por ejemplo cuando he tenido
dolor físico, cuando las dificultades económicas me estaban asfixiando o cuando
la tristeza invadía mi ser; entonces al mencionar las palabras sanadoras no he
encontrado una respuesta inmediata por parte de la Inteligencia Divina. El
dolor permanece en mi cuerpo aunque le diga “Te amo”, Entonces no sé qué más
hacer aparte de encerrarme en mi impotencia. ¿Por qué las palabras sanadoras
que mencionas no pueden sanarme inmediatamente? ¿Qué estoy haciendo mal? Nada
estás haciendo mal. Realmente todo lo haces muy bien. Y quiero que sepas que
las 4 palabras que curan, te dan una respuesta inmediata a un nivel que
generalmente no puedes percibir porque no has despertado esa parte tuya que
puede leer tu campo energético. Si pudieras observarte la energía de tu cuerpo
notarías que tu espíritu recibe la intención, la oración o la plegaria como si
fuera un rayo de luz, que es la señal de
que se ha reestablecido el equilibrio, pero tal vez el percibirlo sea demasiado
para tu sistema de creencias y tengas que esperar para sentirte mejor. Todas y
cada una de las palabras que piensas o pronuncias tienen un efecto en tu cuerpo
y siempre crean formas de diversa naturaleza, entonces en cuanto borras
memorias creas formas, símbolos o señales que corresponden con la salud en tu
cuerpo. Si crees no recibir respuestas inmediatas es porque no te has
entregado, o sea que no has introducido en tu ser, el significado de cada
palabras sanadora, esto puede suceder cuando las dices superficialmente o
cuando lo haces con condiciones, esperando recibir una respuesta. Si por
ejemplo sientes dolor físico y borras las memorias que te unen a él, estás
incluyendo la gratitud, lo que en otras palabras significa “acepto lo que estoy
sintiendo como un regalo”, entonces no tendrías por qué esperar respuestas
inmediatas, ya que te sientes agradecida porque has recibido algo importante.
Si percibes al dolor como un regalo divino o mejor aún, como tu ángel guardián
porque tal vez te está protegiendo de algo que sería muy difícil de vivir para
ti, entonces no te sentirás devastada, solitaria o triste, te sentirás bendita.
Tal vez puedas aceptar posteriormente, que ese dolor es una idea en tu mente y
que por eso realizas el proceso de borrar memorias. A esto le llamamos
integración, que significa aceptar al dolor o a la enfermedad para poder
liberarlo fácilmente y así entrar en el mundo real, donde ese dolor nunca
existió. 11. He escuchado muchas veces que todas las personas a nuestro
alrededor son espejos en los cuales podemos observarnos. Sin embargo, he tenido
cerca de mí a personas cuyo comportamiento rechazo totalmente porque les considero capaz de
maltratar incluso a los seres más indefensos y cuando intento observarme en
ellos no me encuentro porque yo no me siento capaz de causarle daño a alguien
así como lo percibo en ellos. Mi pregunta es: ¿Cómo puede ser mi espejo alguien
que actúa de forma que yo jamás lo haría? Para comprender este concepto hay que
tener claro que todo lo que observas o sientes es producto de una facultad que
se llama percepción. Gracias a ella podemos percibir un mundo hostil o amigable
por medio de nuestros sentidos y ellos sólo pueden percibir lo que ya conocen,
o sea que se apoyan en el recuerdo para funcionar correctamente. La percepción
te impulsa a cuestionar, evaluar, juzgar y a temer las situaciones que te
rodean, impidiendo así que obtengas la imagen real. No obstante, también la
percepción tiene su lado positivo; por medio de ella tienes la posibilidad de
elegir aquello que quieres ver. Si una enfermedad para muchas personas es
motivo de una profunda depresión, tú puedes elegir que esa misma enfermedad sea
la razón de tu alegría porque ha llegado a ti para que puedas conocerte y así
aprender a ser sincera contigo misma. Esta es la flexibilidad que te brinda la
vida para poder elegir, así que el hecho de que percibas que alguien cercano a
ti es capaz de hacer daño, es también una elección tuya con el fin de que
puedas sanar un recuerdo del cual no eres consciente. Creaste al Universo donde
vives, creaste todo lo que ves, hueles, tocas, palpas, sientes; trajiste a tu
Universo a todas las personas que ves para poder sanar tu propia humanidad, así
que aunque a nivel individual no creas tener ciertas características, el hecho
de que las veas en alguien más te indica que están dentro de ti. De ahí viene
el concepto de ser 100% responsable. La
idea es comprender que si un ser humano desarrolla conductas inexplicables o
absurdas, entonces tú como persona eres proclive a desarrollar este mismo tipo
de conductas. Generalmente haces juicios de las personas que han cometido
crímenes contra la humanidad o que han abusado sin límites de su poder, porque
ignoras que si hubieras estado en su lugar, convivido con una familia similar a
la suya, con un entorno igual al de su niñez, adolescencia y adultez, entonces
actuarías de la misma manera que ellos. Por lo general, el ser humano es un
producto del medio y el medio es alimentado por la mente colectiva que eres tú.
Por ejemplo, supongamos que eres alguien que protege la vida animal porque te
gusta que ellos vivan bien, así que por esto cuestionas y rechazas el maltrato
a los gorilas, odias el maltrato hacia estos animales. ¿Qué resulta de esto? Tu
desarrollas un odio enfermizo hacia las personas que son capaces de hacerle
daño a los gorilas, de modo que para proteger a los animales impulsas toda
clase de movimientos, reuniones y luchas contra las personas o empresas que
consideras enemigas del medio ambiente. Lo que significa que sin querer estás
utilizando el mismo mecanismo de la gente que aborreces. ¿Cómo crees que
reaccionarías si te encontraras frente a frente con una de las personas que le
hacen daño a los gorilas? ¿Cómo te comportarías si tuvieras un arma y tuvieras
la oportunidad de defender a un gorila de estas personas? Yo creo que
dispararías, atacarías, acabarías con lo que consideras una amenaza sobre algo
que amas y quizás serías mucho más cruel que ellos y utilizarías el mismo
recurso que estás cuestionando con el agravante de que sería contra una vida
humana. Y puedes atacar a alguien sólo cuando lo ves separado de ti porque si
supieras que ese alguien eres tú misma en otro cuerpo entonces sólo sentirías
compasión y te perdonarías completamente. Ya puedes darte cuenta cómo al cuestionar,
juzgar o calificar estás haciéndolo contigo misma, o sea que sólo puedes ver en
los demás aquello que sin duda alguna posees. Es por eso que todos somos
capaces de todo y haríamos cualquier cosa, léase bien, cualquier cosa, para
sobrevivir. Tal vez hasta este momento el cuerpo en el cual estás despierta no
haya tenido necesidad de experimentar algo así y por eso tu vida no te ha
guiado a este tipo de vivencias, pero tú misma conciencia habita otros cuerpos
en donde haces valer tu “propia ley”. 12. He estado estudiando algo sobre Ley
de Atracción y también algunos textos de autores que afirman que no se deben
mencionar o bendecir las situaciones negativas que llegan a nuestra vida,
porque así las ampliamos y las hacemos más fuertes; entonces al aprender sobre
las 4 palabras que curan, entiendo que es al contrario y que en realidad hay
que bendecir todo lo que consideramos negativo. No sé por cuál de las 2
opciones inclinarme ¿Me puedes aclarar esto por favor? La Inteligencia Divina
te ha dotado de la libertad necesaria para elegir cuándo una situación es
negativa y cuándo no lo es, de manera que si consideras que la escasez es
negativa, que no tiene nada que enseñarte y que en realidad sobra en tu vida,
no hay en ti una razón para bendecirla o sentir gratitud hacia ella, por lo
tanto querrás que desaparezca para siempre. Si crees que una enfermedad no
tiene nada que enseñarte y que sólo te está castigando, tampoco tendrás razones
para bendecirla y sólo desearás que se marche de tu cuerpo. Igualmente sucede
con cualquier situación difícil que estés viviendo. Lo que ocurre es que en ese rechazo de lo que
no deseas en tu vida, no hay aceptación; hay lucha y estos conceptos no están
relacionados con la Ley de Atracción. Si por el contrario comprendes que la
escasez es el camino de la abundancia, que la enfermedad te enseña a
descubrirte y que puedes aprender mucho de todo esto, te sentirás guiada a
bendecir todo esto y a ser agradecida para en esa forma emanar la energía que
es equivalente con lo que es perfecto para ti. Entonces mi respuesta es:
bendice y agradece todo lo que llegue a tu vida porque no sabes hasta qué punto
es conveniente vivirlo, además la escuela y las enseñanzas que deja el dolor
son únicas, valiosas y son las que nos han permitido estar aquí ahora. 13. Si
dejo de borrar memorias definitivamente ¿Podrían volver los recuerdos ya
borrados? Es posible que algunos recuerdos necesiten de más tiempo para ser
borrados. Algunos de ellos tienen ramificaciones o se encuentran tan
incrustados en la conciencia, que al salir a la superficie tienden a dejar
residuos. Por eso, soltar la práctica de las palabras que curan, para regresar
a tu forma de pensamiento anterior, es un gran riesgo que tal vez no estés
dispuesta a correr; esto podría generar nuevamente en ti, algunas pautas
mentales que te hicieran adoptar comportamientos anteriores no deseados. Las
memorias no son una característica temporal de la mente consciente, ellas son
la razón de ser de la mente consciente, de manera que siempre estarán
dispuestas a salir, entonces mientras puedas permanecer conectada con tu Yo
Superior borrando memorias, hazlo. 14. ¿Por qué has calificado las palabras que
curan como sagradas? Considero que son sagradas porque son intocables, sólo
tienen un significado, una misión, una tarea específica y causalmente esta
tarea tiene que ver con permitir que el ser humano alcance su redención por
medio del perdón a sí mismo. Estas palabras nacieron, cuando el ser podía
reconocerse fácilmente en todo lo demás, cuando la Creación era su propio
espejo. Esto aunque parezca pasado, aún sucede, por eso impregna nuestra
existencia, por eso llega hasta nosotros para enseñarnos simplemente a amar. Y
el amor es una experiencia divina por lo tanto sagrada. 15. Aquí en España,
hemos creado grandes grupos de oración con tus audios, algunos terapeutas hemos
organizado listas con miles de nombres de personas que necesitan sanar y que se
encuentran en cualquier parte del mundo. Lo que queremos saber es: ¿Estamos
realizando el proceso correcto? ¿Es importante el nombre de la persona con la
que se desea borrar memorias? O podemos hacerlo masivamente sin tomar en cuenta
sus nombres? Me encanta esta pregunta, sin duda alguna la respuesta llenará
muchos vacíos en gran parte de los terapeutas y sanadores. Cuando grabé los
audios lo hice pensando en que para muchos de ustedes iba a ser una herramienta
de trabajo, porque durante media hora podrían escuchar mi voz diciendo una y
otra vez las palabras sagradas mientras podían dedicarse simultáneamente a sus
actividades diarias o recostarse cómodamente para sólo escucharme. Este tipo de
audio es una manera práctica de no descuidar la misión de tu alma, mientras te ocupas de la misión de tu
cuerpo. Lo ideal es estar totalmente presente en la actividad, pero si se
tienen cosas que hacer también se le puede dedicar algún espacio al audio.
Respecto a si están realizando el proceso correcto, opino que sí. En la
manifestación del amor no existe un método correcto o incorrecto, esto es algo
que se siente o no; entonces cuando puedes sentirlo ya has sintonizado con el
poder de la energía curativa y obtendrás más de aquello que estás compartiendo.
De modo que siempre que tengas la intención de expresar o manifestar amor,
estarás procediendo correctamente. El nombre de las personas que tienes en tus
listas es muy importante; los antiguos creían que el nombre de alguien
encerraba todos sus secretos y si esto en un tiempo fue real, entonces nada
tiene de raro que actualmente lo sea. El nombre propio tiene ciertas
vibraciones y puede transmitir muchos mensajes a quienes son receptivos a
ellos; es así como muchos médicos intuitivos pueden dar un diagnóstico sólo con
saber el nombre del paciente tal como lo menciona Caroline Myss en su
fantástico libro llamado “Anatomía del espíritu”; entonces si puedes trabajar
con el nombre de alguien para transmutar sus dificultades, excelente. Y si por
cualquier razón no cuentas con su nombre entonces entra en juego tu intención y
mediante tu deseo de soltar tu propia necesidad de la enfermedad que refleja tu
paciente, tendrá lugar la curación, sólo necesitas un par de palabras: “Lo
siento, te amo” y automáticamente todo error será corregido en tu mente. Esto
es lo que comúnmente llamamos “milagro”. 16. He leído en muchos sitios web que
el terapeuta crea al paciente y también a su enfermedad ¿Qué razón tienen para crear este desequilibrio? ¿Cuál es
la finalidad? Uno de los postulados más sorprendentes de la sanación por medio
del amor es que el terapeuta, sanador, médico o profesional de cualquier área
de la salud crea al paciente con todo y enfermedad. Comprendo que esto no es
fácil de digerir porque suele confundirse con una acusación y no es esa la
intención. Para asimilar mejor este concepto es importante que comprendas la
importancia de ser responsable (o creadora) de todo lo que ves, de todo lo que
respiras, de todo lo que oyes y de todo lo que sientes, eres responsable de
todo lo que perciben tus sentidos. Por ejemplo, si vas caminando por la calle y
a tu lado pasa un hermoso automóvil clásico, quien siente el placer de
observarlo y escuchar su motor eres tú, por lo tanto tú has sido su creadora.
Si alguien va caminando a tu lado y observa el mismo coche, entonces creaste a
esta persona también para que pudiera compartir la misma opinión que tú tienes
del coche. Y ¿Cómo creas personas, coches o casas? Con tu pensamiento. Has
creado todos y cada uno de tus encuentros con el único fin de aprovechar la
existencia de un registro, de un recuerdo que a veces llega en forma de
enfermedad y que necesita ser borrado para el bien de la humanidad. Creas
registros, memorias, recuerdos, situaciones, pacientes y enfermedades con el
fin de experimentarte en todas las facetas que te es posible y en todos y cada
uno de los aspectos que integran tu propia identidad. Aparentemente esto
significa crear desequilibrio, pero una de las formas más fáciles de llegar a
la aceptación es comprendiendo que “El caos reina dentro del orden”, o sea que
los recuerdos, el dolor, la angustia existencial conforman lo perfecto, lo que
tiene que ser y no creo que haya manera de discutir esta ley de la vida. Tu misión
como terapeuta es contribuir a la curación de algunas personas que te necesitan
en este espacio porque así lo decidiste para sanar tu humanidad desde sus
raíces. Esto puede compararse con cualquier otra profesión o actividad:
carpintero, albañil, ingeniero, médico, abogado, etc. Todos elegimos nuestra
misión y a quienes tendrán a su vez la misión de complementarla. 17. Ahora que
me encuentro borrando memorias siento que cometo un gran error cuando me
defiendo de las personas con las cuales trabajo. Hace un par de días, alguien
me ofendió y me olvidé de todo lo que he aprendido temporalmente así que le
respondí algo mucho más fuerte que lo que esa persona me dijo. Después me sentí
culpable, mala, vacía, no merecedora de llamarme practicante de las 4 palabras
sanadoras, no merecedora de recibir paz interior. Ahora no sé qué hacer.
Tampoco estoy de acuerdo con que borrar memorias sea poner la otra mejilla y
permitir que las otras personas me insulten. ¿Cuál es la clave para ser una
buena estudiante de esta filosofía? Voy a ampliar un poco más lo que escribí en
capítulos anteriores sobre la aceptación. Amar no significa poner la otra
mejilla y tampoco quitarla, simplemente porque el amor no intenta cambiarte, su
razón de ser no es la lucha sino la aceptación de ti misma sin condiciones.
Esto quiere decir que si en algún momento alguien te dice palabras que disparan
tus antiguos miedos y te es imposible detenerte, entonces es importante que te
comprendas por ello. A veces nos cuestionamos duramente por las palabras que
utilizamos y aunque no sean las mejores,
nuestra mejor opción es comprender que ellas tienen una razón especial para
salir de donde estaban atrapadas y que quizás lo único que hicimos fue darles
libertad. Yo sé que la actitud que en el sistema de creencias implantado es
perfecta, consiste en observarnos en esa otra persona como si fuera un espejo y
perdonarnos antes de perder los estribos, pero esto a veces no es tan sencillo
porque lo que se escucha oprime el botón de un recuerdo que todavía duele y es
por eso que te sientes casi obligada a reaccionar agresivamente, luego de
interpretar una palabra como ofensiva. Si eres una estudiante de las 4 palabras
que curan y reaccionas de forma inesperada o violenta ante cualquier situación,
acéptate completamente por ello y reconoce la perfección de ese instante, ámate
y acéptate reconociendo el valor que tuvieron esas duras palabras que dijiste y
de qué manera generaron algo positivo en ti. Tú eres esa otra persona a quien
trataste duramente y tu respuesta inesperada llegó para dejarte un mensaje que
puedes recibir o rechazar. De modo que si actúas de forma impulsiva, pierdes el
control y te dejas llevar por tu ira, por favor compréndete para que
posteriormente no tengas necesidad de defenderte con tu reacción. Has aprendido
que puedes ser atacada desde afuera, has adoptado la idea de que alguien puede
dañarte o afectarte y no existe nada más lejano de la realidad que esto. Cuando
puedes moldear la imagen correcta de tu yo, es cuando dejas de percibir el
ataque, la ofensa, la competencia o el rechazo como algo personal y te abres a
la posibilidad de recibir únicamente alternativas y oportunidades para vivir
mejor. Extrae siempre lo mejor de cada situación porque la lección o enseñanza
siempre está escondida aún en el mayor de los problemas. 18. En alguna ocasión, alguien escribió en
internet, un artículo que afirmaba que la práctica de las 4 palabras que curan
es peligrosa y según los comentarios que leí, esto llenó de miedo a muchas
personas que navegaban ese sitio. ¿Puede llegar a ser peligroso el hecho de
borrar memorias? Cuando no conoces muy bien las reacciones que pueda tener tu
cuerpo al “inyectarte” amor, es posible que te asustes y que pienses que
estabas mucho mejor antes que comenzaras a quererte y puedes considerar la
posibilidad de que sea riesgoso o peligroso borrar memorias. Lo que puedes
hacer es preguntarte qué tan terrible puede ser el decirte que lo sientes, que
te perdonas, que te agradeces y que te amas; si la respuesta es que hablarte
con amor es arriesgado entonces ámate por no poder hacerlo. El amor lo contiene
todo! Además no está contra indicado, puedes combinarlo con cualquier medicina
que estés tomando, con cualquier otra terapia energética o con lo que sea que
estés aprendiendo. De hecho no importa si te inyectas una sobredosis de amor,
sólo ten en cuenta que al inyectarlo en tu cuerpo, éste sacará a la superficie
todo lo que no corresponda con el amor. Es tan igual como si tuvieras agua
sucia en un vaso y lo pusieras debajo del grifo de agua del lavaplatos;
automáticamente el agua limpia desplazaría a la sucia, esto sucede cuando
comienzas a amarte. Continúa haciendo esto por ti, ten en cuenta que las crisis
curativas son algo transitorio y que bien vale la pena experimentarlas. El
hecho de borrar tus recuerdos no puede ocasionarte daño alguno, esto es
totalmente ilógico y si lo así lo creyeras, asúmelo como parte de tu curación,
por lo que tendrías que continuar borrando memorias mientras aprendes de todas
las experiencias que tu conciencia puede brindarte. Finalmente te pido que no permitas que algo fácil se te
vuelva imposible por tus mismas memorias. 19. ¿Podemos utilizar la
visualización mientras practicamos la pronunciación de las 4 palabras que
curan? Por supuesto que sí. Considero que la visualización es como la oración,
no ha de existir manipulación en ella. Manipulas cuando tu intención no es
clara y cuando no hay fusión entre el proceso que estás realizando y tú misma.
Hay una diferencia muy grande entre visualizarte saludable y hermosa porque así
te sientes a visualizarte saludable y hermosa porque sientes miedo de no serlo.
Por otro lado, actualmente los científicos han demostrado que a nivel cuántico
o energético, todas las posibilidades co-existen en un mismo lugar, así que tu
vida se apoya en elecciones. Tú eliges qué pensar, qué decir, cómo actuar y
también eliges qué visualizar. Si puedes crear en ti una imagen que signifique
una hermosa luz dorada entrando por la coronilla de tu cabeza y bañando tu
cuerpo, estarías totalmente sintonizada con el amor y esto no tendría por qué
afectar tu conexión con la Inteligencia Divina; creo que al contrario de esto,
la facilitaría mucho más. Entonces la visualización es un instrumento fabuloso
para sentirte mejor con tus elecciones; o si quieres verlo de otro modo, para
crear. Puedes utilizarla siempre que lo desees porque pondrá en marcha más
respuestas de las que ya has obtenido. Aparte de todo, cuando estás muy unida a
las 4 palabras que curan, casi siempre estás en “estado alfa”, lo que atrae
diversas imágenes a tu mente sin que las hayas programado, en muchas de ellas
puede existir la respuesta a tus preguntas, estas imágenes provienen de la
inspiración y son tu fuente de creación.
No hay que despreciar nada que contribuya a hacerte sentir mejor, el amor es
compatible con todo aquello que quieras experimentar. 20. ¿Cómo has logrado
obtener todo este conocimiento? ¿Cómo has logrado que toda una comunidad pueda
seguirte día tras día? Estoy aprendiendo que “Todos somos uno”, en ocasiones lo
he olvidado y me he dejado llevar por esa sensación de estar separada del
resto, después nuevamente tomo el rumbo más enfocada que antes. Continúo
aprendiendo a ser más compasiva conmigo y en ese sentimiento descubro muchos
aspectos míos que ignoraba, me mantengo atenta a las señales y camino por donde
considero que es apropiado, así he encontrado respuestas a gran cantidad de
interrogantes. Reconozco, aprecio y amo a toda mi comunidad de fieles lectores
y maestros que cada día están atentos a mis publicaciones, sé perfectamente que
a ellos me debo y aparentemente van tras mis huellas aunque en realidad es al
contrario; yo aprendo de cada uno y sé que tenemos recuerdos comunes porque en
otro plano acordamos seguirnos y aprender mutuamente, tal vez por toda la
eternidad, yo espero que así sea. 21. Soy un muchacho de 25 años de edad. Nací
homosexual. Tengo muy desarrollado mi lado femenino y toda mi vida he sido
rechazado por las personas que me conocen, incluidos mis padres. Actualmente
vivo un infierno porque nadie me entiende, me siento muy solo y siento que
todos creen que no merezco vivir por ser diferente. Las 4 palabras que curan
¿Podrían cambiar mi orientación sexual para encajar en la sociedad? Antes de
responder tu pregunta principal quiero que tengas en cuenta que si te
consideras enfermo por ser homosexual, toda la sociedad también lo hará y no
encontrarás un solo espacio en este Universo donde puedas sentirte a salvo o
aceptado simplemente porque dentro de ti se determina el trato que ellos te
darán; eres tú quien piensa por la sociedad y es importante que desarrolles la
responsabilidad total al respecto, para que puedas encajar contigo mismo que es
lo único que necesitas y que verdaderamente importa. Posiblemente ahora me
digas: “Pero en realidad me discriminan, yo los veo, yo los siento, eso no es
mentira!”. Y yo te recuerdo que todo lo que consideras doloroso o injusto es
una programación de tu propia conciencia, en pocas palabras, no es real, no
existe. Si vives de acuerdo a este concepto, pronto te encontrarás con que tu
aceptación a ti mismo y el amor que te puedas dar, es suficiente para “encajar”
en la sociedad. Y para responder a tu pregunta principal, no he tenido
conocimiento de que alguien “supere” la homosexualidad, sí creo que por
conceptos religiosos o dogmas pueda ser reprimida, pero esto puede compararse
con una olla a presión que con el paso del tiempo quizás explote. Entre más
orgulloso puedas estar por ser quien eres, más oportunidades tendrás de mostrar
al mundo tu verdadero rostro y más personas amigables aparecerán en tu
realidad. Estás aquí para equilibrar la Tierra y sincronizas millones de vidas
a tu alrededor. Elegiste un cuerpo y una experiencia homosexual, pero tu
espíritu, tu alma, tu esencia no tiene sexo y es la misma que creó todo lo que
es, entonces es poderosa; haz uso de ese poder amándote.
2.
¿El perdón es algo inútil? Para una conciencia plenamente
despierta es algo inútil porque considera que el pasado no existe por lo tanto
no hay nada que perdonar. Sin embargo para las personas que estamos en
transición hacia otros niveles más evolutivos, el perdón es una herramienta
importante que es preciso tener en cuenta. La culpa es una emoción que controla
gran parte de la raza humana y existe porque todavía sentimos necesidad de
criticar a los demás y al calificar o criticar culpamos y al culpar creemos que
esas personas merecen castigo; el cual es recibido simultáneamente por todos a la
vez, por ti, por mí. Así que toda la culpa del mundo nace en la conciencia de
un solo individuo que para este caso eres tú. 23. ¿Qué pasa cuando nada cambia
con las 4 palabras que curan? Pasa que tal vez no has comprendido de qué se
trata su esencia. Si pronuncias la frase “Te amo” haciendo referencia a tu
realidad, situación o problema ¿Para qué desearías que cambiara? ¿Se supone que
le amas sin condiciones no? Si no lo puedes sentir así, si crees que esto es
muy difícil entonces ámate por ello y escucha a tu corazón, él va a guiarte.
Hay un escritor fabuloso llamado Deepak Chopra que dice que el “cambio” está
impregnado de “no cambio”.
EPILOGO
Si existe algo por lo
cual me siento agradecida es por el contacto que he tenido contigo mientras
escribí este libro, sé que es parte de tu creación; antes de crear cada
capítulo me preguntaba si con él podría aportar algo a tu búsqueda y así
llegaba la idea correcta. Siempre digo que no pretendo tener la última palabra
ni ser la dueña de la verdad, por eso te pido que busques tu propia verdad y
que establezcas una relación confiable contigo. A ti lectora o lector muchas
gracias por hacer de mí una mejor persona, por permitirme aprender de mis
propias letras y porque hicieron posible que ellas tomaran vida propia. A lo
largo de todo este tiempo conocí personas valiosas, hermosas, que pudieron
sanar con las 4 palabras que curan. He tenido y tengo el privilegio de borrar
memorias contigo por medio de este libro. Lo siento, perdóname, te amo,
gracias. FIN.
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