POR DAVID TOPÍ
¿Porque no vemos
esa otra realidad?
Cuando estaba
completando la tercera parte de El Yugo de Orión, tenía en la
cabeza una pregunta bastante insistente, ¿cómo es posible que muchísima gente
no vea muchas de las cosas que otros sí que ven, sobre como es el mundo “real”
de ahí fuera?. Entender este mundo que nos rodea pasa por romper multitud de
ideas preconcebidas y multitud de creencias sobre la realidad del planeta en el
que vivimos, donde, a nivel físico, económico, financiero, educativo y social
estamos limitados y restringidos prácticamente al 100% por unas estructuras
claramente instauradas para suprimir nuestro libre albedrio, poder, voluntad y
deseos, cuando estos van en contra de aquellos que andan en la parte más alta
de la pirámide de control del planeta.
Esto no es una simple teoría. Hay miles de pruebas, de
informaciones, de informes, de investigaciones, de consecuencias, para darnos
cuenta que todo lo anterior no es la fantasía de un grupo de personas interesadas
en conspiraciones y en aliens. Sin embargo, esto no es suficiente, parece ser,
y cuesta entender porque las personas no son más conscientes de este tipo de
informaciones. La respuesta, posiblemente, está más que perfectamente explicada
en un artículo del periodista Don Harkins, publicado en el año 2001, que he
traducido y usado como colofón precisamente a esa parte del libro donde me
servía para dar esa respuesta que tan elusiva se me hacía
.
Este es el artículo:
Slavery and the Eight
Veils (La esclavitud y los Ocho Velos), por Don Harkins
A lo largo de los
últimos años he desarrollado y descartado diferentes teorías en un intento de
explicar cómo es posible que la mayoría de personas no puedan ver la verdad,
incluso cuando la tienen delante de sus narices. Aquellos de nosotros que
podemos perfectamente ver la “conspiración” hemos participado en innumerables
conversaciones para compartir la frustración de constatar la imposibilidad para
la mayoría de personas de comprender los tremendamente bien argumentados,
demostrados y probados argumentos que usamos para describir y explicar el
proceso de la explotación y la esclavitud global a la que estamos sometidos. La
explicación más común a la que llegamos es que la mayoría de la gente,
simplemente, no quieren ver lo que realmente sucede en el mundo.
Personas
extremadamente negativas, que conforman la elite del poder en el planeta han
cultivado, muy inteligentemente, un prado de hierba tan verde y frondoso que
poca gente, raramente, se molestan en mirar con detenimiento, el tiempo
suficiente, para darse cuenta que no es más que un campo de hierba artificial.
Las mismas personas que no son capaces de ver el sistema de esclavitud no
declarada en el que viven tienen una tendencia a tachar de “teóricos de la
conspiración” insanos, aquellos de nosotros que podemos no solo ver la hierba,
sino la granja y el castillo de los señores feudales que controlan todo desde
lejos.
Y finalmente he
entendido el porqué.
No se trata de que
aquellos que no se dan cuenta de que su libertad se está desvaneciendo bajo el
liderazgo de esta elite “no quieran verlo” – es que simplemente no pueden ver
lo que les sucede porque poseen, poseemos, una serie de velos sin penetrar que
bloquea su visión real del mundo.
Todas las experiencias
y sensaciones externas pasan por un proceso de filtrado en el ser humano. Y de
esos filtros, tenemos al menos 8 de ellos.
· Antes del
primer velo: Hay casi 7 billones de personas en el planeta. La mayoría
viven y fallecen sin haber contemplado seriamente, jamás, nada que no tenga que
ver con aquello que les mantiene vivos y les da la posibilidad de gestionar un
poco cada día sus vidas. Casi el 90% de la humanidad vivirá y morirá sin haber
penetrado nunca el primer velo que les separa de la percepción real del mundo.
· El primer
velo: Poco más del 10% restante son personas que ha conseguido romper
ese primer velo, y se encuentran con el mundo de la política. Son personas que
intentan ser activas, tomar decisiones, participar en las reglas del juego para
intentar mejorarlo. A pesar de eso, las opiniones de estas personas están
marcadas por lo que dictan nuestros gobiernos, según sus tendencias
partidistas, por la opinión de los expertos, y por otras voces con autoridad.
De este 10% restante, el 90% fallecerá sin haber conseguido penetrar el segundo
velo.
· El segundo
velo: El 10% de los rompen el primer velo y penetran en el segundo
serán capaces de explorar las mentiras de la historia, la relación entre el
hombre, sus formas de gobierno y el significado de las leyes [como medida de
control]. Otro 90% de estos vivirán y fallecerán sin haber llegado a penetrar
el tercer velo.
· El tercer
velo: El 10 % de los que penetran el tercer velo serán capaces de
percibir que los recursos del planeta, incluidos la gente, están controlados
por un grupo de personas y familias muy poderosas, cuyas posesiones,
manipulaciones y extorsiones, han servido para fundar la economía global actual
basada en la deuda. El 90% de aquellos que rompan el tercer velo no llegarán
nunca a penetrar el cuarto.
· El cuarto
velo: Los pocos que van quedando, aquellos que llegan a romper el
cuarto velo, descubrirán el mundo de los Illuminati, de la Masonería, de las
sociedades secretas. Estas sociedades usan símbolos y celebran ceremonias que
perpetúan la transmisión de conocimiento arcano que es usado para mantener a la
gente ordinaria en una esclavitud política, económica y espiritual, por los
linajes y familias más antiguas del planeta. El 90% de los que penetran el
cuarto velo, no llegarán nunca a penetrar el quinto.
· El quinto
velo: El 10% de los que llegan aquí, aprenderán que estas sociedades
secretas y familias poderosas están tan avanzadas tecnológicamente y tienen
tantos conocimientos a su disposición, que cosas como viajar en el tiempo y las
comunicaciones interestelares no suponen ningún problema para ellos, y mucho
menos, controlar las acciones de la gente común a través de estos medios. Sus
miembros tienen la capacidad de manipular a las masas con la misma facilidad
con la que nosotros mandamos a nuestros hijos a la cama. El 90% de aquellos que
penetran el quinto velo, no serán capaces de romper el sexto.
· El sexto
velo: Aquellos que rompen el sexto velo se encontrarán en un mundo de
alienígenas, entidades negativas y reptoides, seres que parecen sacados de
cuentos de ficción y literatura infantil, y que son la fuerza real detrás de
las sociedades secretas y los que dictan las ordenes a las mismas. El 90% de
este grupo no será capaz de penetrar el séptimo velo.
· El séptimo
velo: No sé lo que hay detrás del séptimo velo. No lo he podido
penetrar. Pero creo que es la percepción que tiene el alma de la persona, libre
de todo filtro mental, que ha evolucionado hacia un estado tal que ve la
realidad de forma muy diferente a los demás, una especie de Gandhi iluminado
que se pasea por el mundo despertando a todos a su alrededor sin restricción
alguna.
¿Y el octavo velo?
Romper el octavo velo probablemente significa ver la revelación de Dios y la
energía pura detrás de la fuerza viva que impregna todas las cosas. Y si mis
números son más o menos correctos, no llega a unas 60.000 personas en el
planeta aquellos que a lo largo de su vida serán capaces de penetrar hasta el
sexto velo.
La ironía aquí es
increíble: aquellos que ven la vida detrás de los velos 1 al 5 no
tienen ninguna otra opción que percibir a los que han roto el velo
número seis como locos, insanos, y paranoicos. Con cada filtro roto,
exponencialmente una gran cantidad de gente que empieza a ver la realidad
“real” es declarada paranoica, pues pasan al otro lado de la barrera de la
forma en la que ven el mundo. Y para añadir más a la ironía, cuanto más intenta
alguien que ha conseguido eliminar el velo número 6, explicar lo que ve a
aquellos que no han llegado a eliminar ese filtro de sus vidas, mas insano y
loco aparece ante ellos.
El enemigo, el estado y
los gobiernos
Detrás de los dos
primeros velos se encuentra la mayor parte de la población del planeta. Son
herramientas del gobierno y del sistema de control, votantes cuya ignorancia
justifica las acciones de los políticos, que envían a los del primer velo a
luchar en sus guerras y contiendas.
Los que rompen los
velos tres, cuatro, cinco y seis son herramientas de cada vez menos utilidad
para el sistema, por su habilidad decreciente para ser usadas para consolidar
el poder y la riqueza de muchos, en las manos de unos pocos en la elite del
poder. Es algo normal ver cómo estas personas sacrifican parte de sus
relaciones con amigos y familia, sus carreras profesionales y sus libertades
personales a medida que rompen más y más velos, dejando atrás todo lo que deja
de resonar con ellos.
Creo que el artículo no podría ser más explícito.
Quien escribe ha roto muchos velos en los últimos años, algunos de golpe. El
sexto, el más reciente, a raíz de mi trabajo haciendo terapia energética y
tener que lidiar con entidades no corpóreas, y a raíz de encontrar más y más
información sobre el control no “humano”, pero aún es un tema del que cuesta
hablar abiertamente. En todo caso, pocas personas que no hayan roto el mismo
número de velos que tu podrán entenderte, por lo que cualquier esfuerzo de
explicación es fútil a no ser que esas otras personas deseen hacer el esfuerzo
para quitarse vendas energéticas y mentales que bloquean la percepción de su
realidad a niveles mucho más profundos. Quizás cada vez haya más gente que
cruce al otro lado de la barrera del velo número 6 y quizás poco a poco se
elimine la etiqueta de “paranoico” (por decir alguna de ellas) que acompañara a
este tipo de información cuando la discutes. En todo caso, siempre va bien
saber que a más velos eliminas, menos útil le eres al sistema de control aunque
menos gente podrá entender tu nueva visión de la realidad.
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